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Final: Todo en su lugar

Eun Woo le pidió a Namjoon que se subiera con él en la moto para que lo ayudara con su hermana y que así esta no se cayera, ya que la pobre aún seguía dopada, Jungkook por otro lado, tuvo que subirse con Jin y hacer lo posible para que la cabeza de San Tae no saliera rodando y tampoco mancharse con sangre, al estar listos, todos se colocaron sus cascos y dieron marcha al hotel en donde se estaba quedando Eun Woo, dejando atrás aquél desastre de muertos que seguramente nadie llegaría a encontrar por un buen tiempo.

Al cabo de una hora, tal vez más tal vez menos, llegaron y llevaron a la hermana de este a su habitación en donde Eun Woo le dio la atención médica  necesaria.

Estaba un poco deshidratada, así que le conectó una vía con suero y le desinfectó una herida que tenía en el labio inferior, seguramente de un golpe que le dieron a la cara cuando esta se resistía a la violación, después de darle las atenciones necesarias, fue con Namjoon a otra habitación para atenderlo.

—Mientras tanto Jungkook se estaba dando un baño, ¡sentía que era el baño de su vida! Allá en prisión nunca pudo bañarse a gusto pues siempre estaba Taehyung  tras él y terminaba follandolo. ¡Carajo... Maldito Taoki! ¿Cómo iba a hacer para olvidarse de él? ¿Cómo iba a borrar de su piel todos esos besos y caricias que, fueron tan sinceros? Ese jodido imbécil se le había metido hasta debajo de la piel y ya no sabía como iba a vivir sin él. Lloró largo rato, sus lágrimas camuflándose con el agua de la ducha, ¿con qué iba a rellenar ese hueco que sentía en el pecho sin su Taehyung?

Eun Woo, por otra parte, estaba tumbado en el sofá, su cuerpo estaba allí pero su mente vagaba en otro lado. ¿Qué iba a pasar ahora? ¡Había ayudado a unos criminales a escapar de prisión! Las cosas y su vida a partir de este momento iban a cambiar para siempre. ¿Qué decisiones iba a tomar Namjoon? ¿Cómo iban a escapar de la policía? ¿Qué pasará ahora? Mierda... Eran demasiadas preguntas sin respuestas.

Pensando en aquello, se inclinó hacia adelante y así se sentó en el sofá, en ese momento, Namjoon regresó de la otra habitación en donde le había atendido la herida de bala, por suerte no fue de gravedad, aunque si perdió algo de sangre; la suficiente como para tenerlo un poco mareado y débil, pero nada que un buen descanso no pueda arreglar.

Jin y Namjoon se vieron a los ojos en ese momento y Jin comenzó a cuestionarse a si mismo «¿Esto es lo que quiero para mi? ¿En verdad quiero estar con él?». La respuesta era sí.

Sí quería estar con él, durante todo este tiempo no había pensado en más que eso y en verlo, abrazarlo, besarlo y deleitarse con esa sonrisa de hoyuelos y esos hermosos ojos que lo derretía.

Sinceramente, no pasó por todo esto por gusto, lo hizo por algo, lo hizo por él porque lo quiere un mundo a pesar de todo y es algo que él mismo no logra entender ni tampoco quiere hacerlo. Solo sabe que eso que siente, es amor, el más puro e idealizado amor.

Jin  sonrío levemente, casi con cara de tonto, y Namjoon se quedó un poco extrañado. ¿Por qué sonreía? Se veía tan lindo así. Se acercó a él y se sentó a un lado, soltando un profundo suspiro de cansancio.

—¿Te sientes bien? —Namjoon se encogió de hombros y se recostó del espaldar del sofá.

—Solo me siento cansado.

—Y... ¿Por qué no tomas un baño y vas a la otra habitación que rentamos para que descanses un rato?

—Solo si tomas el baño conmigo.

—¡No seas idiota!

—Es broma. Eso no lo haremos acá —Le guiñó un ojo coqueto sin dejar de sonreírle, nadie podía resistirse a esa estúpida sonrisa.Nuevamente su rostro se tornó de un ligero color rojo y Namjoon posó su mano en el cabello de este. —Te he extrañado mucho.

—También yo. —Dijo en voz baja y bajando la mirada, sintiendo como le acariciaba con delicadeza el cabello y luego su mano descendía hasta su mejilla para hacer lo mismo, sin darse cuenta, el rostro de Namjoon estaba demasiado cerca del suyo y los labios de ambos ya se estaban rozando en un placentero beso.

—Pero qué asco. —Se quejó Jungkook al salir del baño, haciendo que Jin se alejara rápidamente con algo de vergüenza.

—Hagan eso en otro lugar. Cerdos.

—Tenías que arruinarlo, —musitó el hermano mayor de los Jeon entre dientes, apoyando nuevamente su cuerpo en el espaldar del sofá.

—¡Cállate! En vez de estar besándote con él, deberías estar pensando en cómo putas vamos a escapar de la policía.

—Es cierto. —Habló Jin con un tono preocupado.

—La policía no nos encontrará, nos iremos de regreso a Seúl antes de que eso suceda, además de eso debemos dejar los asuntos claros con la banda allí. —Se puso de pie con un semblante serio y dio unos cuantos pasos lejos del sofá.

—En verdad quería dejar todo este asunto de los Ctzu cuando vi que estabas vivo Jungkook, incluso en prisión, estaba decidido a abandonar esto, pero es claro que no puedo... No podemos. Soy el líder de los Ctzu ahora y tengo que continuar con este negocio. Es por eso que necesito reunir a todos, o al menos una parte, para dejarles claro lo que ha pasado y que seré yo quien tome el mando.

—Pero estamos atrapados en este país. —Le interrumpió su hermano.

—No por mucho. Haré un par de llamadas, ¿me prestas tu teléfono móvil?

—Claro. —Respondió Eun Woo mientras metía la mano en el bolsillo trasero de su pantalón y sacaba su celular. —Aquí tienes.

Al entregarle el móvil, este marcó un número en la pantalla táctil y al cabo de unos segundos alguien al otro lado de la línea contestó. Era un compañero de la banda que hacía trabajos sucios con él cuando el jefe lo ordenaba, aquel se sorprendió al oírle, lo hacía muerto o algo por el estilo ya que tenía meses sin saber de él, así que escucharlo de nuevo le alegró.

Namjoon le dio unas pequeñas pero precisas indicaciones y después de un «Cuento contigo colgó la llamada. Al cabo de unas horas, Mix llegó a el hotel en donde se estaban quedando en una camioneta NISSAN NAVARA color negro y de vidrios polarizados.

Mix era su contacto en Corea del Norte el sujeto con quien habló hace unas horas y a quien le encargó para que fuera en su búsqueda; era un hombre no muy mayor, de complexión alta, fornido, cabello color moca y  de tés bastante pálida.

Se estacionó frente a la entrada del hotel, Eun Woo le abrió la puerta de la habitación y lo dejó entrar, no le hizo preguntas a Namjoon, solo caminó hacia él y le hizo entrega de lo acordado, es decir, las llaves de la camioneta, dos teléfonos móviles, dos billeteras, dos pares de documentos con identificaciones falsas, acompañados de dos boletos de barco con destino al puerto de Incheon, para no despertar mayores sospechas, Jin no tenia problemas para viajar don sus documentos legales así que no se necesito falsificar nada para él.

Namjoon le agradeció a Eun Woo enormemente haberlo ayudado a escapar de prisión, lamentó mucho lo sucedido con su media hermana porque, al fin y al cabo, ocurrió aquello causa de él y lo lamentaba, pero podía estar seguro de que Namjoon lo  ayudaría tanto económicamente como en cualquier otra cosa que este necesitara, le debía mucho, le dijo también que guardara la cabeza de San Tae en un lugar seguro, hasta que pudieran reunirse en Seúl, pues era necesario conservarla hasta que se hiciera la reunión con todos.

Eun Woo sabía exactamente qué hacer con ella, al final, se dieron un apretón de manos y le dijo que lo contactaría nuevamente.

Después de aquello despedida, los hermanos Jeon, Jin y Mix salieron del hotel, todos se subieron a la camioneta y en un abrir y cerrar de ojos partieron del lugar, rumbo al puerto.

De vuelta en Seúl...

—¿Qué haremos ahora? —Preguntó Jungkook desde el asiento trasero del auto en el que iba junto a Jin, Mix y Namjoon, mientras rascaba la punta de su nariz.

—Te quedarás en uno de mis departamentos. —Respondió mientras conducía. —Ten —le lanzó con cuidado la billetera que tenía dentro otra identificación falsa y dinero suficiente, cayéndole esta entre las piernas, tomando un poco por sorpresa a Jungkook. —No necesitarás salir de allí para comprar o algo, tiene todo lo que necesites, comida, medicinas y demás, si algo pasa solo llámame al número que está guardado en este móvil, —estiró un poco su brazo hacia atrás para pasarle el celular y su hermano lo tomo. —Sabré que eres tú, por ahora debemos ser cautelosos. Es obvio que la policía nos estará buscando y no sería bueno que ninguno de nosotros ande por ahí como si nada. Dentro de la billetera está la tarjeta del departamento y la clave de seguridad para que puedas ingresar, no la pierdas.

—No soy tan tonto —Se quejó Jungkook. —¿Tú dónde te quedarás?

—En otro departamento, no muy lejos. Tanto en donde estarás como en el que estaré se encuentran deshabitados, compré ambos hace tiempo y unos cuantos más fuera de la ciudad.

—¡Vaya! —Dijo Jin con sorpresa.

—En algo tenía que gastar el dinero, ¿no? 

En aquel momento, Mix sentía la necesidad de saber qué era lo que había pasado, así que al fin se decidió y lo bombardeó de preguntas.

En todo el camino Namjoon aprovechó para contarle casi todo, es decir, desde los inicios cuando tuvo que hacer aquel trabajo sucio de secuestrar a Jin, cosa que Mix se había enterado más no toda la historia que seguía, el resto de las cosas las sabría cuando se hiciera la reunión con toda la banda, o bueno, con gran parte de ella, por ahora, sería el mismo Mix quien correría la voz y les contaría un poco de lo sucedido.

Al cabo de un rato llegaron al hermoso y costoso sector residencial de Gangnam-Gu, lugar donde  había comprado los departamentos.

—El departamento es el 10-B —Le informó mientras se estacionaba en la entrada para dejar a su hermano.

—Por cierto, en la puerta que está a un lado del baño te encontrarás con algunas sorpresas

—Vale —Le respondió vez que abría puerta del vehículo para bajarse, suponía que se trataba de armas.

—Oye —Le susurró su hermano antes este cerrará la puerta bajarse. —Ten cuidado.

—Tú ten cuidado, idiota.— Le respondió y cerró la puerta del vehículo.

—¿Qué piensas hacer hoy? —Preguntó Jin mientras limpiaba los platos.

—Tengo que hacer tantas cosas, pero la verdad es que solo quiero estar en la cama contigo.

—No seas tonto, debes pensar cuándo y cómo vas a reunirte con la banda —Dijo dándose la vuelta para verlo a los ojos, logrando que le robara un pequeño beso mientras lo tomaba por la cintura.

—Lo sé, pero por ahora no puedo arriesgarme a salir de acá.

—Cierto... La policía...

—Así es, pero tranquilo, será por máximo una semana que estemos aquí,  estaba pensando en un buen lugar de reunión y la Lotte World Tower, es el lugar indicado.

—Lotte World Tower... —Repitió casi en un susurro, como si recordara de algún lado ese nombre.

—Sí. el ex jefe era el dueño y la disfrazó como un edificio empresarial para no levantar sospechas, y creeme, nadie sabe que en esa torre entran y salen personas que trabajan para la mafia.

—Espera, espera... ¡¿Me estás hablando de la gran Lotte World Tower.?! ¡¿La mejor torre empresarial de Seúl?!

—Exactamente.

—Vaya... Quién lo diría. —Se cruzó de brazos y suspiró.

—Entonces, ¿te reunirás con todos allí? ¿No será peligroso?

—Es el sitio más seguro que tengo en mente, saldrá todo bien, no te preocupes. —Sonrió y le acarició el cabello.—Bien, debería ejercitarme un poco. —Le hizo un guiño y tomó de la mano.   —Tú deberías hacer lo mismo, así que ven conmigo.

—¿Qué?! No! 

Jin odiaba el ejercicio y, además, ¡¿Namjoon para qué quería ejercitarse?! Su cuerpo estaba perfecto, o al menos a Jin eso le parecía.

Este se resistió lo más que pudo, pero Namjoon lo llevó casi a rastras hasta el cuarto de ejercicio, una gran habitación donde tenía todas las máquinas y pesas necesarias para ejercitarse y tonificar los músculos.

Al pobre de Jin no le quedó otra opción que hacer todo lo que le indicaba. ¡Quedó exhausto al terminar! Y apenas fueron 25 minutos de ejercicio.

Después de aquello, ambos se fueron a dar un relajante baño en la piscina, conversaron de tantas cosas... Como del infierno que vivió allá en Konapus y todo lo que tuvieron que hacer para el escape, también hablaron de lo mucho que se extrañaban y de los planes que pensaban tener a futuro, por poco y terminan follando en la piscina si no es por una llamada del celular que los interrumpió.

Namjoon salió de la piscina y tomó su móvil que había dejado en una pequeña mesa cerca de allí, el número en la pantalla era el de su hermano. Al parecer era algo importante...

—¿Si?

—¿POR QUÉ PUTAS LE DIJISTE A MIX QUE SE QUEDARA EN MI DEPARTAMENTO?! ¿ERES IMBECIL O QUE?! —Gritó un furioso Jungkook desde la otra línea.

—¿No te cansas de pelear y quejarte, cierto?

—CÓMO NO PELEAR! LE DICES QUE SE QUEDE CONMIGO PARA QUE ME PROTEJA! ¿ES QUE ACASO TENGO 3 AÑOS Y NECESITO NIÑERO?! ¡SERÁS CABRÓN! EL ÚNICO QUE SE HUBIERA PODIDO QUEDAR CONMIGO HABRÍA SIDO TAEHYUNG QUE TE QUEDÓ CLARO.

—Es solo por seguridad ya que no esta tu «rey» para cuidarte, deja de ser tan quejica. Él se quedará un tiempo no muy largo y eso es todo.

—CÁLLATE YO NO QUIERO QUE..

—¡Tú cállate! —Le interrumpió un poco fastidiado, los gritos de Jungkook comenzaban a darle dolor de cabeza. —Él se quedará y punto. Esa amargura que tienes se te va con una buena cogida. Dile a Mix que te folle, olvidalo y se feliz, carajo.

—¡¿Q-QUE... PERO QUÉ DICES?! ¡ESCUCHAME BIEN, PEDAZO DE MIERDA! YO NO LE VOY A HACER INFIEL A...  —Namjoon colgó la llamada, Jungkook se quedó en la otra línea gritando maldiciones y por poco daña el móvil cuando lo tiró contra el suelo al darse cuenta de que su hermano le había colgado. ¡Es que era tremendo hijo de puta! ¿Cómo se le ocurría decirle que follara con Mix, cuando recién había muerto su pareja?! ¡Si será cabrón! Ni en diez mil años!

Namjoon, al colgar la llamada, volvió a la piscina y continuó charlando con Jin un largo rato, reían y jugueteaban como niños, se sentían realmente bien y después de haber disfrutado ese momento, salieron de allí para comer algo.

Jin se defendía muy bien en la cocina así que preparó el almuerzo, bastante bueno cabe destacar. Y así pasaron el día, charlando, comiendo y teniendo sexo, mucho sexo. En el transcurso de los días también fue así hasta que llegó el momento en que sería la reunión.

Jueves, 5:22pm.

Han pasado dos semanas y media y ya ha llegado el día en el que el ahora líder de la mafia Ctzu, Jeon Namjoon se reunirá con gran parte de la banda.

Solo bastó una buena suma de dinero bajo la mesa de la oficina policíaca para que estos detuvieran la búsqueda de los prófugos.

La tarde está por caer y en el piso N° 5, tras una enorme puerta custodiada por 2 fornidos sujetos situados a cada extremo, se encuentra un amplio salón de reunión, allí está Namjoon, de pie frente a un gran número de personas que, si no los conociera, diría que en cualquier momento sacarían un arma y le volarían los sesos.

Pasó un extenso rato explicando todo lo sucedido, desde sus inicios hasta justo ese momento en el que se encuentran reunidos allí.

Muchos no creían ni media palabra de lo que les decía, creían que solo era un engaño para quedarse con el puesto de líder. Sin embargo, una pequeña sorpresa les dejó el ahora autoproclamado líder de los Ctzu.

—¡BULLSHIT! —Gritó uno de los socios de Alemania, un tanto enojado. —Todo lo que dices es mierda. ¿Dónde está San Tae? ¡Habla ya!

—Es cierto, ¿¡dónde está él!? —Dijeron muchos al mismo tiempo luego de oír lo que su otro compañero gritaba.

—Supuse que no me creerían —Respondió después de haberse sentado y apoyado ambos codos en su escritorio, se tocaba el anillo de la rosa de plata que tenía puesto en su dedo anular mientras una leve sonrisa se le marcaba en el rostro, recordando lo que ese anillo significaba. 

—Pero tranquilos, mi buen amigo Eun Woo les mostrará algo.

Dicho aquello, el mencionado que estaba de pie a un lado de Namjoon, abrió la mochila que cargaba en el hombro y sacó la pestilente cabeza cercenada de San Tae. Él la había preparado lo mejor que pudo para mantenerla conservada, aunque el mal olor era inevitable obviamente, pues él no era un experto en el arte de la taxidermia y aquello seguía siendo la cabeza cercenada de un ser humano.

La tiró con fuerza en el escritorio y todos se quedaron boquiabiertos.

Una gran mayoría de los presentes, aplaudió al ver aquello, les daba gusto saber que el imbécil de San Tae había muerto. ¡No servía para nada! Necesitaban a un buen líder y Jeon Namjoon, estaba mostrando ser el indicado para el puesto.

Los que habían rechazado las palabras de Namjoon y que estaban renuentes a creerle, se convencieron de todo lo que dijo y terminaron aplaudiendo, pero no todo culminaba allí, tenía que dejarles algo sumamente claro a todos.

—Necesito que me escuchen claro y fuerte —Dijo después de haberse levantado de su asiento y sujetar por el cabello la cabeza de San Tae.

—Si me entero que alguno de ustedes le hace algo a mi hermano o se quieren pasar de listos con Seokjin... Quedarán peor que este, créanme, sus cadáveres no servirán ni para ser comida de perros, ¿quedó claro? No conseguirán ni un mísero hueco de mala muerte donde se puedan esconder, porque allí los voy a encontrar para hacerle las cosas más inenarrables y desearán morir, pero ese será un deseo que obviamente no les cumpliré. Así que, si quieren conservar su buena vida, hagan lo que quieran, pero piénsenlo dos veces antes de querer acercarse a ellos, mis planes e intenciones con ustedes son las mejores, de eso pueden estar seguros, espero que las cosas mejoren y tendrán todo mi apoyo, ya saben, somos una gran familia y entre todos debemos ayudarnos. ¿No es así?

—Sí —Respondió la mayoría alzando sus puños al aire.

—Escuchen, la policía estará tranquila por un tiempo, pero sean cautelosos, recuerden que siempre habrá alguno queriendo ser el más «honrado» y estará investigando nuestros pasos, tenemos trabajo que hacer, chicos. Así que tendré un informe de sus actividades cada dos o tres días en mis manos y Mix se encargará de pedirselos. En fin, cuento con ustedes y cuenten conmigo para lo que sea. Ahora, a trabajar. —Culminó.

Al finalizar, poco a poco todos fueron saliendo del recinto y unos cuantos quedaron en el salón, entre esos Jungkook, Jin, Eun Woo, Mix y otros más.

Namjoon sacó una cajetilla de cigarros del bolsillo trasero de su pantalón y llevo uno a su boca para luego encenderlo con un mechero, al darle una calada, camino hacia una de las ventanas de aquel gran salón y miró a través de ella, rascó su cuello y miró a su hermano cuando este hablaba con Eun Woo.

—Jungkook —Le llamó para hablarle algo en privado. —Ven un momento.

—¿Si? —Dijo este al acercarse,  le dio otra calada a su cigarro y lo miró fijo a los ojos.

—Quiero que sepas que desde ahora serás el segundo al mando, ¿vale? Si algo llega a pasarme tomarás mi lugar, y cuando deba ausentarme serás tú quien dirija a la banda siguiendo las órdenes que te de.

—Me parece bien, pero no te descuides porque puedo quitarte el puesto —Dijo bromeando, haciendo que su hermano mayor riera levemente.

—Sí, sí, lo sé. Bien, por ahora contacta al tatuador y dile que tiene una cita. Es hora de terminar la araña.

—Vaya, quién lo diría. —Le dijo sonriendo y cruzándose de brazos. — Jeon Namjoon con el tatuaje de la araña que simboliza la mafia Ctzu tatuado por completo en su brazo.

—Si... No me complace, pero tengo que hacerlo. —Miró hacia la ventana soltando un suspiro y llevando nuevamente el cigarrillo a su boca.

—Oye Namjoon. Sabes, no me quiero meter en tu vida ni mucho menos, pero... ¿qué harás con el tal Seokjin?

—¿A qué te refieres? —Dijo mirándolo y frunciendo el ceño.

—Ya sabes... Ahora estarás acá y él será una distracción para ti o algo puede pasarle, así como lo que llegué a hacerle hace un tiempo, ¿lo olvidaste?

—Está claro que no lo olvido. Y, no hace falta que me preguntes qué haré, lo voy a proteger pase lo que pase, ya se lo he dicho.

—Si pero...

—Jungkook, ya basta. —Le interrumpió con voz firme haciendo que su hermano chasqueara la lengua molesto..

—Oye Namjoon —Interrumpió Mix al acercarse a estos. —La charla debe estar muy interesante con tu hermano pero tenemos trabajo que hacer.

—Cierto.— Suspiró y miró a Jin quién estaba de pie a lo lejos, la verdad se veía un tanto perdido, se le notaba que no era su ambiente. Jungkook en ese momento lo miró y se dirigió hacia este.

—Bien, hablen lo que tengan que hablar. Yo iré a buscar al tatuador y... Llevaré a Jin para que no se aburra. —Dijo mientras se alejaba para ir hacia Jin.

—Hey

—Oh, hola. —Respondió cruzado de brazos, tenía un poco de frío cabe destacar.

—¿Ya nos vamos?

—Sí, sí, ya nos vamos, Namjoon se quedará trabajando, tú me acompañaras a hacer otras cosas.

—¿Qué? ¿Yo? —Preguntó un tanto sorprendido.

—Si

—Pero... Yo...

-¡Joder! ¿Te puedo pedir favor? Deja de un ser una molestia y vámonos.

—¿Una molestia?

—Ya me escuchaste. Namjoon tiene cosas que hacer, así que preferiría que lo dejaras en paz y no lo molestes. ¡Con un demonio!

—Pero yo...

—¡Mierda! Te diré un secreto, ven —dijo tomándolo por el brazo para dirigirse a la salida. —El amor es una mierda Jin, no te enamores, solo sufrirás y harás sufrir a mi hermano. ¡Creeme no vale la pena! —Dijo casi en un susurro, a Jin se le formó un nudo en la garganta, Jungkook, detrás de esa falsa apariencia ruda, lucia verdaderamente roto, ¿quizá algún día podrían curarse sus heridas? Jin no lo sabia.

—Jinnie —Llamó Namjoon con voz fuerte caminando hacia él, ambos se detuvieron casi en la salida.

—¿lrás con mi hermano entonces?

—Si... —Respondió con cierto nerviosismo, Namjoon notó su cara pálida y frunció el ceño. ¿A caso se sentía mal?

—¿Pasa algo?

—¡No! ¡No! Todo en orden... Yo... Te veré en el departamento. Nos vemos, mas tarde.

—Oye —Lo tomó de la muñeca antes de que se diera la vuelta, lo haló hacia él sujetándolo suavemente del mentón, —¿Seguro que todo está bien?

—Sí, Nam. Te amo

—Y yo te amo mucho más a ti, lo digo en serio —le dio un cálido beso en los labios.

—Por favor... dejen eso para después. —Bufó Jungkook con hastío. —Muévete, te espero en el auto.

—Nos vemos. —Jin se despidió y se fue hasta el auto como estaba acordado aunque sin ánimos de subirse en el y estar al lado de su cuñado, se armó de valor y subió al fin. No dijo ni una palabra en todo camino al igual que Jungkook, quien solo condujo hasta el lugar en donde se encontraba el bar del tatuador de la banda, «Duck»asi se hacia llamar el hombre.

Jungkook estacionó cerca del sitio al llegar, luego ambos bajaron del vehículo para entrar en el recinto, Jin seguía el paso este, una vez estando dentro, quedó totalmente confundido. ¿Acaso allí había alguien que tatuara? el lugar no era mas que un bar, un puto bar de mala muerte.

Seokjin dio un vistazo a todo el sitio y observó a dos mujeres semidesnudas bailando con movimientos muy provocativos en una especies de pasarela, habían varias mujeres mas, quienes estaban en las esquinas del antro dentro de unas jaulas no muy grandes ni tampoco muy pequeñas, estas bailaban al ritmo de la fuerte música mientras unas luces de neón parpadeaban debajo de ellas y la oscuridad envolvía todo el lugar.

El olor a cigarrillo y perfume costoso se esparcía por cada rincón; en todas las mesas habían sujetos riendo de forma fingida junto con sus acompañantes, estos pagaban grandes sumas de dinero por un par de pechos con los cuales pasar la noche.

Jungkook se dirigió a la barra y allí se encontró con «Rat», un viejo conocido.

—Vaya, vaya. Lo veo y no lo creo. —Dijo Rat al verlo llegar a la barra, mientras continuaba sirviendo un par de tragos.

 —Jeon Jungkook ha vuelto a este lugar.

—¿Qué hay, Rat? ¿Me extrañaste?

—Si digo que no, miento. Pero no quiero que te sientas importante. —Bromeó. —¿Qué te trae por acá? ¿Te sirvo algo?

—Un whisky sin hielo.

—Y... ¿A tu amigo?

—No es mi amigo, es mi «casi cuñado» —Respondió fríamente al verlo de reojo, haciendo las comillas en el aire. Jin solo se quedó a un lado sin decir nada, quería salir corriendo de ese lugar, no se sentía para nada cómodo y se alejó con una ligera sonrisa y esperó tan solo un momento hasta que aquel le hizo entrega del whisky a Jungkook.

—¿Duck sigue por acá?

—¿Vienes a verlo?

—Sí, ya tiene trabajo para la banda. ¿Estará libre ahorita? Necesito hablar con él en privado.

—Siempre podrás hablar con él así esté ocupado, lo sabes,— sonrió levemente. —Pero ahora no esta.

—Voy al baño y a dar una vuelta por ahí, diviértete Jungkook, volveré en un rato. —le aviso Jin.

Jungkook le hizo una seña que indicaba que se fuera, que estaba bien, mientras tomaba su vaso con whisky para así ver a este retirarse del lugar, dejándolo en la barra un poco ansioso, por no decir demasiado.

El apuesto bartender estaba preparando ya otra bebida, que por cierto era bastante fuerte, se la dio a Jungkook pero de inmediato este la rechazó.

—No, no, gracias, no quiero beber más. —Dijo con amabilidad.

—Oh, vamos. Es cortesía de la casa, vas a querer otro trago, te lo aseguro.

—Pero en verdad no quiero beber.

—Es muy descortés rechazar una bebida y lo sabes, no quieres que el dueño se entere ¿cierto? —Dijo haciéndole un guiño con su ojo derecho. —Vamos relájate y bebe un poco.

—Bien. —Sonrió y tomó con su mano el vaso con la bebida para darle un sorbo.

Pasaron los minutos y, sin darse cuenta, Jungkook ya iba por el noveno trago. ¡El noveno! Todo a su alrededor le daba vueltas, cosa que de alguna manera lo hacía morirse de la risa; una joven y apuesta chica de cabello largo y caderas anchas con un buen trasero y hermosos pechos que seguramente le costaron una gran cantidad de billetes verdes, se acercó a él e intentó seducirlo. Sin embargo, este se rehusaba e intentaba apartarla de él.

—Pero cariño, bailemos un poco, vamos. ¡Será divertido! —Insistía la joven.

—Oye... No. Yo no sé... Bailar. —Respondió totalmente ebrio.

—Déjame enseñarte, niño lindo. ¿Te gustaría? —Dijo acercándose mas de la cuenta a este logrando robarle un corto beso, cosa que molestó un tanto a Jungkook, por lo que la empujó levemente por el pecho con la intención de alejarla.

—Te dije que no.

—¿¡QUÉ TE PASA IMBECIL!? ¿POR QUÉ ME EMPUJAS!? —Gritó la mujer para hacer un escándalo, se había enfadado por ser rechazada de esa manera. ¡Nunca antes le había pasado!.

—No quiero bailar... Contigo... Perra. ¡Déjame en paz! Ni siquiera me gustan las mujeres.

—Oye, oye. ¿A quién le dices perra, mocoso de mierda? —Replicó un cliente quien se acercó rápidamente al escuchar a la chica gritar.

—No te metas, viejo. —Contestó colocándose frente a él de forma desafiante.

Definitivamente los tragos se le fueron a la cabeza, el hombre lo empujó fuertemente y casi se cae al suelo por lo mareado que estaba, pero aún así, quería seguir discutiendo.

—¿Quién te crees para empujarme, viejo?

—Te voy a partir la boca, niño.

En un abrir y cerrar de ojos una gran cantidad de personas estaba reunida para ver la pelea, muchos reían al ver a Jungkook tan ebrio, era obvio que el otro sujeto le daría una paliza, era más alto y corpulento.

El primer golpe le fue dado justo en el estómago y le sacó todo el aire a Jungkook quien cayó de rodillas al suelo, todos aplaudieron y esperaban ver más golpes antes de que llegara el equipo de seguridad.

El hombre, sin tardar mucho, lo tomó fuertemente de los cabellos y lo alzó para luego darle un golpe con el puño cerrado en el pómulo, haciendo que este cayera del culo al suelo; Jin ya había llegado y era uno de los espectadores, no paraba de gritar que se detuvieran mientras intentaba cruzar por la marea de personas que se habían aglomerado a su alrededor, y aun conservaba el cigarrillo en la boca que había salido a fumarse fuera del bar.

El hombre corpulento caminó rápidamente hasta Jungkook para sujetarlo de nuevo por los cabellos y propinarle un golpe, pero antes de que pudiera hacer algo más, un hombre que había acabado de entrar al lugar llegó justo a tiempo para impedirlo y le sujetó la muñeca e hizo que le soltara el cabello a su chico.

Sin mediar palabra le fracturó la mano y luego le propinó violentamente un golpe en el rostro, dejándolo así en el suelo retorciéndose del dolor.

—Jungkook... ¿Estás bien? —le preguntó una vez que estuvo a su lado, ayudándolo a ponerse de pie.

 ¿Qué diablos estaba pasando?

—Estoy... Bien. Tú.... Tú... Tú estás muerto idiota y yo borracho. —Gruñó convencido de que aquello era una alucinación producto del alto contenido de alcohol en su sangre, mientras intentaba mantener el equilibrio, cosa que se le hacía casi imposible al parecer.

—¿¡Estás ebrio!?  —Preguntó con sorpresa y confusión al verlo en ese estado, poco antes recordó haber visto al tal Jin con los demás intentando pasar y sin hacer nada mas; cosa que lo hizo enfurecer, así que caminó hasta él y lo sujeto por el cuello de la camisa.

—¿Qué mierda crees qué hacías?

—Oye suéltame. Yo no hice nada malo.

—Exactamente, ¡no hiciste nada!

—Fue Jungkook el que se embriagó, no yo, así que suéltame. —Dijo molesto.

—Ese imbécil iba a darle una paliza ¿y tú te quedas de brazos cruzados?

¡No me jodas!

—Intentaba llegar, joder!

—Oigan todos ustedes— Habló unos de los 5 agentes de seguridad que habían llegado para controlar la situación. Les pediremos que por favor salgan del lugar.

—Esto te costará.

—¿Por qué me van a sacar, ah!? —Gritó Jungkook logrando que Taehyung volteara a verlo.

—¡Imbéciles... Denme otro trago!

—Mejor ve a controlarlo. —Dijo Jin mientras se zafaba al fin del agarre de Taehyung.

—Jungkook, vamos, salgamos de aquí, estás muy ebrio. —Le habló al sujetarlo por el brazo, pero este se zafó bruscamente.

—Déjame en paz Casper, ¡carajo! Yo... No estoy ebrio y tu estás muerto. ¡Quiero otro trago ya dije!

Taehyung se estaba hartando de la situación de modo que lo tomó por la cintura, lo alzó y se lo puso en su hombro. Este obviamente empezó a patear y gritar para que lo soltara pero de un segundo a otro Taehyung ya lo había tumbado dentro de su auto sin que pudiera evitarlo.

—¡Joder, Casper! ¡No eres un fantasmita muy amigable que digamos! ¡No me quiero... Ir. —Dijo comenzando a llorar con un puchero en los labios que hizo sonreír un poco a Taehyung.

—Ya basta, nos vamos, ¿Hasta cuando voy a tener que romper culos por salvarte conejito. —Habló con voz suave pero firme. —A este paso voy a matar a medio planeta por ti —concluyó haciendo que Jungkook sonriera y se quedará callado, pero solo por un momento. Taehyung estaba cabreado y quería salir lo más rápido de ese sitio o de lo contrario terminaría partiéndole la cara a algún otro imbécil.

Jungkook miraba hacia la ventana y observaba los centros comerciales y edificios cercanos al lugar, suspiraba y maldecía para sus adentros ya que el fantasma se lo llevo y no pudo seguir bebiendo. Con cuidado se toco la mejilla y se quejó un poco del dolor, si que fue un gran golpe el que le dio aquel sujeto. Si Casper no hubiese estado espiándolo hace días y no hubiese llegado a tiempo, el mismo le habría pateado el culo a ese tipo, o eso creía. De repente, sintió que algo iba a suceder.

—Detén el auto Casper.

—¿Qué?

—Que detengas el auto o me aviento dije.

—No haré eso, Jungkook.

—¡Qué detengas el auto! Idiota, voy... A vomitar.

Mierda. Lo que faltaba...

Taehyung se orilló y detuvo el vehículo, rápidamente Jungkook abrió la puerta y corrió hasta llegar a la pared y devolvió todo lo que había bebido y.... Comido ese día, Taehyung quien seguía en el auto, respiró profundo y luego bajó de este, se acercó a él, dándole unas palmadas en la espalda y un pañuelo para que se limpiara, una vez más calmado, Jungkook se levantó y caminó de nuevo hasta el vehículo, dando pequeños tropezones ya que aún seguía mareado.

Taehyung lo seguía de cerca, cuidando de que este no se cayera, y una vez en el auto, pisó el acelerador para, al cabo de unos minutos, llegar a un edificio de apartamentos, situado en una zona residencial muy exclusiva de Seúl.

Al estar en la residencia, Jungkook fue el primero en salir, le costaba aún mantener el equilibrio, por lo que Taehyung fue rápidamente hacia él para sostenerlo.

—Ya suéltame... Fantasma Idiota. Yo puedo solo, ¿ni vivo, ni muerto puedes entender eso? —Se quejó, Taehyung rodó los ojos con hastió.

—Te caerás. Dejame ayudarte.

—¡Qué no necesito... que me ayudes! ¡Eres un... Fantasma Idiota!

—Cálmate, ¿si?

—¡No! ¡Tú y mi hermano se pueden ir muy a la mierda! Si solo era un... Estorbo para ti, ¡entonces déjame en paz! No tenías derecho a decidir por mi y morirte dejándome solo, sintiéndome muerto en vida sin ti, sin el amor de mi vida... Y Namjoon no tenia porque ayudarte ¡Hijos de puta todos ustedes! ¡Los odio!

—¿Qué? Estás muy ebrio conejito ni sabes lo que dices. —Dijo sujetándolo de la muñeca con fuerza. —Subamos ya al Penthouse.

—¡Qué no quiero! Fantasma idiota.. ¿Querías morirte no? Pues quédate muerto entonces y no me jodas. —Se volvió a quejar quedándose inmóvil en el sitio en donde estaba. —Abrázame —le dijo llorando en voz baja después de un breve momento, Taehyung lo observo un tanto confundido. Ese tonto estaba más que ebrio... Sin embargo, se le acercó y lo tomó con delicadeza de la cintura para apegarse a él y rodearlo con sus brazos. —Te odio ¿Por que te moriste? No te importó que te extrañara tanto si me dejabas.

—Lo siento, yo te amo mi amor y esa... es una historia larga de contar.

—Mientes, tú no me amas. —Dijo Jungkook abrazándolo con fuerza.

—No podría mentirte conejito. En verdad te amo y no dejaré que nadie te haga daño, aunque tenga que volver mil veces de la muerte a cuidarte.

Pasaron un par de minutos mas, abrazados y luego caminaron hasta dentro del edificio para así subir al ascensor que los llevaría al PH. Una vez allí, entraron y Taehyung lo condujo de inmediato al cuarto de baño.

—¿Qué haces...? —Preguntó Jungkook al notar que este abría el grifo de la bañera para llenarla.

—Nada, solo la preparo para que te des un baño. Te ayudará un poco para que se te pase la borrachera.

—No estoy borracho... Tonto Casper.

—Claro, lo que tú digas mi amor.

Una vez que se llenó la bañera con el agua tibia, Taehyung cerró el grifo y luego comenzó a desabrochar botón por botón la camisa de Jungkook, metió su mano hasta la camiseta y la levantó despacio, haciendo que él suspirara al sentir la calidez de aquella mano sobre su vientre. Después de quitarle dichas prendas, pasó a desabrocharle el pantalón y dejarlo caer para luego bajarle poco a poco el bóxer y encontrarse con un Jungkook totalmente desnudo. Él se ruborizó un poco e intentó descalzarse, por lo que Taehyung al darse cuenta, se agachó para desatarle los cordones, la boca de este quedó muy cerca del miembro de Jungkook, de modo que sus labios lo rozaban con delicadeza de vez en cuando. ¿A caso estaba provocándole?

Segundos después, tras haberlo descalzado, se levantó y condujo a Jungkook hasta la bañera, este se sentó y  se subió las mangas de la camisa para luego, con una esponja y un poco de jabón líquido, comenzar a limpiarle suavemente la espalda, le mojó el cuello y limpió sus brazos y piernas, le mojo también el cabello y le lavó con delicadeza el rostro, cerciorándose de no lastimarle la mejilla.

Poco a poco le fue lavando el pecho y bajó hasta llegar al miembro de Jungkook . Este se estremeció un poco y giró su rostro para ver a los ojos a Taehyung, esos ojos que le hacían perder la razón y que tanto había extrañado ver durante los últimos días.

Sin poder evitarlo, se acercó a sus labios y le dio un profundo beso que se fue haciendo más intenso a medida de que él le acariciaba con más énfasis el miembro.

—Tae... Hmm... —gimió gustoso entre besos.

—¿Si?

—¿Qué... Haces? ¿Los muertos pueden hacer el amor?

—Solo te estoy limpiando. —Dijo en tono pícaro con una enorme sonrisa en los labios y tomó con su mano los testículos de Jungkook y los masajeo con suavidad. —¿Esto responde a tu pregunta?

—S-Sí...

Taehyung lo había enjabonado por todas partes y lo había acariciado tanto, que el miembro de Jungkook había comenzado a hincharse, cosa que Taehyung pudo notar claramente.

Al fijarse que ya se había dado un buen baño, lo ayudó a levantarse y observó que Jungkook ya tenía una erección y  no pudo evitar relamerse los labios...

Taehyung no era de hacer sexo oral, al contrario, era él quien siempre lo recibía, pero esta vez, y sólo por esta vez, cambiaría los papeles. Total, lo más seguro era que Jungkook no recordaría nada al dia siguiente. ¿cierto?

Hizo que él se sentara en el borde blanco de la bañera, con las piernas un poco abiertas, Jungkook estaba ruborizado, un poco confundido y atento a lo que él hacía. Y ya que esto era una alucinación y un muerto estaba a punto de hacerle una mamada, lo disfrutaría al máximo, total, cuando se le bajara la borrachera su Taehyung iba a desaparecer de nuevo. ¿Verdad?

Una vez que Taehyung se arrodillo frente a él y le acarició con suavidad una de las piernas, él no pudo evitar entreabrir los labios y gemir. Taehyung acercó despacio el rostro a la altura de su miembro y lo tomó suavemente con una mano para luego metérselo por completo a la boca.

Jungkook pudo sentir con total claridad el roce de su lengua cálida y también cómo los dedos de este manoseaban sus testículos. ¿Acaso era real lo que estaba pasando? ¿Por qué se sentían tan vividas sus caricias, si él estaba muerto?

La boca de Taehyung comenzó a succionarle el miembro viril, como si aquello que chupaba fuera un caramelo, iba y venía lentamente, de arriba a abajo, lamiendo y chupando deliciosamente el miembro erecto de Jungkook.

Poco a poco fue aumentando la velocidad y la respiración de ambos se aceleraba a cada segundo.

Jungkook no pudo evitar posar una mano encima del cabello de Taehyung y sujetarlo suavemente al sentir que estaba llegando a su límite, este por otro lado y para que la cosa tardara más, se sacó el miembro de la boca al darse cuenta que el líquido seminal estaba a punto de brotar.

Lo sujeto con una mano y continuó masturbandolo por unos segundos para luego volver a introducirlo en su boca, Jungkook al no poder aguantar más empujó la cabeza de Taehyung con un poco de fuerza para que llegara hasta el fondo de su garganta, era una sensación realmente increíble... Y de pronto, se corrió dando pequeños gemidos de placer.

Su pene comenzó a escupir aquel líquido viscoso y blanquecino, mismo que Taehyung se tragó sin dejar escapar una sola gota.

Jungkook intentaba calmar la respiración a la vez que Taehyung se limpiaba con el pulgar la comisura de los labios y se ponía de pie con una imperceptible sonrisa.

—¿Por qué... Hiciste esto? —Preguntó Jungkook un poco cohibido mientras se levantaba de la bañera, pero Taehyung no le respondió, sólo soltó una pequeña risilla y tomó una toalla para secarle el cabello a este.

—Será mejor que termines de secarte y te acuestes a dormir. Mañana hablaremos.

—Si despierto y no eres una alucinación o un fantasma violador, ¿me contaras como es que estas vivo?

—Por supuesto, y no soy una alucinación, ni un fantasma violador por cierto. —Jungkook no preguntó nada más, sólo terminó de secar su cuerpo para colocarse una pijama. ¿Dormir? Seguramente ya estaba durmiendo y soñando que Taehyung estaba vivo y le había hecho un fabuloso sexo oral! Así que, si en verdad solo estaba soñando, mataría a quien se atreviera a despertarle...... Al fin podía decir que todo estaba en su lugar.



Fin...



1.

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