Después de la cena todas nos fuimos a la playa, la verdad que la comida quedó muy deliciosa, Lauren podía cocinar y eso lo supe cuando un trozo de lasaña hizo contacto con mi paladar. Todas le hicimos saber que estaba muy delicioso Lauren no deja de sorprenderme cada día, está chica era perfecta ante mis ojos, tenía tantas cosas curiosas que cada vez quería descubrirlas. Lo que hizo en la cocina con mi dedo me dejó muchas dudas, me gustó, si que lo hizo, pero la note un poco extraña. Sus ojos me decían que algo estaba mal en ella.

Ahora me encontraba sentada en la arena frente al mar leyendo un poco de mi libro favorito, las chicas estaban dentro del agua jugando, aunque a Dinah no le pareció excelente idea estar al lado de la ojiverde, así que ella igual estaba sentada en la arena junto a mi leyendo una revista de modas que Lucy le había prestado. Aún no lograda entender por qué se comporta así con Lauren si ella no es mal en ningún aspecto, yo que sepa ella no esta en malos caminos ni nada por el estilo, es raro eso en mi amiga, no creo que sea por los justos hacia las chicas sería absurdo ya que a Dinah le gustan igual. Por ratos escuchaba a la polinesia gruñir y maldecir por sus adentros mientras miraba "disimuladamente a las demás", Dinah es muy complicada a veces.

—Si tanto te molesta verlas reír, ¿por qué no vas? —le dije sin quitar la mirada del libro, recibí un gruñido infantil de su parte. —, simplemente no comprendo el por qué de tu odio hacia Lauren.

—Si te lo digo aún estarías sin comprender tonta. —quite mi atención del libro y le mire con curiosidad.

—Siento que tienes algo oculto que tiene que ver con mi pasado —ella dejó la revista y miraba hacia el mar, como si pensaba en si decirme o no. —, eres mi mejor amiga, aunque a veces lo dudo, ¿sabes?.

Nos quedamos en silencio mientras mirábamos con determinación el mar y las chicas saltando y jugando dentro de éste. Dinah sacó un suspiro que debía haber tenido retenido en sus pulmones y luego me dio una leve caricia en el hombro, no le di una mirada, simplemente me quedé viendo el mar. Ella tenía secretos y también sabía más de esos dos años que perdí, pero por alguna extraña razón no quería que yo supiera.

—Mila, es difícil, si que quiero ayudarte y decirte, pero hay mucho en juego. —con mucho cariño y suavidad retiré su mano de mi hombro y la mire con un poco de tristeza y también decepción.

—No me ayudes si no quieres, solo te diré que no puedo confiar en ti más nunca —me levante con mi libro en mano y me dispuse a entrar a la casa y ordenar mis cosas en la habitación, me detuve y hablé. —. A veces quisiera que fueras sincera completamente conmigo, como lo hacías antes, Dinah Jane.

Sin mirar atrás me fui hacia dentro de la casa, me sentía mal, pues mi amiga de toda la vida no me podía decir algo que me pertenece de esos dos años que se fueron a la mierda cuando me di el golpe en la cabeza, me conformaría con unas cuantas cosas para poder recordar un poco. Camine hasta llegar a la puerta, pero sentí que Dinah me llamó por mi nombre, estaba a mis espaldas. Me di la vuelta y se notaba muy agotada ya que corrió para seguirme.

—Yo... Camila, me es difícil decirlo, ¿bien?, yo creo que no soy la indicada para hecerlo. —sus ojos mostraban sinceridad, de la poca que le creía conocer.

—Solo quiero algunas cosas que me ayuden a recordar. —ella se estaba tardando en responder o darme alguna señal de que ella aún estaba ahí frente a mi y que no estaba en otro mundo. Sus ojos se notaban perdidos como si no quería que supiera algo que me dañaría por alguna razón.

—De acuerdo, pero no te lo diré acá, vamos.

Me tomó de la mano e hizo que bajara las escaleras de la entrada, caminamos por la arena de la playa mientras íbamos en un rotundo silencio un tanto incómodo. Me sentía ansiosa y a la vez un poco asustada por lo que Dinah me diría de esos dos años que pasé y los cuales que no recuerdo por el tonto accidente. Mientras caminábamos me di cuenta que ya estábamos muy lejos de las demás y que estábamos cerca de unas palmeras, ya estaba un poco oscuro, la tarde se estaba asomando un poco. Después de un largo tiempo de caminar, ella se detuvo y me invitó a sentarme en una madera que parecía tronco, el cual formaba una tipo banca, nos sentamos. Dinah no decía nada solo se quedaba viendo hacia el frente, la notaba un poco nerviosa, y yo igual lo estaba. Sentí una eternidad estando acá hasta que ella finalmente habló.

—Dime lo que recuerdas de uno de esos años.

—Solo recuerdo que estaba cursando el último año del colegio. —la verdad era solo eso lo que recuerdo, es tonto pero es lo único que logró recordar. Dinah se rio un poco. Frunci un poco mi ceño mientras la miraba riendo.

—Eso es obvio tonta —se cubrió su boca para evitar reír más alto, simplemente es tonta esta chica por veces. —. Lo siento. Bien, si estabas cursando último año, ¿no recuerdas alguna amor, un chico en esos años?.

Me quedé un momento pensando a lo que se refería ella, pues no recuerdo haber tenido algún novio o alga así en el colegio, pues siempre me he enfocado más en los estudios que en andar perdiendo mi tiempo con chicos.

—La verdad no, no recuerdo.

—Promete que no le harás preguntas a tú madre después de escuchar esto.
—¿mi mamá?, ahora sabía el miedo de ella y también de mi hermana, mi madre había ordenado que ellas no me dijeran más nada de lo que pasó en esos últimos años de mi vida, antes del accidente. Me quedé viendo a Dinah. —Prometelo.

—Bien, bien lo prometo.

—De acuerdo —dijo mientras dejaba salió el aire contenido en sus pulmones.—. A los 13 años tu conociste a un chico llamado Shawn Méndez...

—Si, lo recuerdo, él me molestaba demasiado en las clases. Lo odiaba —ella me miraba muy detenidamente. O no. —, espera no me digas qué...

—Si, él fue tú novio.

Me quedé analizando esas palabras que estaban saliendo de su boca, ¿como pude andar de novia con él?, simplemente no se podía él siempre se encargaba en todos las horas libres de las clases en hacerme la vida imposible, siempre me molestaba diciéndome niña fea o nerd y también me decía que era una niña que comía libros y no comida como las personas normales, lo odiaba no podía haber caído tan bajo y andar con él. Me cuesta mucho creer esas cosas.

—No puedo creerlo, simplemente no puedo.

—Creerme para mi fue más difícil creerlo —dijo ella mientras mostraba una cara de desagrado hacia él, a ella también la llegó a molestar con los gustos de ella hacia otras chicas.

—¿Cuanto tiempo?.

—Cinco años de novios. —mi cara era de poema, no podía creer eso, como podía haber hecho eso, algo tan bajo al ser novia del chico que se encargaba de molestarme y hacer que mis días fueran tan aburridos y desagradables.

—¿No sabes como pasó?. —ella asentó con un poco de desagrado en su mirada. —, cuéntame, estoy lista.

Ella comenzó a contarme como fue, comenzó diciendo que él me había dicho que me molestaba con la simple escusa de acercarse a mi y poder hablar conmigo, luego llegué hacia a ella y le comenté esto, también le dije que el me había dicho que yo le gustaba mucho y que él siempre me llevaba rosas que cortaba del precioso y cuidado jardín de su madre, nos reímos por qué ella me dijo que la madre lo castigó cuatros días sin salir a jugar todo por haber cortado sus rosas. Luego de parar de reír a mi mente vinieron unos pocos recuerdos de esos días con éste chico, eran vagos recuerdos que se estaban formando y tomando su lugar en los recuerdos que ya estaban ahí, luego vinieron los días en los que él pasaba conmigo fuera de casa, siempre pasábamos sentados en mi porche hablando de tontería varias.

—Lo recuerdo Dinah. —ella me miró muy sorprendida por mis palabras que salieron a la luz. —. Recuerdo esos días que pasé con él, pero no recuerdo más.

—Pero ya es algo y eso me alegra mucho Camila —ella me acaricio mi hombro y me sonreía con alivió.

—Quiero escuchar más, por favor.

—Pues, él y tú eran muy felices y también se la pasaban diciendo que se casarían en un futuro —si eso lo recuerdo, siempre habíamos soñado con eso. —. A tu madre le gustaba esa idea, siempre le había gustado.

—Si, eso lo sé, conozco a mamá. —mamá siempre se había pasado la vida diciéndome lo que hacer y lo que no hacer, pero eso era cuando estaba pequeña, antes ella podía moldearme a su gusto. Había una duda. —¿Por qué siempre te refieres a él como en pasado?, ¿qué fue de él?.

Sus ojos se agradaron más y mostraba mucho asombro, era como si lo que había preguntado estaba mal, como si quizá ella no debía hablar más sobre él, pero ¿por qué?. Se quedó en un rotundo y desesperante silencio que lo sentí una eternidad. Ella a los minutos carraspeo un poco y habló.

—Pues él se fue del país con su familia... Su sueño era ser cantante, tú lo sabías.

—Oh, sí eso lo recuerdo también. Quisiera volver hablar con él y recordar más —dije con una risa de nostalgia.

—Si, quizá deberíamos regresar, las chicas quizá están preocupadas.

Le di mi aprobación y nos levantamos, solo fueron unos pocos recuerdos lo que ella me ayudó pero ya era algo ¿no?, simplemente me conformó con eso, aunque siempre tengo esa duda del por qué ella odia tanto a la ojiverde. Cuando llegamos todas estaban en la playa sentadas en la arena en un círculo en medio estaba una pequeña fogata. Tomé la mano de Dinah y le di un mirada, luego mire a Lauren la cual estaba con su cabeza baja, esto lo hizo nomas ver a Dinah, me acerque al oído de mi amiga y le dije.

—Por favor, trata de ser amable con Lauren, por lo menos un poco.

Ella se separó y me dio una mirada de desaprobación y yo le di un mirada de ternura y de suplica, ella susurro un "de acuerdo", le di un beso en la mejilla le alegría y luego nos sentamos con las chicas, ellas estaban hablando de cosas sin sentido, note la mirada de Lauren, ella estaba frente de mi con Halsey a su lado, la cual le estaba hablando de algo, pero su atención estaba simplemente en mi, sus ojos me miraban a mi y a nadie más, le di una tímida sonrisa la cual ella correspondió con una igual pero más con cariño y un poco coqueta con una ceja arqueada, lo que me hizo recordar lo que había pasado en la cocina, quite rápidamente mi mirada de ella y la pose en las demás. Lauren era tan hermosa y muy curiosa, ella era muy interesante, guardaba algo que me intrigaba demasiado. Luego Lucy y vero entraron a la casa, no tardaron mucho ya que luego salieron con una cuantas botellas de cerveza y unos vasos.

—Bien niñas —comenzó a decir Lucy mientras se sentaba nuevamente. —, ¿quién quiere jugar?.

—Yo quisiera pero debo ordenar algunos documentos —dijo Halsey mientras hablaba algo con Lauren. —, me iré a ordenarlos, lo siento. —le dio un beso corto a Lauren y luego se fue, me repugno eso demasiado.

—Bien, jueguemos a... —ella miro a Vero y se sonrió con complicidad. —Yo nunca.

Ellas gritaron como desquiciadas mientras preparaban unos vasos con cervezas, los cuales repartieron a cada una de nosotras, a todo esto Lauren me miraba con una sonrisa cómplice, no entendía por qué.

—Para quien no sepa esto se basa en que si yo digo "yo nunca he besado a alguien" la que lo haya hecho se tomará todo el vaso con cerveza. —
Esto no me aprecia la mejor opción para divertirme, pero quizá será divertido.

—Bien, yo comienzo —dijo Vero. —Yo nunca he tenido sexo en una piscina.

Me quede un momento observando a las chicas, solo bebió del vaso Normani, Lucy y Vero. Lauren me miraba mucho y más con esa estúpida y sensual sonrisa. Así continuamos jugando, la verdad era divertido ya que apenas había bebido un vaso. No podía dejar de ver a Lauren y su estado en el que estaba quedando por tanto beber era divertido ya que no paraba de reír, su hermosa y sexi sonrisa.