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-¡Porfavor para!
Grito el pequeño rey mientras tiraba su espada en el césped, su caballero se acercó hasta él para brindarle agua y comenzar a masajear su espalda haciendo que el joven lo mirara extraño pero no dijera nada.
- Pero si recién comenzamos.
Dijo el rey Jung dejando de lado su corona para después subir las mangas de su camisa y tomar nuevamente si espada, sin previó aviso atacó hacia el menor haciendo que este se asustara y rodara para esquivar el ataque.
El caballero solo se hizo a un lado viendo como el aprendiz desesperadamente buscaba su espada encontrandola y poniendose de pie para atacar al contrario.
El choque de las espadas era lo único que se escuchaba en el Palacio llamando la atención de los sirvientes que ligeramente se asomaban por las ventanas.
Un quejido salió de los labios del menor mientras soltaba su espada y caía al piso sosteniendo su brazo, el caballero corrió hasta el logrando parar el combate para así ayudar al joven, se agachó a la misma altura que el menor y noto como su brazo sangraba.
- Déjeme curarlo majestad.
- No es necesario.
- Si no aguantas una pequeña herida así entonces no estas listo.
Soltó el rey Jung mientras guardaba su espada y sus sirvientes le ayudaban a colocarse su capa y le daban su corona, el rey solo soltó un suspiro y se la colocó nuevamente sobre sus cabellos para después mirar al menor que parecía casi desmayarse solo por una herida.
- Fue mi primer combate yo-
- ¿Que harás cuando no este tu caballero? Si no aprendes si quiera lo básico entonces es momento de que regreses a tu casa.
Se dio la vuelta comenzando a caminar hacia el interior del palacio alzando su mano cuando sintió como iban sus sirvientes detrás de él dándoles la señal de que se quedaran ahí.
-¿Esta bien majestad?
Pregunto el caballero viendo como el joven solamente mordía su labio inferior y sin decir nada soltó un gruñido y se puso de pie tomando el arco que antes había usado el mayor, todos lo miraban sin decir nada solo mirando como el menor acomodaba una flecha y de la nada apuntaba al rey.
-¡Majestad!
Gritaron todos cuando la flecha fue lanzada pero ninguno logro parar a tiempo, el Rey extrañado volteo para después fruncir el ceño y sostener su brazo derecho, miro su brazo notando la flecha incrustada en este y solo miro al menor que parecía molesto.
Comenzó a negar con la cabeza mientras sonreía y sacaba la flecha sin hacer gesto alguno.
- Supongo que esto es un berrinche tuyo, ¿No es así?
Lo miro y sacó su espada una vez más, el menor se agachó tomando la suya y apuntando al Rey que solo lo miraba serio, fue entonces que el más joven soltó el primer ataque.
- Usted no sabe nada de mi.
- No es necesario, todos son iguales que tú.
Comenzaron a gritarse entre sí logrando que los sirvientes se retiraran dejando solo al cabello presenciando todo pero sin decir nada, solo mirando de lejos.
- No se atreva a compararme, yo no soy igual que nadie.
- Si lo eres, justo ahora deberías volver a tu casa.
-¡Es lo que trató de hacer!
Grito frustrado el menor tomando fuertemente su espada y comenzando a atacar aún más rápido al mayor que solo abrió en asombró tratando de protegerse, Taehyung sentía tristeza y dolor el solo hecho de no poder volver a su hogar y gracias a eso es que había tenido el coraje suficiente para enfrentar al Rey de la Esperanza.
Hoseok solamente se quejó en el momento en que el joven logró atravesarle el pie haciéndolo caer de espaldas, una vez tocó el suelo soltó su arma en modo de buscar terminar el conflicto pero eso era lo que menos quería el menor.
Su mirada se veía vacía, eso logró causar cierto temor en el mayor que solo abrió los ojos en grande cuando vio que el joven príncipe sostenía más fuerte su espada y sin dudarlo apuntaba hacia el.
-¡No!
Se escuchó el grito del caballero que corrió hacia ellos pero solamente le quedó cubrirse los ojos ante aquella escena.
Hoseok al ver que el menor lo atacaría sin más solo le quedo suspirar y dejar fluir las cosas, un enorme destello dorado logró cegar a los presentes haciendo que se cubrieran o huyeran en busca de ocultarse, la luz poco a poco disminuyó dejando ver a los sirvientes y caballeros la viva imagen del hijo del Sol.
Este se veía tranquilo mientras cargaba en sus brazos el cuerpo del menor, el caballero corrió hasta ellos viendo al menor inconsciente pero apenas y dio un paso el Rey lo detuvo con solo un gesto.
- Esta dormido... No hay lugar para el en la tierra de Reyes y Reinas.
- P-pero-
- Mañana deberá irse, si un niño como él trata de hacer lo mismo conmigo o con algún otro Rey morirá, si no lo regresas mañana a su casa tendré que condenarte al peor castigo.
El caballero solamente asintió mientras bajaba la cabeza y veía como el Rey pasaba a un lado suyo con el cuerpo del menor en brazos, sin decir nada se adentró al Palacio sintiendo las miradas de todos los sirvientes sobre él, pero sólo los ignoro y siguió su camino logrando escuchar a todos murmurar sobre lo sucedido.
Cada Rey además de gobernar sus propias tierras también poseían dones secretos y mágicos que mantenían ocultos ante todos los demás, muchos habían creído que era solo un rumor pero el Rey Jung acababa de cometer un error muy grande.
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- Jungyuli3312💜
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