Camila's POV

Nunca me imagine que esto pasaría la verdad. Lucy, una amiga de Dinah nos invitó a pasar tres semanas en su casa de playa, todo normal, llegamos y le estábamos ayudando a pintar un poco la casa por dentro, por que estaba muy descuidada. Pero lo que ella no nos había dicho era que no seríamos solo nosotras, también estaba Lauren y eso no es lo que me sorprende, lo que me sorprende es que este acá con su ahora novia, pero esto no puede ir peor, yo pensaba olvidar todo lo que me pasaba estos días tanto con Lauren, como también con mis dudas después de ir al médico. Ella y Vero, la novia de Lucy estaban hablando en la habitación de a lado, llevaban como media hora ahí, me estaba poniendo un poco dudoso al estar acá. Al verla me entran más las dudas. Me encontraba con Matt y las chicas ordenando unas cajas que estaban en la entrada de la casa.

Matt apenas aceptó venir ya que me dijo que debía ir fuera de la ciudad a hacer unas cosas, las cuales no sabia que eran, él últimamente no me dice donde va, simplemente me dice que va de viaje y nada más, no quisiera dudar sobre él y pensar en que me puede estar siendo infiel. Él estaba pasando las cajas hacia la parte de afuera, era el único hombre acá como dato curioso. Le llegada sorpresiva de Lauren y Halsey para Matt fue alegría, él estaba muy feliz al verlas juntas acá. Algo curioso que note entre la moradas que le daba Dinah a Lauren eran tan incómodas y también si las miradas matarán seguramente en estos momentos estaríamos arreglando el funeral de la ojiverde.

A los minutos Vero y Lauren salieron como si nada de la habitación donde estaban hablando, Vero se acerco a ella y le dijo algo al oído, la ojiverde solo frunció un poco el ceño y solo asentó con la cabeza.

—Hey Lauren ayúdame con las cajas, por favor —le dijo mi novio cuando entraba. Últimamente ellos dos se estaban haciendo muy amigos y eso por alguna extraña razón me parecía bueno y a la vez un poco mal, no sabía bien.

Lauren aceptó, Matt salió nuevamente y Lauren se acerco a donde estábamos Dinah y yo, ella con un poco de miedo que lo note en su mirada se acerco y cogío una caja y ella me dio una mirada furtiva, yo le sonreí, más bien fue una mueca la cual ella aceptó con una sonrisa. La vi salir atrás de Matt con la caja en brazos. Me quedé un momento observando la puerta donde Lauren se había iba, tenía curiosidad por que Dinah actuaba así o más bien dicho por que Dinah la mira así. Me volví hacia ella y la mire esperando algunas palabras de su parte.

—¿Qué?. —me dijo con una media sonrisa.

—Nada... —ella negó y continuó ordenando las cosas en las cajas. —¿Por qué miras mal a Lauren? —ella dejó rápidamente a un lado las cosas y me vio con ojos de molestia y a la vez con un poco de asombró. —Lo he notado...

—Nada, simplemente no me agrada su presencia...

—¿Te hizo algo en el pasado que no quieres recordar? —ella cambió su mirada de asombró a una de mucho enojó y hasta estaba poniéndose roja. Algo traían estas dos.

—Te aseguro que esa idiota no me hizo nada, no a mi. —dijo con enojo señalando hacia la puerta por donde pasó anteriormente Lauren. —. La odio, simplemente la odio y no me gusta estar cerca de ella. Y ni tú deberías estar cerca de esa idiota.

—¿Por qué? —le dije con una expresión de duda muy grande, que había pasado entre ellas dos que Dinah se pone así. Dinah se sorprendió por sus palabras. —. Ella solo está siendo buena con nosotros, Matt le agrada, no veo por qué debo alejarme de ella.

—Simplemente hazlo, te aseguro que ella no merece tu amistad, esa idiota no se merece nada de ti.

Dinah se levantó con unas cosas en sus manos y se alejó de ahí. Estaba más condunfida que antes, primero note a mi madre mirarla mal y ahora Dinah, pero que pasaba entre ellas, ¿había algo que me estaban ocultando?, quizá sea mi imaginación. Termine de meter las cosas a la última caja, Lauren entro luego y se acerco a mi, ella venía por la última caja, sus ojos me estaban viendo detenidamente desde la puerta, sus ojos se notaban muy brillantes de lo normal. Pero luego entró rápido Matt y llegó hasta a mi.

—Me tengo que ir amor—me quede viéndolo, tratando de entender por qué.

—¿Por qué?.

—Debo ir a ver a una editorial donde publicarán mi nuevo libro. —me dio un beso y luego se alejó, mis ojos se dirigieron hacía Lauren la cual tenía una mirada de tristeza. —, si necesitas que te lleve o algo Lauren te puede ayudar, ya hablamos de eso con ella. —Lauren se acerco hasta él. —¿Verdad Lauren?.

—Si, yo lo haré —los dos se notaban algo raros como si me ocultaban algo.

—Bien, me voy, bye.

Él se fue por sus cosas, aún no podía creer que él se iba así sin más. Lauren sólo se despidió y se fue, ahora estaba sola, pero si Matt no debía irse él me dijo que ya había arreglado todo. Me levante y fui hacia donde él estaba con sus cosas. Quería que me explicara todo, Vero nos había dado una habitación para cada pareja para así dormir estás tres semanas, subí a la habitación y entre, Matt estaba ordenando nuevamente su ropa en la maleta.

—Matt, dime ¿por qué te vas?, si ya habías dicho que lo habías solucionado. —él dejó su maleta ya listo y me dio una mirada.

—Lo sé amor, es que el señor Markus me quiere ver mañana a primera hora para leer mi libro —se acerco y me dio un rápido beso en la sien. —. Sabes que él es uno de los escritores con los que quiero asociarme, amor es importante.

—Lo sé bebé, solo que...—me quede un momento en silencio y lo mire a los ojos, estaba siendo sincero, pero no quería que se fuera, me dio una sonrisa con el fin de reconfortarme.

—Sé que prometí pasar estas semanas junto a ti y disfrutar. —me dio otro beso en el mismo lugar y luego acaricio mi mejilla. —. Hagamos algo, solo dame dos semanas o menos, estaré acá, para pasar contigo unos días, ¿si?.

—¿Por qué dos semanas?.

—Amor, debemos ver la fecha de lanzamiento del libro, el porcentaje que debo darle a el señor Markus y también debemos buscar las librerías.

—Es verdad. —aún no me gustaba la idea de que él se fuera hasta Miami para hacer eso, lo peor que eran dos semanas. —. Esta bien.

—Bien, debo irme amor —me dio un beso fugaz. —, recuerda que te amo con todo mi corazón y mi alma, me duele dejarte creeme, pero es algo que nos servirá a los dos en nuestro futuro.

Asentí y le di un largo beso en los labios que duró demasiado tiempo, el beso se estaba a largando más pero Matt se alejó y solo sonrió con un poco de timidez y también se notaba sonrojo. Salimos de la habitación y bajamos los dos juntos, afuera estaba su auto. Dejó sus cosas en la parte trasera y se despidió de las chicas y luego de mi, me volvió a decir cuanto me amaba y también que si necesitaba algo que le dijera a Lauren ella me llevaría en su auto. Luego se marchó en el coche. Me quedé un momento viendo como se iba él, quería estar más tiempo a su lado. Un prolongado suspiro salió de mí y luego me di la vuelta y entre, algunas chicas estaban en la playa y otras estaban en la cocina viendo que cenariamos. Me acerque a la cocina y en ésta estaban Vero y Lauren, ellas estaban discutiendo para ver quien cocinaría.

—Ya verás que volverá en algunos días, tranquila —me dijo Vero desde su lugar, Lauren solo sonreía para darme aliento.

—Si lo sé.

—Venga Cami, no estés así —dijo Vero y se quedo viendo a Lauren y luego a mi y sonrió —. Mejor ayuda a Lauren hacer la cena, debo ir a ver a Lucy.

No dejó que dijéramos nada y solo se fue, Lauren le estaba gritando pero no hizo caso alguno. Lauren estaba un poco nerviosa, me acerque a ella y me quedé a sus espaldas, carraspee un poco y obtuve su atención.

—Bueno, debemos cocinar.

—Te aseguro que la mato.

—Déjala —negué y le sonreí. —, dime mejor ¿que haremos?.

—Estaba pensando hacer un poco de lasaña de carne. —ella señaló unos ingredientes que tenía ya listos en la mesa. No sabía que ella cocinaba.

—Bien, solo dime que hacer. —ella sonrió y negó.

—¿Nunca haz hecho eso verdad?.

—La verdad nunca cocino solo como pizza y a veces el que cocina es Matt. —ella sonrió, les juro que su sonrisa me tenía en el paraíso. Simplemente hermosa.

—Bien, entonces conmigo aprenderás hacer esto también —dijo de una forma que me hizo entender en un doble sentido, sonreí y levanté una ceja. Ella se sonrojo y se dio cuenta de las palabras y se rio. —. Bien, eso sonó mal, lo siento. Comencemos mejor.

—Bien, maestra Jauregui —mi sexi maestra Jauregui, ella me miraba con una sonrisa un tanto burlona y también con picardía. —. Usted mande y yo lo hago.

—Bien Camila, esto será difícil contigo. —su risa era otra cosa que me encantaba de ella. Sus ojos me miraban muy atentos. —, solo debes comenzar a partir la cebolla y el tomate. Ay Camila.

Lo último lo dijo en un susurro que me hizo sonreír. Dejamos de tontear y comenzamos a cocinar, ella lavaba la carne y yo me encargaba de la cebolla y de los tomates. Estar cerca de ella me gustaba ya que sentía una conexión muy fuerte que me gustaba, era por qué ella emanaba un poco de sexualidad donde quiera que estuviera. Sonreí por mis tonterías y continúe con mi trabajo. Será difícil concentrarme con ella acá. De un momento a otra sentí que ella se acerco por detrás y de reojo note que ella estaba observando cómo lo hacía, me estaba poniendo nerviosa mucho la verdad, Camila recuerda que ella tiene novia, me dije a mi misma, pero ella no se alejaba, luego sin darme cuenta me corté un poco.

—¡Ay! —exclame, pues mi dedo estaba sangrando.

—Oh Camila —se acerco y me cogio la mano. —, dejame ver, solo fue un corte pequeño.

Me acerco hacia el lavado y encendió el grifo, pero ella no hacía nada más que verme a los ojos mientras tenía mi dedo en su mano, no sabía que haría ya que ella se notaba indecisa, cómo si lo que haría estaba mal y si que lo estaba, me di cuenta que ella luego de un rato de silencio se estaba llevando mi dedo a sus labios me que helada al ver eso, luego ella se quedó un momento sin mover su mano y solo me miraba, luego sin pensarlo se lo metió a la boca y pasó su lengua por mi dedo, sentí su lengua húmeda pasar por mi dedo, cerré mis ojos, se sentía tan locamente bien, era algo absurdo pero me gustaba lo que sentía. Abrí mis ojos y ella sacó muy lento mi dedo de su boca, nos quedamos mirando en silencio sin decir nada. Hasta que...

—Laur ¿ya está...? —nos separamos rápidamente.

—Solo debes ponerte una bendita en el dedo. —dijo disimulando lo anterior, ella me miro con ojos de debía seguir el juego.

—Oh sí, gracias.

—¿Interrumpí algo? —dijo Vero a mis espaldas.

—No, nada solo me estaba limpiando el dedo ya que me lastime. —le di una mirada a Vero, ésta miraba a Lauren con una sonrisa.

—Solo quería saber si estaba la cena —quizá estaba loca pero escuché un gruñido de molestia de parte de Lauren.

—Ya estará, solo darle cinco minutos.

Cogio lo que yo estaba cortando y lo lavo y luego los echo en la sartén donde lo comenzó a revolver. Vero se fue después de reírse de la respuesta de Lauren. Nos quedamos en silencio cuando ella se había ido, nadie decía nada y eso me estaba incomodan do un poco. Me mire el dedo y sonreí al recordar la lengua de ella en mi dedo, soy tan loca, pero lo soy por Lauren.