Salieron del restaurante, ya era de noche en la ciudad pero no era muy tarde aún. Miguel tenía una cara de angustia que no podía con ella, nadie le había hablado al respecto o lo había notado, le restó importancia a su situación e incluso pensó que estaba bien pero, por alguna razón, al escuchar lo malo que era realmente era de la boca de Hiro lo hizo flaquear, ver qué quizá sí se había echo daño a si mismo y empezó a pensar en todos los regaños y castigos que tendría si está información saliera al público.
Miguel no era tonto y obviamente le hablaron sobre la anorexia y bulimia en la escuela pues, cuando era un niño pequeño estos transtornos de la alimentación se pusieron "de moda" y todo el mundo hablaba de ello pero Rivera pensó que era "algo de niñas". Bueno, no creía que Hamada fuera a delatarlo.

Hiro que ría reconfortar a su amigo y darle otro abrazo para que se sintiera mejor, sin embargo él no sabía cómo podía tomar esto el cantante, a demás él mismo nunca fue muy afectó al contacto físico o bueno al menos hasta la llegada de Baymax a su vida porque en efecto había comenzado a abrazar más a la gente, qué raro. No quería invadir a Rivera con su afecto al menos no en este momento. Soltó un suspiro desde el con poco al cantante y lo rodeo con sus brazos.

–Tranquilo, Baymax y yo encontraremos la forma de ayudarte– dijo intentando darle ánimos a su amigo.

Miguel se pegó un poco a él por el gesto, No supo si fue por reflejo, si realmente quería sentirse apoyado o querido en ese momento.

Hiro llevó a Miguel hasta su hotel, acordaron que Miguel iría al café a la mañana siguiente y ambos chicos se despidieron.

Esa noche Rivera apenas y habló con Iori, según él para no molestarle... que estuviera reflexionando sobre todo el asunto y pensando en Hiro no tenía nada que ver.

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Kyle había recogido a Marco en un barrio completamente desconocido para él, el compositor estaba tan bloqueado que incluso le fue difícil reaccionar al llamado de su novio. El mayor hizo lo posible por llevar a Marco a casa.

Definitivamente para el azabache era muy doloroso ver a De La Cruz tan temeroso y vulnerable, le recordaba cosas que quisiera olvidar pero que simplemente no podía.

Marco estaba muy agotado al grado de que al llegar a casa sólo puedo tomar un poco de té e irse a dormir, ni siquiera fue capaz de hablar de lo sucedido esta tarde en casa de su padre. Kyle no intento hacer que le contara, solo espero a que se sintiera mejor aún que deseaba ser mejor persona para ayudarle a su amado, la importancia llenaba su mente con las memorias tan desagradables de lo que él mismo vivió cuando salió del closet, más bien, cuando lo sacaron. En fin, solo le quedaba esperar a que Marco despertara más tranquilo para hablar con él.

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Miguel tuvo que levantarse temprano el día siguiente para una sesión de fotos para sus redes sociales y anunciar su llegada a la ciudad, para ello Rivera se terminó sometiendo a un poco de maquillaje pues no había dormido del todo bien. Las selfies que Rivera tomó en el día anterior no fueron opción de ninguna manera.

Sawako esperaba que Miguel no volviera a salir con Iori luego del primer día pero esto no sucedió, por el contrario Rivera se apresuraba para estar libre mucho más rápido y así salir "con su amiga" (él no le había dicho que en realidad no la avía visto), la Manager se estaba preparando pero Miguel no le daba oportunidad de hablar al respecto.

Tras un buen par de horas la cesión terminó, Rivera no podía salir así como así a la calle ahora,  las fans estarían al pendiente en busca de ver al chico aún que probabilidad era casi nula, a menos claro que tú nombre sea Hiro Hamada.

El chico genio se levantó muy temprano en la mañana (a pesar de odiar hacerlo) para preparar su día con Miguel. Hamada cerró el acceso a su cuarto, aunque todo lo de Io estaba guardando siempre que no lo usaba, limpió un poco el laboratorio de la cochera e incluso se ofreció a limpiar el café (aunque al final Baymax hizo la mayor parte del trabajo), finalmente despertó a su tía antes de lo habitual, pero ya saben lo que dicen: No por mucho madrugar amanece más temprano.

Miguel llegó un poco más tarde de lo acordado, tenía un sudadera con capucha y una gorra para no llamar la atención, porque un ladronsuelo en potencia llamará menos la atención. Al diseñador le pareció gracioso al verle cruzar la puerta, parecía como si acabará de cometer un crimen, cosa que no sirvió para nada ya que Baymax anunció su llegada tan rápido como se dió cuenta.

–Miguel está aqui– dijo el robot sin decoro y el aludido corrio a él para intentar callarlo.

–Eso es imposible, lo intente antes– dijo Hiro entre risas.

Luego el chico genio tocó la pantalla en el pecho del robot, se proyectó en ella un icono de bocina y él solo redujo las ondas que tenía, inmediatamente la vos del asistente médico bajo de volumen.

Claro, como no lo pensó antes, Baymax ni siquiera tiene boca.

–¿Listo para desayunar?– preguntó Hamada sonriente.

–Claro.

El chico mayor dirigió a su amigo a una mesa, ahí Miguel pudo notar el atuendo de este, era algo casual, tenía una sudadera cerrada de color morado pastel poco holgada y unos jean negros que cubrían sus zapatos, más bien botas pero ese detalle no lo notó, así como tampoco se percató que Hamada era un par de centímetros más alto de lo usual.

Baymax les llevo yogurt con fruta, jugo de naranja y huevos con tocino, usualmente Hiro consumía ese desayuno (cuando tenía suficiente tiempo) pero para Miguel esto era demaciado, hacia un buen rato de la última vez que consumía tanto para su primera comida, de echo ese plato era lo sano y cuando era más niño su abuela le daba mucho más de comer. En esta ocasión ni Hiro ni Baymax lo dejaron solo así que no quedaba más que engullirlo todo, al principio jugó con la comida, luego preguntó al robot un montón de preguntas tontas como "¿Que es la bilirrubina?", También hizo una broma al respecto de que no podía comer sin tortillas, sin embargo nada de eso le sirvió para zafarse, tomo un buen rato, casi dos horas pero terminó de comer todo, Hiro intentó hacerle la plática para que dejara de concentrarse en lo que estaba haciendo y comiera sin reparo, a pesar de todo el mexicano siguió poniendo resistencia hasta el final.
Rivera se sentía un poco mal por malgastar el tiempo de Hiro así pero el chico de cabellos alborotados no parecía molesto, más bien estaba feliz, lo veía con atención y se esforzaba por no incomodar le dé más, ahora que lo pensaba Hamada había sido muy atento y amable desde el principio, se preocupada por él le prestaba, atención y le procuraba demasiado. ¿Hace cuánto tiempo no se sentía tan cuidado?, Le recordaba un poco al trato de su familia. Obviamente que por su fama muchas personas estaban a su alrededor cuidando cada paso que daba, pero esto era diferente, era muchísimo más personal, con mucho afectó, se atrevería a decir que con... cariño.

No creía que existe una razón para que existiera ese cariño, apenas se conocían de unos días, aunque Hiro actuaba como si le conociera de toda la vida, bueno quizás Io le contó su primo sobre las cosas que probablemente a él le interesaría hacer en la ciudad, ¿acaso alguien se tomaría tantas molestias por un desconocido? ¿De verdad Hiro se estaba esforzando tanto solo por él? ¿O será por Iori?, Solo había visto que los amantes y los familiares (incluyendo amigos muy cercanos) se tomaban tantad molestias por alguien, No será que... ¿Le gusta a Hiro?

Las mejillas de Rivera se colorearon a más no poder por eses pensamiento, sentía mucho calor en la cara así que instintivamente video de una todo el jugo que quedaba en su vaso, sorprendiendo a su acompañante.

–¿Estas bien?– preguntó Hamada con un gran tono de preocupación.

–Si, si. Ya terminé ¿Que sigue?– Preguntó tratando de desviar la atención.

El asiático lo guío a la cochera de la casa por dentro de ella, Rivera no husmeó por la casa, simplemente siguió a Hiro todo el camino que, realmente era muy corto.
Atravesaron una puesta debajo de la escalera y se vieron en la habitación extra, un "pequeño" laboratorio casero con computadoras, mesas de trabajo y herramientas, además de cajas llenas de quién sabe que cosas.

Miguel estaba impresionado, pero a decir verdad, en la casa de su abuela había un taller de zapatos así que no era tan descabellada la idea de tener un laboratorio, se preguntaba si Io tenía un taller de costura en su anotación, así como los espacios que veía en los vídeos de YouTube de las personas que hacen manualidades, no tenía ni idea que en realidad todos los diseños de la chica se creaban en el desordenado cuarto de Hiro.

Baymax comenzó a tomarle los signos vitales a Rivera, así como sus medidas y peso, luego hizo preguntas a Miguel sobre su consumo diario de calorías, cosas que el músico no podía responder a bien, apenas pasaba bocado y regularmente no se sentía bien consigo si no seguía con hambre cuando se iba a dormir.
Hamada hizo un gesto de tristeza al oír las declaraciones de Rivera, Miguel se sintió mal ante esto pero no sabía como enfrentarse a ese tipo de situaciones.
Al final tras los datos recolectados Baymax cálculo que la joven estrella consumía un aproximado de 375 calorías por día siendo que lo recomendado eran unas 2400

–Bueno, si supiera contar calorías probablemente consumiría menos– dijo Miguel soltando un lave risa forzada. No obtuvo una respuesta directa. –¿Cuántas calorías consume Hiro a diario?– cuestionó para apartar el silencio.

–Hiro consume un aproximado de 2700, pero Hiro necesita calorías extras debido al ejercicio que realiza y las calorías que gasta con su cerebro.

–Woow, eso es genial, es como un súper héroe o algo así– dijo Miguel con asombro aunque molesto consigo mismo por no tener esa capacidad.

Sin embargo Hiro se puso muy nervioso, trataba de esquivar esa bala.

–Hiro es un...– Dijo Baymax hasta ser interrumpido por su paciente

–Un genio, ¿No es así Baymax? Soy muy inteligente y por eso gasto las calorías extra.– dijo de pronto –No es tan importante.

–Creo que es muy interesante.– respondió Rivera con sinceridad.

Hamada sonrió como tonto ante sus palabras, sentí el corazón latiendo rápido y el calor en las mejillas, el cantante sonrió ampliamente dejando ver su diastema lateral y el hoyuelo único en su mejilla. Diablos, se veía muy lindo.
El genio estaba más que perdido, no sabía que decir o hacer para seguir adelante.
Por desgracia o fortuna una voz familiar llamó a la puerta elevadiza del garaje, El asistente médico abrió para permitir el paso. Cass entró en la sala con una bandeja de galletas.

–Hola chicos, aproveché para venir a verlos ahora que no hay mucha gente en la café.– le dió la bandeja a Hiro y miró al rededor –¿Que hacían?

Miguel está sentado sobre una mesa sin la sudadera y la gorra que llevaba al principio, Hiro está parado a un lado él y ambos tenían la cara roja. Cass sigue viendo a su sobrino como un niño pequeño pero ya es todo un adolescente, un adolescente que estaba en un cuarto cerrado con su crush.

–Nada– respondieron ambos.

–Esta bien, me preguntaba si querían si querrían hacer un pequeño encargo por mí.– dijo Cass entregando una hoja de papel a Hiro.

–Claro ti... MAMÁ, nosotros no encargamos– Hiro dejó las galletas sobre la mesa y dirigió a Cass fuera de la cochera

–Sigues con esto Hiro– susurró la mujer

–Lo tengo controlado– respondió el chico de igual manera.

Hamada dejó fuera a su tutora legal y vivió con Miguel, quien estaba comiendo una de las galletas con ciertas reservas, con timidez.

–Mi mamá es igual– comentó Miguel –No deberías de avergonzarte.

–No me avergüenza.– respondió completamente avergonzado pero no por Cass, sino por él. Suspiro y tomó una galleta. –¿Quieres acompañarme al centro comercial?

–No creo que sea buena idea, ya se avisaron que estoy aquí y eso sería un problema.

–¿Por eso la capucha y la gorra? Si te soy sincero no creo que engañes a nadie.

Miguel se volvió a acomodar la ropa, luego sacó su celular y para verse gracias a la cámara frontal, Hiro tenía razón nadie caería con eso.

–Dejame ver si hay algo por aquí que puedas usar, después de todo "la gente ve lo que quiere ver"– continuó Hamada buscando entre las cajas que habían en el lugar, Baymax también comenzó a buscar, Miguel no sabía si ayudarlos o no así que terminó sin hacer nada más que esperar.
Pasado un rato el chico genio sacó unas gafas sin aumento de una caja, explicó que solía usarlas para descansar la vista pero realmente no le gustaba usarlas y por eso se encontraban en una caja.
Hamada se acercó a Rivera para entregarle las gafas, la estrella las tomó y se las colocó, el marco de estas era grueso pero no tenía ningún dificultad para ver con ellas puestas.

–Estan bien pero no creo que la gente esté tan ciega.– comentó el cantante.

–Te sorprenderías– soltó Hiro más para si. –Quiza pueda prestarte un sudadera o algo.

–Podemos cambiar– sugirió el chico de tes morena volviendo a quitarse la chamarra y, sin previo aviso levantando la sudadera de Hiro.

El pobre asiático no supo ni como reaccionar, aún no tenía tanta confianza con Miguel siempre él mismo y esa acción fue completamente inesperada, por su parte Rivera tardó unos segundos en notar que Hamada no tenía una camiseta debajo, por lo cual al levantarle la sudadera quedaba su blanca piel expuesta, había develado sin querer la esbelta figura de Hiro y sus apenas notorios abdominales. Miguel le soltó las mejillas de ambos volvieron a teñirse de rojo pero ahora uno muchísimo más notorio por la vergüenza.

–¿¡Por qué no traes playera!?– cuentionó Rivera en reclamo.

–¡Es una sudadera ajustada y hace calor! Además ¡Así se usa!– defendió Hiro.

–Encontre una sudadera– intervino Baymax caminando en dirección de los chicos con una sudadera del ITSF.

–Gr-gacias– dijo Rivera antes de tomar la prenda.

Una ves que el cantante se encontró listo Hiro le pidió que lo esperara afuera con la motoneta y Baymax (ya empacado) en lo que avisaba a Cass sobre su salida. Miguel esperaba junto al árbol de cerezo en la esquina del Luky Cat, a pesar de la fecha y el clima el árbol seguía en flor, las hermosa flores rosadas se movían delicadamente gracias a la ligera brisa del verano. La vista maravilló a Rivera quien no dudó en tomar muchas fotos con su teléfono celular, algunos de los diseños hechos por Iori le vinieron a la mente, y por fin comprendió porque los cerezos eran tan aclamados por la gente. El chico retrocedió un poco sobre la acera para tomar una mejor fotografía, mientras enfocaba Hiro volvió inesperada mente entrometerse en la foto, sin embargo esto no molestó en absoluto al cantante pues con el zoom del teléfono pudo tomar unas foto de Hiro entre los pétalos que caian de aquellas sakuras iluminadas por el radiante sol de verano, el genio volteo el rostro en su dirección con una leve pero dulce y amigable sonrisa en los labios, lo miró directamente con sus encantadores ojos marrones completamente ignorante de lo que él hacia.

"Click"

Miguel guardó el teléfono y volvió donde Hamada.

–Listo, vamos– indicó Hiro

Miguel asintió y ambos subieron a la motoneta para ir al centro comercial.

Notas finales:
Konichiwa y otra vez me tarde para actualizar :'v siento que cada que me tardo pierdo lectores, sin embargo los pocos que tengo son razón más que suficiente para seguir esforzándome.

Además este cap me causó varios problemas pues tuve que escribirlo muchas veces :'c y también lo recorté porque no me acostumbro a escribir mucho todavía. Perdón

⚠️Les recuerdo que es de vital importancia atender los desordenes alimenticios antes de que este problema traiga consecuencias graves y que si quieres que alguien te escuche puedes enviarme mensaje privado o un comentario.⚠️

Y aunado a eso quiero ofrecer una disculpa, hace días (o semanas no sé) recibí un mensaje y respondí pero ví el nombre del usuario y lo bloque, resulta que era alguien con el nombre "Brandon" y yo tuve una relación "complicada" con alguien con ese nombre y está persona me acoso por mucho tiempo así que ya tengo miedo de ver su nombre en cualquier lado, sin embargo no se de quién se trataba.
No quiero que piensen que no soy accesible o que les miento al decir que pueden hablar contigo, ese caso fué especial y ahora me siento mal por ello.

Si llegaré hasta aquí, gracias por leer, comentar y esperar. Yo soy Sara0Avader a-dios.