Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4- Risos dorados y miradas inquietas

Se retorcían y tocaban en lugares que nunca antes se atrevieron a imaginar. Las lamidas de Kyo en su abdomen le hicieron estremecerse por completo. Las delicadas caricias que hacia en círculos alrededor de sus ya endurecidos pezones le hacían sudar y le agitaban cada vez más la respiración. Lleno de deseo, Yuu enterró sus dedos en la profunda melena obscura de Kyouhei, pidiéndole que siguiera al oído. Aun a través de los obscuros jeans de Kyo se sentía aquel duro miembro rosar contra él. 


-Dime cuanto lo deseas y seguiré…- Kyo mordió con sensualidad el lóbulo de la oreja de Yuu, y este ya no pudo reprimir más un gemido extasiado.


-Me he esperado más de cinco años ¿Cuánto crees que lo pueda desear? 


Un pequeño sentimiento de culpa invade el pecho de Kyouhei, y en un impulso desenfrenado, beso con salvajismo y ansias los suaves y ahora tan deseados labios de Yuu. Jamás había besado a nadie como lo hizo en ese segundo, jamás se sintió tan atraído por alguien, jamás se había sentido con tanta necesidad de estar junto a alguien, simplemente jamás había querido a nadie como a Yuu; que tonto había sido al haberlo lastimado tanto.


-Creo…creo que te amo.-Susurro Yuu en mitad del beso.
 El corazón de Kyo latió aun más feroz, mas intranquilo. ¿Qué fue lo que acababa de escuchar? Lo besó aun con más intensidad mientras sentía un extraño nudo en la garganta.
 Sin terminar con aquel desenfrenado beso, dirigió sus manos a los temblorosos muslos de Mayasaki, y por segunda vez en aquel agitado día, intento desabrochar su cinturón a toda velocidad. Esta vez, Yuu no puso resistencia alguna, tras unos segundos de andar luchando contra aquel necio pedazo de resorte pudo apreciar aquel bulto hinchado que se erguía con orgullo aun cubierto por los boxers de los cuales planeaba deshacerse de un solo mordisco. Kyouhei se relamió los labios dejando su imaginación volar. 

Los dos se sobresaltaron al escuchar que la puerta principal se abría. Se pusieron de pie de un solo brinco y Yuu se puso los jeans como pudo. 


-¡Miren nada más! Kyoha venido a…-hipo- …visitarnos.-La mujer se acerco tambaleándose a Kyo y a su hijo semidesnudo, que la miraba atónito.-Vaya, vaya. Te has puesto muy lindo, Kyo.-Un hombre de rostro duro y algo más joven que su madre se asomo por la puerta. El nuevo novio de Ayame, la madre de Yuu.-¿Cuándo fue la ultima vez que lo vi?-Pregunto a su hijo mientras daba una palmadita en el ruborizado rostro de Kyouhei.


-Pues, cuando llegas a venir a casa, vienes más que tomada. Aunque él este o no aquí, tú no te das ni por enterada.-Le contesto Yuu con desdén y un tono irritado. “Jamás vienes, y hoy que podría estar ¡MUY! ocupado y haciendo algo ¡MUY! productivo vienes a joder”


-¡Oh, vamos! Niño mío, no seas tan cruel.-Yuu se terminó de ajustar bien los pantalones mientras observaba como su madre, en un mareo, se recargo en la pared.


-Cariño…-El hombre robusto que acompañaba a Ayame le tomó por los hombros.-Me parece que hemos interrumpido algo, linda.-El hombre miro de arriba abajo a los dos jóvenes que tenia enfrente. Sus ropas arañadas y arrugadas….o al menos lo poco que quedaba de ella.


-No tiene nada de malo que una madre entre en la habitación de su hijo. Además Interrumpir ¿Qué?-Ayame también los barrio con la mirada; y tras unos segundos en blanco pareció entender todo. La mujer soltó una risa entre maliciosa y nerviosa; y a trompicones y empujones dirigió a su novio a la salida del cuarto.-Suerte, corazones. No se lastimes demasiado.-Y despidiéndose con un ultimo guiño coqueto, cerro la puerta tras de si.



El silencio que le siguió a esa incomoda visita acabo por completo con aquel intenso calor de apenas minutos antes. 


-Mierda.-Yuu se tiró en la cama y soltó un inquieto suspiro.
-La segunda oportunidad en el día para…actuar, y la misma segunda vez que no se nos logra.-Kyo se sentó a su lado y le dio una palmadita en la suave y desnuda piel de su pecho en forma de animo.

-Veo que tu madre lo tomo muy bien.


-Así es ella. Tiene una mente abierta, además de que venía ebria y no le importa mucho lo que haga o deje de hacer.-Contestó encogiéndose de hombros.


-Bueno…me alegro que no tengamos problemas por esa parte.-Kyo termino por recostarse también .

Sus miradas aun llenas de sentimientos se cruzaron. Y tras una amorosa sonrisa, se giraron para verse a la cara el uno al otro y se tomaron de las manos.


-Que día tan mas alborotado.


-Ni me lo digas.-Kyo le acaricio la mejilla a Yuu apartándole uno de sus dorados mechones del rostro.
-Prométeme una cosa.


-¿Qué?


-Que cuando abra mis ojos al amanecer, te tendré a mi lado; y que no pasaras por alto lo que te he confesado el día de hoy. 



Kyo lo miró por unos segundos sin saber que contestar; y opto por sonreí y darle un fugaz beso en la mejilla.


-Te lo prometo.-Dijo al fin mientras se acurrucaba a su lado y le obligaba a abrazarle.




A la mañana siguiente, Yuu abrió los ojos lleno de desesperación. Miró a su alrededor alarmado, y el corazón le latió desbocado cuando afirmo que, efectivamente, Kyo seguía a su lado.


-Hola guapo.-Le agito por el brazo haciendo que a regañadientes abriera los ojos.


-¿A quien le dices guapo? Tonto.


-Que agresivo.


-No seas tan cursi ¿Quieres?


-Vale, vale.-Yuu negó con la cabeza y agitó las manos en el aire.


-Bien.-Kyo asintió con la cabeza y se incorporo estirando los brazos.

-Que bien que he dormido. Te cambio tu cama por la mía.


-No gracias, la tuya es muy dura para mi.


-¿Sabes que más es duro?-Yuu se ruborizo al instante y se encogió tímidamente.


-No…no empieces con tus cochinadas tan temprano.


-¿Quién habló de cochinadas?-Kyo arqueo una ceja y tras esto soltó una carcajada.-Mira que te has vuelto todo un pervertido. Yo hablaba de mi almohada.


-¡Bah! Ahora no me quieras ver la cara de tonto.-Haciendo un puchero, Yuu se cruzo de brazos y desvió la mirada.


-Anda, deja de hacer tus berrinches y dame algo de comer que muero de hambre.



Tras unas tostadas con mermelada y un rápido café, se dirigieron a el colegio con pasos flojos. No cavía duda que los dos preferían quedarse en casa a hacer de todo menos estudiar.


-¡¡Kyou-hei!!-Un gritillo agudo se escuchó a lo lejos. Una chica de melena larga, risada y color del sol se aproximaba a la pareja dando chistosos saltitos infantiles.-¡Buenos días!


-Hola, Sakura.-Saludó Kyo tímidamente con la mano.


-Hola Mayasaki-Saludó la muchacha pero con un tono ya no tan alegre.


-Hola-Correspondió Yuu fríamente fulminándola con la mirada.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: