Sentía como las lágrimas salían de mis ojos, como cada lágrima pasaba por mis mejillas, y es que no había llorado demasiado en todo este tiempo de mi vida, ya ni sentía mis mejillas, estas están muy rojas de tanto llorar, y no era para menos estaba muy destrozada, aunque no soy tan santa pero aun soy humana y tengo sentimientos. Solo me he enamorado dos veces en mi vida y pude sentir el amor del que todos hablaban, pero como dicen no todo será siempre tan fácil como lo imaginas.

Cuando era pequeña siempre que íbamos a visitar mi abuela, la madre de mi padre yo era feliz, pues esa señora era la única que me entendía y sabía que papá era idéntica a ella por su forma de ser. Cerca de la casa de mi abuela había un bosque recuerdo que siempre me escondía dentro del bosque, ahí nadie me molestaría ni mi mamá podría llegar y pegarme para así quitarme como ella lo dice "quitarme lo anormal", de un tiempo a otro me había acostumbrado a recibir todas esas palabras, si, me dolía como la mierda pero, ¿que podía hacer?, yo solo era una niña de 8 años que no tenía voz ni voto en esa gran familia.

Afuera estaba cayendo una gran tormenta. Yo estaba sentada en mi cama con la cabeza baja, estaba muy dolida, me sentía deseccionada de mi misma, de tratar de olvidar algo que me daña con ayuda de las drogas, nuevamente, algo es tan estúpido. Camila estaba en la sala o eso creo, después de que Ally se fue solo la ignore y la deje abajo sola, tampoco la podía echar de mi casa, con esta tormenta me sentía bien, sabía que si trataba de hablar con ella la terminaría lastimando y no quería eso.

Me recosté en la cama y observe el techo, en este tenía demasiados dibujos pegados y casi todos, por no decir todos, eran dibujos del rostro de la hermosa morena, mi pecho se contrajo, pues tenía unas inmensas ganas de llorar, nuevamente. Ally tenía razón ya era mayor y debía actuar como tal, en esta vida te debes de arriesgar, suspire y puse una de mis manos en mis ojos, estaba frustrada no tenía ni idea de lo que debo hacer con mi vida.

Habían pasado unos minutos y la tormenta no se detenía, se escucho un ruido muy fuerte y todas las luces de mi casa se apagaron, esto estaba poniendose cada vez más genial. Me levante y casi me caigo de la cama por el susto, Camila estaba apoyada en la puerta, estaba temblando y lo note por se estaba abrazando así misma. El silencio reino en la habitación la morena solo me miraba de vez en cuando, me senté y le di la espalda.

--¿Podemos hablar? --después de un largo silencio la morena habló.

--No... No creo que sea buen momento -- y así era, no quería hacerle daño.

--Solo será un rato, luego me iré... --

No dije nada, me di la vuelta y solo la ignore y me recosté nuevamente en mi cama. Me conocía muy bien, sabía que si Camila hablaba yo no iba a poder parar mis palabras, pues en todo mi cuerpo lo que habitaba era el rencor y el enojo. Luego o de unos largos minutos sentí que la cama se hundió, sabía que ella se había acostada al lado mío, escuché como saco un largo suspiro de sus labios.

--Cuando era pequeña... -- comenzó a decir --mi padre me decía que hablando se resuelven mejor las cosas.

--Okey, hablemos... -- no me voltee me quede viendo el techo.

--Mamá me dijo que Shawn quería pasar más tiempo conmigo... --

--Vaya que buen inicio de conversación --

--Déjame terminar... Yo le dije que eso era tonto, ya que nunca pasaba tiempo conmigo -- la observe de reojo -- Ella me obligo a pasar el día con él, créeme yo no quería... --

Se quedó en silencio, era un silencio súper incómodo, en toda la habitación lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones y los suspiro que salían a veces de los labios de Camila.

--llegué a el colegio... Quería pasar tiempo contigo... --

--Si y luego te irías con él... Esto no nos estaba llevando a nada Camila --

--Solo déjame terminar... --

--No, ¿sabes que?, ya es suficiente... Si quieres que me aleje solo dilo okey, pero no me me sigas haciendo mierda -- lo último lo dije en susurro, lo dije más para mi que para ella.

--Lo siento, se que eso no te agrada, pero solo quiero unos minutos para explicarte todo --
Escuche un sollozo, volteo mi cabeza Camila estaba llorando, ella se tapaba su rostro.

No hay otra cosa que me destroce más es el echo de ver a Camila llorar, ella estaba llorando y sus sollozos se escuchaban por toda la habitación, no sabía que hacer estaba tan confundida. No dejaba de verla mientras ella lloraba, me acerque un poco más a ella y acaricie con suavidad su mejilla, era absurdo estar así con ella, yo había echo cosas peores, tal vez si la dejo terminar esto se pueda arreglar. Ella quito su mano y me observo sus ojos estaban muy rojos.

--Yo... Solo... -- trataba de articular una frase, pero era difícil.

--Tranquila -- limpie sus mejillas.

--Yo te quiero... Solo a ti, Lolo -- ¿Como podre seguir enojada con ella?, es no podía era adorable y muy difícil.

--Ven acá... -- la atraje más a mi.

Ella tenía la mitad de su cuerpo encima de mi, su rostro se escondió en mi cuello, yo solo acariciaba su espalda de arriba a abajo, trataba de tranquilizarla. Tenerla entres mis brazos era la mejor sensación de las que algunas ves sentí, el cuerpo de la morena encajaba perfectamente con el mío, su cabello tenía un olor único era a frutilla, eso era hermoso y tierno.

Nos quedamos así por muchos minutos o podían también ser horas la verdad es que teniendo cerca a la morena el tiempo no existía nada existe mientras ella está a mi lado. Sentí su nariz topar con mi cuello y un suspiro involuntario se escapa de mi boca.

--¿Ya estas mejor? -- le pregunte y ella se alejo un poco para así ver mis ojos.

--Si... Quiero explicar lo que viste --

--Esta bien, te escucho -- ella se levanto y yo también lo hice, ella estaba en mi regazo.

--En el hotel no pasó nada, te lo juro, solo comimos algo ahí, pues el padre de Shawn es dueño de una cadena hotelera...--

--Me dolió verte a su lado --

--Lo se, pero créeme no paso nada, yo no quiero estar con alguien más que no seas tú... -- acaricio mis labios y sonrió.

--Esta bien, te creo --

La abrace fuerte, la verdad aun tenia dudas pero era difícil estar sin hablar con ella no me veo en un futuro sin hablar con la hermosa morena que tengo en mi regazo. Ella se alejo y en sus ojos pude ver un brillo, era de alegría puro, puso su frente contra la mía y suspiro, no había duda me estaba enamorando locamente de esta hermosa chica de ojos marrón, me encantaba su forma de ser todo de ella, sabía que no sería capaz de engañarme o mentir con algo así.

Confiaba en ella pues no podía pensar en que ella hizo algo así con ese idiota sabiendo que ella está con él por obligación. Me acosté en la cama, trayendome el cuerpo de Camila conmigo ella sonrió y me beso la mejilla, todo estaba bien, eso era genial, espero que esto siga así.