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El castigo de Jungkook

Advertencia: este capítulo contiene escenas de abuso sexual. 

Taoki al salir de su celda, caminó por el pasillo y fue directamente has la de La pelirroja, quería saber por qué coño no ha dado la cara y segundo... Que le hiciera una mamada. Sí, después de haber escuchado a Jungkook jadear y probar su semen, lo puso cachondo y tenía unas jodida ganas de recibir un buen sexo oral, y quién mejor que Hoseok para hacérselo, ese ser era experto con su lengua.

Una vez que llegó a la celda del reo, lo observó acostado en la cama, viendo en dirección a la pared. ¡Parecía que no se había movido de lugar en meses! El rey soltó un suspiro y se adentro para luego sentarse en el borde de la cama, La pelirroja se removió en su sitio al sentir el peso de alguien más a su lado y, sin mucho ánimo, se giró un poco para ver a la persona que estaba allí, sus ojos se posaron en los de Taoki, quien lo veía sin expresión alguna.

—¿Qué haces aquí?

—¿Por qué no fuiste a desayunar ni almorzar?  —Preguntó.

—¿Qué te importa, Taehyung? Por favor, déjame en paz — le dijo para luego girarse en dirección a la pared.

—Pelirroja tonta. ¿Qué te pasa? —Preguntó, más no recibió respuesta alguna.

—Oye —Dijo mientras pasaba con suavidad su mano por la pierna del reo. —No me gusta verte así.

—No me toques —apartó su brazo de un manotazo.

—¿Ahora no quieres que te toque?

—¿Por qué no vas y tocas al imbécil de Jungkook? —En verdad estaba molesto.

—¡Ay, pelirroja! Deja los celos. Lo que pasó no significa que te haré a un lado, simplemente quiero divertirme un rato —Posó la mirada en los cristalinos ojos de Hoseok, mientras este lo observaba cabizbajo, la verdad era que Taehyung jamás se iba a dar por enterado de sus sentimientos por él.

—Sabes bien que aún eres mío. —La pelirroja no podía contener las ganas de tener a su hombre en brazos, porque sí, ese era su hombre, el idiota de Jungkook no se lo iba a robar, no señor, haría hasta lo imposible por recuperarlo.

Taehyung se acercó a sus labios y le plantó un corto beso que no fue rechazado por el otro.

—Quiero que hagas algo por mi.

—¿Sí?

—Hazme una mamada, tonta. —Hoseok esquivo su mirada, ¿Para eso era lo único para lo que lo buscaba? ¿No le importaba nada más? Ese «no me gusta verte así» ¿acaso era cierto? Todo indicaba que no, solo lo manipulaba para sus fines sexuales, solo eso y él lo sabía pero... Se hacía de la vista gorda.

Hoseok aunque por obvias razones no tenía ganas de cumplir la orden, suspiró profundo y accedió, de modo que terminó cumpliendo el deseo del rey haciéndole un buen y único sexo oral.

Al terminar su trabajo y dejar a Taoki satisfecho, este acomodó su pantalón y salió de la celda; dejando a La pelirroja igual o más decaído que antes, Taehyung se sentía súper satisfecho y ahora atendería otro asunto importante, ahora si Jungkook aprendería por las malas quién era el rey de Konapus y lo respetaría.

Son muchos los guardias que custodian la prisión y, en confinamiento solitario, hay 18 sujetos distribuidos de la siguiente manera: uno camina y vigila las 14 puertas donde se encierran a los reos castigados por su pésimo comportamiento, dos más están en los monitores, puesto que hay cámaras de vigilancia tanto dentro como fuera de estas celdas, otros dos guardias más están antes de llegar a los ya mencionados, es decir, a varios metros al lado de una reja, vigilando y dando el pase a quienes lleguen; casi siempre se la pasan jugando cartas pues no hay mucho que hacer en ese lugar, y por último, cuatro guardias que custodian, con armas en mano, la entrada al confinamiento, entrada que está a 15 metros de distancia de los otros dos guardias que se hayan dentro; la misma es una reja de metal que se abre y cierra solo marcando cierta clave en un pequeño aparato situado en la pared y esta reja se desliza hacia un lado; en total son 9 guardias pero hay dos grupos de vigilancia, nueve en la mañana y los otros nueve en la noche, dando así el total de 18.

Taehyung tiene contacto con dos de los guardias que están vigilando la entrada al confinamiento en el día y sabe muy bien quiénes son los que están en la noche, sin embargo, con estos no tiene tratos, pero, con una buena paga, harán lo que les pida. Dinero o droga es lo que le sobra al rey de Konapus.

Los dos guardias que hacen tratos con Taehyung, al verlo acercarse, se extrañaron, la verdad, era raro verlo por esos lares, si iba era para ser encerrado o por algún trabajo sucio que les mandaría a hacer, cosa que obviamente les trae problemas y por ende querían tenerlo lejos.

Estos de inmediato sujetaron con fuerzas sus armas y los otros dos compañeros estaban por detenerlo, pues los convictos de la prisión saben que tienen estrictamente prohibido pasearse cerca de allí, así que ese reo sería castigado, sin embargo, los guardias los detuvieron y uno de ellos caminó hasta él para encararlo y decirle que se largara.

—¿Que mierda quieres Kim? Sabes que está prohibido venir acá —hablo en voz baja pero firme y viéndolo fijo a los ojos. —Será mejor que te largues.

—No vendría a menos que no fuera por «trabajo»— Respondió.

—Eso se acabó, lo último que mi compañero y yo hicimos para ti casi nos cuesta nuestro puesto, así que lárgate, con un demonio —Dijo un tanto enojado, al recordar que casi pierde su empleo por culpa de Taehyung, le dieron ganas de partirle la cara.

—Les puedo dar 20.000 razones para que acepten lo que les quiero proponer.

¡Carajo! esa cifra solo significaba una cosa: mucho dinero. Y no iban a ser 20.000 wones, no señor, sino ¡20.000 dólares!

El guardia tragó grueso al escuchar la cifra, ¿cómo decir que no?

—¿Q-Qué hay que hacer? —Taoki sonrió pues sabía bien que este no se iba a resistir ante tal suma de dinero y por ende llevaría a cabo su plan.

Después de un rato, el mandamás terminó de decirle claramente lo que debía hacer, este accedió y Taoki se dio media vuelta, marchándose del lugar, aún le quedaba un asunto que atender, así que se dirigió hasta el comedor, aunque ya estaba cerrado, habló con uno de los guardias que estaba en el lugar para que lo dejara pasar; no sin antes compensarlo con algo, obviamente, sacó del bolsillo de su pantalón una cajetilla con 13 porros de marihuana y le hizo entrega de la misma.

El guardia la escondió en el bolsillo de su prenda y le dio entrada al comedor, por un espacio de 25 minutos, allí habló con el encargado de la comida quien se hallaba limpiando el lugar, al verlo, palideció un poco pues sabía bien sobre la reputación de ese despiadado convicto. Sin muchos rodeos fue al grano y le dijo que a partir de mañana su cuenta bancaria iba a tener buenas sumas de dinero si le cocinaba lo que él le indicara, le depositaría, a parte de lo acordado, el dinero para que hiciera la compra de los ingredientes y todo lo demás, solo tendría que arreglárselas para pasar las bolsas de comida y para eso tenía ya suficiente con que sobornar a los guardias allegados, el cocinero sabía que podría ser un tanto arriesgado, pero no imposible, además, la suma de dinero que le estaba ofreciendo era bastante generosa así que terminó aceptando el trato.

Taoki antes de irse, le dijo lo que debía cocinarle para mañana en las horas de comer y el cocinero anotó todo en una pequeña libreta, luego salió del lugar y se fue hasta su celda para recostarse un rato.

Jungkook obviamente no estaba allí, se había ido desde hace horas con Hyun Sik a las gradas a fumar y pasar el rato.

Después de la cena que es a las 8:00 pm, los reos debían ir a sus celdas, exactamente a las 9:00 pm, Taehyung estaba allí desde antes pues comió poco, así que al terminar se fue directo a su cama, cuando Jungkook llegó lo miró de reojo y este también, era la primera noche que pasarían juntos en la celda y la tensión que había se sentía hasta en el aire.

Taoki no se movió de su sitio y mucho menos dijo algo, cosa que le pareció extraño a Jungkook, sin embargo no le dio importancia, lo mejor sería cruzar mínimas palabras con el idiota de Kim, se subió hasta su cama y se acostó en la misma sin decir nada.

Había silencio, mucho silencio y era algo desesperante, en serio, qué cosa tan extraña el que Taehyung no haya hablado o intentado cualquier cosa al verlo, no le dio muchas vueltas al asunto, así que cuando las luces se apagaron y las celdas se cerraron se dio la vuelta y miró en dirección a la pared.

Habrían pasado ya tres horas, eran prácticamente las doce de la noche y Jungkook estaba más que dormido cuando de repente un sujeto encapuchado irrumpió en la celda, abrió la misma y entró para bajarlo de la cama, tirándolo al suelo.

Antes de caer, se despertó de sopetón confundido pues no entendía qué coño estaba pasando, al ver al sujeto encapuchado frunció el ceño y miró en dirección a Taoki para ver si este haría algo, sin embargo, el mandamás estaba observando todo de reojo; aquello era parte de su plan.

—¿Q-Qué... qué coño haces?!— Dijo al ser jaloneado por el brazo por aquél hombre. —¡Maldito Kim Taehyung! ¡¿Qué está pasando?!

—Adiós, conejito.—Fueron sus únicas palabras, Jungkook abrió sus ojos de par en par sin creer lo que acababa de escuchar. Una capucha negra le fue colocada en el rostro para impedirle ver a dónde lo llevarían, intentaba forcejear y zafarse del agarre de ese hombre pero le fue imposible, cuando salieron de la celda lo llevaron a rastras hasta El Hueco, donde aprendería lo que el rey era capaz de hacerle a todo aquél que le desobedece e irrespeta...

A la mañana siguiente, 7:00 am.

Taehyung había despertado media hora antes y cepilló sus dientes en el pequeño lavabo que se encuentra en la celda para salir justo a las siete de la mañana, cuando se abren las rejas de todas las celdas de los reos, caminando por el pasillo se encontró a Yoongi quien venía rascando su cabeza y bostezando.

—¿Qué hay, Suga? —Saludó.

—Hola, Taoki, me dormí muy tarde anoche.

—¿Duraste hasta tan tarde haciéndote la paja?

—¡No seas idiota! Solo no podía dormir.

—Claro, claro —Dijo entre risas. Bueno vayamos a caminar que muero de hambre.

Los dos reos pasaron al comedor y, como siempre, fueron los primeros en recibir su comida, pero no cualquier comida, no, esta vez era comida de verdad y no la basura que tenían por costumbre ingerir.

—¡Carajo, Tae! ¡Te luciste! —Dijo el animado Yoongi mientras caminaba junto a Taehyung hasta la mesa. —¡Esto se ve delicioso! —Comentó mientras veía los tres hotcakes con huevos revueltos y tocino más el jugo de naranja.

—Te dije que a partir de hoy comeremos como se debe.

Ambos reos empezaron a comer, era maravilloso al fin probar algo distinto, todo este tiempo habían comido basura ya que a Taoki se le hizo imposible sobornar al idiota del cocinero anterior, pero ahora estaba uno nuevo y cumplió con la orden.

Reos alrededor veían con envidia y molestia a ese par comer tan a gusto. ¡No era justo que ellos comieran cosas deliciosas y los demás la porquería que daban en la cárcel! Poco le importaba a Taoki lo que los demás dijeran, total, él era el rey de ese lugar y hacía y deshacía lo que le provocara.

Al cabo de un rato, ambos reos terminaron su desayuno muy satisfechos. ¡Dios, había sido un desayuno exquisito!

—Oye Taehyung, ¿Y Jungkook? Creí que vendría contigo.

—En este momento debe estar en El Hueco —Respondió con seriedad pero con una mínima sonrisa casi imperceptible, Yoongi por poco se ahoga con el jugo de naranja que estaba bebiendo.

—¡¿Qué?! ¿En El Hueco?— Dijo limpiando las gotas de jugo que bajaban por su barbilla.

—¿De qué me perdí?

—Es lo que pasa cuando alguien me desobedece. Allá aprenderá quié manda en esta prisión.

La pelirroja tampoco salió hoy a desayunar, si seguía así iba a matarse de hambre, el rey le ordenó a Yoongi que fuera hasta donde el cocinero y que este le hiciera entrega de su desayuno para que luego se lo llevara a su celda, obviamente no se opondría a comérselo pues era lo mismo que los otros dos comieron, también le dijo que a las 9:50 am llegaría la mercancía, por lo tanto, debía estar puntual con él en el almacén donde lavan la ropa sucia.

Yoongi hizo tal y como Taehyung le ordenó, le llevó el desayuno a Hoseok y justo a las 9:50 am tanto él como Taoki fueron a la lavandería, un guardia le hizo entrega de una caja de tamaño mediano y de cartón, Yoongi la recibió y Taoki le hizo entrega de una bolsita con 50 gramos de cocaína, el guardia lo recibió y ambos tomaron caminos diferentes.

Ambos se fueron a la celda de Taehyung, cerrando la misma para que nadie osara interrumpir, Taehyung abrió la caja y sacó varios paquetes de billetes, dólares y euros, varios tipos de drogas como cocaína, marihuana y éxtasis, también habían unas navajas, un martillo hecho de puro hierro, unas nuevas manoplas y papeles con fotografías de los trabajos que había mandado a realizar. Con "trabajos" nos referimos a asesinatos, por lo tanto, las fotos eran la prueba de ello.

Taoki le entregó a Yoongi las manoplas más varios fajos de dinero y paquetes de droga, mientras que él se quedó con lo demás, comenzó a revisar el papeleo y ver que todo se hallaba en orden, fue guardando las cosas en la gaveta de su mesa de noche para luego ir a la celda de Yoongi a buscar un móvil que solo él tenía y sabía bien dónde guardar en caso de que algún guardia se le ocurriera registrar sus celdas.

Al llegar, hizo las respectivas llamadas y efectivamente todo estaba en orden, los trabajos estaban realizados, aunque solo uno no se había podido llevar a cabo pues el sujeto a quien le iban a pedir el pago de la deuda que tenía con él, estaba más que desaparecido e incluso hubo una explosión en su vivienda, que obviamente él provocó para no ser atrapado, así que iba a tomar un poco más de tiempo culminar con la orden.

Como todo estaba bajo control, el rey le devolvió el móvil a Yoongi y luego salió de la celda para ir hasta la oficina del alcaide y hacerle entrega del pago que tenía acostumbrado a darle cada vez que llegaba la mercancía. Todo era parte de un pequeño y sucio trato, le hizo entrega del dinero y el éxtasis y sin decir ni hacer más, salió por donde vino.

Las horas pasaron con rapidez esa mañana, ya eran las 12:00 pm y la  alarma sonó para que los reos fueran hasta el comedor a recibir sus alimentos, Taoki y Suga con sus nuevos menús, fueron hasta su mesa para degustar la comida, el mandamás tenía un plato con lasaña, ensalada y un batido de moras, mientras que el rubio una hamburguesa bien preparada con tres pedazos de carne, papas fritas y un vaso con soda de naranja.

Al terminar de comer, se levantó de la mesa para ir a su celda pues a las 12:30 pm Jungkook iba a ser regresado a la misma, por lo tanto, iba a darle la <<bienvenida»>.

Cuando llegó, su sorpresa fue que en la celda no había nadie ni había indicios de que alguien hubiese estado allí, se le hizo extraño, ¿ya eran las 12:43 pm y no habían traído a Jungkook? Joder, iba a tener que ir y hablar con Kan, es decir, con el guardia al que le dio la orden para llevarlo a confinamiento.

Salió de su celda un tanto molesto, lo enojaba sobremanera que los guardias se quisieran pasar de listos e hicieran las cosas a su manera y no como él lo pedía, caminó por los largos pasillos de la prisión hasta llegar a su destino, Kan chasqueó su lengua al ver al mandamás acercarse. ¿Para qué putas Kim estaba de nuevo por esos lares?

—¿Dónde está? —Preguntó con voz fuerte y firme.

—¿Dónde está qué? Lárgate de aquí. No queremos problemas.

—¿Dónde está Jeon Jungkook? No volveré a repetírtelo, Kan —El guardia tragó grueso al escuchar el tono con que el reo estaba hablando; pero, un momento, se supone que Jungkook debe estar en la celda así que ¿por qué estaba allí preguntando por él?

—Está en tu celda, así quedamos.

—¿Crees que si estuviera en mi celda hubiera venido hasta acá, maldito imbécil? —El guardia tenía cara de confusión, ¿por qué Jungkook no estaba en su celda? ¿Qué había pasado?

—No entiendo... Él ya debería estar allí —Taehyung estaba perdiendo la poca paciencia que tenía, si ese idiota de Kan estaba jugando lo iba a lamentar.

—Quiero a Jungkook a la 1:00 pm en mi celda. Si no lo veo allí, lo lamentarás Kan —Sentenció el mandamás antes de darse la vuelta e irse del lugar.

¡Carajo, estaba en problemas. ¿Qué había hecho el otro guardia del turno de la noche?! Claramente le dijo todo lo que debía hacer, entonces ¡¿por qué putas Jungkook no estaba en la celda de Kim?!

El mandamás se devolvió a su celda y esperó a que llegara la hora, durante la espera Yoongi llegó y vio a este sentado en su cama fumándose un cigarrillo con cara de pocos amigos. ¿Qué le pasaba? Taoki le explicó la situación, ¿A caso los guardias no podían hacer algo bien en la vida? Eran unos malditos y patéticos buenos para nada.

A Taehyung se le pasó la noción del tiempo, ya eran las 1:30 pm y Jungkook no aparecía. Era hora de enfrentar al imbécil de Kan, en ese momento, varios reos pasaron corriendo por el pasillo e iban en dirección a las duchas, al parecer una situación se estaba presentando allí, Yoongi y Taehyung salieron de la celda para ver qué ocurría y se dieron cuenta de que en aquel lugar habían muchos reos concentrados viendo quién sabe qué. La curiosidad de Yoongi era mayor que la de Taehyung, sin embargo ambos fueron para ver qué pasaba, al llegar, un fuerte murmullo se escuchaba, los reos se iban apartando para darles el paso, se adentraron al sitio sin cambiar sus miradas inexpresivas, una vez adentro se encontraron con un desnudo Jungkook tirado en el suelo en posición fetal y sumamente moreteado. Taehyung se puso realmente furioso al verlo así, eso no era lo que él había ordenado, las piernas de Jungkook estaban laceradas, sus brazos llenos de hematomas y su espalda con unas profundas marcas que parecían ser mordidas.

Yoongi miró de reojo a Taehyung quien no hizo más que apretar sus puños con fuerza y parecía que echaba humo por los oídos de la ira que tenía, luego dio unos cuantos pasos hasta llegar a Jungkook y cargarlo en sus brazos para sacarlo del lugar, Yoongi le seguía el paso mientras que los demás reos alrededor murmuraban, ¿Por qué hacía eso y por qué ese idiota estaba en esas condiciones? El que se lo folló, sí que la paso bien.

Una vez que llegaron a la celda del mandamás, este colocó a Jungkook en la cama. Estaba furioso, no, ¡más que furioso! Nadie, absolutamente nadie tenía que desobedecer sus órdenes o hacer lo que se les viniera en gana. ¡No señor! ¡Nadie tenía porque tocar lo que le pertenecía! El que hizo esto iba a pagar con su propia vida aunque tuviera que quemar esa pútrida prisión con todos adentro, Konapus ardería si era necesario, pero quien lastimó así a Jungkook iba a lamentarse hasta de haber nacido.

—Busca a Kan y haz lo que sea para que te diga el nombre del que hizo esto —Ordenó y el rubio  enseguida partió del lugar. Él se encargaría de buscar la manera para hablar con el guardia.

Taehyung se sentó en el borde de la cama, observando la paliza que le dieron en el rostro y sin contar el cuerpo, con suavidad intentó darle unas cuantas palmadas en el rostro para hacerlo despertar, sin embargo, este no reaccionó, estaba más que inconsciente, soltó un suspiro lleno de frustración y terminó por colocarle una sábana encima, se levantó de la cama y sacó de su bolsillo una cajetilla de cigarros para fumarse uno o unos cuantos mientras esperaba la respuesta de Yoongi.

Al cabo de una hora, llegó a la celda, Taehyung estaba recostado en la pared, exhalando el humo del décimo cigarro, por sus fosas nasales.

—Se llama Suk-Jun —Comentó al llegar a la celda. Taoki terminó de dar la última calada a su cigarrillo y lanzó la colilla al suelo para luego pisarla y dirigirse a Yoongi.

—Haré una llamada, trae el móvil.

Yoongi nuevamente salió de la celda y fue a la suya para buscar el teléfono celular, no tardó casi nada en regresar y le hizo entrega del mismo, este marcó un número y al segundo repique la llamada fue contestada.

—Dígame, jefe —Contestó un sujeto al otro lado de la línea.

—¿Dónde están ahora? —Preguntó sin mucho rodeo.

—Están en un parque a cinco cuadras de su casa. Ella lleva una camisa color rosa pálido y pantalones negros, la pequeña un vestido amarillo con flores verdes.

—Bien. Prepárate, puede que te llame otra vez para que hagas tu trabajo, no quiero errores —Culminó para luego colgar y hacerle entrega del móvil a Yoongi.

—Si no regreso en 40 minutos marca el número que quedó guardado y dile que lo haga —Dijo mientras miraba fijamente al rubio.

—Quédate con Jungkook por si despierta. —Salió de la celda y se dirigió hasta la oficina del alcaide, varios guardias intentaron detenerlo e incluso lo golpearon con sus macanas pero esto no era suficiente para detener a Kim Taehyung quien ya había entrado a la oficina, abriendo la puerta de esta con brusquedad y haciendo un estruendoso ruido.

—¿Pero qué mierda haces aquí?! —Gritó el alcaide enfurecido al verlo irrumpir de esa manera en su oficina.

—¡Y ustedes, malditos inútiles! ¿Qué coño hacen? ¿Por qué lo dejaron pasar?! ¡sáquenlo de aquí!

—Más te vale que me escuches, viejo.

—¿Qué puta madre quieres, Kim?

—Quiero que me entregues a Suk-Jun, lo quiero esta noche en el cuarto de duchas —El alcaide al escucharle se descojono de la risa.

—¿Y qué te hace creer que haré eso, maldito idiota? ¿Para qué quieres a uno de mis hombres?

—Para qué lo quiero no es tu problema, y por el bien de tu querida esposa que está en el parque con tu amada hija, haz lo que te digo —Amenazó. —No querrás que el lindo vestido amarillo que lleva tu hijita termine manchado de rojo, ¿o sí?

—Hijo de puta... ¡Cómo te atreves! —Gritó acercándose al reo para sujetarlo por el cuello de la camisa. —¡No vuelvas a amenazar a mi familia! ¡Estarás tres meses en El Hueco desde este instante, puto imbécil! —Taehyung, ni se inmutó ante sus palabras, mantuvo ese semblante inexpresivo y frío de siempre.

—Te advierto que si no salgo en media hora de acá, puedes ir despidiéndote de ellas. —Advirtió, haciendo que el alcaide palideciera.

—¿Qué? 

—Tú ni sabes dónde están ellas.

—¿Estás seguro? —Contestó con media sonrisa dibujada en su rostro. —Porque acabo de describirte perfectamente cómo están vestidas. Tu esposa lleva una linda camisa color rosa y ambas están en el parque a unas cinco cuadras lejos de su casa, si no me crees puedes llamarlas, viejo.

Taehyung no podía estar hablando en serio ¿o sí? El Alcaide soltó el agarre del cuello de la camisa de este e inmediatamente se metió la mano en el bolsillo para buscar su móvil y marcarle a su esposa, duraron un par de minutos hablando y al colgar el alcaide aventó su teléfono celular con toda su fuerza contra la pared, dejando inservible el aparato. ¡El estúpido reo tenía razón!

—El tiempo corre, alcaide. Entrégame a SukJun y tu esposa e hija no sufrirán un rasguño, tú decides, él o ellas.

—¡Hijo de perra!

—A las 10:00pm SukJun estará en las duchas —Respondió, no le quedaban más opciones, la vida de su familia corría grave peligro y lo sabía pues Taoki era un maldito desalmado, entonces, lo mejor era ceder. —Tu celda no se cerrará y harás lo que se te antoje con él, pero te advierto una cosa, si vuelves a venir por acá amenazando con hacerle algo a mi familia te sacaré las entrañas y colgaré tu cabeza en el medio del patio de la prisión. ¡¿Te quedó claro?!"

—No lo harás viejo, este es mi maldito reino y yo soy el rey no tú, que no se te olvides. 

Era cierto, él no podría hacer tal cos, sabía bien que si algo le llegaba a suceder a Taoki tanto él como su familia y trabajo se iría a la mierda, y no solo eso, terminaría encerrado allí ¡En Konapus!

—Saca tu culo de aquí. —El rey sonrió victorioso y también se dio la vuelta para salir de la oficina e ir a su celda.

Al llegar, se encontró a Yoongi  y a Jimin. ¿Qué hacía este allí? Lo miró con el ceño fruncido más no dijo nada. La rubia, quien estaba sentado a un lado de Jungkook, al sentir al rey entrar a la celda se levantó dando un pequeño respingo.

—¿Qué hace él aquí? —Preguntó a Yoongi, quien estaba de pie recostado en la pared.

—Se enteró de lo que le había pasado a Jungkook y vino a ayudar.

—Ya me iba. —Dijo haciendo una reverencia. —Perdón por molestar.

—Vete con él, quiero estar solo con el mocoso.

Yoongi asintió y salió de la celda junto con Jimin, se fueron al patio de la prisión. El rey cerró la celda y se sentó en el suelo, quedando frente a la cama, soltó un suspiro y sacó un cigarro de la cajetilla que llevaba en el bolsillo de su pantalón. Encendió el mismo con un mechero, al tenerlo en su boca, y le dio una profunda calada. ¿Qué puta madre le hizo SukJun a Jungkook? Ese imbécil lo iba a pagar caro, muy caro. Nadie toca lo que él marca como suyo y vive para contarlo, y menos a él, a su conejito, ese mocoso idiota que intentaba hacerse el duro con todos pero Taehyung sabia que ese enojo no era mas que una fachada, lo sabia bien, porque él era igual.

Pasaban los minutos y no daba señales de querer o poder despertar, pero después de otro rato más, al fin se removió entre la sabanas soltando pequeños jadeos de dolor, seguramente le dolían todos los huesos, se le notaba que había recibido una buena paliza, se puso de pie y se sentó en el borde de la cama, a un lado de Jungkook. Este aún no había despertado del todo, así que con suavidad le dio unas pequeñas caricias en el rostro para que reaccionara.

—Oye, despierta conejito —Le llamó bajito.

—Pequeño tonto bonito, abre los ojos.

—¿Qué? —Dijo en un susurro mientras abría sus ojos lentamente, viendo la imagen del rey frente a él.

—Vaya, al fin. —Suspiró de alivio.

—¿Qué pasa? ¿D-Dónde estoy? —Preguntó un tanto desorientado.

—En nuestra celda. ¿Recuerdas algo de lo que pasó?

—¿De lo que pasó? —Repitió en voz baja poniendo cara de confusión mientras se incorporaba en la cama para sentarse, en ese instante, sintió un dolor agudo en su espalda que por poco le impide moverse, claro, ya empezaba a recordar... Ayer en la noche un sujeto encapuchado lo sacó a rastras de la celda y lo llevó a quién sabe dónde, pues no pudo ver nada en el camino ya que le puso algo en la cara que le impidió ver.

FlashBack

—¡Maldita sea, suéltame! -Gritó furioso segundos antes de ser lanzado a una de las celdas de El Hueco. Al caer al suelo, el sujeto le quitó la capucha y de inmediato se posicionó encima de él, sujetándolo por el cuello de la camisa y propinándole fuertes golpes en el rostro.

—Me divertiré contigo, pedazo de mierda. —El hombre sujetó con fuerza de los cabellos a Jungkook y los halo hacia atrás, de modo que su cabeza chocó contra el suelo, no se desmayó, pero sí quedó un poco atontado, trató de huir, dándose la vuelta y arrastrándose un poco para salir debajo de aquél hombre que lo tenía dominado, el guardia soltó una pequeña risa y lo arrastró de nuevo a su sitio halandolo del pantalón, bajando a la vez el mismo de modo que su trasero quedó expuesto.

El sujeto llevó su mano hasta la nuca del reo y la sujetó con fuerza, de modo que la cara de este quedó aprisionada contra el piso, como pudo, se desabrochó el pantalón con su mano libre y separó un tanto las piernas de Jungkook para luego introducir con violencia y en seco su miembro en la entrada de este, arrancando de su garganta un grito de dolor que fue aumentando cada vez que aquel se movía y aceleraban las embestidas.

Jungkook intentaba forcejear y tratar de liberarse del agarre del sujeto, sin embargo era inútil.

—Quédate quieto! —Gritó furioso el guardia mientras lo continuaba embistiendo.

—¡Hijo de puta! ¡Te voy a matar! —Decía entre jadeos de dolor, ese sujeto le estaba haciendo un daño horrible a su ano. Pequeñas gotas de sangre comenzaban a deslizarse desde su entrada hasta caer al suelo, literalmente lo estaba desgarrando, el dolor era inaguantable, ardía y era asqueroso, solo pedía para sus adentros que ese maldito terminara de una vez.

El sujeto, luego de unas cuantas embestidas mas, se corrio dentro de Jungkook soltando un ronco gemido de satisfacción, el reo apretó sus puños con fuerza, como pudo, se dio un poco la vuelta y le estampó un fuerte golpe con el puño cerrado en la cara al maldito que osó violarle, este tambaleó un poco y chasqueó su lengua molesto, ¡ese mocoso lo iba a pagar!

Rápidamente lo sujetó de los hombros y le dio la vuelta para que quedara de frente, de inmediato comenzó a darle fuertes bofetadas y golpes con su puño, no solo en la cara, también por sus costillas y estómago, una vez que se detuvo, se puso de pie y comenzó a patearlo con violencia por su espalda y piernas. Jungkook, trataba de esquivar sus golpes, pero le fue imposible una vez que este sacó su macana y comenzó a darle una paliza con el mismo, así que ya ni se movía, el dolor lo había dejado casi en shock y por ende ya ni trataba de protegerse.

El sujeto dio un silbido y en ese momento, la puerta tras él se abrió y entró otro hombre también encapuchado.

—Ponte de rodillas —Exigió, el hombre que lo había violado y golpeado, Jungkook no hizo ni dijo nada, simplemente clavó su mirada en él y nada más.

—¡Dije que te pongas de rodillas! —Gritó furioso y le dio una patada en el estómago, haciéndolo toser del dolor. Después de recuperar un poco el aliento, con debilidad se puso de rodillas y este sonrió bajo la capucha.

—Ahora, será mejor que uses bien esa boquita —Dijo, dándole a entender que iba a meterle el pene en su boca.

—Si metes tu polla o la de él en mi boca, te juro que la arrancaré por completo de una mordida —Amenazó con voz firme mientras lo miraba con desprecio, el guardia no dudó en propinarle otro golpe pero esta vez en el rostro con la macana, partiéndole el labio inferior.

El hombre que había entrado, se fue bajando los pantalones y  se colocó tras él, sujetó sus caderas y empinó bien su trasero hacia arriba para penetrarlo con facilidad.

Jungkook al sentir la punta del pene de este hombre tocar su entrada, no pudo evitar morder el interior de su mejilla hasta que este lo penetro por completo, arrancándole un nuevo grito de dolor, nueva sangre comenzaba a deslizarse desde su entrada, recorriendo sus muslos hasta caer al suelo, SukJun le sostuvo el mentón y abrió su boca, tenia demasiadas ganas de que ese maldito mocoso le hiciera una mamada, pero no se atrevería a meter su pija en la boca de este después de tal amenaza, ¡No señor!

Luego se quedaba sin pene y adiós hombría, sin embargo, sí usaría su boca. SukJun tomó su macana y la introdujo en la boca de Jungkook, simulando que esta era un miembro erecto y él tenía que hacerle un oral.

Casi se ahoga al sentir esa porquería llegarle a la garganta y el guardia soltaba pequeñas risas, el sujeto que lo continuaba penetrando, no pudo evitar morderse el labio al sentir su miembro ser aprisionado en el cálido interior de Jungkook, era estrecho y la sensación era increíble, después de un rato largo, el sujeto llegó al orgasmo, llenándolo por completo con ese liquido espeso. Suk-jun sacó la macana de su boca y este cayó al suelo sumamente agotado y con la respiración entrecortada.

De su entrada se podía ver cómo salía el semen que ambos guardias habían depositado, la escena era "espeluznante".

Al terminar, los dos guardias salieron de la celda, dejando a un inconsciente Jungkook tirado en el frío suelo para regresar más tarde.

Al cabo de unas dos o tres horas, uno de los sujetos regresó con una filosa tijera guardada en el bolsillo de su pantalón y la macana en mano, cerró la puerta y vio con desprecio y molestia a  Jungkook, quien estaba acurrucado en una esquina temblando de pies a cabeza, ¡Qué patético niño!

Una vez que se acercó a él, lo sujetó de los cabellos y lo arrastró al medio de esa habitación, Jungkook lo agarró de las muñecas para soltarse más este le dio un fuerte golpe por la espalda con su macana, no conforme con eso, le dio varios más, también por sus brazos, cara y piernas, lo quería moler a golpes ya que debía «hacerle un nuevo corte de cabello».

Tu estúpido Taoki quiere que te veas hermoso, le susurró al oído mientras sacaba las tijeras de su pantalón y le halaba los cabellos. ¿Taehyung estaba detrás de todo esto? ¡Carajo!

En ese momento, el guardia comenzó a cortar grandes mechones de sus cabellos a la vez que estos caían al suelo, el hombre estaba masacrando el lindo cabello de Jungkook, no le hacía un corte, no. Solo estaba arrancando todo el cabello que podía y dejando solo las raíces totalmente disparejas.

Una vez que terminó, le dio un último golpe en el rostro, noqueándole en el acto, el hombre salió de la celda y no volvería hasta más tarde para devolverlo con Taehyung.

Fin del flashback

—Tú... ¡Maldito bastardo! ¡Tú me hiciste esto! —Gritó furioso. —¡Mandaste a ese hombre para que me violara y golpeara!

—Yo no ordené esto. —Dijo con seriedad.

—¡Cállate! No sé que mierda te he hecho para que me hicieras algo así... Ojalá te mueras Taehyung, ¡hijo de puta! —Terminó con lágrimas en los ojos.

—Oye, te repito, yo no te envié a El Hueco para que te hicieran esto. —Simplemente te iban a encerrar allá, amenazar y «cortar el cabello, es todo.

—El cabello... Oh claro, ¿Te gusta cómo he quedado, maldito? ¿Te gustó saber cómo esos dos tipos me violaron? ¿Eh? ¡¿Te encanta eso, jodido imbécil?!—El rey no podía entender, era cierto lo que le dijo, solo un guardia debía llevarlo a El Hueco, amedrentarlo y cortarle el cabello, en ningún momento ordenó que abusaran de él ¡y menos dos hombres!

—¿Dos? —Preguntó. A parte de SukJun había otro pero ¿Quién era?

—¡Sí! ¡Dos! Maldita sea... Me quiero ir de aquí, no quiero verte la puta cara. ¡Quiero salir de esta jodida pesadilla, con un demonio! —En realidad estaba más que molesto, se encontraba en un estado de confusión, tristeza e ira, solo quería salir huyendo y estar tranquilo por un minuto.

—Quiero... Quiero morirme. No soporto esto... No he soportado nunca las órdenes de Sergei —Confesó llevando ambas manos a su rostro para taparlo pues no quería que Kim lo viera en ese estado, estaba a punto de llorar.

—Solo quiero estar en paz. ¿Qué cosa horrible hice cuando niño para merecer toda esta mierda? —Dijo en voz baja. —No es justo.

En ese instante, no pudo contenerse más y se quebró, estaba muy afectado, desde niño pasó por las peores situaciones causándole un gran trauma emocional, y ahora, estaba encerrado en el peor lugar, lejos de su natal Corea del Sur y condenado a estar allí toda la vida... Desde que llegó a prisión no ha tenido un solo momento de descanso, acababan de violarlo y dejado como la mismísima mierda. ¿Qué más faltaba?

El rey se sorprendió por las palabras de Jungkook, aunque habían ciertas cosas que no entendía como por ejemplo quién putas fue el otro hombre que lo violó y segundo, quién rayos era Sergei y ¿Por qué seguía órdenes de ese sujeto? Pronto lo averiguaría, por ahora, lo mejor era ¿calmarlo un poco? ¿Pero cómo? Él no tenía tacto para consolar a la gente y menos cuando lloraban. ¡Joder, se la puso difícil!

—¡No llores conejito! —¿En serio? ¿Eso era lo mejor que tenía para decir?

—Traeré a alguien de la enfermería para que cure tus heridas y yo.... Yo te juro que los haré pagar.

—Me importa una mierda lo que hagas y ni te molestes en traer a nadie, no lo necesito y menos tu lastima. —Respondió secando las lágrimas de su rostro.

Taoki no le respondió, estaba seguro que respondería algo así. Sin decir más, se puso de pie y salió de la celda no sin antes cerrarla, caminó por el pasillo y detuvo a un reo que pasaba, dándole la orden de ir rápido a la enfermería y que trajera a alguien a su celda, este salió de inmediato a cumplir lo que el rey le había dicho, mientras que este iba al patio de la prisión para buscar a Yoongi, hallándolo en las gradas hablando con la rubia.

—Yoongi —Llamó, una vez que llegó a las gradas. —Ven.

—¿Qué pasa? —Preguntó mientras se acercaba. —¿El mocoso despertó?

—Sí.

—¿Me puedes explicar qué está pasando? Lo mandaste a El Hueco para que le hicieran eso y...

—Eso no fue lo que ordené— Le interrumpió. —No tenían que hacer eso y además, SukJun no actuó solo.

—¿Ah no? ¿Quién más? —Preguntó con sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—Aún no lo sé. Pero esta noche haré hablar a ese infeliz.

—Esto... Disculpen —Habló un tímido Jimin tras Yoongi. No pudo evitar escuchar la conversación de los reos.

—Taehyung ¿Jungkook despertó?

—Sí

—¿Puedo verlo? Ese pobre chico se nota que está muy mal-Dijo, haciendo que el rey soltara un suspiro.

—Ve. Y aprovecha a quedarte con él cuando llegue la persona de la enfermería, si voy, estoy seguro que ese idiota no querrá que lo revisen. —Jimin asintió con su cabeza y salió con pasos rápidos del patio hasta llegar a la celda del rey, encontrándose a Jungkook arropado con las sabanas y acurrucado hacia la pared.

—¿Jungkook? —Llamó con suave voz una vez que abrió la reja de la celda para pasar. —¿Estas despierto?

—¿Qué quieres, Park? 

—¿Cómo te sientes?

—De maravilla, ¿no se nota? —Contestó con sarcasmo.

—Lo siento... Ya me imagino cómo.

—No te disculpes solo... Ando un poco tenso, perdón —Jimin ya estaba conociendo el temperamento de Jungkook así que no se le hizo raro su respuesta, aprovechó de sentarse en la cama, a un lado de este mientras veía su cabello tan maltratado, había que ayudarle con eso y con sus heridas del cuerpo obviamente.

—Taoki dijo que vendrá alguien de la enfermería así que... —¡Ese imbécil de Kim puede irse a la mierda! —Interrumpió con un grito furioso.— ¡No necesito de su ayuda! ¡Por su culpa estoy así! Él envió a esos tipos para que me hicieran esto ¡¿y ahora viene a ayudarme?! ¡Qué le den por culo! —Culminó sujetando con fuerza las sabanas, en serio estaba molesto. Jimin parpadeó un par de veces al escucharle pero algo tenía que dejar claro.

—Oye... Por lo que oí, él no planeó esto.

—¿Y tú crees eso?! ¡Por favor, Jimin! —¿A caso era un ingenuo? ¡¿Cómo podía creerle a ese idiota de Taoki?!

—Escúchame. Si Taoki fuese el autor de toda esta mierda no estaría moviendo un solo músculo para ayudarte —Aclaró. —Justo ahora estaría riéndose en tu cara. ¿Sabes lo qué hizo cuando te encontró en las duchas? -Preguntó mirándolo fijamente a los ojos. —¡Enfurecio y él mismo te cargo en sus brazos y te trajo hasta acá! ¿Tú crees que el gran Kim Taehyung ayudaría a un reo a quien supuestamente planeó encerrar en El Hueco para que le hicieran esto? ¡Te habría dejado allí tirado! El no hace estas cosas. El mandamás nunca... Nunca ha hecho «algo» por ayudar a alguien. Así que sí creo en lo que dice— Dijo totalmente convencido.

Jungkook frunció en ceño y agachó su mirada, ¿en verdad podía creer eso? ¿Será cierto que él no planeó tal cosa? tenía que convencerse de ello.

—Sé que puede parecerte extraño toda esta situación pero... Puedes creer en lo que te digo.

—No lo sé, mimi, tengo que asegurarme de que en verdad ese imbécil no tiene nada que ver con lo que me hicieron —Jimin entendió que estaba confundido y era mejor no insistir, él mismo debería darse cuenta de las cosas.

Pero, ¿seria completamente cierto que Taoki no planeó nada de aquello? ¿O solo estaba inventando todo para hacerle creer a Jungkook que él era un «buen sujeto» y que además se preocupaba por la situación de este?




Continuará...


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