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Capítulo 7

Capítulo 7

Hazte hombre y elige... ¡O te la rebanan!

Jin volvió a despertar solo ese día. Habían transcurrido tres días desde aquel encuentro con JungKook, el cual ni siquiera le había vuelto a dirigir la mirada siquiera mientras él seguía aguantando a Sowon. Ahora sí pensaba que la cárcel era un infierno. Hubiera deseado ser violado por todo el pabellón antes que estar con la chica pegada a él las 24 horas del día.

Era insoportable, Sowon le daba de comer, lo seguía hasta el baño, se bañaba con él, le hablaba todo el día de cosas sin sentido.

Estaba por volverlo loco.

En las noches, por suerte, podía estar tranquilo, solo con el recuerdo de sus calientes noches con JungKook. Solo con esa imagen lograba tocarse y quitar todo ese deseo que le recorría el cuerpo. Extrañaba por completo al omega. No entendía como no volvía a su celda y se tocaban nuevamente como antes. Iría él, pero sabía que Kook no dormía solo. Así no podían tocarse en privado.

—¿Por qué mierda Sowon tuvo que venir a seguir jodiendome la vida? Maldición...y yo que la estaba pasando tan bien—decía Jin en soledad escuchando pasos que se acercaban.
Se ilusionó pensando que sería JungKook quien iba por el después de tanto tiempo, pero su humor decayó aún más al ver a la omega asomarse para verlo.

—¿Me llamaste Jin?

Y al alfa le faltó poco para que la vena de su frente reventara para que la chica entendiera cuánto le jodía la existencia su presencia.

—No, Sowon, vete y déjame solo—dijo de mala gana dándole la espalda a la chica.

Esta asintió diciéndole antes que si llegaba a necesitar algo que ella estaría ahí por si la necesitaba. Aunque lo único que necesitaba Jin en ese momento era la cálida presencia de JungKook a su lado.

.

El almuerzo pasó igual de denso para Jin que siempre. Sowon intentó darle de comer de nuevo y, al rechazar su amable acción, la chica se deprimió por lo que no le quedó de otra que fingir arrepentimiento y dejar que le diera en la boca, delante de todos, incluso de su JungKook. En todo el almuerzo no dejó de mirarlo en ningún instante, pero Kook hacía de cuenta que Jin no existía y eso lo estaba lastimando.

Ya en la hora del receso, mientras estaba en el patio, con Sowon obviamente, recordó la conversación con Suga de hacía unos días.

El rubio que fingía ser omega acorraló a Seok Jin luego de verlo solo. Agradecía que la acosadora de Jin no estuviera cerca, así podía tener una charla de alfa a alfa con él.

—¿Qué te pasa, Suga?—preguntaba Seok Jin adolorido al ser estrellado tan brutamente contra la pared.

—Escúchame bien, estúpido, no sé exactamente qué pasó entre tú y JungKook en el pasado, lo único que sé es que él sufrió mucho por ti y no quiero volver a verlo así—decía el rubio estrellando un pie contra la pared para seguir acorralándolo—. Por eso, hazte cargo y decídete de una vez si es que realmente tienes huevos.

—Me habla de huevos el alfa que finge ser omega, irónico—se burló Jin al sentirse ofendido por las palabras de Suga.

El rubio sólo afiló la mirada antes de fruncir más el ceño.
—Pero al menos Dooly sabe lo que realmente siento por él, pero ¿tú? ¿Acaso JungKook está seguro de que lo amas?

—Él lo sabe—dijo dudoso sin creer del todo en sus propias palabras.

—¿Seguro? Porque no lo parece. Después de todo, si estuviera seguro de que lo amas y que lo tuyo con la puta es una mentira entonces no se distanciaría de ti. ¿No te parece, Jin?—murmuraba malicioso Suga, sacando su pie de la pared— Piénsalo mejor Jin y decídete antes de que practique boxeo contigo. Y creme, eso no te gustaría, menos cuando te deje todos los huesos rotos, infeliz.

Y antes de irse, lo tomó del hombro para arrojarlo a un costado con fuerza, dejándolo tirado en el suelo.

Notó que a la distancia el rubio lo veía de reojo, casi advirtiéndole que decidiera pronto antes de que él mismo se encargara de su persona. Jin no era cobarde ni nada parecido, pero de seguro no estaba tan experimentado en pelea como de seguro lo estaba ese alfa. Después de todo a pesar de ser delgado (más que él incluso) cuando lo acorraló notó que poseía incluso más fuerza que él. Aunque si pensaba mejor las cosas, prefería ser golpeado por Suga que seguir con Sowon. Pero si eso pasaba de seguro no se sacaría a la pelinegra de su lado y eso sería horrible. Pensaba que la chica se sentía amenazada por JungKook y por eso se comportaba así con él. Sentía que dentro de poco se hartaría de todo eso, en especial porque no estaba teniendo ningún tipo de contacto con el menor.

—Sowon, si no te importa, tengo ganas de ir al baño—dijo el alfa intentando sacar su brazo de las garras de la chica.

—Voy contigo—terqueaba ella sin reales intenciones de separarse.

—Puedo ir solo Sowon, ¿sí? No soy un niño idiota que se puede perder—decía molesto Jin.

La chica bajó la mirada deprimida ante el trato recibido.

—Lo siento, Jin—dijo soltándolo, pero a diferencia de antes, el chico ni siquiera se molestó en disculparse, sólo se fue al baño sin mirar atrás, mientras ella se quedaba ahí esperándolo.

Caminó molesto hasta el lugar, pensando en que necesitaba tiempo a solas para pensar en lo que le estaba ocurriendo. Su vida, antes tranquila y placentera, pasó a ser sofocante y estresante. Conocía a la omega y nunca había sido así con él, al contrario era una persona agradable y atenta. Pero si era sincero desde que había vuelto a ver a JungKook, se daba cuenta de que la muchacha jamás lo había hecho sentir tan completo como el omega había hecho. Se dio cuenta de que se engañó durante mucho tiempo con respecto al cariño que decía sentir por ella.

Al llegar cerró la puerta con fuerza, ofuscado ante su problemas. Agradecía que a esas horas el baño estuviera vacío. En el receso era extraño que alguien fuera, después de todo no era un lugar agradable.

Suspiró molesto y levantó la mirada. Sorprendido vio que JungKook lo miraba con las manos mojadas. Al parecer había ido antes que él y estaba a punto de salir. Una hermosa coincidencia.

—JungKook—dijo el alfa mientras seguía mirando al omega.

—Jin...—murmuró el otro viendo la forma de escapar.

Él lo notó, Jin se dio cuenta de las intenciones de JungKook, así que adelantándose lo tomó de la muñeca y lo estampó contra la puerta del baño mientras seguía sosteniendo su brazo con una mano y su cadera con la otra.

—¿Adónde vas, gatito?—preguntó coquetamente.
Hacía días que no lo tocaba y ya se estaba volviendo loco, así que ahora que lo tenía con él no lo dejaría ir.

—Déjame, bastardo idiota—se quejaba el menor empujándolo con su otra mano que, con rapidez, Jin logró capturar.

—Vamos JungKook, dime cuanto hace que no tenemos algo—susurraba el alfa acercándose a los labios del chico, quien desviaba el rostro para que no lograra besarlo—. ¿Acaso me vas a decir que no deseas esto tanto como yo?

—¿Acaso la puta ya no te es suficiente que tienes que venir a tu puta sustituta?—preguntaba mordazmente JungKook, haciéndole entender Jin que JungKook se sentía solo un mero entretenimiento para el alfa.

—No seas estúpido, JungKook, sabes que no es así—respondió molesto.

—¿En serio?—ironizaba con odio JungKook— Cuando ella no estaba y yo te cumplía tus cochinas fantasías ahí si parecía serlo todo para ti, pero cuando ella vino te olvidaste completamente de mí. Como de seguro ahora ella no te da lo que quieres, vienes y me lo pides a mí, bastardo.

—Vamos JungKook, que bien que fuiste tú quien vino a ofrecerse. Además, nunca hice algo que no te gustara.
Seok Jin estaba molesto por las palabras de JungKook y por su propia incapacidad para aclararle que realmente lo amaba. Él de verdad lo hacía, pero no era capaz de hacérselo ver.

—Sí, es cierto, ese fue mi error. Pero no lo volveré a cometer, no volveré a estar con un bastardo infeliz como tú nunca más—dijo enojado Kook.

—¡Bien que este bastardo te gustaba!—exclamó Jin molesto sintiendo que JungKook empezaba a forcejear.

—¡Eso no te quita lo hijo de puta!—exclamó también forcejeando aún más.

—¡Pues si yo soy un bastardo sin corazón tu eres una puta que se abre fácil ante los demás!

—¡Si fuera así me hubieras follado por completo hace rato idiota!

—¡No es mi culpa que seas tan frígido!—a Jin le empezaba a costar más detener el forcejeo de JungKook quien parecía poseído con cada movimiento.

—¿Frígido? ¡Ja! ¡Ya quisieras idiota! ¡Si no fuera por esta puta frígida, según tú, jamás hubieras gozado de cosas que ni Sowon, ni nadie podrá darte nunca!

—¡Justo lo que una puta haría!

—¡Estúpido! ¡Sólo eres un estúpido de mierda! ¡Un maldito calenturiento que se aprovechó de la situación! ¡Ahora vete y cógete a mi prima! ¡De seguro es lo que quieres!—exclamaba cada vez más molesto mientras seguía forcejeando.

—¡Claro que eso es lo que quiero!—exclamó soltando las muñecas de Kook— ¡Es más! ¡Ahora mismo iré a cogérmela como tanto quieres, JungKook!

—¡Ve entonces, maldito bastardo!—desafiaba sin salir de delante de la puerta.

—¡Con gusto iré!—seguía exclamando Seok Jin molesto.

Se quedaron mirando con odio por unos segundos hasta que, de manera abrupta e inesperada, ambos se abrazaron uniéndose en un beso desesperado y apasionado. JungKook saltó y terminó por enredar sus piernas en la cadera de Jin mientras este lo acorralaba contra la puerta y lo seguía besando de manera hambrienta, con deseo. Jugueteó con su lengua por largo tiempo, sintiendo como en ocasiones el omega tiraba de sus labios fieramente, haciendo que el calor aumentara. Saboreó por completo la boca de JungKook, volvió a sentirlo una vez más, su dulce sabor fresco. Volvió a sentirse vivo y libre al tenerlo entre sus brazos en ese desesperado beso que ambos habían estado necesitando.

Sintió las manos de JungKook tomar sus cabellos con fuerza, como si estuviera aguantando todo aquello que sentía. Y lo entendía, porque a él le pasaba lo mismo, razón por la cual apretaba el trasero de su compañero con fuerza, reteniendo las ganas de hacerlo suyo ahí mismo.

El sofocante beso se cortó bruscamente por Jin, quien ya no quería sólo conformarse con esa juguetona boca. Así que se dirigió al suave cuello, escuchando la agitada respiración de JungKook. Antes de dar el primer beso, miró de reojo hacia arriba, viendo el sonrojo fuerte en las mejillas del menor. Eso lo motivó a comenzar a devorar con gula aquel cuello que se expuso para él.

Lo marcó como nunca antes, mordiendo en más de una ocasión hasta dejarle la marca de sus dientes, cosa que a JungKook parecía gustarle. Escuchó los suspiros de su compañero ante cada toque, lo escuchó maldecir y sintió fuertes jalones en su cabello de vez en vez, cuando la pasión desbordaba al menor.

Mientras acorralaba al chico contra la puerta, coló sus manos por el pantalón hasta llegar a los suaves glúteos que había extrañado en esos días. Los masajeó con fuerza, tanto que de seguro quedarían las marcas de sus dedos. Ese pensamiento le excito aún más.

—Ahh...J-Jin...dame más—decía JungKook mientras guiaba sus manos hasta la espalda ancha del alfa para arañarla por sobre la tela de la remera.

Sentía esa necesidad insana de arrancarle la prenda de forma salvaje y animal para marcarle la piel con sus uñas, pero la maldita remera era muy resistente, así que sólo se dedicó a subírsela, en un vano intento por tocar más piel.

Jin se dio cuenta de lo que su compañero quería, así que lo cargó hasta los lavabos y lo depositó ahí, en esa sucia mesada de mármol que serviría para sentarlo y poder desnudarlo a gusto.

Fue en ese momento en que JungKook pudo sacarle por completo la remera a Jin para después volver a unir sus labios de forma hambrienta. El sonido acuoso que se escuchaba en el lugar era demasiado morboso.

La remera terminó olvidada en el piso mientras JungKook se dedicaba a hacer lo que había estado deseando, arañar a gusto la espalda ancha de Jin, a la par de que este se dedicaba a sacarle la remera para poder besar ese delicioso y blanco pecho a gusto.

Comenzó subiendo la prenda, tocando toda la piel suave que podía, apretando en ocasiones. Al llegar al pecho se detuvo en los pezones, apretándolos y retorciéndolos de forma tal que lograba hacer gemir con fuerza a JungKook. Los siguió acariciando hasta que se decidió a sacar por completo la remera de Kook, tirándola lejos, mientras descendía con sus labios lentamente, pasando por el cuello, dejando pequeños besos hasta llegar a los pectorales. En ese lugar dejó besos y mordidas hasta llegar a su destino: los ya abusados pezones. Tomó uno mientras jugaba con el otro con sus dedos. Lo lamió y succionó hasta sentirlo duro en su boca. Era delicioso sentir como aquel trozo de carne se endurecía, se dejaba llevar. Fue al otro pezón mientras bajaba una de sus manos hasta el pantalón de JungKook, sintiendo la dureza de su erección deliciosamente.

—Veo que no soy el único emocionado aquí. Te encanta lo que te hago—murmuraba lujurioso, bajando más hasta que sus labios pudieron apretar el miembro de su omega por encima de la ropa.

Eso causó un largo jadeo por parte de JungKook, quien llevó sus manos a los cabellos castaños de Jin.

—Vamos Jin, hazlo, no te contengas—pedía Kook con una voz coqueta y cargada de deseo que rápidamente encendió aún más al alfa.

Decidido bajó el cierre del pantalón de JungKook, liberando lentamente el miembro de ese omega que pedía atención. Lamió por encima de la ropa interior negra para terminar de sacar el pantalón, viendo a JungKook semidesnudo solo para él. Volvió a lamer con lujuria el miembro por sobre la ropa, sintiendo la humedad que estaba generando. El menor estaba realmente excitado, podía sentirlo por su olor a cereza que se volvía cada vez más intenso. Sonrió mientras tomaba la ropa interior del borde y la descendía lentamente, dejando que el pene de JungKook fuera mostrándose poco a poco. Hasta que al bajárselo por completo, se mostró duro y mojado, al igual que la entrada que esperaba ansiosa ser penetrada por algo.

—Te ves tan erótico, JungKook—murmuraba el alfa subiendo hacia los labios del omega para darle un corto beso y así volver a bajar hacia su miembro erecto.

Con una sonrisa, lamió de la base hasta la punta, causando que Kook gimiera. Eso lo hizo sonreír aún más. Regresó a su tarea y besó la punta para después comenzar a lamerla en círculos, pasando la punta de la lengua por la uretra haciendo que al separarse un hilo de saliva y pre-semen quedara entre la lengua y la punta del miembro de JungKook.

Siguió jugando, lamiendo toda la extensión y repartiendo besos húmedos en el glande, haciendo que su compañero gimiera ante esas caricias. Sabía que lo estaba torturando, así que decidió metérsela finalmente a la boca por completo para poder sentir su sabor.

Kook gemía al sentir esa boca devorando con gula su miembro, le encantaba sentirlo, pronto llegaría a su final y lo sabía. Todo el juego previo lo había hecho aguantarse demasiado.

Jin lo sintió, pronto el menor acabaría, por lo que llevó dos dedos a su entrada y los metió con fuerza, sin compasión, sabiendo cómo le gustaba a JungKook. Los movió de adentro hacia afuera, rozando ese cúmulo de nervios que logró que el omega acabara rápidamente ante ese enorme placer, terminando en la boca de Jin quien tomaba con gusto todo.

—Eres delicioso, JungKook—dijo mientras besaba en los labios a JungKook, quien aún respiraba algo agitado por el reciente orgasmo.

Al separarse vio al chico bajarse del lavabo para buscar su ropa.

—Hey, ¿y yo qué?—preguntaba Jin desconcertado.

Cuando el menor se estaba poniendo la ropa interior, luego de limpiarse con papel higiénico sus partes, lo miró seriamente y le dijo.

—Agradece que te deje tocarme, bastardo. Tú aun no has elegido con quién quieres estar—aclaró poniéndose el pantalón.

—Vamos JungKook, bien que tú también quisiste esto.

—Sí, pero ahora recordé a la puta de mi prima, así que aprovecha que estás en un baño y termina por consolarte a ti mismo—y después de colocarse la remera, salió del baño dejando al alfa ahí solo.

Y aunque no quiso, tuvo que complacerse en soledad, con la imagen que JungKook le había dado hacía minutos atrás.

.

Ese día, para su suerte, Jin tenía visita. Fue la primera vez que se alegraba tanto de volver a ver a Ken después de tanto tiempo. Casi se abalanza al beta para abrazarlo con fuerza, pero se detuvo. No quería que algún guardia lo golpeara pensando que iba a atacar a su amigo. Así que simplemente se limitó a sentarse frente a él para mirarlo con una gran sonrisa.

—Ken, no sabes lo feliz que estoy de verte.

—Lo mismo digo Jin. Sinceramente nada es lo mismo sin ti o Sowon—dijo el beta un poco triste.

—Lo sé Ken, pero tengo algo que preguntarte, por favor, sé sincero—dijo Jin poniéndose serio.

—Dime, Jin, ¿qué quieres saber?—preguntaba dudoso al ver la seriedad de su amigo.

—Sowon, ¿está aquí por mí no es así?

—Sí...dijo que no podía vivir sin ti—aclaró Ken recordando esa conversación.

—No sé cómo no predije eso—suspiraba el alfa—. Ken, tengo un problema.

—¿Te quieren violar?—preguntaba burlón.

—¡Ken! ¡Claro que no!—exclamó entre risas antes de ponerse serio nuevamente— ¿Te acuerdas de JungKook?

—Claro, fue tu novio secreto hasta que decidiste hacerle caso a tu padre y estar con Sowon pensando que así no le causarías problemas a tu familia. ¿Por qué?

—Él también está aquí y, si tengo que decirte la verdad, estaba mejor con JungKook aquí a que con Sowon, pero...

—No sabes cómo decirle a Sowon que en realidad no la quieres y que en verdad sólo amas a JungKook, ¿no es así?—Ken sonrió y suspiró— Te conozco, sé que sólo has estado con Sowon por tu padre, y que también fui tu pañuelo de lágrimas cuando decidiste dejar a JungKook, ¿lo recuerdas? Sufriste mucho esos días.

—Bueno, ya que sabes mi problema, dime, Ken ¿qué debo hacer? Sinceramente estoy solo en esto. Desde que Sowon vino, JungKook no quiere ni mirarme hasta que logre decidirme. Pero no se me hace fácil, que no ame a Sowon no quiere decir que no la aprecie...Así que, no sé qué hacer.

El castaño se quedó pensativo unos segundos antes de hablar.

—En mi opinión deberías explicarle bien las cosas a Sowon e intentar hacerle entrar en razón.

—Eso no funcionará y lo sabes. Conoces a Sowon, ella jamás entraría en razón.

—Entonces, no lo sé, sólo te aconsejaría que, esta vez al menos, seas sincero y elijas lo que tu corazón realmente quiere y no lo que los demás esperan. No cometas los mismos errores del pasado.
Sólo Ken sabía que la relación que Jin tenía con Sowon no era más que una mentira, al menos para el alfa que no sentía nada por su pareja.

—Si tan sólo fuera tan fácil...—murmuró bajando la mirada.

¿Cómo decirle a Sowon que toda su relación simplemente fue una mentira para contentar a su padre? ¿Cómo decirle que jamás dejó de amar a JungKook?

¿Cómo decirle? 

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