Desperté con el sonido de mi alarma, lo apague y frote mis ojos un poco. Este será otro día de escuela, lo bueno es que era viernes. Me levante de mala gana, no me sentía bien para ir a el colegio. Entre al baño y me di una ducha. Las gotas de agua fría pasaban por mi cuerpo, me sentía relajada, muy relajada. Luego de salir de la ducha, me cubro mi cuerpo con una toalla y salgo.

Me coloco frente a mi armario mientras seco un poco mi cabello, busco algo no tan formal, si no algo simple, no me sentía con ganas de nada. Tiro la toalla al suelo y me coloco la ropa, era una camisa blanca con un estampado de letras que dice "My swett love", un pantalón negro, ajustado. Termino de vestirme, veo la hora en mi teléfono, aun tenia unas horas para desayunar, tomo mis cosas y veo como mi puerta de la habitación se hable, mostrando a Sofi.

-Mila, mamá hizo el desayuno... - le regalo una sonrisa, estaba algo confundida, mamá nunca esta en la hora del desayuno.

-Ya bajo, Sofi - ella asiente y sale de mi habitación.

Me veo por última vez en el espejo, arreglo un poco más mi cabello. Tomo mi mochila, mi chaqueta, mis llaves y mi teléfono. Salgo de mi habitación. Bajo las escaleras con cuidado.

Llego a la cocina donde veo a mamá, colocando unos panqueques en un plato y colocando en estos un poco de miel. Estos es súper extraño en ella, mamá no es de esas mujeres que se queda en casa haciendo desayuno o algo por el estilo, ella por eso paga a María, la criada, que no está por ningún lado.

-Oh, buenos días, Mila - dice con un tono de voz muy "feliz", esta súper raro.

- Buenos días... ¿No irás a trabajar? - ella se sienta en la mesa y me hace una señal que haga lo mismo.

-Emmm, si pero quería hacerles el desayuno -

-¿Y María ? - ella frunce un poco el ceño, pero luego respira.

-Se tomó el día, pero para eso estoy yo, su madre para hacerles el desayuno, siéntate - me dijo, más bien me lo ordenó.

Me senté cerca de Sofi y mamá me paso un plato de panqueques y un baso de leche. El desayuno fue en silencio, todo era muy incómodo. Sofi disfrutaba el desayuno, pero se le veía un poco incómoda y yo muy bien sabía el porqué.

-¿Como vas el el colegio, Sofi? - no entiendo por qué se quiere hacer la madre buena hasta ahora.

-Bien... Tengo amigas, son geniales - Sofi dijo muy feliz.

-Eso me alegra - Le regalo una sonrisa y luego dirigió su mirada a mi - ¿Y tú, Mila, que tal vas? -

-Bien... No me quejo... - no entiendo por qué se está haciendo la buena madre.

-Humm... Llevare a Sofi al colegio, ¿no quieres...?-

-No, sabes, ya me voy... Ya es tarde - me levante, tome mi mochila - Cuídate Sofi, adiós mamá - luego de darle un beso a Sofi salí de mi casa.

No soporto estar con mamá, ella no ha sido la mejor mamá del mundo, ella no ha estado el suficiente tiempo con nosotras. Después de que papá se fue ella se comporta tan diferente. Llegue a la parada de autobús y espere a que pasara el bus escolar, tenía tiempo.

A los minutos vi que se acercaba uno, me subí, me senté en el último asiento de este y coloque mis audífonos y me perdí en el mundo hermoso de la música. Falling for you de the 1975 sonaba en mi reproductor de música, ese grupo me encanta, siempre he soñado con ir a un concierto de ellos. Cerré mis ojos y me deje llevar.

Sentí que alguien tocaba mi hombro, abrí mis ojos y me encontré con unos orbes verdes, hermosos que me enloquecieron al instante, ella sonrió, pero su sonrisa transmitía tristeza y un poco de rencor, quite uno de mis audífonos y le sonreí.

-Hola, Lauren... -

-Hola, Camz - me quede embobada, acaba de ponerme un apodo y es lo más lindo.

-Me pusiste un apodo... - ella se sonrojo y me regalo una sonrisa.

-¿Puedo sentarme? - Señalo mi lado y yo asentí.

Se sentó a mi lado y bajo su mirada, sus mejillas estaban muy rojas, tenía ganas de acariciar esas mejillas hermosas. Lauren podía tener esa mirada intimidante y mostrar que era una chica muy ruda e intimidante, pero en el fondo es muy tierna y linda.

-Hoy no vas en coche, ¿por qué? - ella levanta su mirada y sonríe.

-Es una larga historia... -

-Tengo tiempo... - ella niega con la cabeza y sonríe.

-Tome el autobús por que quería encontrarme con una hermosa morena de ojos marrones - sonríe y yo hago lo mismo, muerdo mi labio mientras sonrió.

-A si, vaya, quisiera saber si esa morena está en este autobús - ella se acerca y acaricia mi mejilla

-Si, esta acá, la estoy viendo y se ve más hermosa que ayer - Sus ojos tenían un verde más claro, similar al de ayer.

Ella no dejaba de acariciar mi mejilla y sus ojos se ilunaron viéndose más hermosa de lo normal, ella es tan perfecta, no entiendo por qué me pasa esto con ella, nunca me a atraído otra chica, pero con Lauren es diferente. El autobús se detuvo y Lauren también dejó mejilla, su sonrisa no se alejaba de su rostro.

-Bueno, llegamos - ella se levantó no sin antes darme la mano para hacer que me levante.

Salimos del autobús, íbamos juntas. La presencia de Lauren era muy agradable, me encanta estar con Lolo, es súper hermoso estar a su lado.

Llegamos a la entrada del colegio, donde nos encontramos a las demás chicas, estas estaban muy entretenidas hablando de algo. Nos acercamos y ellas nos saludaron.

-Hola chicas... - dijeron en unísono.

-Hola... ¿Como están? - pregunto Lauren.

-Todo bien... Estamos pensando en hacer algo esta noche ¿que dicen, entran? - Dinah, como siempre de hacer planes, y no son muy buenos.

-Humm depende - dijo la ojiverde.

-Será una salida de amigas, no pasará nada - Dinah colocó su mano en el hombro de Lolo.

-Pues si es así bien... -

-Genial, ¿y tu Mila? - yo solo me quedo pensando, no creo que mamá acepte, pero da igual.

-Si, esta bien -

-Genial, tenemos planes!! - grita y nos abraza a todas, Dinah siempre de alegre.

El timbre sonó, anunciando el inicio de las clases. Todas fuimos a nuestros salones, eran diferentes, no vería a Lauren en la primera clase. Llegué a mi salón y me senté. Espere a que la profesora llegara.

Luego de unas horas, la clase terminó, decidí ir a la cafetería, donde me encontraría con las chicas, pero cuando iba llegando sentí mi teléfono vibrar, lo saque y era un número desconocido. Era una mensaje.

Desconocido.
"Buenos días, señorita Camila, soy Allyson, quería decirle que me pareció genial su historia, quiero que nos reunamos nuevamente en la editorial, donde le hablaré como publicaremos este. Espero verla el día de mañana a las 9.30am, pase feliz día."

Coloque mis manos en mi boca para no gritar, esto era genial, mi historia se publicará, no puedo esperar el día de mañana. Camine rápido hacia las chicas que se encontraban en una mesa.

Me senté frente a Lauren y ella me sonrió y yo lo correspondí.

-¿Por qué tan feliz, Mila? - preguntó mi mejor amiga, Dinah.

-Publicarán mi historia... - dije y en ese momento Dinah grito tan fuerte que todos se giraron a verla.

Se levantó y comenzó a saltar como loca, yo debía estar así de feliz, pero ella lo hace por mi. Vi a Lauren un poco rara y confundida.

-Es genial, Camz, espero leerlo algún día - dijo me acaricio la mano suavemente.

-Y lo harás - pase mis brazos por su cuello y la abrazo.

Sentir su cuerpo con el mío era tan agradable y cálido. Duramos así unos minutos. Nos separamos y le di un beso en su mejilla, que por cierto, lo hice cerca de los labios, pero no fue con intención, ella se sonrojo y sonrió.

-Bueno, debemos celebrar, ya tenemos más planes - Dijo mi amiga.

No dejaba de verla, por Dios, es que Lauren es tan hermosa, no se que pasa con ella, debo dejar de pensar así, ella es una chica, mamá no vería bien esto. Seguimos comiendo mientras planeamos nuestra noche. Está noche será genial, lo puede imaginar.