×Catorce×
La lluvia seguía sin dar tregua. La verdad es que tampoco esperaba por completo que se apacigüe.
Caminaba por las calles casi desoladas con un paraguas y un abrigo que cubría toda la piel a su alcance, aún así, no era suficiente.
Porque las fuertes ventiscas estaban amenazándolo con robar su paraguas y arrastrar en diferentes direcciones el agua para que ni siquiera su abrigo pueda protegerlo de eso.
Pero no tenía otra opción más que seguir su camino hacia la casa del menor, la suerte es que no estaba tan lejos, la mala suerte, que ese tiempo tan tempestuoso lo hacía ver como una misión imposible.
De igual forma, no había ningún taxi disponible, tampoco podía llamar a alguno de sus amigos o un compañero para que lo busque, simplemente dependía de sus piernas y su determinación, pero no iba a rendirse. No cuando YuGyeom le había dado aquella oportunidad.
Sin estarlo esperando, un auto pasó muy rápido como para ver de quién era, pero consigo llevó el agua de la carretera y esta terminó por empapar completamente tanto su abrigo como su rostro y pantalones. Incluso su cabello había quedado húmedo.
Peor fue el hecho de que sus manos se Mojaran y su paraguas se deslizó por el fuerte viento de entre sus manos. TaeHyung ni siquiera considero ir detrás de él, porque solamente se alejó rápido y había caído en lo que ahora parecía un río turbio lo cual era una pequeña calle más alejada.
Solo maldijo de frustración y a ese punto le daba igual seguir mojándose porque de todas formas es lo que pasaría.
Su recorrido fue un asco, pero por fin pudo llegar así que no perdió el tiempo en tocar el timbre y esperaba que le abran porque sus labios temblaban al igual que el resto de su figura.
Dos, tres, seis veces tocó y aquella odiosa melodía seguía sonando pero nadie se preocupaba en abrir, así que golpeó la puerta de frustración y justo en ese momento casi se cae porque está se abrió dejando ver a JungKook, estaba con una vestimenta bastante cómoda y un pincel en su oreja derecha, también tenía una pequeña coleta que sostenga su cabello castaño pues evidentemente estaba pintando.
-¿TaeHyung? Me hubiese esperado a cualquier persona, pero esto... Me sorprende.
El mayor se quedó helado, sin saber que hacer, y mientras eso sucedía, Jeon se dedicaba a analizar todo, el Omega estaba mojado de pies a cabeza, temblaban y juraría que no tenía una apariencia de elegancia como siempre, ahora se veía más vulnerable a todo, casi temiendo algo.
-Quiero hablar. Por favor, no me preguntes, solo... -Miró a otra dirección suspirando y quita el cabello de su frente que se había pegado ahí por la humedad- Déjame entrar y te contaré, quiero algo de calor. Sinceramente este no ha sido mi mejor día y lo último que quiero es un resfriado.
No podía verlo a los ojos, porque sabe que si lo hacía, toda la valentía se iría por donde vino, eso definitivamente no era lo que él quería. Necesitaba decirle todo a aquel alfa estúpido que quería cerca.
-Bien, pero primero, vamos a quitarte esa ropa. Está húmeda.
No le dio tiempo de responder cuando ya era arrastrado por el castaño, sinceramente no quería hablar o replicar, la verdad es que odia molestar con favores, pero siendo más sincero aún, era más que probable enfermarse si seguía todo empapado de esa fría agua. Así que solo se dejó hacer.
Llegaron a una habitación que suponía, era la de invitados, ahí fue dejado mientras Jeon se iba a otra parte, no pasaron ni siquiera dos minutos cuando regresó con unas prendas en sus manos.
-Ponte eso y te esperaré en la sala.
No lo dejó responder. Solo se fue dejando a Kim con un amargo sabor en la boca, algo le decía que JungKook realmente no quería verlo en su hogar. Lo cual lo hería bastante tomando en cuenta que había una parte de él que dependía del menor.
Pero no quiso sentirse tan mal por eso. Se desvistió completamente y tuvo el atrevimiento se meterse solo unos minutos bajo el agua tibia de la ducha en aquel cuarto. Porque en serio temblaba y eso lo hizo sentir mejor.
Posteriormente, tomó aquella ropa que le habían dejado y se la colocó, odiando un poco la sensación de no tener nada debajo del pantalón, pero es lo mejor que podía estar en ese momento, prefiera eso a la ropa húmeda y fría con la que había llegado.
Secó lo mejor que pudo su cabello y tomó lo que necesitaba para luego ir hacia donde estaba el castaño mirando a la nada, hasta que notó su presencia, entonces se sentó correctamente y Kim tomó asiento en frente de él.
Había silencio, una batalla de miradas, porque el de cabello azul no quería contacto directo entre sus ojos, pero el castaño parecía necesitarlo.
-No voy a hacerte perder tiempo. Sé que estabas ocupado. Solo quería decirte que tú en serio me gustas, ya no es por el estúpido lazo, en serio me gustas y creo que esta es mi última oportunidad para decirlo antes de que todo salga mal. -Tomó aire por fin viendo el rostro del contrario que estaba más que sorprendido, como si quisiera no creer lo que estaba escuchando- No voy a hacer esto cliché diciendo que tuve una revelación de un segundo a otro. La verdad es que siempre me has gustado, desde la odiosa secundaria donde eras insufrible.
Río amargamente al recordar esos tiempos donde el castaño no se daba por vencido. Y aunque Tae quisiera aparentar que le molestaba, cada pequeño detalle de aquel chico lo hacía sentir bien.
-¿Pero? -Por primera vez habla Jeon y eso desconcerta por unos momentos al peliazul- Tienes un pero, supongo.
Kim asiente cruzando sus piernas sobre aquel cómodo lugar y simplemente quiere hacerse más pequeño para no tener la intensa mirada sobre su ser.
-Pero le temo a los alfas. -JungKook abrió los ojos como si lo que acababa de escuchar fuese una locura, algo demasiado difícil de creer tomando en cuenta que TaeHyung tenía amigos alfas y era bastante agresivo cuando estos se querían pasar. No parecía tenerles miedo- No En el sentido físico, me entrené para no dejarme hacer daño. Hablo del emocional. Mi padre Omega sufrió un lazo roto y yo también lo sufrí a su lado. Nos abandonaron de la peor manera posible, un niño y un Omega enfermo el cual no se sabía si sobreviviría o no. Desde entonces odio la idea de enamorarme y que me pase algo parecido Porque ¿sabes? Yo juré que entre ellos había verdadero amor, pero no era así. Solamente lo dejó "porque ya no le era útil". ¿Sabes lo doloroso y difícil que fue para nosotros salir de esa situación?
Su labio empezó a temblar y ya se estaba odiando ¿Porqué de repente todo le daba ganas de llorar? Se había pasado días en eso. ¿No era suficiente?
Vio el amago de JungKook de hablar, pero simplemente lo calló con una seña de manos, tomó aire y se preparó para seguir hablando.
-Lo que dije en casa de Hobi era mentira. Todo lo que dije de ti era mentira y me dolió como no imaginas. Mi miedo más grande era quedar estancado con algún alfa que solamente quiera pasar de cama en cama. Entonces llegas tú, exactamente lo que no quería en mi vida, alguien tan atractivo que es un imán para hombres y mujeres. Alguien que a diario tenía una salida distintas, que no le importaba tirarse al mundo completo. Y yo por supuesto, creí que el destino me odiaba. -Desvió su mirada nuevamente y jugó con sus manos unos instantes tratando de que su cuerpo no se tense- Pero también me gustaba tu perseverancia, en serio me hacías sentir como si de verdad quisieras algo serio, dejar todo lo malo detrás. Solo quería ver hasta dónde serías capaz de llegar por mi. Pero te rendiste. Me decepcionó bastante, lo pensé y me di cuenta de que en verdad habías estado esperando años. Así que decidí darte la oportunidad, pero pasaron cosas, como tú besándote con otro chico, tú y yo discutiendo siempre y al final, tú diciéndome en la cara que vas a comprometerte. Dime la verdad ¿Crees que ese es el castigo que merezco? ¿Te hice sufrir tanto como para que quieras matarme? No eres idiota, no tanto, sé que entiendes a lo que me refiero, sabes lo que me pasaría luego del lazo roto, JungKook.
Para ese momento, sus ojos se cristalizaron y el alfa solamente mordió su labio inferior tratando de buscar las palabras adecuadas, aquella situación y aquellas declaraciones lo habían tomado por sorpresa, no esperaba que en verdad TaeHyung odiara a los alfas, tampoco esperaba traumas por ello y menos que iban a llegar hasta ese punto.
Pero ya estaban ahí, y era hora de soltar todo, tenían que liberarse antes de que todo acabe.
-No sé a qué de todo esto responder primero... Pero no pensé claramente, no quería hacerte daño, mierda, nunca querría hacerte daño. Solo busqué una manera de que te alejes de mi, estoy tan agotado de tu rechazo, no llegué a pensar bien la situación y bueno... Puedo decir que hasta ahora, tampoco lo había considerado. -Tomó aire y Kim se sintió más herido aún, iba a hacerle daño y ni siquiera lo había considerado, no pensó en él- No te odio, si es lo que piensas, pero tú me confundes demasiado, un día parece que te doy asco, al siguiente eres dulce conmigo. Cuando me alejo de ti eres tú quien se acerca, pero si trato se acercarme tú me alejas. Siempre pones demasiado espacio entre nosotros. No seremos jóvenes siempre, TaeHyung, y si el tiempo sigue pasando tanto tú como yo nos quedaremos varados en la nada. Quise seguir adelante y que siguieras de igual manera, nunca pensé en hacerte daño. Bien, quizás merecías sufrir un poco, eso pensé en su momento, pero nunca y es en serio, nunca, consideraría algo que en serio te mande a un hospital.
El silencio reinó nuevamente entre ellos. Kim se dedicaba a mirar a Jeon, esta vez, sus miradas se encontraban, pero eran pequeños segundos, nada demasiado notorio porque el mayor seguía teniendo miedo de perder la valentía.
-Quisiera corresponderte en tu declaración, pero ya estoy comprometido. Voy a casarme. Lo sabes...
La realidad golpeó mucho cuando le dijo aquello, sabe que aquella boda de había cancelado, pero también mordió con fuerza su labio al pensar que JungKook aún así hubiese seguido adelante si el otro Omega no lo dejaba.
-YuGyeom no se casará contigo, si esa es tu maravillosa excusa para no darme la oportunidad. Yo... Solamente quiero empezar desde cero contigo, no quiero que tengas esa imagen de mi, necesito que me veas como en verdad puedo ser, en serio, puedo ser dulce contigo, JungKook. Puedo ser lo que quieres para que no tengas que buscar más personas. -Tomó la pequeña bolsa que había llevado consigo y la abrió sacando de ella el anillo de compromiso que le había dejado el Omega más joven- Él fue hacia mí y me dijo que canceló la boda. Me dejó el anillo de prueba y comentó que hablaría con sus padres, YuGyeom me dijo que no se casará contigo porque eso solo sería hacernos daño a los dos. No te miento, toma el anillo.
Se levantó dándole el aro delicados y decorado que anteriormente JungKook le había entregado a su prometido.
El alfa sonrió de forma triste, dejando a un lado ese objeto y se puso de pie igualmente para ver a TaeHyung a los ojos. Para ese punto, mantuvieron las miradas una sobre la otra. Jeon sabe que su prometido o bueno, Ex prometido se había dado cuenta de la situación entre ambos, aunque no imaginaba que iría directamente hasta el ojizafiro para terminar todo. En verdad, que si no hubiese conocido a Tae antes, y si no quisiera tanto a ese Omega testarudo, definitivamente amaría estar con alguien como YuGyeom.
-Entonces...
Kim salió de su trance llevando sus manos hacia las mejillas de su contrario, con sus dedos temblorosos delineó cuidadosamente las varoniles facciones de JungKook.
-Entonces quiero empezar de nuevo, si me dejas, puedo demostrarte que ya no seré odioso para ti... Solo quiero que me prometas que dejaras tu vida de aventuras con personas de lado, solo júrame que no seguirás haciendo eso y yo juro poner todo de mi parte por ti.
El alfa no le respondió, sin embargo, sus manos fueron hasta la cintura del mayor, envolviéndola con cuidado hasta acercarlo a un abrazo cálido. Eso era lo que necesitaba el de cabello azul para hacer lo mismo y dejar su cabeza reposar en el hombro ajeno.
-No puedo creer que mi ex prometido me canceló por ti, creo que tiene preferencia.
Kim ríe por el mal chiste y se aleja un poco recibiendo un suave beso en la frente que lo hizo abrir mucho los ojos, bueno, tendría que acostumbrarse, porque supone que eso se haría costumbre entre ellos.
-Dijo que lo invite a la boda.
Una carcajada sonó, pero esta vez de parte de Jeon, quien negó pero se mantuvo siempre lo más cerca posible de Kim.
-Debe ser el padrino.
-Lo bueno es que lo sabes.
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