Capítulo 15
Cada persona tiene un pasado que no quiere volver a vivir ni recordar. Es así de simple, solo olvidar lo malo y seguir con tu vida, pero no se puede engañar a los sentimientos, cuando has sufrido demasiado en tu pasado, no puedes olvidar esos momentos, momentos que quieres olvidar y no puedes.
Las hojas de los árboles caían, la lluvia cesó, dejando un poco de frío, estábamos llegando a la época de invierno, eso era visible con el viento. No era tan amigable con esa época, ya que traía consigo muchos recuerdos, recuerdos que no son muy agradables. En esta época las hojas dejan su vida atrás, es donde dejan ese árbol que les dieron desde un principio, cada año o mejor dicho después de el invierno salen nuevas hojas. Cada año no salen nuevas personas, se hacen personas que ya están aburridas de su trabajo, de sus vidas, de su día con día, pero siguen con su mismas rutinas de siempre, por que es tu vida, esa les tocó vivir.
Me quedé un rato más en la banca, fuera de la cabaña, desde el momento en el que le comenté a Camila de mi vida, desde que recordé ese día tan horrible, no he podido entrar nuevamente, se que ella me preguntara más sobre mi, eso no quiero.
Me quedé viendo como el viento azotaba las ramas de los árboles, eso significaba que se avecinaba una tormenta, nuevamente. Miré para atrás y ahí estaba ella, viéndome con una mirada de preocupación y de ternura, suspire y tape mi cara con mis manos, nuevamente. Todo esto está mal, le prometí contarle todo sobre mi, pero es difícil, ella debe entender, que no soy tan fuerte como se lo imagina, se que las personas me ven como una chica fuerte y muy decidida a lo que hace, y también me ven como alguien intimidante, y soy todo lo contrario, no soy fuerte, no soy decidida, mucho menos soy intimidante, me hago la fuerte, para que no vean que en realidad soy muy débil. En mi pasado era muy amigable, era una niña muy linda con las demás, pero todo eso acabó, con mis problemas y con la discriminación que recibí de parte de mi familia.
Flashback
Estaba en la hora de descanso, miraba como los niños y niñas jugaban con sus amigos, yo si tengo amigas, pero lo raro es que esta mañana nadie me quiso hablar, no podía comprender porque, si yo estaba bien, no tenía gripe para decir que se alejaron por eso, era extraño. Me quedé un rato más, viendo pasar las horas, comiendo un emparedado que papá me dio, él siempre me hacía el desayuno, mi papá es mi súper héroe, siempre está cuando necesito ayuda.
Al los minutos una sobra se coloco frente a mi, levante mi mirada y me encontré con una niña, era Emma, me regalaba una hermosa y sincera sonrisa, ella se acercó y me pidió permiso para sentarse a mi lado y lo acepte, era la única que era amigable conmigo, Ella de su mochila, sacó una cajita de jugo y un sandwich, supuse que en esa mochila le colocaban sus alimentos. Luego de unos minutos ella se acercó más a mi y yo le regale una mirada de confusión.
-Te vi sola... Y quise estar contigo... Espero no te moleste - dijo mientras jugaba con sus manos, se notaba nerviosa.
-No te preocupes... Es genial que estés a mi lado, gracias - le regale una sonrisa y ella acercó su mano a la mía.
Me quedé observando nuestras manos unidas, sentía algo extraño, era como un hormigueo en mi estómago, pero si era Emma, nada más, un niña con la jugaba. Era extraño. Pasamos las dos horas tomadas de las manos, cuando un niño pasó corriendo y tiro la mochila de ella, no sabía si lo hizo con intención o no. Emma sólo se agacho y tomó su mochila, yo de enojada me levante y detuve al niño.
-Oye, hazme el favor de recoger la mochila de mi amiga - el solo se río, no entendí la gracia de mis palabras.
-¿Me hablas a mi, fenómeno?... - dijo y se comenzó a reír muy fuerte, todos en el patio comenzaron a reírse de mi.
-No le digas así, tonto come mocos - esa era Emma, se levantó y con su mochila le pego en el estómago a niño, este al ver la acción frunció el ceño.
-vaya, si ya tienes una novia, que rápida eres, fenómeno -
No soporte más, me levante y apreté mi puño, no sentí cuando este se estampó en su cara, escuché como lloraba, yo estaba roja de furia, no soportaría que las personas me dirigieran más así. Vi como lloraba en el suelo. Sentí unas manos en mi rostro y vi que era Emma, me perdí en esos hermosos ojos azules, de un momento a otro me tranquilice y suspire. Ella acaricio mi mejilla.
-La directora vendrá, ya le avisaron que paso, Laur - no podía reaccionar, sabía que esto, lo que hice estuvo mal.
Le sonríe, pero me dio un gran dolor en mi labio, el estúpido niño se había levantado y me dio un golpe, ya estaba en el suelo, dolía, dolía y demasiado. Mis ojos comenzaron a arder, estaba llorando, eso no era justo, no debían verme así de débil.
-FENÓMENO!!.... FENÓMENO!!!... -
Solo eso podía escuchar, todos me estaban llamando fenómeno. Emma estaba a mi lado, sus ojos estaban rojos, estaba llorando, pero no podía creer que ella lloraba por mi, respiro y se levantó rápidamente.
-NO ES UN FENÓMENO!!!... Ustedes son los fenómenos anormales que no ven que ella es la más normal de todos!!!!... -
Sonreír, ver cómo ella me defendió, sentí como un líquido rojo salía de mi labio, era sangre. En el momento en el que ella lo dijo todos se quedaron callados, y en ese momento llegó la señorita Milles, me levante con su ayuda, sabía que estaba en un gran problema, no quería que llamaran a mi madre, ella me castigará. Cuando reaccione ya estaba en la dirección, esperando a que la directora me hablara, bueno nos hablaran, por que también estaba el chico tonto, el niño come mocos, a mi lado.
-Señorita Jauregui y señor Mahone, pasen-
Me levante y entre a la sala, ahí estaba la directora, la señorita Milles y la que no quería ver ese día, mi madre, ella tenía una expresión de pocos amigos. En el otro extremo estaba una señora, supuse era mamá del tonto de Mahone. Me senté al lado de mamá y espere a que comenzará el sermón de la directora.
-¿Me pueden decir quien comenzó todo? - dijo la directora, Smith.
-Ella... Yo estaba jugando normal, cuando por accidente tire la mochila de su amiga me golpeo - el muy estúpido estaba llorando como un niña.
-¿Es cierto eso, Lauren? - tenía la cabeza baja, si decía la verdad no me creerían, pero debía decirla.
-Si, es cierto... Pero él no comentó lo que me dijo primero...- le comenté que me dijo fenómeno y que también le dijeron así a Emma -... Entonces me defendí -
-A tu edad, no es correcto reaccionar así... Debiste decirle a un... -
-¿Para que...?, para que solo le fijan que no lo vuelva a hacer, y él solo dirá que ya no lo hará más, no, ya me canse... Ustedes no hacen nada... -
-Michelle... Respeta a tus mayores!!! - dijo mi mamá y apretó mi brazo, como siempre lo hacía, gemi de dolor y me contuvo, no debía, sabía que no debían saber que mamá hizo eso.
-Y Usted señor Mahone, no debió actuar así, no debía decirle así a su compañera -
Nos quedamos escuchando el sermón, yo no ponía atención, solo supe que estaría castigada, en la misma aula de detención con ese estúpido. Acabo la reunión, se puede decir, salimos, mamá no decía nada, solo podía ver que estaba muy enojada, esto terminaría mal, lo se.
-¿Como es posible, Michelle?, sabes que trabajo, y estoy acá perdiendo el tiempo con tontería tuyas... - y aquí vamos de nuevo - ¿No puedes comportarte como una niña normal? -
Me quede callada, solo sentía como mis lágrimas bajaban por mis mejillas, siempre era lo mismo con ella, le importaba más su trabajo que su hija, su hija que sufre acoso escolar. Sentí como apretó mi brazo nuevamente, y esta vez gemi más fuerte, solo nosotras escuchamos.
-Te estoy hablando, niña, debes comportarte normal... Entiende... - Me toco con su debo y presionaba mi frente - Deja de pensar que te gustan las niñas, eres niña, te gusta los niños... -
Sin más me soltó, dejando una gran marca en mi brazo, llore, llore no por ella, ni por la pena, llore por qué me dolían las palabras, dolían sus palabras, esas palabras que venían de mi madre, de esa mujer que me dio la vida, a la que respeto, a la que una vez llegue a amar con mi alma, claro debo hacerlo, es mi madre, pero ya no soporto esto, siempre sufro acoso físico, tanto en mi casa como en la escuela, nadie sabe esto solo mamá y yo. Ella se encarga que no le diga a nadie.
Ese día, cuando llegue a casa ella, esa mujer que se hace llamar mi madre, me espero, nunca llegue a sentir tanto odio por ella, llegue a mi habitación, ella estaba ahí, me tomó del brazo y me tiro a la cama, golpe tras golpe, no sentía mi espalda, no podía sentir mis mejillas de tanto llorar, esa noche llore, llore hasta quedarme sin lágrimas, ella hizo eso, ya que no estaba papá para defenderme, él estaba en su trabajo, ajeno a lo que pasaba en la casa.
Fin de flashback
Escondí mi cara en mis manos y llore, toque con dolor mis brazos y recordé todo esos golpes, que estaban en mis recuerdos y estaban en cada cicatriz de mis brazos y espalda. No podía entender como esa mujer, a la que ya no veo como madre, pudo lastimar así a su hija, a su única hija en ese tiempo, por que, si yo era normal, lo soy.
-Tranquila, Lauren... - sentí como los brazos de Camila me abrazaban, me eche a llorar en su sus brazos, en esa banca.
-Es... Difícil, Camz - mi voz salía entrecortada.
-Lo sé, lo se, Lauren... - ella acariciaba mis mejillas, limpiando mis lágrimas.
-Quiero... Quiero comentarte todo... Esto que me esta matando por dentro... - ella me regalo una sonrisa tierna.
-Cuando quieras y puedas, acá estaré, ahora respira y tranquilízate -
Nos quedamos así por mucho tiempo, yo llorando sin parar, mi respiración era muy pesada. Ella con sus brazos alrededor de mi cuerpo, que temblaba por los sentimientos encontrados, Camila, solo frente de ella no podía ser fuerte, solo ella pudo conocer que soy débil y que tengo un pasado horrible, sentí su olor, y su calor, el calor de su cuerpo me tranquiliza, su olor hace que olvide de todo dolor.
A las horas, si, horas, no sabían cuantas habían pasado, pero la cosa es que me pude tranquilizar, me aleje de Camila y le sonreí, fue débil y muy sincera, quería, y debía desahogarme con alguien, eso era cierto, es bueno hacerlo, así te quitas un gran peso de encima.
-Te traeré agua... - antes de que se levantara la detuve.
-No... Gracias, yo... Quiero contarte mi pasado... Solo quiero que escuches, y no digas nada, hasta que termine... - le di una mirada de tristeza.
-OKey, lo haré... -
Cerré mis ojos y suspiro, tome mi tiempo, quería aclarar recuerdos e ideas, me acomode mejor y ella hizo lo mismo, sería difícil, ya que a mis 18 años nadie sabe la verdad detrás de mi dolor y de mis cicatrices.
-Tenía 7 años... -
Y comencé, le conté que mamá se enojaba conmigo por todo, ella después de llegar de su trabajo subía a mi habitación y me golpeada, un sentido y sin razón, lo único que decía era "eres un fenómeno, una escoria de este mundo, me arrepiento de traerte al mundo". Siempre era lo mismo, esas palabras, me lastimaban, al final del día ella hacía lo mismo, con lo que tenía a la mano con eso me golpeaba. Le dije que a mis 7 años, le había comentado a mamá que me gustaba una niña, llamaba Lucy, desde ese día ella no fue la misma, cada día me golpeaba, siempre era la misma rutina, cuando para no estaba papá ella hacía lo que quería conmigo, mis hermanos no hacían nada, solo escuchaban, miraban y callaban.
Mis hermanos me odian, mamá les metió mierda en la cabeza, les dijo que yo había arruinado nuestra reputación, que yo era un fenómeno, que debí de nacer, la única, que me quiere, aunque le cuesta abrirse a mi es mi pequeña Taylor, ella a su corta edad sabe que los homosexuales son personas normales y que no hacen daño a la sociedad.
Así le pase comentando mi vida Camila, toda la tarde, entre llantos de ambas y entre suspiros y abrazos de parte de ella. A los minutos u horas entramos a la cabaña, ella me hizo un té y me senté en el sofá, todo se volvió un silencio total.
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