7 "Omma"
Hanna...
- ¿Qué haremos?- pregunté sentada en mi cama, mientras veía a las dos mujeres en cada borde de esta, descansando.- No podemos permitir que permanezca en el palacio, ¿qué tal si la carta llegó a sus manos?
Jisoo dejó salir el aire con serenidad.
- Entonces deberá pensar un modo para salir ilesa de su error, Sultana.- me hizo saber captando mi atención y la de Hae Soo-
- Deberías de hacer lo mismo, porque fuiste partícipe de este "error"- hice comillas con mis dedos.
Dejó salir una pequeña risita, para llevar su cabello lacio detrás de su oreja con elegancia.
- ¿Acaso envié la carta, Reina Viuda?- cuestionó.
¿Se me estaba revelando?
- ¿Qué insinúas?- dejé en evidencia lo seria que estaba ante sus palabras- ¿Intentas pasarte de bando y ser mi enemigo?
La tensión se hizo presente, de por sí está ya existía, pero con sus palabras, se profundizó más esa tensión en el ambiente.
Nos sostuvimos las miradas, ninguna tenía intención de desviarla.
- No pertenezco a ningún bando, Hanna. - me hizo saber de manera altanera.
Alcé una ceja mientras respiraba de manera agitada, necesitaba controlarme.
- ¿Desde cuándo eres tan altanera?- pregunté totalmente sorprendida.
Ella suspiró para levantarse de la cama bajo nuestra atenta mirada. Hae Soo no decía nada, solo miraba sin emitir palabra alguna.
- ¿Acaso está prohibido o he sobrepasado mis límites?- cuestionó con sarcasmo, pero de manera fría- No, ¿verdad?- asintió ella misma- No tengo porque arruinar mi futuro y el de mi príncipe, por sus sandeces, Reina Viuda.-
No pude más, no pude más. Tragué fuertemente colocandome de pie y asustando a Hae Soo quién imitó mi acto. Jisoo me mantuvo la mirada.
- No cometas una locura. - salió de mis labios tratando de mantener la calma. - Retractate ahora mismo, Qi Jisoo. - ordené para caminar hacia ella rodeando la cama- No quiero tener que considerarte parte de mi lista de enemigos.
Ella sonrió con cinismo.
-¿Debo temer?- cuestionó- ¿Acaso olvidó a quién tiene frente a usted?- dio pasos hacia mí, cortando mi camino una vez estuvimos frente a frente- Ya no soy Jisoo, la princesa que debía resguardarse bajo su manto.- su mirada fría y andar seguro, me dejaban en evidencia que tenía razón en sus palabras. No era esa ingenua de antes- Ahora soy la Segunda Emperatriz, la Segunda Reina de esta Dinastía. - me recordó- ¿Porqué debo cargar con sus pecados?- se atrevió a preguntarme alzando una ceja- No tengo tiempo para pensar en cómo ayudarla a encriminar a Nam Mi, de sus propios errores. - dejó salir el aire- Tengo una misión más importante y esa se llama; llevar a mi hijo al trono real. - espetó con firmeza.
Entonces estaba en lo correcto. Ella se reveló. Dejó caer el velo y ahora... se encargaba de asfixiarme.
- Sabes que con esto decides no ser parte de mi juego y que desde este momento, no tienes mi resguardo.- intentó hacerla entrar en razón- No tendrás mi apoyo, Nam Mi y Jungkook te desterrarán, lo sabes.
Ella sonrió.
- Hanna, la madre del Príncipe, nunca es despojada. Cómo mínimo es exiliada por un tiempo, pero regresa. - hizo un pequeño puchero para mirarme con fingida lastima- Pero las Viudas no corren con la misma suerte.
Sentí mi sangre hervir ante su cinismo.
- Estás cavando tú propia tumba y te juro por Allah bendito, que haré que te arrepientas de estas palabras.- le dije con coraje.
- Es suficiente, Sultanas. - habló Hae Soo finalmente, dejando salir el aire cómo si estuviera cansada de esta conversación. - ¿De qué les sirve todo esto?- cuestionó haciendo una mueca- Nam Mi está de regreso y que cada una decida tomar caminos separados, no las ayuda en nada.- ambas la miramos, tenía razón- Todas estamos involucradas.
- Yo no di la idea, nunca estuve al tanto. En cambio usted...- corrigió Jisoo.
Hae Soo ladeó la cabeza
- ¿Insinúas?- indagó. - Les diré esto para que no sea considerado traición, en el momento que me vea obligada a hacerlo. - se levantó de la cama para caminar hacia nosotras, que la mirábamos con atención- Fui traída aquí tras la muerte del Difunto Sultán, más no correspondo a esta nación desde mi pubertad. - dio un último paso para estar frente a nosotras- No tengo nada que perder al estar involucrada en un asunto tan delicado cómo este, soy Reina de una nación que no pertenece a Corea. ¿Qué les quiero decir? - ladeó la cabeza con una mirada de ternura- Qué si se atreven a difamarme o intentan hacerme cargo de sus sandeces...- su mirada se tornó oscura- ...tomaré represalias en contra de ustedes y ni siquiera me va a importar...- sus ojos viajaron de los de Jisoo a loa míos de manera ciniestra-...que usted sea la Emperatriz de mi hermano o usted mi madre de crianza. - me había quedado fría. Mi querida hija amenzandome. - No voy a permitir que arruinen mi hermandad con él Sultán y mucho menos que provoquen una enemistad con la Madre Imperial.-
- ¿De qué lado estás?- pregunté con seriedad.
Ella sonrió.
- De mi propio lado, madre.- respondió con atrevimiento- Porque me acabo de dar cuenta, que este no es seguro...
Las tres nos miramos, sabiendo que esto se estaba saliendo de control.
Ni siquiera teníamos aliados. Éramos cómo amigas por momentos. Sabía que ninguna era de confiar. Hae Soo era cómo Nam Mi, tenía su propio bando y no seguía reglas y Jisoo...ah, tenía claro que actuaba por su propio beneficio.
- ¡MI HIJOOOO!- se escucharon unos gritos, cada vez más fuertes. Era un llanto desgarrador. Las tres nos miramos totalmente confundidas.
- Jung Soo...- sale de los labios de Jisoo para salir prácticamente corriendo de los aposentos, Hae Soo la sigue, en mi caso, la curiosidad me hizo seguirlas dejándome totalmente estupefacta.
●●●
- Omma...
Escuchó a lo lejos, ladeó la cabeza confundida.
- Omma...- volvió a escuchar esta vez más cerca.
Caminó por todo el bosque buscando esa voz infantil, estaba descalza pero ni siquiera le daba relevancia.
- ¿Hay alguien?- elevó un poco la voz, se preguntaba si podían escucharla.
La pelirroja sentía una calor repentina, cómo si tuviera el fuego a unos milímetros de ella. ¿Era posible?
Siguió caminando abrazándose a ella misma. Todo era raro.
¿Dónde estaba? No sabía. Ella caminaba sin rumbo, con la mirada pérdida y sin memoria alguna. Era cómo si estuviera inconciente, ajena a su alrededor.
- Mi hijo...- susurraba constantemente en un lamento, era lo único que podía decir. - Mi hijo...
El llanto de un bebé se hizo notar captando la atención de la pelirroja, esta detuvo sus pasos para mirar de manera descerebrado a todas partes buscando el bebé.
- ¿Bebé?- decía confundida.
Un fuerte calor retumbó en su cuerpo, era demasiado fuerte. Un humo comenzó a envoverla, intentó tocarlo con su mano derecha, pero este se perdía.
Alzó la mirada confundida, a lo lejos captó un incendio.
Dio pasos hacia atrás asustada, no debía acercarse al fuego, ¿verdad?
Estaba lista para darse la vuelta y no mirar atrás, pero ese llanto volvió a llamarla.
No entendía de quién era el llanto así que solo prefirió ignorarlo y seguir su camino. Si lo ignoraba era cómo si no lo escuchara, ¿verdad? Pero su corazón le decía otra cosa, era cómo si debía acercarse. Negaba con su cabeza, caminando en dirección contraria hasta que varios recuerdos llegaron a ella...
《Es un príncipe 》
《Llevatelo de aquí y busca una nodriza》
Su mente dejaba que varias voces junto a la de ella, se manifestaran y las imágenes tampoco se hicieron esperar. Se detuvo confundida. Los árboles repentinamente comenzaron a danzar con el aire.
《Yo lo alimentare》
《Cuándo lo tenga en sus brazos, ese pequeño dejará de llorar》
《Su nombre será Suho》
Llevó sus manos a su cabeza, sentía que se volvía loca.
《Mi principeso》
《Mamá los ama》
《Suho está desaparecido》
Eran tantos recuerdos, que no pudo evitar llorar. Las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas al desbordarse de sus hermosos ojos.
Inmediatamente dio la vuelta, caminó a paso apresurado al lugar del incendio, su corazón latía de manera desenfrenada, la adrenalina corrió por sus venas, comenzó a sudar de los nervios, la conmoción y el vapor que emanaba el fuego. Sentía las ramas de los árboles chocar con su cuerpo pero no le importaba.
Y una vez estuvo a tan solo pasos de ese fuego, pudo ver lo que tanto buscaba gracias a ese llanto desgarrador...
—¡NOOOO- corrió con todas sus fuerzas al ver a ese bebé quemándose con las llamas del fuego, sentía que se le iba la vida- ¡SUHOOOOO!
○○○
Nam Mi...
Me levanté de la cama lo más rápido que mi cuerpo me permitió. Comencé a buscar en toda la habitación.
- ¿DÓNDE ESTÁ?- pregunté saliendo de los aposentos, sintiendo el corazón en la mano. Encontrándome con Eun Bi.
- Sultana calmese. - me pidió-
- ¿Dónde está mi hijo?- pregunté con lágrimas en mis ojos- ¡JEON SUHO! - comencé a gritar por todo el lugar.
Las criadas se acercaban, comencé a salir hacia los pasillos. Mis gritos se escuchaban en todo el lugar. Parecía una loca, pero poco me importaba. Mucho menos que me quedaran mirando con pena.
- ¡Suho!- me estaba volviendo loca.- ¡QUIERO A MI HIJO!- empujé a todo el que intentó detenerme.
Todos me miraban con pena, con lástima.
- Nam Mi, por favor calma...- escuché la voz de Hae Soo.
¿Cuándo llegué al Harén? ¿Cuándo llegó ella a mí?
Negué con todas mis fuerzas. Llevé mis manos a mi rostro con dolor.
- ¡ALLAH! - sentía la garganta desgarrarse- agh...- yo estaba destrozada- ¡ESTO ES MI CULPA!- comencé a golpearme a mí misma. - ¡MÍA!- las Sultanas y Eun Bi se acercaron para detenerme. - CASTIGUEME DE OTRO MODO, NO ME ALEJE DE MI HIJO. PO-POR FAVOR..Mgh...- llevé mis manos a mis cabellos para halar mi cuero cabelludo.
- ¡DETENTE!- gritaban asustados. Me tiré al suelo entre lágrimas, sentía que la vida se me iba. Porque ese pequeño niño se convirtió en mi prioridad, en una parte de mí desde el momento que lo tuve en mis brazos. Él y los gemelos lo eran todo- ¡SULTANA!-
Pasaron varios segundos, quizás minutos cuándo sentí un silencio total y sólo se escuchaban mis gritos.
- ¡NAM MI!- escuché la voz de Jungkook algo lejos.
Todos hicieron una reverencia, incluso las Sultanas se alejaron de mí. Yo llevé mis manos a mis cabellos nuevamente, mis gritos eran desgarradores. Estaba desesperada.
- Ana...- llegó a mí después de una pequeña carrera, arrodillandose en el suelo con mucha preocupación en sus ojos. Me rodeó con sus brazos- ¿Qué pasa?- preguntó asustado.
Lo miré con el corazón en la mano, de tan solo verme su rostro reflejó dolor. Ya ni recordaba nuestra discusión.
- ¿Qué le pasa a mi amada?- preguntó con tristeza.
Rompí en llanto en sus brazos, para llevar mi mano a su túnica y apretarla. Me quería aferrar a él con todas mis fuerzas.
- J-Jungkook... Agh...- mis jadeos eran fuertes-... S-Suho...- El entendió inmediatamente- ... yo lo vi muerto... ¡MUERTO!- su rostro de miedo y sorpresa se hizo presente-
- ¿De qué hablas?- preguntó horrorizado.
- Yo lo soñé...- confesé para ver cómo sus ojos se cristalizaron- ...mi hi-hijo Jungkook... mi hijo...- Jungkook me acuno en su pecho, acariciando mi cabello mientras yo lloraba.
- Encontraremos a Suho, te lo prometo...- me dijo para dejar un beso en mi cabeza.
Yo solloce mientras veía a las Sultanas mirarme con tristeza, incluso Jisoo me miraba con dolor en su mirada. Una madre siempre iba a comprender a otra madre.
O eso pensaba yo en ese entonces.
- Agh... mi pequeño...- me aferré a Jungkook.- Tráeme a mí bebé... Agh...- mi agarre se debilitaba cada vez más, pero no podía alejarme de él.
- Te juro que estará aquí hoy mismo...- asentí entre lágrimas...
●●●
¡HOLAAAAA!
¡REGRESÉ! Después de ¿un mes? ¿O más? Bueno, lo importante es que regresé y les dejé su capítulo.
Tuve que salir de mi zona de confort y poner mucho esfuerzo. Se que el capítulo no es lo mejor de lo mejor, pero todo abarca según lo cometido.
¡JIN REGRESÓ! CREO QUE EL FUÉ MI MOTIVO, ME HIZO SUBIR EL ÁNIMO ❤️🩹💜 Una pregunta, soy yo o... ¿El Jin está más guapo que antes? Y eso que él siempre ha sido hermosooooo😍
Cómo siempre, perdón por los errores ortográficos y la caligrafía. Por favor, voten y comenten. Yo sé que estuve perdida por mucho tiempo pero déjenme saber que aún quedan cuatro personitas ahí que esperaban esta actualización. No sean lectoras fantasmas🤧
¡Se les quiere mucho! Besos para ustedes💋
Atte: Selena, la conejita del de los ojos bambi😭❤️🩹
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