Nunca debí
Hoy besé al aire
Y sus labios me dieron más calor que los tuyos
Y su brisa fría me estremeció más que tus manos
Y su compañía me lleno más que la tuya
Entonces me di cuenta que yo no fuí el problema, lo fuiste tú.
Después de tanto comprendí que nunca debí odiarme, y nunca debí amarte.
Jamás tuve que llorarte,
así que perdón a mis mejillas por destrozarlas cada noche o madrugada.
Perdón a mi cuerpo por no amarlo como debía.
Perdón a quienes me amaron, pero los ignore por cuidar tu caos.
Perdón a mí, que olvide quién era y me desconocí tanto que olvide cuánto valgo.
Gracias a la soledad que me regalaste descubrí que nunca debí amarte.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro