×Cinco×
Fue complicado convencer a su jefe de hacerle una sesión de fotos en una sala de artes. Pero lo había conseguido.
Contra cualquier pronóstico, era Kim quien quería acercarse a Jeon de una vez por todas aunque sienta que se va a quebrar de camino. Pero le había prometido a una parte suya que lo haría, y él no quería fallarse.
Otro golpe de suerte fue que JiMin ya le había comentado sobre el sitio donde trabajaba JungKook, De hecho era bastante elegante.
Para ese día, tenía varios conjuntos de ropa, le tocaba una línea de otoño así que su mayoría, eran colores fríos o bastante opacos que sin duda no iban lejos de sus gustos.
Pero su mirada iba ansiosa de una parte a otra buscando el causante de su idiotez repentina, no lo alcanzaba a ver, tampoco lo olía. ¿Se ha equivocado de lugar?
Es una posibilidad, pues si bien ese fue el lugar que mencionó JiMin, puede que ya no trabaje ahí, hace meses que se le había salido decirlo y por alguna razón la dirección siempre retumbó en la cabeza de Kim.
-Hey, TaeHyung, quiero presentarte a un amigo, es quien nos permitió venir aquí hoy. Jeon, saluda a mi modelo estrella.
El aire le faltó en el exacto momento en que JungKook lo vio con una sonrisa que podía ser más bien ¿Forzada? ¿Qué estaba sucediendo?
Aún así tenía modales. Por lo que extendió su mano sonriendo ampliamente esperando ser correspondido, cosa que pasó, pero fue de manera fugaz.
No tenía sentido.
Nunca le molestaba ser ignorado. ¿Porqué de repente su humor había caído? Quizás se debe al hecho de que había pasado las mil y una solo para llegar hasta ahí y no pensaba irse sin tener una explicación de ese maldito aire cortante.
-Bien, ve por el primer atuendo, para las primeras fotografías hemos decidido que usarás anaranjado, café y verde. Anda, no tenemos todo el día, por suerte JungKook se tomó la molestia de preparar sus cuadros que se asemejan a tu estilo y conseguiremos unas buenas fotografías.
Acatando la orden. El Omega simplemente se retiró tomando las prendas de aquellas tonalidades. Fue extraño no sentir la penetrante mirada oscura del alfa sobre él. Normalmente o bueno, cuando estaban juntos en la universidad, cada acción en TaeHyung era seguida de cerca por JungKook.
Una vez listo, se acercó hasta el cubículo que daría tema a sus capturas mientas el solo se dedicaba a posar como siempre hacia.
Para la primera toma, se sentó en una silla algo rústica, parecía tejida en ramas de roble aunque la vista era brillantes cual almíbar en un postre.
Cruzó sus piernas llevando un pincel de madera a sus labios y miró al horizonte mientras dejaba el mentón en alto y un rostro perdido para poder ser captado de las mejor manera.
El fotógrafo halagaba su desempeño mientras el alfa castaño solo miraba sin decir nada y buscando los siguientes lienzos.
Para la siguiente toma, los colores habían sido desde el negro hasta el beige y blanco. Nada demasiado llamativo pero elegante.
En este caso, Kim se apoyó en una mesa Llena de libros mientras en el suelo reposaban hojas secas simulando la estación por la cual estaba ahí.
Sus manos acariciaron una pluma y una pequeña sonrisa pintó sus labios que ahora tenían un color semejante al foral que los cubría.
Asi, el flash de la cámara se hizo presente repetidas veces hasta que todos había quedado satisfechos con los resultados.
Última toma, para esta, llevaría un conjunto simple de color rojo vino, una boina cubría parte de su cabeza y el labial casi carmesí hizo sus labios apetitosos como una cereza recién madura. Era irónico según los ojos de JungKook, pues el aroma de TaeHyung iba muy bien con aquel estilo, claro, si quitaban el cabello llamativamente azul que quitaba protagonismo a sus brillantes labios.
Para esa toma, su pose fue más encantadora. Tomó un pincel y un lienzo en blanco, luego usó un tomó carmesí para trazar una gruesa línea que dejó a su paso pequeñas gotas bajando lentamente, su postura era erguida y una suave sonrisa adornó su rostro mientras mirada directo a la cámara, así habían pasado unos minutos cuando ya no quedaba más por hacer. Todo habías salido excelente o al menos laboralmente, porque lo demás fue un fracaso total.
Fue hacia el cuarto que había usado para vestirse y en seguida cerró la puerta tras su espalda. Golpeó el labial coral de forma frustrada y este término cayendo en el suelo sin que nada evitase que se quiebre.
-No deberías engañar a los demás así, TaeHyung. ¿Qué ha pasado con esas sonrisas falsas?
Su corazón casi sufre un paro cuando se dio la cuenta sintiendo a Jeon más cerca de lo que debería. ¿Cómo y cuándo había entrado? Mejor pregunta ¿Porqué no se dio cuenta de que estaba allí?
-No te importa lo que haga, es trabajo y a ellos les gusta así.
Los ojos del menor seguían siendo duros, algo estaba muy mal, pero no sabe de qué se trataba.
-¿Quién era ese alfa que estaba contigo antes? Por el que me ignoraste.
Oh, así que era eso.
Su rostro también se endureció y apretó los dientes tomando espacio y poniendo límites entre ellos.
-Lo sabrías si prestaras más atención a las cosas. -Escuchó al Alfa chasquear con su lengua y acercarse más nuevamente, aquello no le gustaba, se sentía como una maldita presa- No puedes venir solamente y hacerme esas preguntas, no te pertenezco.
Aquello fue un golpe bajo para ambos. Más para Jeon que para Kim. Pero su modo de defensa de había activado y la mejor manera de protegerse era lastimando al otro hasta hacer que se vaya.
-Pudimos ser pareja. Pero tú aún te niegas a tenerme cerca. ¿Te da miedo ser querido? ¿Es eso? O simplemente es que estás saliendo con alguien. Solamente dime para poder dejar de seguirte siempre y cortar esto de una vez. -Dejó sus rostros muy juntos, ambos podían sentir la respiración ajena- No quiero estar toda la vida detrás de un imposible, no me hagas daño, si no me quieres contigo entonces termina de alejarme.
Quería gritar que no, que no deseaba alejarlo y solo quería entender qué es lo que pasaba entre ellos. Pero las palabras no salían y sus ojos solo lo miraban como si aún estuviese molesto.
-No es mi pareja. Es el novio de Hoseok. Y estoy aquí porque decidí venir, bien pude negarme a esto y simplemente no verte, sabía que trabajas en esta sala de artes.
En parte no era mentira, bueno, no completamente, el había sido quien propuso aquella salida pero si se hubiese negado a si mismo no estaría en ese lugar así que no todo fue falso, solo eran alguna mentiras blancas.
-Crei que sería bueno hablar. No me gusta como estamos, eres idiota, pero te conozco desde hace años y odio la relación tensa que llevamos.
El menor lo observó dudoso. No era lo que quería en absoluto, eso solo complicaría las cosas. Lo sabe, sin embargo, la gente enamorada es estúpida y él quería estar cerca de Kim, así que hizo lo que siempre hacia.
Tomar las migajas que le daba y hacer de ellas un banquete.
Esa excusa fue suficiente para hacer que el más alto corte la distancia. Y abrace al mayor.
-Alfa... Almendrado.-
Las palabras ansiosas de su lobo solamente hacían eco en su cabeza. ¿Desde cuando el mocoso olía tan bien?
No quería dejarse llevar por sus instintos más bajos. Pero no evitó tampoco inhalar algo de esa peculiar y suave fragancia que desprendía el castaño.
Solo fue un abrazo.
Corto, porque más temprano que tarde llamaron a la puerta esperando la salida del modelo.
Porque en serio habían quedado con ganas de más.
Pero fue hora de irse y más dudas invadieron al Omega. ¿Qué estaba haciendo? ¿Porqué tenía tanto miedo de JungKook cuando estaban lejos pero no quería separarse cuando estaban cerca?
No le gustaba para nada la forma en la que el alfa había logrado obtener lo que quería. De él solo por mirarlo enojado.
No quería revivir el pasado donde solo servía para atender a aquel alfa que una vez llamó padre y que solamente lo hizo sentir el desperdicio más grande del mundo.
-No lo pienses tanto. Vas a arruinarlo, hemos esperado años, no quiero esperar más-
Otra vez quejas de su lobo, se estaba hartando de que solo hable para esas cosas. En vez de quejarse debería servirle de apoyo emocional.
-Necesito hablar con JiMin.
Sí, eso es lo que necesitaba. Quizás con una conversación estaría seguro de lo que le sucedía. Sabe que era, lo sabe muy bien, pero quería seguir negando y bloqueando la posibilidad que era más que obvia.
Por su parte, JungKook seguía mirando el atardecer, sus dedos estaban llenos de pigmentos grises, rojos, violetas y blancos. ¿Qué Tenía tan perdido a TaeHyung? ¿Qué Lo hace estar asustado y porque siente que algo no andana bien?
Cuando terminó con el lienzo lo dejó a un lado secando y miró sus manos. Era extraño, esos colores juntos nunca habían sido usados por él para el mayor de ambos. Nunca. Normalmente eran tonalidades de lo gélido a lo ardiente en un segundo. Ahora eran simplemente colores mediadores que lo dejaban todo en el aire. Asi parecía estar aquel Omega, tan pedido y tan frustrado.
¿Qué estaba pasando?
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