Capítulo 8
Lauren's POV
Las horas pasaban, como las personas a mi alrededor, algunas muy apresuradas otras sin prisa alguna. Me encontraba sentada en una banca esperando respuestas que no quería saber, sé que esto será muy difícil para mí, para todos. Me estaba desesperando nunca imagine volver a este lugar horrible, con este olor tan peculiar. Las personas solo me miraban con expresión un tanto triste, ellos igual esperaban alguna respuesta pero quizá peor a la mía.
Todo a mi alrededor se movía en cámara lenta, esto es horrible, me siento mal. Debía esperar, quería saber más y a la vez no quería saber nada, tenía una mal presentimiento. Me levante al ver que un hombre de bata se acercaba a mi, yo me mantuve sentada, él lo hizo a mi lado.
--Solo dígalo... - Le dije y suspire, estaba preparándome para lo peor.
--Esto es horrible, pero... -
--Doctor, solo dígalo - el hombre solo suspiro.
--No creo que haya solución... -
Mierda, sabia que esto pasaría, me duele, pero no entiendo el que me duele, no entiendo el porqué de mi vista al hospital, todo es confuso. Llore, lloré mucho, me encontraba en el suelo llorando por algo que no se bien que. El doctor me abrazo y me dio un papel, lo tomé y lo abrí...
Desperté por el ruido de mi puerta, alguien tocaba a mi puerta de mi habitación. Todo era un sueño, tenía los ojos llorosos, mis sábanas estaban húmedas por mi sudor. Me levante y abrí la puerta, mi hermana estaba tras esta.
--¿Que paso Taylor? - ella se acercó y me miraba con ojos de preocupación.
--Estabas gritando, Laur, eso me pasa - se escuchaban mis gritos.
--Yo... Solo fue una pesadilla, fue horrible -
Taylor me abrazo, ella era muy cariñosa conmigo, era de lo mejor, sentir su abrazo me sentía aliviada. Luego de unos minutos ella se separó y bese su cabeza.
--Bueno... Ya es hora de ir a estudiar - dijo y se fue.
Cerré la puerta y me senté en mi cama, un suspiro salió de mi boca. La verdad no entendía nada ni entendía el porqué de ese sueño. Mi abuela decía que cada sueño tiene un significado, pero el mío no tiene sentido.
Me tranquilice un poco, luego me di una ducha y me vestí con unos pantalones de vaquero y una camisa color negro. Cuando estaba lista baje a desayunar, cuando llegue a la cocina estaba mamá sentada viendo su teléfono, como siempre, me senté y comencé con mi desayuno. Todo iba normal hasta que mamá tuvo que decir eso.
--¿Cuando te vestirás como niña, Lauren? - siempre esa la misma pregunta.
--Mamá, no otra vez, ya te he dicho... Es mi estilo - en toda la cocina se escucho su risa de burla hacia mi.
--Eso... Eso no un estilo normal de una chica, vístete con vestidos - no soportaba esto, ella siempre lo hacía -- Por eso ningún chico te amara, sabes -
--Sabes, Mamá, ese es la razón por la que me visto así - ella abrió su boca y su cara era de poema -- Y me voy... Chau Taylor - le di un beso y me fui.
Subí a mi coche, tenía unos pocos minutos para llegar a el colegio. El día anterior tomé el autobús por que sabía que me encontraría con la chica morena, Camila, sabía que ella siempre tomaba el autobús.
Puse en marcha mi coche con rumbo a el colegio. Me sentía sin ganas de ir a estudiar, cuando doble en la esquina encontré a una chica, era Camila, estaba esperando el autobús. Me acerque a ella, ya que me había visto.
--Hola, Lauren... - ella sonrió, alegro mi día.
--Hola, Camz - al momento que le dije eso se sonrojo y fue lo mejor del mundo.
--¿adonde vas?... El colegio queda al lado contrario - tenía razón, pero no iba hacia el colegio.
--La verdad no iré al colegio, quiero tomarme un respiro, sabes -
--Okey, te acompaño... - se subió al coche, no tuve tiempo para protestar, ya la tenia a mi lado.
--¿Donde vamos? -
--Eres muy atrevida, Camila - ella mordió su lengua al reír, eso fue tan adorable, no puede evitar perderme en esos ojos.
Me quedé un algo tiempo perdida en ella, me encantan sus ojos, son tan marrones, son perfectos.
Los otros autos me sacaron de mis pensamientos, ya el semáforo había cambiado. Sacudí mi cabeza y sonreí al igual que ella.
--Eres muy despistada, señorita Jauregui - ella se estaba burlando de mi.
--Es que... Es inevitable concentrarse al tener a una hermosa morena a tu lado - ella dejo de reír y se sonrojo más, y si la primera vez que lo hizo fue adorable, esta vez fue tierno y más adorable.
--Tu también eres hermosa, sabes - ahora fue mi turno en sonrojarse. Ella se mordió el labio y sonrió - ya dime, ¿donde iremos? -
--Te mostraré mi lugar favorito en este mundo -
Le regale una sonrisa y me puse en marcha, llegué a la carretera, que me llevaba a mi lugar favorito, mi cabaña. Mi padre me había regalado esa cabaña cuando tenía 15 años, el me dijo que esa sería mi casa para descansar y tomar un suspiro, siempre vengo acá cuando me siento mal, triste o para encontrar mi inspiración.
Todo el camino Camila la paso en silencio y admirando los árboles, ella se notaba un poco distinta, algo triste y a la ves pensativa. Llegué a un bosque muy grande, donde se encontraba la cabaña.
Estacione mi coche afuera de la cabaña, esta no era tan grande, era considerada para vivir tres personas en ella. Salí del coche y fui hacia la puerta de Camila, ella se veía muy sorprendida al salir y ver todo a su alrededor.
--Es hermoso, Lauren -
--Si, papá me la dio cuando tenía 15 años, siempre vengo acá cuando tengo un mal día - ella me regalo una sonrisa sincera y cómoda.
--Entonces, muéstrame tu lugar favorito -
Ella tomo mi mano y nos encaminamos dentro de la cabaña, donde le mostré toda esta. Tenía tres habitaciones, tenía una pequeña habitación para la cocina y dos baños.
--Esto es lindo - dijo soltando mi mano y observando la cabaña.
--Si, me encanta este lugar... Pero aun queda otro lugar que quiero mostrarte - tome su mano nuevamente.
La lleve a la parte de atrás de la cabaña, donde caminamos todo el bosque, no quedaba lejos ese hermoso lugar que nunca había venido con nadie, solo lo conocía yo, pero este día Camila, la hermosa morena lo vera.
Llegamos al final del camino y lo vi, había pasado tanto tiempo sin ver todo esto, frente a nosotras había un lago hermoso, su agua era de color verde claro. Estábamos rodeadas de muchos árboles.
--Esto... Esto es lo más hermoso que he visto - sonreí y la vi de reojo, sus mejillas estaban un poco rojas y estaba jadeando, por caminar tanto. -- Lolo, me encanta este lugar -
No podía dejar se sonreí como tonta ella había elegido un apodo para mi, ella es simplemente hermosa y perfecta.
--¿Lolo...? - ella asintió y me regalo otra de sus hermosas sonrisas.
--Tu tienes un apodo para mí, así que pensé en uno para ti -
--Me gusta... Es perfecto, como tu -
Fue la tercera vez en el día que Camila se sonrojaba, se miraba tan tierna así. Tomé su mentó y levante su cara, ella se mordía su labio, estaba muy roja y nerviosa.
--Entiendo por qué vienes acá... Yo vendría a un lugar así - dijo y se sentó en una banca de madera que había cerca -- Acá, con este ambiente pudiera inspirarme y escribir mis historias - me senté a su lado.
--Si, acá vengo a dibujar y a leer... - ella tenía su mirada en el algo y yo la miraba a ella -- ¿Como te fue con tu historia? - le pregunte y ella se volteo y me sonrió.
--En pocos días la publicarán... Estoy tan feliz -
--Si lo sé, es genial, quisiera leer esa historia -
--Cuando salga el primer ejemplar te regalaré uno - dijo me regalo otra sonrisa llena de felicidad y honestidad.
Ella es perfecta, hermosa y tierna, me encanta pasar tiempo con ella. Nos quedamos por mucho tiempo en ese lugar, ella observaba todo a su alrededor. Este día es perfecto, estoy en mi lugar favorito con la persona que me quita suspiro, no puedo pedir más, aunque al inicio de este día, tuve ese tonto sueño que no tiene sentido, cambio a un día hermoso con ella, con Camila.
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