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Fidelidad

Hola lindas personitas que leen esta historia, antes de empezar a leer el presente capítulo tengo que hacerles algunas advertencias,  en el capítulo llamado ¡solo es sexo! quedó establecido que la pareja principal de esta novela son una pareja sadomasoquista, es decir Taehyung tiene tendencias sádicas, le gusta infligir dolor, además de que es sumamente posesivo, demandante, territorial y bueno él no es una buena persona, es un asesino que disfruta matar de formas horribles a sus víctimas. Jungkook por su parte tiene tendencias masoquistas, le gusta sentirse poseído y su forma de ser, aparentemente rebelde, no es mas que una forma de llamar la atención, tuvo una infancia difícil y creció entre delincuentes, asi que tiene muchas carencias afectivas. 

Bueno, ¿A que viene todo esto? simplemente quiero aclarar como me imagine mis personajes en esta historia, ninguno de los personajes es buena persona a excepción de Jimin que esta preso siendo inocente. Lo que sucede en este capítulo es consensuado, pasa bajo el consentimiento de Jungkook, lo advierto para que luego no me lleguen mensajes de que romantizo cosas tóxicas y bla bla.... y luego terminemos mis historias y yo siendo canceladas en un hilo de Twitter,  esto se trata de practicas reales, son cosas que si pasan en el mundo de las personas que practican el BDSM y cabe aclarar que ambos personajes lo disfrutan y mucho

Eso seria todo, muchas gracias por leer y una disculpa por la nota tan larga, voy a señalar la parte del capítulo en la que sucede esto por si quieren evitarse leerlo, no pasa nada, no es algo que vaya a influir en la historia despues, solo lo escribi como gusto personal.




















—Avisa a dos guardias en aislamiento que vayan por el reo Jeon Jungkook, diles que lo encierren, pueden hacer lo que quieran con él y que lo maten mañana en la noche.

—Como ordene, alcaide. —El guardia hizo una reverencia para salir luego de la oficina.

Aquél guardia hizo tal y como le ordenó el viejo alcaide, luego de avisarle a dos de los hombres que hacen su guardia  en confinamiento solitario, al cabo de una hora fue junto a ellos a buscar a Jungkook. Primero lo buscaron en su celda, más no lo hallaron allí, fueron hasta el patio y allí estaba este junto al rey, sentado en las gradas. ¡Mierda! ¿tenían que llevarse a ese prisionero que estaba al lado de Kim Taehyung? Eso no era buena idea... Pero como era una orden del alcaide, tuvieron que hacerlo, así que llegaron hasta donde estaba y lo sujetaron de los brazos para llevárselo.

—¡¿Pero qué creen qué hacen?! —reclamo este al ser jalonado por los guardias que lo sujetaban con fuerza. —¡Suéltenme!

—Tienes que venir con nosotros.

—¿A dónde creen que lo llevan? par de maricas. —Interrogó Taehyung en un tono de voz molesto mientras se ponía de pie.

—S-Son órdenes del alcaide.

—¿Ah, sí? Pues dile esto al viejo. —Sujetó a uno del cuello y lo apretó con fuerza, mirándolo fijamente a los ojos de forma amenazante. —Que si quiere a Jungkook que venga él personalmente a buscarlo, de lo contrario mataré a cada guardia que se le acerque y se atreva a tocarlo. Dicho aquello, le apretó el cuello con más fuerza, el hombre cayó al suelo, muerto al instante y el otro guardia que sujetaba a Jungkook, palideció de susto al ver semejante escena. ¡No quería morir! Así que soltó al prisionero y se alejó. Taehyung posó su mirada en él y este tembló de pies a cabeza.

—Lárgate de aquí y dale mi mensaje al hijo de puta del alcaide. —Le gritó furioso.

El guardia salió corriendo del lugar como alma que lleva el diablo, de inmediato fue hasta la oficina del alcaide y le explicó toda la situación. El alcaide se puso histérico ¿Cómo era posible que Taoki hiciera lo que se le viniera en gana en su penal? ¡Joder! Pero, Kim quería jugar ¿cierto? Pues le enseñaría a jugar.

El viejo alcaide llamó a una tropa de militares armados para que lo custodiaran hasta el patio de la prisión, para el momento en que llegaran, unos guardias ya debían haberle ordenado a todos que se pusieran de rodillas al suelo.

Los reos estaban confundidos, no sabían lo que pasaba, Hoseok quien también se encontraba en el patio, estaba deseoso de ver ya al imbécil de Jungkook siendo arrastrado hasta El Hueco. 

¡Su plan estaba saliendo de maravilla!

De la nada, apareció el alcaide, los militares en conjunto apuntaron con sus armas a Taehyung, este los observaba confundido aunque, por la estúpida mirada y sonrisa que tenía el viejo, ya podía entender la situación.

—Prisionero Jeon Jungkook, póngase de pie y de un paso al frente. —Gritó el alcaide, Jungkook miró a su alrededor y chasqueó su lengua molesto. ¿Por qué putas estaba pasando todo este rollo? ¿Qué quería el alcaide con él?

—¡Prisionero Jeon Jungkook!

—Ya, soy yo. —Se puso de pie, haciendo  exactamente lo que se le pidió.

—¿Qué es lo que pasa?

—Estarás encerrado en confinamiento solitario hasta que yo decida sacarte de allí, maldita basura humana, como castigo por asesinar a un guardia de este penal.

Los ojos de Jungkook se agrandaron al escuchar lo que el alcaide dijo.

¡Carajo! ¿Cómo pudo enterarse que fue él quien lo asesinó? Ahora... permanecería encerrado en el Hueco quien sabe por cuanto tiempo.

—¡Oye, viejo!  —Interrumpió Taehyung, con voz fuerte, esbozando una sonrisa sínica, capturando la atención del alcaide. —Ven, acércate. Quiero decirte algo.

—Tu ya que quieres, estúpido. —El alcaide se acerco al preso.

—Déjame decirte que yo también estoy involucrado con la muerte de ese tal Junho, es mas yo lo torture antes de cortarle la garganta. Dime, ¿también iré a el Hueco? —Preguntó con una sonrisa maliciosa.

—¿Cómo que también estás involucrado? —Preguntó un tanto confundido. El estúpido de Jung en ningún momento le dijo que Taoki estaba metido en eso.

—Como lo oyes, Jungkook solo lo hirió, yo lo mate después de torturarlo. ¿Qué harás conmigo entonces?

—Este no es tu problema, maldito Taoki. Jeon Jungkook irá a confinamiento solitario y se acabó.

—Eso no lo puedo permitir, viejo. Él es mi zorra, es mi.... Es... Es mi pareja, mi maldito novio y sabes bien que no permitiré que nada ni nadie lo toque, antes les saco las tripas a todos tus guardias y te las doy a comer ¿0 ya se te olvidó lo que le paso a SukJun? Tú mismo me lo entregaste en bandeja de plata por pasarse de listo, ¿y quieres que te diga algo más? Él no actuó solo. ¿Por qué crees que Junho está muerto ahora? Nadie toca a mi Jungkook y sobrevive para contarlo.

—Joder... Cabrón. ¡Esto no se puede quedar así! Sabes bien el trato que hicimos y por qué te entregué a SukJun. En ningún momento hablamos de otro guardia, así que no...

—Hoy estoy de buen humor, así que arreglemos esto por las buenas ¿Cuánto quieres por dejarlo en paz, alcaide? —Le interrumpió.

—Esto no podemos hablarlo aquí imbécil, te veo en media hora en mi oficina y más te vale que aceptes darme la generosa suma de dinero que te voy a pedir y todo lo demás o despidete de tu novia. —Le susurro para luego darse la vuelta e irse.

—¡Ya, retírense todos! —Ordenó el alcaide a todos los militares mientras iba camino a su oficina.

Taoki rodó sus ojos al ver a los guardias alejarse, miró en dirección a Jungkook y sus ojos de inmediato de encontraron, caminó hacia él con un semblante serio, parecía estar molesto pero no era así, al menos no con él, sin embargo, su cara decía lo contrario.

—Me vas a salir caro esta vez, conejito. ¿Debería dejar que te pudras en confinamiento solitario o pago para salvarte el culo? —Preguntó cruzándose de brazos, riéndose para sus adentros.

—Haz lo que quieras. —Musito orgulloso Jungkook, en realidad no quería ir a el Hueco, ¡no y un millón de veces no! Y no digas que eres mi novio o alguna otra idiotez así, porque no es cierto.

—Siempre lo hago novio, ah y no te estaba preguntando si querías serlo o no, eres mi novio porque yo lo digo y punto. —Dijo guiñándole su ojo derecho, completamente divertido con la situación. —Te veré más tarde, novio.

Se dio la vuelta y se fue camino a la oficina del alcaide, Jungkook apretó sus labios y agachó su mirada, ¿será que Taehyung le ayudaría o lo dejaría tirado en confinamiento? ¿Y si la suma de dinero era demasiado alta? Joder...

—Tranquilo. Taoki no dejará que te lleven a el Hueco.  —Le dijo Jimin mientras se acercaba a él junto con Yoongi.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?

—Minnie tiene razón. —Intervino Yoongi.

—Taehyung esta enamorado de ti, así que hará cualquier locura para tenerte, pero eso sí, ni creas que te saldrá gratis, esta loco por ti pero no es tonto y ya sabrá como cobrarte el favor.

—¿D-De qué hablas?

—Si Taoki te salvará el culo como mínimo deberás agradecerle, ¿no? Y... Quién sabe qué te pida por ello.

—¡Pero yo no le dije que me ayudara y se supone que lo hace porque soy su pareja.

—En este lugar nada es gratis, y salvarte de una muerte segura en el Hueco le va a costar un huevo ¿Acaso habrías preferido que te llevaran a confinamiento solitario?

—No te preocupes Jungkook, Taehyung es un bruto pero te quiere bien. —Culminó Yoongi.

—Si él no hace nada yo haré lo que sea para sacarte de ese hueco del infierno, ¿vale? —Le habló su hermano mientras caminaba hacia él, había observado toda la situación a unos metros de distancia y pudo escuchar la conversación que tuvo ese tal Taoki con el alcaide. Y ahora, escuchaba las babosadas que le decían Jimin y Yoongi.

—¿Cómo harías eso, Nam? Sabes bien que no puedes.

—No me subestimes.

Jungkook y Namjoon se quedaron hablando mientras que Jimin y Yoongi se apartaron a otro lugar, después de un rato Jungkook decidió irse a  esperar a Taehyung en su celda ya que no aguantaba los nervios.

Al cabo de dos horas, Taoki al fin salió de la oficina del alcaide, ahora sí que estaba molesto. El puto viejo aprovechado no solo le pidió dinero y drogas, también tuvo que revelarle cierta información de sus negocios y esto fue lo que más lo hizo enojar. Estaba tan molesto que en el camino se desquitó golpeando a un par de reos.

Al llegar a su celda, encontró a Jungkook acostado en su cama y este, al verlo llegar, se levanto y un pequeño escalofrió le recorrió la espina dorsal al toparse con esa mirada amenazante.

—Llegaste... —dijo poniéndose de pie.

—No, soy una aparición espectral de Taehyung. —Se burlo, todo rastro de enojo se esfumo al llegar a su celda y ver al hermoso hombre de ojos marrones. No lo sabía, pero Jungkook definitivamente lo tenía a sus pies.

—Ja-Ja-me río de Janeiro, como si estuviera para chistes ahora ¿Qué pasó con... el alcaide? —Preguntó un tanto nervioso más no recibió respuesta por parte de Taehyung, este simplemente se recostó de la pared y se cruzó de brazos sin apartar la mirada de él.

—Oye, ¿me escuchaste?

—Sí, te escuché. —Respondió metiendo su mano en el bolsillo de su pantalón para sacar la cajetilla de cigarros.

—¡¿Y qué pasó?!

—Dime una cosa, conejito. —Puso el cigarro en sus labios para luego encenderlo con el mechero y darle una calada. —¿Qué tan fiel eres? —Preguntó expulsando el humo por sus fosas nasales, Jungkook frunció el ceño confundido, ¿a qué venía esa pregunta ahora?

—¿Fiel? ¿Por qué preguntas eso? Te estas tomando muy a pecho lo del tal noviazgo ¡Yo quiero saber es qué hablaste con el alcaide! —Gritó un tanto exaltado. —Acaso... ¿Acaso no pudiste negociar con él?

—Lo hice. Pero quiero que me respondas lo que te acabo de preguntar. —Caminó hacia Jungkook y lo sujeto del mentón. —¿Qué tan fiel eres conejito?

—No sé a qué viene esa estúpida pregunta pero, lo soy. —Respondió apartando la mano de Taehyung, quien esbozó una sonrisa pervertida al escuchar su respuesta.

—Mañana lo comprobaré.

—¿Mañana? ¿De qué estás hablando?

—Conejito, quiero que sepas algo. Salvar tu culo me costó caro, demasiado caro diría yo y tienes que compensarlo de alguna manera, ¿no crees? —Jungkook trago grueso al escucharle.

—Mañana sabrás a qué me refiero.

Dicho aquello, salió de la celda fumando su cigarrillo y caminando por el pasillo hasta llegar a la celda de Yoongi, Jungkook se quedó inerte en el sitio, si antes no entendió nada, ¡ahora menos! ¿Qué putas fue todo eso de compensar, ser fiel y que mañana va a comprobarlo? Por Dios, ¿qué maldita locura haría Taoki ahora? Pues bien, habrá que esperar hasta mañana para saberlo...

Mientras tanto, en la celda de La pelirroja, este estaba maldiciendo a los gritos, no podía creer que su plan haya sido un fracaso.

—¡Maldita sea! ¡¿Por qué ese hijo de puta siempre tiene que salirse con la suya?! Y encima lo reconoció ante todos como su pareja. —Gritó furioso halando con fuerza las sabanas de la cama hasta arrancarlas y tirarlas al suelo.

—¡Joder! ¡¡Maldito Jeon Jungkook me las vas a pagar como sea!!

Hoseok estaba furioso, no, ¡más que furioso! Creyó por un instante que su plan había sido perfecto y que enviarían al idiota de Jungkook a el Hueco, pero no. Taoki tenía que salvarle el culo ¿cierto? ¡Tenía que meter sus narices! Pero las cosas no se iban a quedar así, ¡no señor! Iba a morir, tarde o temprano Jungkook moriría! Ya lo verán.

Al día siguiente, 1:40pm.

—¿Llegó la mercancía? —Preguntó Taehyung a Yoongi mientras se enjabonaba el cuerpo, ambos se encontraban en las duchas de Konapus.

—Si, la caja está en mi celda. ¿Quieres que la lleve a la tuya?

—Está bien, y aprovecha de buscar a Jungkook, le dices que me espere en la celda, tengo que hacer unas cosas al terminar de bañarme. Ah, y no permitas que abra la caja hasta que yo llegue.

Yoongi salió de las duchas y caminó hasta su celda para buscar la caja que el mandamás encargó ayer con quién sabe qué cosas dentro, ni siquiera quiso decirle a él qué tipo de mercancía era, pero en fin.

Para su suerte, al salir de su celda, se encontró con Jimin y Jungkook que venían caminando por el pasillo, al parecer el rubio iba a buscar a su chico y le pidió a Jungkook que lo acompañase.

(Aquí comienza la parte suculenta, pueden dejar el capitulo hasta acá y nos leemos en el siguiente, besos se les quiere muchote)






POV Jeon Jungkook

—¡Mira! Allí viene Suga  —Me dijo Jimin, tan animado como siempre se ponía al ver a ese tonto de Yoongi. Ese par sí que parecen unos jodidos chicles, no se despegan ni para cagar.

—¿Dónde andabas, bebé? Te estuve buscando.

—Hacía unas cosas. —Dijo alzando una caja que llevaba en manos. 

—¿Qué es eso, mercancía de Taehyung?

—Encargó algo ayer y fui hoy al almacén para recibirlo, ya sabes.

—¿Y qué es? —No pude evitar la curiosidad, aunque ya me imaginaba qué era, dinero seguramente, drogas y algunas armas.

—No lo sé. —¿Eh? ¿Cómo qué no lo sabe?

—¿Cómo qué no? —Me quiere ver la cara de estúpido sin duda.

—Taoki no me dijo qué encargó, idiota.

—¿En serio, bebé? Qué extraño.

—Sí, le pregunté un par de veces ayer pero se negó a decirme. Por cierto Jungkook, quiere que lo esperes en la celda. Así que vamos. —Me dijo mientras seguía su camino, nos habíamos detenido para hablar así que seguí tras él.

—Oye, oye. Dame la caja, quiero ver que hay en ella. —Le dije tratando de quitársela de las manos pero el idiota no me dejó.

—No puedo hacer eso. Taehyung quiere que esperes acá y que la abras cuando el llegue, yo solo sigo sus ordenes.

—No me jodas. —Me crucé de brazos sentándome en la cama. ¿Por qué el imbécil de Taehyung estaba tan misterioso desde ayer? 

—Yo tambien quiero ver qué hay en la caja. —Parece que Jimin estaba igual de curioso que yo por saber el contenido de la misteriosa caja.

—Ya me ganó la curiosidad.

—¿Nunca te enseñaron que la curiosidad mata Minnie?

—Cállate, estúpido, solo me intriga saber qué puede haber dentro de esa caja. Es extraño que Taoki ni te haya dicho a ti.

—A lo mejor es una cabeza cercenada. —Comento con indiferencia encogiéndose de hombros.

—¡Qué asco! No digas eso, idiota.

—¿Qué? Puede ser cierto. Estamos hablando de Kim Taehyung, de él se puede esperar cualquier cosa. —Jimin saco su lengua asqueado de tan solo imaginar que efectivamente podría haber una jodida cabeza dentro de esa caja.

—Aunque si fuese una cabeza, sería una pequeña. No pesa mucho que digamos. —Sacudi la caja un par de veces, acercando mi oído a esta, en un intento de adivinar qué putas había dentro.

—Ya dejen el tema con esa caja, seguramente es droga o quién sabe.

—Tal vez, pero tendrás que esperar para saberlo.

—Esperar mi culo. ¿Para qué darle tanta importancia a una puta caja? Como dije antes, seguramente es droga.

Esperamos en la celda por lo menos una hora y media hasta que Taehyung al fin apareció.

—Ustedes dos salgan de aqui y vayan a sus celdas. —Le ordeno a Jimin y Yoongi.

—¿Qué? ¿Y no vamos a ver qué es lo que hay en la caja misteriosa? —Se quejó Yoongi.

—Lo lamento mucho, Suga. Por ahora no, pero tranquilo, en un rato te sorprenderás.

 ¿A qué putas se refería con eso?

—Ya salgan, malditos fastidiosos.

Jimin sujetó de la mano a Yoongi para llevarlo con él fuera de la celda. ¿Ahora qué pretendía hacer el estúpido de Taoki? Me quedé en la cama sin pronunciar una sola palabra, quería saber con qué coño saldría ahora ese mamarracho.

—¿Qué esperas para abrirla, conejito? —Me dijo mientras sonreía, ese estúpido empezaba a irritarme con tanto misterio, Dios. Puse la caja sobre mis piernas y retiré la cinta adhesiva pegada en la parte superior, una vez que la despegué, abrí la caja y... ¡¿QUE?!

—¿Qué... Qué coño es esto? —Dije sujetando con la punta de mis dedos un collar de sumisión mientras lo sacaba poco a poco de la caja y miraba a los ojos a ese sucio de Taoki que sonreía pervertido,

—Aún falta. —Respondió y me hizo una señal para que siguiera viendo las porquerías que habían dentro de la caja.

Veamos, saqué el collar y lo coloqué encima de la cama, metí nuevamente mi mano y saqué nada más y nada menos que una máscara con una ball-gag, luego un pequeño bóxer en cuero color negro, unas panti medias de mallas del mismo color que llegan a los muslos, un corsé y unas pastillas en una pequeña bolsita de plástico transparente...

¿Por qué...? ¿Para qué putas pidió todas esas porquerías?! ¡Maldito enfermo!

—¿Acaso estás loco?! ¡Ni creas que vas a usar conmigo estas cochinadas, puto pervertido! —Le grité luego de ponerme de pie, quedando frente a él. Pero el muy cabrón ni se inmutó ante mis palabras.

—Conejito. —Habló al fin después de un minuto prácticamente.

—¿Recuerdas lo que hablamos ayer? —Preguntó y asentí con mi cabeza.

—¡Obvio que lo recuerdo!

—Te dije que me costó muy, muy caro salvar tu culo de ser enviado a el Hueco, también te dije que hoy ibas a demostrar qué tan fiel eres. Sabes, tengo muchas fantasías sexuales....

¡¿A caso eso me importa?!

—Hoy cumplirás una de ellas y además te voy a dar la oportunidad de saldar la deuda que tienes conmigo.

—¿Sa-Saldar?

—Así es. Verás, quiero que cumplas mi fantasía, sin embargo no estas obligado a hacerlo, si no quieres ya se me ocurrirá otra manera de cobrarte por salvar tu culo, conejito.

¡¿Pero que demonios?!.

—No voy a cumplir ninguna de tus asquerosas fantasías. ¡Eso jamás!

—Tranquilo, si no quieres puedes irte Tú decides..

—Maldito... Hijo de perra. —Es obvio que no quiero arriesgarme a que se arrepienta de haberme ayudado y deje que me metan puto Hueco, y por otro lado no puedo negar que todo esto me causaba una fascinante y perversa curiosidad. 

—¿D-De qué fantasía hablas?

—Primero que nada, te pondrás esas prendas y te tomaras dos de las pastillas que están en esa bolsa, no nublaran tus sentidos no te preocupes, solo te ayudaran a relajarte. Ya verás. Y segundo, como sabrás, en este tiempo has sido solo mío y para que lo sigas siendo,  otro debe poseerte, necesito que te des cuenta de lo que sientes por mi realmente, al final, estoy seguro que vendrás a mí y esa será como una pequeña muestra de tu fidelidad hacia mi. 

En serio, ¡este tipo tiene que estar mal de la cabeza!

Todo esto tiene que ser una broma. O debo estar en un mal sueño o algo así... ¡Carajo, qué alguien me despierte ya mismo!

En serio, no puedo creer lo que el me acaba de pedir. ¿Quién rayos va a poseerme»? ¿No se supone que él detesta que toquen lo que es suyo? ¿Entonces?  No entiendo estas putas fantasías desquiciadas de las personas. Y a parte de aceptar que alguien me follará, ¿tengo que colocarme esa porqueria de ropa? A ver, ¿no será mejor que me maten en confinamiento y ya?  Será mejor salir de esto de una vez. Pero juro que al terminar toda esta pesadilla, ¡en la noche le cortaré las bolas a Kim Taehyung!

Me di la vuelta para quitarme la camisa, pude escuchar una rillisa salir de su boca, ese hijo de puta... Bajé mi pantalón y bóxer y de inmediato me puse el otro bóxer de cuero y el corsé. Dios, esa mierda me apretaba los huevos y me marcaba más el puto culo. Pero no me iba a poner esas jodidas medias ni de chiste.

—No me pondré las medias. —Le dije aún de espaldas a él, me sentía tan patético.

—Date la vuelta —¿Qué? ¡No!.

—¿No me escuchaste? Date la vuelta, conejito. —Repitió y giré mi cuerpo poco a poco sin despegar la mirada del suelo. Mierda, esto era tan humillante.

—Vale, estás bien así conejito,  ya te lo dije no voy a obligarte a nada, y quiero que tengas claro que puedes parar en el momento que quieras, ¿estamos de acuerdo? —asentí, en el fondo de mi cabeza estaba esa voz que me alentaba a seguir, no lo podía evitar, todo esto me causaba cierto grado de exitacion.

—Ahora solo falta el collar.

Caminó hasta la cama y tomó el collar de sumisión, no aparté la mirada de él, mordí mi labio mientras observaba cómo este desabrochaba el collar y ahora lo dirigía a mi cuello hasta posicionarlo como es debido. Ok, no me veía tan mal.

El idiota de Taehyung sonrió al verme de pies a cabeza, ¿estaba disfrutando de la vista? Puto pervertido.

Cogió las pastillas y luego pegó su cuerpo al mío, acercando sus labios a mi boca hasta hacer presión contra ellos, ese beso fue algo demandante, como si quisiera darme a entender a quién le pertenezco o eso me pareció, lo disfruté no puedo negarlo, nos separamos por la falta de aire y luego introdujo las pastillas a mi boca, las ingerí sin problema. Taoki me vio nuevamente y se relamió los labios para luego llevar su boca al lóbulo de mi oreja y darme una leve mordida.

—No olvides que eres mío. —Me susurró al oído mientras llevaba sus manos a mi cintura y me conducía hasta la cama, se sentó en el borde de la misma y me puso encima una de sus piernas, de manera que quedé frente a él, no dejaba de pasar sus manos por los costados de mi cuerpo mientras besaba con gula mis labios, mi cuello y lamía el mismo, pasaban los minutos y mi cuerpo comenzaba a sentirse un poco extraño... Sentía calor, como fiebre y un ligero cosquilleo se asomaba en mi entrepierna.

—Hmm, Taoki... —susurré mientras este mordía suavemente mi cuello.

—¿Ya estás Listo?  —Tomó la máscara y me la puso, acomodando el ball-gag en mi boca para luego amarrarla tras mi cabeza. Mierda, era la primera vez que tenía una de esas en mi boca. Me sentía como una misma puta. Era fascinante. 

¿Qué se supone iba a hacer ese idiota ahora?

Pues bien,  se levantó de la cama y sujetó la cadena que salía del collar amarrado a mi cuello, se dirigió hasta la salida de la celda y me vi obligado a ir tras él. Esperen... ¡¿Ese estúpido iba a llevarme fuera de la celda a caso?! ¡¿Pero a dónde?! ¡No quiero que me vean así! Pude haberme resistido pero me sentía tan extraño, todo mi cuerpo estaba caliente y mi lado exhibicionista estaba encantado.

Una vez que estuvimos fuera, pude sentir un enorme peso encima. Todos los reos estaban observándome desde sus celdas y otros lares cuando salimos! Sus miradas eran como cuchillas que me atravesaban la piel y estoy seguro que los gritos de euforia podían escucharse hasta otra ciudad, por un segundo pensé en detenerme, pero debo reconocer que también era excitante ser el objeto de las lascivas miradas de los prisioneros, Taehyung me sacó de mis pensamientos al jalonar la cadena indicándome que continuara caminando, agache la mirada algo cohibido y podía sentir cómo mi corazón latía con fuerza mientras le seguía el paso, este seguía caminando con orgullo por el pasillo de la prisión hasta que llegamos a la entrada que da paso al patio.

—¡Jungkook!— Gritó mi hermano a lo lejos, unos guardias lo detuvieron y no permitieron que se acercara, al parecer el mandamás se encargó muy bien de pagarle a todos para que evitaran que alguien se acercara a nosotros, quien fuera. —¡Maldita seas Kim! ¿Qué crees qué haces!? ¡Suelta a mi hermano!  —Escuche gritar a Namjoon.

—Lárgate de aquí. —Fue su única respuesta y continuó su camino, no tuve siquiera el valor de mirarlo ¡me estaba muriendo de la vergüenza!

Pasamos al patio y un guardia arrastró la enorme puerta hasta cerrarla, el sol de la tarde estaba intenso el día de hoy o eso me parecía, a lo lejos pude ver a... ¿Cinco prisioneros?  ¿eran mis ojos o esos sujetos se veían más musculosos que el propio Taehyung? Mis piernas flaquearon y caí de rodillas al suelo... Estaba excitado, no lo puedo negar. Quería... Dios, quería follar y calmar estas ganas horrible de tener sexo.

—¿Qué pasa, conejito? ¿No puedes caminar? —Preguntó, agachándose para quedar a mi altura y sujetar mi rostro con suavidad. Negué con mi cabeza y este sonrió.

—Gatea, mi niño bonito.

¿Qué? ¿Gatear? ¿Es en serio? Maldita sea...

Se puso nuevamente de pie y haló la cadena, no me quedo de otra que gatear tal y como este lo dijo, la humillación era tal que unas pequeñas lágrimas salieron de mis ojos al escuchar las risas de esos cinco malditos sujetos parados en medio del patio. ¿Por qué estaban allí? ¿Qué puta locura le pasó a Taehyung por la mente?

Una vez que se acercó a los reos soltó la cadena y me miró como la poca cosa que yo era en ese momento, se alejó caminando hasta llegar a una silla metálica que estaba en el patio y se sentó en la misma, lo miré confundido, él también me observó y apoyó ambos codos en sus muslos, entrelazando los dedos de sus manos y apoyando su barbilla en estos, no apartó ni un segundo sus ojos de los míos. Mi entrepierna dolía, toda la situación me sobrepasó y tenía una maldita erección desde hace un rato y estoy seguro que él lo sabía. Soltó un suspiro y al fin habló, pero no fueron muy gratas las palabras que salieron de su boca...

—Es todo suyo. —¿P-Pero qué rayos?

Uno de los reos se acercó y me sujetó el rostro para alzarlo levemente, pude observar su asquerosa sonrisa llena de morbo y este de inmediato sujetó la cadena de mi collar y la alzó para que quedara de rodillas, me desabrochó la ball-gag y, en cierta parte, me sentí agradecido, pude respirar mejor pero no por mucho pues el sujeto no sé en que momento ya estaba metiendo su enorme verga en mi boca, me sujetó de los cabellos y movía sus caderas, metiendo y sacando su pene de mi boca.

Todo era tan confuso para mi... Mi cabeza daba vueltas y, sonará extraño pero me gustaba un poco el exhibicionismo y la humillación a la que estaba siendo sujeto, pero me asqueaba el pene de ese hombre, no era el de Taehyung  y yo... Yo solo quería el suyo.

Otro reo se acercó por mi espalda y pasó sus dedos por toda mi columna vertebral, saqué el pene del reo de mi boca y el otro me empujó hasta colocarme en cuatro, me sujetó de las caderas y me bajó con brusquedad el bóxer hasta quitármelo por completo, luego se arrodilló para posicionarse entre mis nalgas y pude sentir cómo frotaba su miembro entre mis glúteos y un leve jadeo solté mientras este separaba mis piernas y posaba la punta de su miembro en mi entrada.

El reo, a quien se la estuve mamando, se puso de rodillas y me sujeto de los cabellos, llevando mi rostro hasta su enorme pene erecto que enseguida tuve que engullir de nuevo, sin prepararme ni mucho menos, el sujeto detrás de mi, introdujo su verga en mi culo y solté un grito de dolor.

El reo sonrió, el maldito lo estaba disfrutando, y mientras este reía el otro a quien le hacia la mamada introducía su pene con más profundidad y rapidez en mi boca, otro reo se acercó y posó también su pene en mis labios para introducirlo en mi boca. Dos penes no iban a caber en mi boca y ellos lo sabían, así que fueron turnándose, se la mamaba a uno unos minutos y luego al otro, podía sentir cómo sus vergas llegaban al fondo de mi garganta mientras el otro reo me penetraba con violencia, el quinto reo observaba todo y no tardó mucho en acercarse, me sujetó la mano derecha y la posó en su miembro, indicándome que lo masturbara, por poco pierdo el equilibrio, pero uno de estos me sujetó de la cadena del collar para no dejarme caer, el reo que me penetraba me sujetó las caderas firmemente con ambas manos y aumentó las embestidas, soltaba pequeños gruñidos de excitación y de un segundo a otro sentí cómo se corrió dentro de mi interior.

Seguramente las drogas me estaban haciendo algún mal porque a pesar de odiarlo me gustó esa sensación tibia y espesa dentro de mi culo, pero no, no era Taehyung y me asqueaba; solo lo quería a él... A nadie mas...

El reo sacó su pene y el sujeto al cual masturbaba con mi mano tomó ahora posesión de mi trasero, me sujetó con firmeza de las caderas y sentí como fue metiendo su pene por completo en mi interior, no esperó mucho y comenzó a moverse, los sonidos que hacía el choque de mis nalgas contra su pelvis en verdad eran obscenos y esto al parecer estaba enloqueciendo a los reos que les hacía la mamada pues metían a fondo toda su polla en mi boca, uno de ellos comenzó a masturbarse con frenesí y me pedía que lo viera a los ojos, así lo hice, y este de un segundo a otro se corrió, todo el esperma salió disparado a mi cara, manchando por completo mi rostro mientras aún yo tenía la polla del otro reo en mi boca.

Este me sujetó con fuerza del cabello mientras soltaba jadeos de placer y sin tardar mucho también se corrió, llenó con su semen toda mi boca y no pude evitar toser, no era la esencia de Taehyung, no era su semen, no era su sabor. Lo odié, odié ese sabor. No era él..

Giré mi rostro hacia Taehyung y pude ver a este sin ninguna maldita expresión en su rostro, solo me observaba, había cruzado sus piernas y brazos y solo estaba allí, sin decir o hacer algo... Me sentí tan asqueado, esto ya era otro nivel de humillación, sin duda.

El reo que estaba follandome comenzó a embestirme con rapidez y pude sentir cómo la punta de su glande comenzaba a rozar mi próstata, fue imposible para mi evitar gemir como perra en celo, deseaba que esa persona que me follaba fuese Taehyung y no otro...

—Ahhh... Taehyung ... —Solté entre jadeos. ¿Qué? ¿A caso dije Taehyung?

Y si, efectivamente lo llamé sin darme cuenta.

El me escuchó y fue allí cuando se puso de pie y caminó hacia nosotros, le dijo al reo que me follaba que se detuviera y este salió de mi interior para luego alejarse.

—¿Me llamaste, conejito? —Se acercó a mí y tocó con la punta de sus dedos mi rostro hasta posarlos en mis labios. Sí... Esas eran las manos que deseaba que me tocaran.

—Taehyung ... —Solté en un susurro mientras lo miraba con deseo. Dios, ¿ese hombre se veía provocativo o solo eran ideas mías? Se puso de pie y me dio la espalda. ¿Por qué me daba la espalda y se iba caminando? ¡No!

—Espera... No te vayas. —Dije y se detuvo.

—Si quieres estar conmigo ven a mí. —Me dijo y siguió caminando hasta sentarse nuevamente en la silla, no pude moverme... Ese maldito estaba humillándome como nunca antes alguien lo había hecho, y..... ¿Me gustaba? Algo estaba muy mal conmigo definitivamente.

Pero, sí, quería estar con él, no quería que nadie más me tocara así que con las pocas fuerzas que tenía, me puse de pie, mis piernas temblaron un poco y pude ver cómo Taoki sonrió pervertido al ver mi erección, caminé con pasos lentos hasta llegar a él y rodeé su cuello con mis brazos, sin poder contenerme, me senté en sus piernas y este me sujetó por la cintura.

—Sabes a quién perteneces ¿verdad, conejito?

—Si...

—Dime, ¿Qué quieres mi amor?

—Quiero... Quiero que me hagas tuyo, que solo tú me toques y beses, no quiero a nadie más, solo a ti. —Dije sin vergüenza alguna y Taehyung de inmediato empezó a devorarme los labios en un apasionado beso, me sentía tan excitado y más sabiendo ahora que era él quien me tocaba.

—Te quiero solo a ti dentro de mi, por favor.

—Lo que digas, conejito. —Metió su mano dentro del pantalón y se sacó el pene, alcé mis caderas y este condujo la punta de su miembro hasta mi entrada, yo mismo me senté sobre él y fue increíble sentir su pene abrirse paso en mi interior. Eso era lo que quería, sentir su miembro y por siempre el de nadie más.

De inmediato comencé a cabalgarlo mientras me sujetaba de las caderas y devoraba mis labios, jugueteé con su lengua de la forma más guarra posible y pude escucharlo soltar leves jadeos pues le encantaba, lo sé, arqueé mi espalda y moví mis caderas de atrás hacia adelante, era maravilloso volver a sentir mi próstata siendo rozada por su enorme pene, me sujetó el miembro y comenzó a masturbarme, iba a enloquecer en cualquier momento, posó sus labios en mi cuello y comenzó a mordisquearlo, dejándome marcas más que notorias.

—¿No te da vergüenza que otros te estén viendo, conejito? —Preguntó con su voz ronca por la excitación, pero no, no me importaba nada en ese momento.

—No —Me sujetó de la cadera para apartarme de él, se puso de pie y me tomó del brazo poniendo la silla frente a mi, apoyé mis manos en el espaldar de la misma y subí mi mirada, pude observar a los reos y estos se masturbaban con frenesí observándonos, él se posicionó atrás de mí y llevó nuevamente su pene a mi entrada hasta penetrarme por completo, con su mano izquierda me sujetó con fuerza de la cadera y con la otra me dio una nalgada, di un pequeño respingo y jadeé excitado.

—¿Te gusta, conejito?

—Si... Ahh... ¡Me encanta!

—¿Quieres más?

—Si —Le dije y este dejó de moverse. ¿Qué hacía?

—¿Por qué no te mueves?

—Pídelo.

—Vamos... No te detengas.

—¿Quieres que... Te dé duro? —Preguntó sujetando con fuerza mis caderas, sentía que poco a poco sacaba su miembro pero no completamente.

—Si —Dije mordiendo mi labio inferior.

—¿Si qué? 

—Quiero que me des duro.

—Dilo alto, que ellos puedan escucharte, ¿Acaso había algo más humillante que esto?

—¡Quiero que me folles, como sólo tú sabes hacerlo! Por favor. —Me penetró con fuerza y solté un gemido mientras me sujetaba con firmeza de la silla, comenzó a embestirme con rapidez y en ningún momento pude parar de jadear del enorme placer que sentía, la traviesa mano de Taehyung me sujetó el pene y empezó a masturbarme... En cualquier momento iba a correrme.

—Ahhh... no aguanto más. Quiero... Quiero correrme.

—Hazlo, conejito.

Podía escuchar la acelerada respiración de Taehyung mientras me penetraba y de un segundo a otro me corrí en su mano, mis piernas temblaron y sentí espasmos en mi espalda, soltó un gruñido y después de unas cuantas embestidas más sentí cómo me llenaba con su tibia esencia, salió de mi interior y caí al suelo totalmente exhausto, me miró y se agachó para sujetarme del mentón y alzarlo levemente, nuestros ojos se encontraron pero de la nada mi vista se nubló y no vi más que oscuridad...


Continuará...




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