×Epílogo×
-Tete, creo que deberías poner esa caja en otro lugar. Está ocupando bastante espacio.
Ambos mejores amigos estaban concentrados en terminar todo. Actualmente JungKook y TaeHyung habían comprado una casa para ambos, de hecho ya estaban acabando la mudanza.
La casa era de un tamaño promedio, mediana, no demasiado grande y de ninguna manera pequeña.
-Tienes razón. Pero la verdad, se lo dejaré a JungKook por haberme robado mis fideos en la mañana.
Con una pequeña sonrisa se suficiencia, dejó aquella caja en ese lugar y tomó la mano derecha de JiMin para ir hacia la habitación de invitados donde estarían tranquilos.
Sabe que YoonGi y Kook se estaban encargando de las cosas del jardín, pero bueno, una pequeña caja no hace la diferencia y de ser así, se encargaría él mismo más tarde. Pero por el momento, estaba más empeñado en pasar tiempo con su amigo.
-MiMi, últimamente tu olor es bastante dulce. -Y era cierto, si bien JiMin solía tener su aroma siempre dulce y encantador, en los últimos días se hacía hecho casi empalagoso- No quiero sacar conclusiones pero ¿Te has hecho una prueba de embarazo?
Las mejillas grandes del contrario se tiñeron de rosa casi inmediatamente terminó su especulación.
No sabe de qué se avergonzaba, si desea hace años tenían una vida sexual activa esos dos. Más le sorprende el hecho de que se aguanten tanto para tener hijos.
-Yo... No. Eres el primero en sacar esa conclusión... Yoonie no me ha dicho nada parecido, siempre dice que huelo bien aunque... Últimamente quiere estar pegado a mí siempre y no deja de impregnarme con su aroma, bueno, más de lo normal.
Jugó con sus deditos y se levantó para cerrar la puerta, no quería que los demás escuchen, en dado caso de que aquello sea verídico, pero necesitaba ir a atenderse en un hospital primero. Debería descartar opciones.
-Eso es una señal, deberías ir ahora mismo. Busca a ese gruñón y dile que se te había olvidado una cita para hoy, entonces cuando estés seguro le das la noticia y si no, dices que fue un chequeo general.
Se encogió de hombros y observó a su rubio amigo. Tenía razón, eso haría, y aunque le ponga de punta los nervios, era lo necesario. Aún no se imaginaba con vida en su cuerpo, pero hay que estar seguros, porque a decir verdad, su Alfa había estado queriendo renovar la marca bastante seguido.
Aquello lo sonrojó de nuevo y abrazó a su mejor amigo como una pequeña despedida temporal, igual, lo llamaría desde que sepa algún resultado y estarían hablando de eso, quizás hasta pase por la casa de nuevo aprovechando que vivían cerca.
-Deseame suerte. Hablamos más tarde, Tete.
Salió casi corriendo de ahí y Kim solamente ríe negando con gracia. Se le hace bastante tierno que sea el primero en darse cuenta de que el lindo chico posiblemente ya esté en cinta. Es demasiado conmovedor.
Pero aunque quisiera seguir halagado lo hermoso que se veía JiMin siendo un manojo de nervios, necesitaba algo de comer luego de un día tan cansado, y sabe que su alfa idiota también necesita ingerir alimentos, así que como todo buen compañero de vida, se preocupó por la salud ajena y fue directo a la cocina para ver qué podía hacer ahí.
Al final, había quedado con el antojo de los fideos que le habían robado. Por lo que decidió que cocinaría eso. Nunca estaba de más comer lo que el cuerpo pedía.
Puso a calentar el agua y comenzó picar los vegetales, realmente era feliz y estaba más tranquilo desde que él y Jeon habían formalizado su relación, incluso cuando le pidió matrimonio. Aún no se han casado, será más adelante, pero puede decir que no esperaba llegar tan lejos pero lo estaban haciendo, algo acelerado ya que solo han pasado unos meses desde que comenzaron el cortejo, pero al final, hace años que habían estado destinados a ser.
-Huele bien.
Maldita sea.
-Un día de estos vas a hacer que te clave un cuchillo, JungKook.
¿Porqué lo decía? El alfa tenía esa maña de aparecer cuando uno menos lo esperaba, llegaba en silencio como un cazador y para cuándo podía darse cuenta ya estaba ahí. ¿Cómo iba a notarlo si estaba tan entretenido?
-No lo harías, el lobito en tu pecho no dejaría que me hagas daño.
Giró los ojos al escuchar eso y solamente lo mandó al demonio con un solo gesto de manos. Cosa que le sacó una carcajada al menor. Parecía todo un niño, de verdad.
-YoonGi y JiMin se fueron ya... Y la casa es toda nuestra, Tae ¿Sabes las cosas que podríamos hacer aquí?
Inquiere pasando los brazos por la cintura del mayor quien solamente ríe bajo y niega. No es como que sea la primera vez que el contrario se insinúa para que tengan algo.
De hecho, casi siempre lo estaba haciendo. Dejaba salir su aroma para que se sienta más atraído, pero se le olvidaba que Kim TaeHyung tenía algo que se llama resistencia y era terco. Además, no lo dejaría ganar siempre.
No es como que no hayan tenido relaciones ya. Luego de meses estando junto, celos y celebraciones, obviamente habían intimado más veces de las que podía contar con sus manos. Pero eso no viene al caso.
-Bueno, una de las cosas que puedes hacer es tomar la caja que dejé en la sala y llevarla a otro lugar donde no estorbe. Realmente me estarías haciendo un maravilloso favor, Kookie.
Fue presenciador de la manera en la que el contrario soltaba un gruñido y bufaba para ir hacia donde lo habían enviado. Sí, Kim amaba eso.
La verdad no podía quejarse del alfa tonto, porque era bastante servicial y hasta aveces torpemente bonito. Ciertamente se negaba a pocas cosas de las que lo mandaba, era incluso cómico el cómo habían terminado de esa manera.
-TaeTae... Ya moví la caja, pero aún siento que no me has prestado la suficiente atención. Merezco atención, soy un alfa en crecimiento.
Kim dejó lo que hacía para darse cuenta y encarar a su pareja. Cruzándose de brazos en el proceso y entrecerrando sus ojos.
-Si con atención lo que quieres es que tengamos sexo entonces olvídalo, estoy cansado y no lograrás hacer nada a menos que yo quiera. Eso o muy buen puedes aprovechar siendo "un alfa en crecimiento" e irte al baño y resolver con los manos.
La cara de indignado que puso su prometido valía oro, en verdad que valía cada pequeño gramo de oro en la tierra. Pero no dijo nada, solo se volteó y siguió en lo suyo.
Escuchaba vagamente cómo el más alto recorría la cocina de un lado a otro, seguro matando el tiempo.
Una vez que terminó la cena, observó al contrario y se acercó para abrazarlo, no quería seguir viéndolo dar vueltas aburrido por todo el lugar como si no hubiese nada mejor que hacer.
-Oh vamos, Kookie, no puedes pretender que nuestra relación se va a basar solo en bajarnos la calentura. Admito que me gusta. Pero este no es el momento, lo que quiero es disfrutar nuestra casa.
Un bufido es lo que gana en respuesta a lo que dijo, pero aún así correspondió el abrazo y le sonrió al mayor.
-Aún así, una buena manera de estrenar la cama es así. No deberías privarme de algo como eso. -Besó el lunar en la nariz ajena y se ganó una risa en respuesta- Es en serio, Tae.
El mayor rodó los ojos y acomodó su cabello que ahora era negro en vez de azul, creía que era hora de darle un descanso a su cabeza porque tanto azul iba a dejarlo calvo.
Igual, nadie le había dado el visto malo a su cambio, por lo que se sintió incluso bien pues había recibido varios halagos y la mayoría de su querido prometido.
-También estoy hablando en serio, Kook. -Besó la comisura de los labios ajenos jugando con el cabello castaño de este- Pero... Supongo que podría considerar tu repuesta.
Los ojos expresivos del más alto brillaron como siempre hacían cuando conseguía lo que quería. Era algo único de Jeon, no entendía cómo lograba ese efecto, solo sabe que solía suceder a menudo.
Este aplaudió como un pequeño que había obtenido un nuevo juguete y de inmediato quiso lanzarse a los labios del mayor. Eso, si este no le hubiese puesto una mano delante para detenerlo.
-Acabo de recordar que quedé de hablar con MinMin y de hecho, ya casi está por llamarme, así que tendrás que aguantar a otro día, Kookie~ pero hey! No te desanimes. Ya tendrás tu momento, mientras tanto, existen las manos.
Como si hubiese sido una invocación, el celular comenzó a sonar avisando la llamada entrante.
JungKook comenzaba a odiar al Omega mejillón, no podía creer que lo estaba traicionando aún sin saber que lo hacía.
Se sentía ofendido y usado, iba a expresar eso. Pero para cuando se dio cuenta, su hermoso prometido ya estaba corriendo y chillando mientras hablaba con JiMin de quién sabe qué.
Sería otro día de abstinencia para el castaño.
Pero solamente se dedicó a sonreír.
Esa esa la vida que quería. Lo que necesitaba, era feliz y sabe que lo seguiría siendo, aún más cuando logre efectuarse la boda y contraiga matrimonio con su inhumanamente hermoso Omega.
Mientras tanto, podía disfrutar de muchos más pequeños momentos así, donde lo veía totalmente feliz y animado corriendo por la sala de un lado a otro.
Sin duda amaba a TaeHyung.
Y TaeHyung sin duda amaba a JungKook.
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