--Oh, mi hermosa Kaki -- dijo mi abuela mientras me abrazaba fuerte.

Después del momento incómodo o más bien no tan incómodo que pase con las miradas entre mi amiga y Lauren, llegamos a la casa de mi abuela, pues su casa estaba cerca de donde quería llevar a Lauren, el bosque estaba atrás de la pequeña pero acogedora casa mi humilde abuela.

--Ya abuela, no puedo respirar -- dije y ella solo se alejo un poco con una sonrisa.

--Tú siempre de exagerada... -- me beso la cabeza y se dirigió a Lauren que estaba a mi lado. --Ella siempre es así... Su abuela de Camila mucho gusto.

--Lauren, Lauren Jauregui -- se estrecharon las manos en forma de saludo, pero después mi abuela la tomó del brazo y la pego a su cuerpo en gran abrazo.

--Tenía días de no verte, Kaki -- dijo después de separarse de la ojiverde.

--Lo sé y lo siento, pero acá estoy --

Y si bien era cierto tenía unos dos años sin visitarla pues mamá no era de su agrado viajar tanto para llagar acá y ver a mi abuela, pero no lo entendía ya que la casa de mi abuela quedaba muy cerca de la ciudad.

Mi abuela era una señora de 77 años, su nombre es Mercedes, ella es un amor de persona, cuando llegas a visitarla seas o no uno de la familia ella siempre te recibirá de la mejor manera posible, ella es una mujer muy fuerte a pasado por momentos muy terribles a causa de distintas enfermedades. Observe como nos servía unas galletas y una taza de leche, Lauren solo sonreía a lo que mi abuela le preguntaba, la verdad no quería traer a la ojiverde a la casa de mi abuela no tan pronto, pero como no tuvimos opción ya que íbamos pasando cerca de la granja ella nos vio desde el corral de gallinas y no podíamos decirle que no.

Estar en la casa de mi abuela era tan acogedor pies traía demasiados recuerdos de mi infancia.

--... Y ella no hizo caso y terminó estrellándose en el árbol -- terminó de contar una historia mía, de mis aventuras como exploradora.

--Vaya... Eso es gracioso -- la ojiverde no dejaba de reír yo tenía una cara de vergüenza.

--Abuela, ya no cuentes más -- dije muy sonrojada, demasiado diría yo.

--¿por qué?, si es gracioso -- dijo Lauren.

--Oye tu también basta Lolo --

--Vaya, y hasta apodos tienen, que hermoso -- dijo Keana, ella estaba ayudando a mi abuela en el corral.

--Tu cállate loca -- le dije y me sonrojo más.

--A todo esto hija ¿y tu novio? -- pregunta mi abuela, ella sabía que mamá me estaba obligadando a estar con ese tonto.

--Pues la verdad no se y no me importa -- todos menos mi amiga y Lauren reían.

Vi como Lauren no dejaba de ver a mi amiga y era una mirada curiciosa y a la vez con asombro, o algo así no puedo leer bien sus miradas ya que las dos se miraban así aunque mi amiga la mirada con odio y también asombro, no entiendo donde estas dos se conocen. Luego de unas horas le dije a mi abuela que iríamos a él bosque un tiempo y luego regresariamos ella solo me dio el si y no dejaba de vernos con unos ojos de ternura mi abuela sospechaba algo. Me subí al auto y espere a Lolo ya que ella estaba en el baño y tardaba mucho la verdad.

Observe un momento mi celular y note que ya era tarde tal vez este día nos quedaremos en la casa de mi abuela total mamá no le importará solo me dirá que estará bien y si pregunta con quien estoy obviamente no le diré. Levante mi mirada de mi celular y vi como Lauren salía de la casa y a su lado caminaba mi amiga, ¿ellas dos estaban hablando?, por alguna razón me gustaba que se llevarán bien pero aún me estaba preocupado por que ellas se conocen y por las miradas no es un recuerdo muy bueno. Le preguntaré a mi amiga después.

--Hola... ¿A donde vamos? --pregunto y se sentó en el asiento del copiloto.

--A un hermoso bosque ya lo verás --

No dijo más y nos pusimos en marcha hacia ese lugar. Cuando era una niña de seis años yo siempre me escapaba a este bosque jugaba a explorar las curvas que encontraba cerca. En este bosque encontré a Keana, ella y yo jugamos a las exploradoras si me divertía con ella. Algo que mi abuela decía que yo debía conseguir a una verdadera y única amiga y la encontré, aunque tenía a mi mejor amiga que era Dinah, esa chica loca que no deja de saltar y decir idioteces.

Luego de unos quince minutos llegamos al bosque, este bosque era llamado el bosque donde las luciérnagas se encontraban, era tan raro pero mi abuela decía que en este bosque se había conocido a mi abuelo, su historia era tan tierna y linda. Caminamos entre medio de los árboles, respire profundamente ya que este lugar se podía respirar paz y mucha felicidad.

--Es hermoso Camz -- dijo mientras observaba su alrededor.

--Lo sé, acá venía yo a escribir, acá me inspiró más -- ella me dio un mirada con una sonrisa.

--Todos tenemos una musa o lugar donde nos inspiramos más -- me quede viéndola y sonreí.

--Tienes razón -- pase un brazo por sus hombros y seguimos caminando.

Este día le daría mi libro, estaba muy nerviosa ya que llevaba unos días sin enseñarle a nadie mis escritos, la verdad nadie leía estos, solo mi padre él si leía todos mis escritos. Llevaba mi mochila conmigo, ella pensaba que llevaba cosas para comer o cosas necesarias, aunque es verdad pero también llevaba el libro.

Hace años que no venía acá, papá me enseñó este hermoso lugar, acá él me enseñó su primer libro que era para niños, se llamaba "Las luciérnagas" era tan hermoso ese libro que aún lo tengo guardado con mis demás libros, mi autor favorito hasta este momento será y siempre lo hará mi padre, Alejandro Cabello, él fue todo para mi, mamá me dijo que debía olvidarme de él. Pero algo estaba segura el amor que le tenía no se podía olvidar de un día para otro.

Llegamos a un tronco que este daba la vista a un hermoso río de color verde con un poco de azul, era lo mejor que alguna vez vi antes, lo primero que vi y me pareció hermoso fueron los ojos de Lauren, ella si que tenía los mejores ojos que alguna vez pude observar en toda mi vida. Dicen que hay miradas que desnudan el alma y la de Lauren si que te desnuda con su hermosa mirada, y lo dijo literal.

--Esto es tan hermoso, Camilla, en serio -- se acerco al río y solo se quedó observando este, ella estaba de espaldas yo me senté en el tronco, sacando el libro de mi mochila.

--Si que lo es la verdad --

--Si, acá podía dibujar un poco y también dibujaria este hermoso río -- dijo y se agacho tocando el agua de este. Ella sabía apreciar lo hermoso y eso es una parte de la que estoy enamorada de ella.

--Lolo, ven acá -- se dio la vuelta y me miro con una sonrisa, con una hermosa sonrisa que hizo que me derritiera.

--Bueno... -- camino y se sentó a mi lado. Tenía en mis manos el libro, pero lo tenía atrás en la parte de mi espalda. Ella entrecerro sus ojos --¿que tienes ahí?.

--Quería que fueras la primera en leerlo pero no se pudo, así que... --se lo mostré y ella coloco sus manos en su boca --Es mi libro.

--Camz, esto es genial... Gracias -- tomo el libro y lo ojeo un poco. Luego se detuvo en la parte de atrás, donde estaba mi rostro y algunos datos míos.
--Ya eres una escritora famosa --

--Ni tanto, no creas... Solo tengo un libro -- dije mientras jugaba con mis manos.

--Pero imagino que después de este escribirás más, ya que tus escritos son muy buenos --

--Si, si que seguiré -- ella me sonrió.

--Esta noche lo leeré o mañana --

--Eres la única que piensa que mis escritos son buenos. -- aunque después de mi padre ella era la única.

--Estas equivocada, tu mamá está orgullosa, o lo estará, aunque no lo diga --

Mamá. Ella no sabía que yo estaba escribiendo, no sabía aún con ya había sacado mi primer libro. Me quedé en silencio, mire el río y observe como pasaba el agua, con la cascada caía sin nada de temor.

Toda mi vida viví con miedo a que dirá mi madre, ya que ella no dejaba que yo tuviera mis propias decisiones, ella se encargaba de que hiciera todo lo que ella decía, eso me estaba jodiendo la vida ya que ella me estaba obligando a estar con el hombre más tonto de todos, a mis 17 años de edad sabia que no podía ser feliz con alguien así, la verdad era que él no podía estar con nadie ya que él no respetaba a las mujeres, el día que estuve con él en el hotel intentó abusar de mi, eso solo yo lo sabía ya que tenía miedo, él me amenazó con decía a Lauren que de verdad me metí con él ese día.

Me sentía la peor persona, ya que no le he dicho nada a ella, pero no podía ya que ella se alejaría de mi por el echo que él le dirá que paso algo entre los dos. Sentí la mano de ella en encima de la mía la mire y ella tenía una de esas hermosas sonrisas que me volvían loca, de verdad que ella era una hermosa chica, y no quisiera perderla.

--Eres tan hermosa, Camz y muy talentosa, nunca dejes que nadie te diga lo contrario, okey -- se acerco su mi mano a sus labios y la beso.

--Gracias, Lolo --

--No agradezcas... Sabes me encanta el color de tus ojos, ese color se esta volviendo mi color favorito -- me sonroje y mordivmi labio.

--Y el mío es el color verde desde el momento en el que te vi ese día --

--Día que fue uno de los mejores que alguna vez tuve... --

La verdad era que ese día no iba a pasar por el parque ya que ese camino me quedaba más lejos la editorial pero no se que me hice pasar por ahí ese día y ese momento.

--Camz... Creo que me estoy enamorando -- dijo y puso su mirada frente, viendo así el río. No podía creer lo que ella estaba diciendo.

--¿por qué crees? --ella tenía la vista en el río.

--Pues por qué mi corazón lo dice... "No debes conocer a alguien demasiado tiempo para poder enamorarte..." -- me quede viendo su perfil, admire su hermoso perfil cada curva de ese rostro.

--Eso es verdad... Yo también siento lo mismo -- dije y esta vez si me miro a mi.

--Estoy enamorada... Pero tengo miedo, miedo a no ser suficiente, miedo a no ser correspondida, miedo a ser lastimada... -- una lágrima se deslizaba por su mejilla. Ese momento supe que ella estaba hablando de que tenía miedo a que yo la rechazará.

--Yo también tengo miedo... Y no seríamos humanas si no lo tuviéramos ya que es inhumano aquel que no siente miedo... --

Nos quedamos en silencio, ella en su mundo y yo en el mío, sus ojos mostraba tristeza a la vez un poco de alegría pues ella sabía que era correspondida pero a la vez sabia que lo nuestro no podría llegar a más ya que algo o más bien alguien nos detenía hacer eso realidad.

--Me gustas mucho Camilla Cabello...

Y basto con esas cinco palabras para llenar mi corazón y con esas palabras hizo que mi día se volviera el mejor día de todos. Sonreí ya que estaba feliz de eso de saber que si era correspondida que de verdad ella estaba sintiendo lo mismo. Pero había algo que me daba miedo y era el echo que habían personas que no nos querían juntas y eso me aterraba.