Lauren's POV

Ya habían pasado como mínimo dos horas tal vez, no sabía con exactitud ya que estaba muy ebria, este juego no me gustaba ya que siempre logro beber más de la cuenta. Si me decían algo yo me reía sin sentido, la única que creo que no había bebido era Camila, la hermosa morena frente de mi que no dejaba de verme y reír al ver mi estado, me encanta su risa es música para mis oídos. No dejaba de verla, ella simplemente reí cada cuanto yo bebía y decía palabras sin sentido.

—Venga ya chicas —comencé a decir arrastrando las palabras. —, ya no puedo beber más.

—Lauren no seas agua fiesta —esta era Vero que al igual que yo estaba muy ebria.

—Será mejor que ya no jugaré —me levante con un poco de dificultad, estaba por caerme pero unos brazos me ayudaron a no terminar de caer. Era Camila. —. Gracias.

Sin más luego de levantarme por completo camine hacia un banco que estaba frente al centro del mar, con dificultad iba caminando hasta éste y luego de llegar me senté, la luna estaba muy hermosa, estaba en su mayor esplendor. Hace ratos estaba hablando con Vero sobre la presencia de Matt y Camila, simplemente me dijo que Lucy la había invitado y también a las demás. Matt. Este chico me estaba preocupando un poco, lo quee había dicho antes de irse me dejó mucho en qué pensar, sabía que él estaría en Miami dos semanas, las causas de su ida hacia ese lugar me tenía muy mal.

Mientras estaba en la cocina con Camila, estaba mal, muy mal. Con lo que hice quizá ella se dio cuenta de mi posible mal estado, Vero me había dado un poco de su cigarrillo que se estaba fumando pero que al final salió que no era un simple cigarrillo sino que era mariguana, así que estaba drogada mientras cocina y por eso hice lo de lamer el dedo de la morena. No me arrepiento ya que ella no miraba como algo sexi y muy caliente. Caliente. Esa palabra siempre está en mi cabeza cada vez que ella está a mi lado o cerca. Esta noche ella estaba más hermosa que nunca, con ese vestido blanco un poco holgado, me mataba verla tan libre y hermosa. Ya no estabas en mis cinco sentidos, pues tanbaleaba, al rato sentí como alguien se acercaba, volví mi mirada hacia atrás y note un hermoso ángel parado a mis espaldas, ella sonreí y se termino de acercar hacia mi.

—Que hermosa vista —con la luz de la luna dando en su rostro ella se miraba más hermosa que nunca.

—Hermosa ángel —dije sin pensarlo, ella se volteo a mi y sonrió más.

—Si que estás muy ebria Laur.

—Tu rostro es muy hermoso y estando cerca de la luz de la luna brilla más —ella sacó una risilla nasal y se tocó el cabello, se sonrojo.

—Nada se compara con tu color de ojos que hacen juego con esta luz. —ella estaba haciendo cumplidos también. Me encantaba esos instantes en los que ella trataba de coquetear conmigo, era muy hermosa y tierna.

—Siéntate, ángel —ella negó con una sonrisa burlona y se sentó a mí lado. El asiento era muy pequeño así que nuestros cuerpos estaban a centímetros. —. Tú no bebiste nada. —ella volvió su atención a mi y mis palabras, ella no entendía. —, mientras jugamos, tú no bebiste.

—Si, pues no soy tan divertida —se encogió de hombros y siguió. —, simplemente no he hecho muchas cosas indebidas o más bien cosas divertidas cómo ustedes.

Me quedé viéndola, viendo cada rasgo de su hermoso rostros, sus ojos colo chocolate y esos hermosos y carnosos labios que en su momento fueron míos y sólo míos. Ella se dio cuenta que la miraba y puso sus ojos en mí, sonrió con mucho cariño y a la vez un poco divertida, aún sentía mi corazón saltar cuando ella estaba cerca, la amo, sigo amando a ésta bella morena de ojos marrones, la amo y no no se si esta bien hacerlo aún. Deje de verla y pose mi atención a la vista que teníamos del mar y la luna, nos quedamos en silencio mientras apreciabamos la belleza de la vista. El silencio no duró más de un rato ya que Camila habló.

—Dinah me ayudó un poco con mi recuerdos perdidos —la mire rápidamente después que dijo esas palabras, mis ojos estaban muy abiertos.

—Así, ¿que te dijo? —si le comento todo estaba perdida, más de lo que estaba en estos momentos con el alcohol, tal vez por la impresión de sus palabras el alcohol salió de mis sistema.

—Me comentó sobre mi relación con Shawn un novio mío del colegio. —si, se lo había dicho, pero que le pasaba a Dinah, en serio que le pasa. Camila se quedó analizando mi reacción. —. Lauren, quiero que seas sincera conmigo.

—Si, lo seré.

—Bien, es que desde que te conocí en la librería —ella comenzó a hablar, ella jugaba con sus dedos muy nerviosa, definitivamente no estaba enojada, quizá no lo sabe. —, y en las otras veces que nos hemos visto. —ella se sonrojo, quizá se recordó el encuentro que tuvimos en mi casa cuando estábamos en mal estado, sonreí sin querer al verla tan tímida e inocente. —¿Tú y yo nos conocemos desde antes?.

Me quedé unos largos minutos en silencio, no sabía si decirle la verdad o no, quizá debería pero a la vez no sería lo correcto de decirle que si ya que ella comenzaría a sacar especulaciones sobre el echo de que el un tiempo atrás ella y yo eramos amigas. Ella no dejaba de verme con ojos de curiosidad, quería la verdad, lo estaba esperando. Decidí decirle, no estaría mal hacerlo.

—Pues si, nos conocíamos en el colegio —ella no salía nada, solo tenía su atención en mi. —. Cursabas el último año cuando yo llegue y nos hicimos amigas.

—Por eso mis amigas te conocen también. —ella se quedó analizando unos minutos mis palabras. De mi chaqueta saqué una cajetilla de cigarrillos y cogí uno y luego lo encendí, estaba nerviosa, mucho. —Supongo que tú supiste de mi accidente en coche que tuve, ¿verdad?.

—Emmm... Si, Dinah me comentó un poco —ella se notaba confusa y también muy pensativa, más cuando le mencioné a Dinah

—¿Por qué Dinah te mira mal? —la quede viendo mientras sacaba el humo del cigarrillo. —¿Tuvieron alguna disputa en ese tiempo?.

—No sé qué te haya dicho Dinah, pues la verdad es —le di una larga calada a él cigarrillo y me tranquilice un poco, era buena para inventar cosas y también para mentir. —, simplemente ella no estaba de acuerdo con una decisión que tuve en su momento, en un momento de mi vida que fue el peor. Ella está resentida por eso.

Nos quedamos en silencio, me maldije mentalmente, casi le digo la verdad, seré tan tonta que casi le digo la verdad. Le di otra calada a mi cigarrillo, mi mano estaba muy húmeda por el sudor ya que estaba demasiado nerviosa con esto. El alcohol no me ayudaba nada con esto, me podía más nerviosa. Un suspiro salió de los labios de Camila, la mire y se notaba muy frustrada y un tanto curiosa por saber más, saque el humo y me quedé un momento analizando mi torpeza, seguramente ella me seguiría preguntando y ahora más si sabe que tuve un momento malo en mi vida.

—En este punto la luna está muy hermosa, ¿no crees? —ella no pregunto más eso me sorprendio. Su mirada estaba pegada en la luna.

—Si, la verdad lo es.

—Si, lo es. ¿Crees que es más hermosa que el sol? —ella se volvió a mi, ahora su mirada estaba en mis ojos, ella me sonreí, pero era diferente esa sonrisa, era más de triunfo o quizá de superioridad. No entendía a que se refería con esa pregunta.

—Pues ambos son hermosos.

—¿Prefieres la luna o el sol? —me pregunto mientras tenía esa sonrisa en su cara, me estaba matando con esas preguntas, sentía que algo andaba mal.

—Pues creo que el sol es hermoso.

—¿Con cual me identificaras tú? —frunci en ceño, de seguro Dinah le comento algo más que no debía. Ella no dejaba de verme con ojos de querer la verdad.

—Pues creo que el sol—ella sonreía con superidad como si había descubierto algo grande. —, pues eres muy alegre y llenas de luz la vida de los demás.

—Claro... —dijo con una media sonrisa y observó mis ojos y con determinación. —. Tú eres la luna, eres muy sensual y muy misteriosa, llenas de curiosidad a los demás.

Me quedé con el cigarrillo a medio acabar entre medio de mis dedos y le quedé viendo con el ceño demasiado fruncido, ella me había definido con la luna, no entendía el por qué se esas repentinas preguntas. Le di una última calada a mi cigarrillo y luego tiré la colilla y nos quedamos en silencio, sentí que el alcohol volvía a mi sistema y me sentía muy mareada. Luego reaccione, claro que sabía por qué ella preguntaba eso, claro que si, las cadenas que había comprado para las dos, cada una tenía un dije diferente, uno era el sol y el otro la luna. No creo que ella haya recordado eso, además Dinah no los vio, no que yo sepa.

—El día anterior —comenzó nuevamente la morena mientras se sacaba algo de su bolsillo pequeño que tenía el vestido, una cajita. —, el día cuando llegaste a casa de Matt. —saco una cadena de la cajita. —encontré este collar abajo de la mesa de la sala, quizá es tuyo.

Todos a mi alrededor se detuvo cuando vi ese collar que estaba en sus dedos, ella tenía el mismo collar que días atrás se me había perdido en algún lugar, pero no sabía donde estaba. Era el collar que tenía la luna en éste, era por eso que ella me preguntaba tales cosas. Su mirada era seria y muy tranquila, era como si conocía a la perfección mi respuesta.

—Si, lo es, gracias —la cogí de su mano y la analice un poco, era la misma. —. Sin querer se me cayó en su casa.

—Si, puede ser —se quedo analizando la caja donde saco mi collar. No sabía con exactitud que le pasaba a Camila pero no era algo bueno. Se guardo la cajita nuevamente y me sonrió. —. ¿Te la pondrás? —me quede mirando a la morena tratando de entender. —Le collar, ¿lo harás?.

Asentí con un poco de duda, ella se acerco y cogí el collar que estaba en mi mano y se acerco a una distancia que podría ponerme el collar, sentí lo helado del collar tocar la piel de mi cuello, la risilla de Camila no ayudaba, sus ojos estaban muy ocupados, los míos estaban en su cuello que estaba al descubierto, era tan suave y muy hermoso, tenía un pequeño lunar en éste que apenas se podía notar. Ella se alejo cuando logró ponerlo en mi curllo, cuando se alejo su nariz tocó la mía y su respiración chocaba con la mía, sus labios estaban un poco abiertos, quería besarla y eso era seguro, lo quería hacer, pero no sabía si ella así lo quería. Nos quedamos unos minutos así, sus ojos viajaban de mis labios a mis ojos y yo hacia lo mismo, ella se termino de acercar y unió sus labios húmedos y suaves con los míos, nos fundidos en un beso lleno de cariño y algo más haya de lo que lográbamos sentir en estos momentos. Sus manos estaban en el dobladillo de mi camisa, lo apretaba con determinación, sentí que temblaba sus labios mientras los movía para tener más contacto con los míos. Mi mano llegó hasta su mejilla la cual acaricie con suavidad y muy delicadamente. Un suspiro salió de su boca al momento de separarnos y coger un poco de aire y luego nos fundidos en otro beso, este estaba muy intensos pero sin perder el cariño que lograba sentir de su parte al moverlos, mi otra mano la coloque en su muslo y la comencé a mover un poco dejando una suave caricia, ella no dejaba de suspirar en mis labios y eso me estaba volviendo loca, ella me volvía loca. Era perfecta, muy hermosa y perfecta.