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- Café -

Incorrect de inspiración:

"Sasaki: Agradecería que por una vez aceptaras que te equivocaste.

Poseidón: -Revolviendo su café con una cuchara pequeña- En realidad me gusta más con sal. "

Para DemonForeverMoon que me dio la idea.

Finjamos que Sasaki es joven, fue un regalo piadoso de las valkirias, y también que los dioses y humanos que murieron en el Ragnarok están vivos en realidad.

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Cuando el Ragnarok acabo, dejando como vencedores a los humanos, Sasaki estaba seguro de que, sin la protección de las valkirias y la falta de un arma divina, Poseidón saldría en su búsqueda para acabar con él por vencerlo en aquel "Evento" (¿Podría llamarle así? En realidad había sido como una guerra civilizada), machacando su orgullo de Dios y dejándole en ridículo frente a las demás divinidades. Estaba preparándose mentalmente para ello, para morir por una segunda vez y volver a la tierra de los muertos, poder seguir jodiendo la existencia de Hades que estaba seguro no le gustaría tenerlo de regreso.
Sin embargo, no volvió a saber de aquel rubio en mucho tiempo, y por cada día que transcurría, su curiosidad por saber que había sido del niño le atormentaba cada vez más. Brunhilde le había dicho que no se preocupara, que debía estar encerrado en las profundidades de su palacio, muy avergonzado como para dar la cara al mundo, pero a Sasaki eso no le servía de consuelo, en realidad solo le hacían sentir cada vez más culpable por haber arruinado su vida de esa forma.

Por otro lado, de cierta manera, quizás el Dios se lo merecía, quizás solo había sido el karma, quizás no valía la pena preocuparse por ello, pero y aún con todos los puntos en contra de Poseidón, Kojiro no podía evitar querer disculparse y tratar de emendar lo que hizo, no le iba a decir "Emendar su error", porque no lo sentía como uno, además de que era eso o que él fracasara y la humanidad estuvieran con un pie dentro de la aniquilación total.

Así que, con ayuda de las valkirias, llegó al palacio del Dios del Mar. Y que decir que casi se ahoga, que tuvo que golpear a un delfín que le obstruia el paso, terco ante la idea de no dejarle pasar, para finalmente lograr encontrar el hogar de Poseidón. El palacio era magnífico, fácilmente podría cubrir todo un mar (Sí, a Sasaki le gustaba exagerar). Decorado con grandes perlas que transmitían cierto toque elegante, pero a la vez, frío y opaco, porque ese era el problema del lugar; parecía carente de vida a pesar de toda su decoración vivaz.

Encontrar a Poseidón dentro de la "morada" Fue un problema aparte, pues el Dios pareció sentir su presencia en sus territorios y no le dio una cálida bienvenida.
Ese día, casi muere por un tridente que se estrelló en la pared, que estaba exactamente a centímetro y medio de él.

Discutieron, discutieron mucho, parecía que al Dios le gustaba hacerlo, gritar e insultarlo eran dos cosas que le salían de maravilla, pero Kojiro no sabía cerrar la boca y eso solo aumentaba el odio dentro del rubio. Pasaron semanas donde el azabache se negó a abandonar el palacio y Poseidón ya no veía forma de hecharlo, incluso le obligaba a dormir en el suelo, pero Sasaki no cedía, y ninguno de los dos tenía idea de que era lo que buscaba.
En un principio, fue amigarse con el más alto, pero luego, la necesidad de permanecer a su lado por más tiempo del debido, floreció. Había desarrollado cierto cariño por el menor (Aunque ahora no sabía quien era mayor o menor) que no podía ocultar a simple vista, pero corría con la suerte de que Poseidón era bastante despistado para hallarle el doble sentido a varias cosas, como a sus coqueteos indirectos.

La relación entre ellos dos no había dejado de ser de enemigos, tenían discusiones todo el tiempo, desde el hecho de que Sasaki aún no sabía dónde quedaba la cocina y que Poseidón se negaba a llevarlo hasta allí, creyendo que si dejaba al azabache morir de hambre, ya no sería un problema, pero Kojiro siempre se las arreglaba para robarle comida a todas horas del día.
Habiendo pasado un mes y medio, los dos tenían un pie en la zona de "Compañeros", Sasaki no tenía miedo de decirlo en voz alta, pero a Poseidón deberían tenerlo al borde de la muerte para que lo admitiese.

A pesar de todo, Kojiro aún no dejaba de tenerle aprecio, haciendo varias cosas por él que el rubio prefería fingir no notaba, desde ver como intentaba aprender un poco de mitología griega para tener temas para conversar con él a pesar de que no era el lector más nato, hasta como preparaba su comida (Porque Kojiro finalmente encontró la cocina) en vez de dejarselo a los sirvientes. El Dios quería no prestar ley atención a esos detalles, pero sí lo hacía, y devolver favores nunca fue lo suyo.

Al menos hasta hace una semana.

Cuando Sasaki se interno en la cocina con la intención de preparar el desayuno de esa mañana, se halló con la agradable sorpresa de ver al Dios allí, con una taza entre sus manos que no dejaba de revolver con una pequeña cuchara. Sabía que Poseidón había notado su presencia allí pero había decidido ignorarlo, así que se dispuso a averiguar que hacía por otros métodos. Se acercó a paso lento, y al estar a una corta distancia, pudo olfatear que era lo que preparaba. Café, Kojiro había adoptado cierto gusto por el café desde que estaba allí, dando que nunca antes lo había probado.

Era extraño, porque el azabache sabía que a él no le gustaba el café, porque se quejaba todo el tiempo del olor de este, dando por hecho de que el té era mucho mejor, Sasaki no coincidía con esa idea, pero no se la mencionaba.
Cuando el rubio lo noto a su lado, lo miro de reojo y dejó de dar vueltas el líquido en la taza, ladeando la cabeza en su dirección. Permanecieron en silencio durante largo rato, y la tensión parecía recaer sobre sus hombros, Poseidón lo miraba con una expresión neutra y eso solo consternaba sus nervios.

De un momento a otro, el Dios del Mar tendió la taza hacia él, ofreciendosela.
Kojiro parpadeo con confusión, sin dejar de mirar la taza, tardando unos momentos en reaccionar y tomar el café con ambas manos, se sentía caliente contra estas, pero, ahora que estaba algo más cerca, olía algo ex-
Un pequeño movimiento hizo que abandonara sus pensamientos, levantando la mirada para encontrar que el rubio ahora estaba girado hacia él, alternando su mirada entre la taza y sus ojos, Kojiro hizo lo mismo, mirando el café y luego a Poseidón. Un "Oh" Escapo de su boca cuando entendió que era lo que el más alto quería. Sonrió con ternura ante ello, sin mencionar nada.
Esta era la sutil forma del Dios de los Mares para decir "Gracias".

Kojiro, divertido, llevo la taza hacia sus labios, bebió un pequeño trago e inmediatamente supo que algo andaba mal, un sabor raro que se estrelló contra sus papilas gustativas y casi lo hizo escupir el líquido, al menos hasta que recordó que Poseidón lo miraba, expectativo.

El café sabia a sal. A mucha sal.

Por una parte, le era muy adorable que el rubio haya confundido la sal con la azúcar, pero por otra, sentía que su estómago le quería dar una patada por haberle hecho digerir eso. Sasaki, que había permanecido con los ojos muy abiertos, mirando la nada y tratando de no mostrar ninguna expresión de asco, volvió su vista al rubio, quien lo observaba cuidadosamente con la cabeza ladeada a un lado, quizás intentando decifrar si le gustaba o no.
El azabache alejo la taza de sus labios y le sonrió con nerviosismo disimulado, pero pareció que eso fue suficiente para convencer al rubio de que todo estaba bien, porque se removió en su lugar, erguido en su sitio, como si... Estuviera orgulloso.

Y una mierda, ¿Cómo se suponía que Sasaki le dijera que el maldito café llevaba azúcar y no sal si el rubio parecía tan orgulloso de lo que hizo? Quizás tuviera dolor de estómago más tarde, pero valdría la pena.

-Gracias. -Le menciono, aunque el más alto ya no lo miraba ni le prestaba atención, había vuelto su vista a la taza.

Carajo, carajo, carajo. El rubio quería que siguiera tomando, porque, claro, si le gustaba, ¿Por qué se había detenido? Sasaki relamio sus labios, dudoso, para finalmente disimular un suspiro a volver a beber el café.

Hay que ver el lado positivo. Pensó. Siempre pudo haber sido veneno.

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Esto parece más un drabble que un one-shot, pero me gusto bastante como quedó, así queee, me da un poco igual.
En todo caso, gracias por leer uwu

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