
Problemas en el paraíso
Advertencia: Este capitulo contiene escenas de violencia física.
Pasaron unos minutos y Taehyung llegó a la celda de Yoongi, se quedó un tanto sorprendido con la escena con la que se encontró: el cuerpo inerte de Hoseok estrangulado, con el rostro hecho añicos y al lado de este se encontraba él llorando destrozado como nunca antes lo había visto.
—Oye Hyung vamos, levántate de allí.
—Déjame en paz —respondió mientras limpiaba las lágrimas de sus ojos para luego ponerse de pie.
—Salgamos ya de aquí.
—QUE ME DEJES EN PAZ ¿ACASO NO ME OYES? —Gritó con molestia. —No necesito, ni quiero tu ayuda ni la de nadie, déjenme solo!
Yoongi salió de la celda, pero inmediatamente tres guardias llegaron al lugar y lo detuvieron, uno de estos vio al rey y tragó grueso, más no mostró su nerviosismo y se mantuvo firme y decidido en lo que debía hacer, miró al suelo y, efectivamente como les habían informado allí se encontraba un reo asesinado; por lo que pudo darse cuenta, el asesino fue Min ya que sus manos estaban manchadas de sangre, sus nudillos lastimados y tenía salpicaduras de la misma sangre en su camisa. La indumentaria de Taehyung, por otra parte, estaba impecable.
—Llévense a este sujeto de aquí y encierrenlo en El Hueco. —Ordenó el guardia mientras señalaba a Yoongi.
—Oye, oye. —Interrumpió Taehyung, al ver que los dos hombres sujetaban por los brazos a su amigo. —No lo encerraran en ningún lado.
—No te metas en esto, Kim. —Habló Yoongi, dejándolo un tanto extrañado. ¿Acaso estaba mal de la cabeza? Lo iban a meter en El Hueco y ¿aún así no quería que lo ayudara?
—Al carajo, como quieras. —Bufó un tanto hastiado acercándose hasta la salida para largarse de la celda.
Los guardias se llevaron a Yoongi hasta una de las celdas de confinamiento solitario, sin que este pusiera un mínimo de resistencia.
Quién sabe por cuánto tiempo lo encerrarían en ese lugar, y además de eso lo mas seguro es que le aumentarían más años de prisión a su sentencia por haber matado a un reo.
Por otra parte, Taehyung al salir de aquella celda se fue a buscar a Jungkook pero fue grande su sorpresa cuando se encontró a este hablando con su hermano. ¡No, no y mil veces no! Él no dejaría que ese par tuvieran contacto. ¿Por qué? Quién sabe. Caprichos tontos y ridículos producto de la inseguridad del rey; desde que lo amenazó con matar a su hermano para tener sexo con él, ha hecho lo posible para que estos hablen muy poco, cualquier cosa se ingenia, pero lo quiere lejos de Namjoon.
Jungkook había ido a contarle a su hermano todo lo que pasó y este se quedó sorprendido. ¡Quién lo diría! El imbécil de Jung fue hasta su celda para pedirle protección cuando estaba planeando matar a su hermano, ¿no? ¡Vaya descaro y cinismo! Pero las cosas no le salieron como esperaba. —¡Bien merecida tuvo la muerte que le dieron! conejito. —Habló el rey al llegar junto a este. —Vámonos.
—¿Ir a dónde? —Preguntó. Y es que en realidad ¿a dónde podrían ir? Estaban en una puta prisión.
—A follar, a contar barrotes, no sé. Ven conmigo.
—¡Ay Taoki, No fastidies! —Se quejó ¿Follar ahora? Pues no. Taoki no era un ser muy paciente que digamos y estaba apunto de agotar la poca paciencia que tenía. ¿Acaso escuchó bien?
—¿Qué no fastidie? —Repitió con voz fuerte. —No me hables así, ni me provoques Jeon Jungkook.
—Oye infeliz, dejalo en paz —intervino Namjoon, cabreado al ver la forma en que este le hablaba a su hermano, Taoki chasqueó su lengua molesto y dio unos cuantos pasos acercándose hasta llegar a él, mirándolo fijo a los ojos.
—Escúchame bien.
—No, escúchame tú a mí —Le interrumpió Namjoon con voz fuerte y firme. —Me tienes hasta el culo con toda tu mierda, ¿me oyes? Ya te lo dije en una oportunidad, que te alejes de mi hermano. —Taehyung soltó una pequeña risa burlona al escuchalo.
—¿Yo? —Dijo esbozando una sonrisa.
—Nam... —Jungkook empezó todo esto tratando protegerlo para que Taehyung no lo asesine, ahora meses después lo que menos quería, era un enfrentamiento entre esos dos ni perder alguno de ellos ¡Par de idiotas!
—¿Ah, si? —Respondió Taoki riendo con sorna. —¿recuerdas dónde estás? Aquí no tienes NADA NI A NADIE, AQUI MANDO YO.
La expresion en la cara de ambos daba terror, cualquiera que los hubiese visto enfrentados habría salido corriendo del lugar sin dudar.
—¡OIGAN, YA BASTA! ME TIENEN ENFERMO CON SUS ESTÚPIDAS PELEAS. —Gritó Jungkook, haciendo que ambos voltearan a verlo.
—Te dije que nos vamos. —Ordenó Taehyung halándolo del brazo y caminando con él lejos de Namjoon.
—Jungkook —grito su hermano, disponiéndose a ir tras él y partirle la cara a ese pendejo de Kim; pero su hermano menor le dijo que no se preocupara y siguió caminando junto a Taehyung.
Namjoon apretó sus puños con fuerza y maldijo para sus adentros. Ese maldito de Kim un día no muy lejano se las iba a pagar, claro que sí.
Taehyung prácticamente arrastró a Jungkook del brazo por el pasillo sin un rumbo fijo, aunque después de un rato llegaron a la celda que compartían.
Al llegar este se soltó del agarre del rey, estaba más que molesto, en serio estaba muy cabreado por la ridícula actitud que tenía.
—¡Ya déjate de tanta mierda —Dijo al soltarse. —Tú y yo somos una pareja, mas no eres mi dueño y no soy una puta cosa de tu propiedad como para que seas tú quien decida con quien puedo hablar y con quien no.
—¿Y eso a mi qué? Tengo mis razones y no quiero verte de nuevo hablándole y se acabó.
—No eres quién para impedirme nada.
—¿Te recuerdo quién tiene la vida de tu hermano en las manos? Pues yo, por si lo olvidas.
—¡YA BASTA CON ESO! SI LE HACES ALGO TE VAS A ARREPENTIR, MALDITO HIJO DE PUTA. —Le gritó molesto y Taoki de inmediato se quedo en silencio un rato y agacho la mirada.
—Yo solo no quiero que te aleje de mí, él me odia y yo. Yo solo tengo miedo conejito —susurro al fin.
Jungkook suspiro profundamente enternecido con la actitud de Taehyung que se veía como un niño pequeño que acababa de ser regañado.
—Eres un tonto Tae, ¿acaso crees que tengo tan poca voluntad como para alejarme de ti solo porque mi hermano me lo pide? —Preguntó el de ojos marrones acariciando el brazo de Taehyung, —confía un poco más en el amor que siento por ti, por favor.
—No se, pero mejor no nos arriesgamos y no lo vuelves a ver ¿si? —Pregunto esperanzado. —Jungkook soltó una carcajada y lo abrazo por la cintura.
—No tienes remedio.
—Bueno, no sabes el miedo que da pensar en perder la única puta cosa buena que te ha pasado en la vida. —Jungkook lo abrazo y le dio un beso para que estuviera tranquilo, una vez que terminó con su conversación, Taehyung se levantó y buscó un cigarro para fumarlo, aún estaba cabreado, toda la situación que estaba pasando lo tenia un poco alterado y más el hecho de que Namjoon lo amenazara, ¿Desde cuándo los pájaros le tiran a las escopetas? ¡Él es Kim Taehyung! Nadie le habla de esa manera y vive para contarlo, su sola presencia intimida tanto que nadie se atreve a faltarle al respeto, ¡no señor! Entonces, ¿por qué este idiota se atrevía a hacerlo? A si, por Jungkook, su conejito era su única debilidad.
En fin, ¿ahora qué pasará con Yoongi? El idiota no quiso siquiera que él lo ayudara. ¿Será bueno que pase tiempo encerrado en una celda de El Hueco? Tal vez, así enfría su mente e intenta superar lo que pasó con Jimin, y ya que no quiere que nadie lo moleste es mejor que esté encerrado allí, ¿no? Pero, quién sabe cuándo saldrá. Los días serán muy aburridos en prisión sin tenerlo para charlar un rato.
Una vez que terminó de fumar su cigarrillo salió de la celda y se quedó en el pasillo, recostado de los barrotes; a lo lejos vio cómo unos guardias sacaban el cuerpo sin vida de Hoseok y no pudo evitar reír para sus adentros. Ese tonto ¿en qué rayos estaba pensando? ¿En verdad creyó que podría salirse con la suya? Yoongi fue amable con él, al darle una muerte así, si algo le hubiese pasado a Jungkook y él descubre que fue La pelirroja el causante, como mínimo le habría desmembrado cada parte del cuerpo aun estando vivo. Pero bueno, Yoongi quiso hacerlo así y ya da igual.
4 días después...
—Taehyung basta. —Dijo Jungkook entre dientes mientras Taoki lo penetraba con fuerza.
—Ahhh... Ya no puedo.
—Ya casi. —Respondió sin detener las rápidas embestidas, haciendo que Jungkook se aferrara a las sábanas.
—Solo un poco más conejito.
Taoki continuó embistiéndolo con fuerza y rapidez por un par de minutos más hasta que llegó al fin al tan anhelado orgasmo, entre un jadeo de placer que dejó escapar de su garganta, Jungkook estaba exhausto, llevaban más de dos horas teniendo sexo y Taehyung parecía que nunca iba a quedar satisfecho.
Estos cuatro días le han parecido años puesto que las cosas con Taoki siguieron muy tensas, aunque intente hablarle acerca de algo, Jungkook no cruza muchas palabras con él, prefiere no hacerlo, está harto de todo y según le había dicho, este tenía que entender que él no era una persona sumisa a la que siempre iba a poder dominar y Taehyung debía aprender a respetarlo antes de que lo que sentía por él poco a poco se fuera derrumbando, y ni hablar de dormir juntos, Jungkook se acostaba primero que y ponía varias almohadas y cosas que se encontraba para llenar el espacio de la cama y no dejarlo dormir a su lado, y bueno hasta ese día tampoco habían follado y de no ser porque a Jungkook también le urgia descargarse, tampoco se habría dejado tocar, quizá era por eso que Taehyung parecía insaciable.
—Eres un bruto.— Musitó Jungkook mientras trataba débilmente de incorporarse en la cama.
—¿Qué dijiste? —preguntó sujetándolo del brazo.
—Lo que escuchaste, ¿o es qué acaso eres sordo?
—No me hables así. —Taehyung estaba tratando en serio de no caer en provocaciones, Jungkook en su lugar soltó una pequeña risa.
—Ya deberías saber que no me gusta que me hables así conejito, no lo olvides.
—No me hagas reír, tú quieres que yo sea completamente tuyo, Kim Taehyung, pero que te quede claro una cosa, podrás tener mi cuerpo pero esto. —Llevó su mano al pecho de Taoki hasta tocarlo con la punta de sus dedos en la parte izquierda, justo donde está su corazón —...ya no lo tendrás —mintió porque estaba enojado, hastiado de todo, de las inseguridades y celos de Taehyung, cansado de estar encerrado en esa asquerosa prisión, de lo injusta que siempre había sido su vida, harto del destino que lo llevo a vivir una vida de criminal que él no escogió, fastidiado de todo. Y solo quería desquitarse con quien fuera.
—¿Quién te dijo que yo quería tener tu corazón? No seas iluso, pequeña idiota. Lo que quiero es tu culo para divertirme las veces que quiera, follándolo como me de la gana. ¿Quién habló de querer tu amor? —Arremetió Taehyung, sintiéndose herido de igual forma y con ganas de lastimar a Jungkook.
—Es muy fácil negarlo, pero bien que me dijiste que me amabas, además de que te cabreas cuando te digo que nunca seré tuyo. ¿Te duele el ego? El gran Kim Taehyung esta enojado porque no puede obtener lo que quería, qué tristeza, llorare amargamente. —Dijo con sarcasmo y justo en ese momento, Taoki le propino una fuerte bofetada y casi de inmediato se arrepintió de lo que hizo, pero ya fue tarde.
—Jung.... Kook... Yo lo siento per....perdoname —balbuceaba, Jungkook rió para sus adentros y una casi imperceptible sonrisa se le dibujó en los labios, sin que Taehyung se lo esperara, le dio un golpe en la cara con toda su fuerza e hizo que se cayera de culo, Taehyung en ningún momento intento defenderse, pues esas palabras habían dolido más que cualquier golpe y la bofetada que le pego fue un impulso del que se arrepentiría por el resto de su vida.
—NUNCA TE ATREVAS A VOLVER A GOLPEARME. —Grito furioso Jungkook.
—Yo no quise hacerlo, lo siento.
—Lo que usted diga rey, cuando niño me golpearon muchas veces y no se lo voy a permitir a nadie más, que le quede claro su majestad. —Dijo riendo con sorna.
Taoki chasqueo su legua y se levantó de la cama sin decir más, se puso su bóxer, el pantalón, al igual que su camisa y zapatos, salió de la celda y cerró la reja, haciendo un gran estruendo.
Jungkook se quedó en la cama, también un poco arrepentido pero estaba cansado y poco a poco se fue quedando dormido.
Taehyung, por su parte fue a hacer pesas, necesitaba drenar un poco la molestia que sentía por dentro después de haber escuchado lo que el idiota de Jungkook le dijo.
No tenía idea de lo mucho que le habían dolido sus palabras, él hace mucho tiempo que ya no solo quería tener el cuerpo de ese mocoso sino poseer su amor completamente. Estaba enamorado, se lo había dicho y demostrado y ahora lo estaba matando de dolor el pensar en que Jungkook no le correspondía.
Tres semanas después, en una cafetería, situada en algún lugar de Seúl, Corea del Sur.
—¡Hey, chico! Por aquí —Llamó amablemente Eun Woo, sentado en una mesa de la cafetería, a Jin cuando lo vio entrar.
—Disculpa la tardanza, me ha agarrado el tráfico. —Dijo con la respiración un tanto agitada al llegar a la mesa.
—No pasa nada. —Respondió sonriendo, no llevo mucho tiempo acá.
—Oh, ya. Jin arrastró la silla y se sentó en la misma. —Gracias por aceptar la invitación.
—No es nada. La verdad me sorprendí mucho cuando me llamaste y me dijiste quién eras, no puedo creer que seas el mismo muchacho que Nam llevó a mi casa con una puñalada en el estómago, ha pasado mucho tiempo.
—Si y te doy las gracias por atenderme aquella vez.
—No fue nada. —Contestó a la vez que encendía un cigarrillo con su mechero y le daba una calada. —Oye, hablando de Nam, ¿cómo está él? También me sorprendí cuando me dijiste que él quería que habláramos. Cuéntame, ¿qué sucedió?
—Él está bien o eso creo. No pudimos hablar mucho cuando fui a la prisión, me dejó un mensaje para ti. La verdad me parece una puta locura pero...
—¿Pero?
—Creo que sabe lo que hace, me dijo que para el 10 de junio deberás ir a Konapus.
—Espera, espera. ¿Ese loco hijo del demonio planea escapar? —Preguntó con sorpresa y Seokjin asintió.
—¡Ja! Lo sabía.
—¿Lo sabías? —Preguntó frunciendo el caño.
—Claro, ¿Creías que ese perro se iba a quedar de brazos cruzados? ¡Qué va! No sé cómo hiciste para visitarlo pero, gracias por hacerlo.
—Tenía que hacerlo, al parecer está en peligro.
—Vaya que lo está —le dio otra calada a su cigarrillo, exhalando el humo por sus fosas nasales.
—SanTae lo anda buscando por cielo mar y tierra.
—¿SanTae?
—Sí, el idiota que por ahora está a cargo de la mafia Ctzu.
—Oh. Así que él está detrás de todo esto.
—¿Qué dices?
—No, nada.
—Oye, oye. Si estamos acá es mejor que hablemos sin esconder nada, ¿no crees?
—Tienes razón.
—Y bien, ¿cómo sabes que Nam está en peligro?
—Pues, hace como un mes o un poco más, unos sujetos intentaron atraparme pero no pudieron, luego llamaron a mi casa y me amenazaron, sabían que yo debía estar muerto y saben que Namjoon es el responsable de la muerte del imbécil de hijo del líder, obviamente no les dije dónde está él, pero me dijeron que tiene que pagar por lo que hizo, tuve que mudarme un tiempo con mi abuela, en Liverpool, pero sinceramente me preocupé mucho por la vida de Namjoon. Por eso volví a Seúl.
—Ya veo, bueno, acá entre nos, SanTae solo es un perro que le gusta ladrar más no morder, le lamía la suela de los zapatos al jefe, por eso está tan cabreado por su muerte y como sabe que fue Nam quien lo asesinó, busca la manera de dar con su paradero para cobrarsela, pero eso sí, es peligroso que Namjoon esté en la cárcel y que SanTae se entere en cual, podría mandar a alguien a asesinarlo ahí adentro sin problema.
—¿Qué?
—Con un demonio, Namjoon tiene que salir de ese lugar y tomar su puesto de líder. SanTae no sabe liderar, nunca lo supo, es igual o más idiota que el jefe. —Espetó un tanto molesto y cruzándose de brazos.
—Si Namjoon logra salir... ¿Tiene que volver a la mafia? —Preguntó Jin con preocupación.
—Por supuesto, de este mundo nadie escapa, una vez que estás dentro no puedes salir, y si sales, tarde o temprano estás muerto. Así ha sido siempre y así lo seguirá siendo. —Eun Woo apagó el cigarrillo en el cenicero de cristal, o tal vez vidrio, que estaba en la mesa.
Jin se quedó en silencio, no respondió ni una palabra, aquello que escuchó era una puta locura, Namjoon no iba a tener vida siendo líder de esa maldita mafia Ctzu.
—¿Por qué lo preguntas?
—Es que... Es tan injusto. Si Namjoon no quiere ser el líder deberían dejar a otro y ya.
—Si, no es justo, pero así es esta vida y él lo sabe. —Dijo encogiéndose de hombros.
—¡Así es esa vida, mis cojones! —Gruñó Seokjin dándole un pequeño golpe a la mesa con su mano. —El ya no quiere esa vida.
—¿Por qué te preocupas tanto por él? —Preguntó Eun Woo. —Dime, ¿acaso ustedes tienen algo?
—¿A-Algo?
—Si, «algo». Si mal no recuerdo, el jefe mando a Namjoon a que te secuestrara, sé que lo hizo, pero luego. Te llevó a ti y a su hermano a mi casa para que les salvara la vida, recuerdo perfectamente ese día y su cara de preocupación. Nunca lo había visto así y la verdad no entendi muy bien qué pasó. No deberías estar vivo y él moría por ayudarte.
—Ah. Pues.
—¿Pasó algo entre ustedes? —Preguntó de nuevo y Jin soltó un largo suspiro.
—Es cierto, yo debería estar muerto pues es lo que quería su jefe, ese hijo de puta maricón envió a Namjoon para que me secuestrara, torturara y luego debía asesinarme, él me contó el por qué lo hizo, después de sacarme del horrible lugar donde me dejó encerrado. Tú más que nadie debes saber por qué.
—¿El por qué lo hizo?
—Pues, sí. Me contó que era una orden del jefe y que si la cumplía le entregaría a Jungkook. La verdad nunca supe del paradero de su hermano hasta ese día que lo llevó a mi casa con un balazo en la espalda.
—Cuando Namjoon me contó por todo lo que pasó pude entender sus motivos, obviamente a principio yo estaba más que molesto, le quería partir la puta cara a ese idiota por todo lo que me hizo pero, a fin y al cabo, lo hizo solo por cumplir la última orden y así poder ver a su hermano, me sorprendí mucho cuando me contó por lo que pasó desde niño, me dio mucha lastima que desde pequeño haya caído en las garras de la mafia por culpa de su estúpido padre.
—Lo sé, conozco a Namjoon desde hace muchos años. De hecho lo conozco desde que llegó, era un buen chico.
—¿Era?
—La gente cambia con el tiempo y Namjoon no es ningún ángel, he visto cosas que él ha hecho y que son... Una barbaridad. Muchas veces llegué a preguntarme si lo hacía por seguir órdenes o por simple placer. ¿Crees que él será el próximo líder solo porque sí? No. Él es un asesino despiadado, como lo era el jefe. Y tal vez lo siga siendo.
—Eso no... Eso no es verdad.
—Puede ser. —Dijo Eun Wo soltando una pequeña risa. —Sé que aún hay algo bueno dentro de él. Y tal vez alguien pueda sacar ese lado que tiene escondido, pero la pregunta importante es otra ¿será bueno para él? ¿no le traerá problemas a futuro?
—Ser bueno nunca traerá problemas.
—¿Y tú estás dispuesto a hacerlo cambiar?
—¿Yo?
—Claro, ¿o es que Nam no te interesa?
—Ah, pues...
—Te preguntaré una cosa, Kim Seokjin. —Le interrumpió antes que pudiera decir algo más. — ¿Qué sientes en realidad por Jeon Namjoon? —Jin se sintió un poco cohibido y trataba de organizar bien sus ideas. Esa pregunta de Eun Woo sí que lo puso nervioso.
—Yo... Le tengo afecto. —Contestó agachando la mirada.
—¿Solo eso?
—Oye, lo que sienta por él ¿qué te importa? —respondio, esta vez viéndolo a los ojos.
—Claro que me importa, tanto por él como por ti.
—¿Por mi?
—Sí. Por eso te pregunto que sientes en realidad por él, oye, no soy gay ni mucho menos. Tampoco tengo nada en contra de ellos, así que, si tú lo eres y él te gusta no tengas vergüenza en decirlo, pero debes entender una cosa, estar con él no será como estar con cualquier sujeto. Él es un mafioso y tal vez no entiendas lo peligroso que pueda ser, siempre estarán tras él, tanto la policía como otras bandas de matones, así que si llegas a querer estar a su lado, piénsalo. Y siendote sincero, no creo que quieras estar con una persona así.
—¿Por qué no?
—Porque si estás con él, intentarán matarte también. ¿Por qué crees que Namjoon está solo? ¿Quieres qué te cuente algo? El tuvo una novia hace mucho tiempo y la asesinaron a penas tuvieron la oportunidad, pasaron unos años y luego conoció a un chico, ¿cómo crees qué terminó la historia? No creo que él quiera o pueda soportar perder a alguien más y ese sería tu destino. Así que, por más ilusionado que estés, deberías pensarlo mejor. —Culminó recostándose en el espaldar de la silla, soltando un suspiro. Jin se quedó en silencio y pensativo por un rato... ¿Acabaría muerto si se quedaba con Namjoon? Puta mierda.
—¿Te digo algo? —Habló al fin.
—Antes de salir de prisión, cuando fui a visitar a Namjoon, me preguntó si estaba dispuesto a estar con él pase lo que pase después de la fecha pautada, me dijo que lo pensara y que hasta lo hablara contigo. Supongo que estas eran las "mil razones" por las cuales no querría estar con él... Y tiene razón.
—Lo entiendo. Nadie querría.
—Exacto. Pero, yo no soy nadie. Namjoon merece un poco de felicidad en su vida y creo que puedo dársela, ya veremos qué me depara el destino después de estar con él. No voy a negarte que me da un poco de miedo que quieran acabar con mi vida, aunque ya no es la primera vez, pero lo puedo soportar. Sé que... Estando a su lado estoy seguro, parece una locura, pero así es.
—Vaya. —Contestó Eun Woo con una sonrisa. —Debe gustarte mucho ese tarado.
—No me gusta, Lo amo.—Afirmo Jin un tanto ruborizado. Eun Woo lo vio y soltó una pequeña risa. La verdad, se sintió aliviado al escucharlo hablar de la forma tan convencida.
—Fue bueno haber escuchado una respuesta tan firme como la tuya. Espero no cambies de opinión.
—No lo haré. —Contestó sonriendo amablemente.
—Bien, creo que ya está todo aclarado y será mejor que nos preparemos para el gran dia.
—¿Nos preparemos?
—Pues claro. ¿Crees que serás el único que irá a esperarlo afuera ese día? No señor, yo debo estar allí.
—¡Así se habla —Dijo Eun Woo con ánimo.
—Te estaré llamando cuando tenga todos los preparativos. ¿Te parece bien?
—Perfecto.
Continuará...
5...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro