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- 7 minutos en el cielo. -

La idea de este one-shot es de vinyl__
Muchas gracias. <3

🎯 | 7 minutos en el cielo es un juego simple dónde se elige al azar a dos personas, y ambas deben encerrarse en un armario durante siete minutos. |🎯

Aviso de parejas secundarias que pueden ser o no para el agrado de todos.

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Había una interminable lista de razones por las cuales Poseidón nunca asistía a las fiestas de fin de año que organizaban los idiotas de sus compañeros de clase. Una de esas, era que, ya en sexto año de secundaria, ir a fiestas se quedaba muy al fondo de su lista de preocupaciones, después de todo, tenía montañas de proyectos y apenas tenía tiempo para vivir. Pero existía una razón más por la cual no asistía a fiestas que era fundamental, un motivo en particular que impedía contra todo pronóstico que Poseidón aunque sea pensara en la idea de recurrir a esos festejos. Ese motivo era la simple existencia de Sasaki Kojiro.

No había nada en contra del chico, bueno, sí, en realidad sí lo había: ¿Estaba ese chico aunque sea consciente de lo caliente que era? Maldita sea, el rubio tenía días escolares perdidos por simplemente observar el perfil de ese chico en clases. Sasaki, según Anfitrite, siempre iba a todas las fiestas que cualquier estudiante organizara, aunque ni lo conociera, y entonces, Poseidón no quería arriesgarse a encontrárselo ni por casualidad, así que tomaba la opción de no presentarse en las fiestas.

Pero Poseidón siempre y para siempre sería alguien con una suerte terrible, todos los eventos del mundo comúnmente solo sucedían para volverse en su contra, por ejemplo, el jodido día en que a sus padres sé les rompió el condón y su madre quedó embarazada de su hermano mayor, Adamas, que era el principal culpable de que él, ahora mismo, estuviera, contra toda su voluntad, en una fiesta de fin de curso.
Yendo por partes, no fue su intención comentarle a su hermano, casualmente, que los de su clase habían organizado una fiesta para festejar su último año de secundaria, pero igualmente lo había contado y ahora tenía que manejar las consecuencias. Adamas sé había encaprichado con arrastrarlo a aquella fiesta en cuando se enteró, sin prestarle atención al hecho de que Poseidón no quería ni siquiera pensar en asistir a un festejo como ese; su negación no fue suficiente para que Adamas no logrará forzarlo a ir.

Había que ser sinceros, sus compañeros de clases eran unos malditos desastrosos, notándose en la música exageradamente fuerte y las bebidas alcohólicas esparcidas por las mesas (Y también el suelo). Las ventanas del lugar parecían retumbar con la elevada música, mientras los alumnos reunidos en el centro de la sala bailaban al compás de las canciones, saltando y riendo con torpeza, pues más de uno obviamente debía estar borracho.

El rubio arrugo la nariz en señal de desagrado, mirando de reojo a su hermano, que, tan jodidamente sociable, ya se había hecho un lugar en un grupo de personas por allí, Poseidón pudo reconocer a varios, como Loki, Zero y Hermes, los tres de cursos inferiores al suyo, y cada uno era menor de edad, así que a Poseidón le perturbaba un poco el que estuvieran allí, en una fiesta tan enloquecida como esa, más que nada por Hermes y Zero, Loki era otra historia. Sintió la mano de Adamas aferrarse a su brazo un segundo después, haciendo a Poseidón quejarse en voz baja, antes de ser arrastrado por la sala por su hermano.

Solo lo soltó cuando el menor ya había apoyando su cuerpo contra un mullido sillón de tela roja, ubicado en un extremo de aquel recinto. Había un grupo pequeño de personas a su alrededor, sentados en cojines en el suelo o en el propio sillón dónde estaba él, formando un círculo. Algunos hablaban de manera animada y otros, como Adamas, bebían hasta el fondo de aquellas bebidas.

— ¡Bien, bien, escuchen todos ustedes, vamos a jugar! — Poseidón dejó de mirar a su estúpido hermano en cuanto escucho la voz agitada de alguien en el centro de aquel círculo de personas. El rubio lo reconoció del equipo de baile de la escuela, y también porque era conocido gracias a que contaba con tres novias diferentes. — ¡Jugaremos 7 minutos en el cielo, y quien no tenga cojones para jugar puede irse yendo! — Grito Shiva, haciendo a su "público" Vitorear. Nadie se levantó de su sitio, mientras Shiva explicaba el juego.

Era sencillo y... Caliente. Dejaban una botella girar en el centro del círculo, y a quienes apuntara la punta de la botella, deberían encerrarse en un armario durante siete minutos, dónde podía pasar de todo o no, la gracia del juego era clara: poner a dos personas en un espacio reducido tan cerca el uno del otro era sin duda emocionante por la incógnita de lo que podrían suceder.

Tonterías, pensaba Poseidón, eventualmente se acabará notando si hicieron algo o no...

Todos estuvieron de acuerdo en jugar, después de todo, ninguno de ellos creía tener la mala suerte de ser seleccionado al azar por la botella, pero nadie estaba del todo seguro, después de todo, el destino era una perra. Shiva volvió a su sitio en el momento en que hizo girar la botella para que el juego comenzara, todos listos para ver quienes eran las primeras victimas de este juego. Poseidón miraba igualmente, no era como si tuviera algo más interesante que hacer además de eso, y, en cierto modo, también le daba intriga saber quienes de todos podía caer seleccionado.

La botella se detuvo en Afrodita, la chica modelo de la escuela con la que casi todos querían, tenía más tetas que cerebro, pero su belleza era algo innegable. Muchos hombres por allí soltaron silbidos tontos y contentos, ahora sí deseando que la botella los eligiera a ellos, ¿Quién no querría estar encerrado en un armario junto a alguien como Afrodita? Finalmente, la botella volvió a ser girada y esta término apuntando, contra todo pronóstico, a la delegada de su curso y estudiante estelar de la escuela, Brunhilde.

Poseidón soltó una carcajada que ni siquiera se escucho entre todas las risas de las personas allí reunidas. Noto a Afrodita rodar los ojos y a Brunhilde hacer una mueca saqueada, pero igualmente ambas cumplieron en reto. El rubio apenas entendía cómo es que habían logrado llevar un armario hasta la escuela, pero nunca debía subestimar la estupidez de Shiva para hacer lo que quería, aunque eso fuera traer un armario al centro de su secundaria. Ambas mujeres se encerraron allí dentro y solo Dios y ellas podrían saber lo que sucedió en esos 7 minutos de tensión, donde las personas alrededor de Poseidón solo hacían estúpidas apuestas sobre lo que estuvieran haciendo esas dos.

Al final, ambas salieron y se veían tan impecables cómo cuando entraron, Poseidón podía imaginarse que se habían pasado esos siete minutos solo mirándose con odio hasta salir. Ya daba igual, en realidad, tocaba la siguiente pareja.

La botella rodo otra vez, en esta ocasión, Budha fue el seleccionado y Poseidón tuvo que ignorar los chillidos emocionados de varias chicas, ilusionadas con poder entrar allí con semejante bombón. Golpe bajo fue cuando la botella apuntó a Zero.

Al fin van a resolver su tensión sexual, que milagro, pensó, viendolos a ambos entrar en el clóset, Zero con mucha más timidez que Budha. Pasaron los minutos, ambos salieron y Poseidón podía apostar que se notaba a leguas que algo había sucedido ahí dentro, no sabía qué, pero los labios rojos de ambos y su ropa arrugada indicaba muchas cosas. Cuando paso el momento de Loki de extorsionar a Zero para quee diga qué sucedió, la botella girar otra vez, y entonces fue turno de Poseidón de ilusionarse por ser seleccionado.

Apenas y había notado que él estaba allí con toda esa multitud de personas, pero sin duda fue una gran sorpresa cuando lo noto, al mismo tiempo que la botella seleccionaba a Kojiro. Poseidón trago saliva lentamente, nervioso de punta a punta, sin embargo, había una posibilidad de una en un millón de que la botella lo seleccionará, así que, no había problemas.

Pero, bueno, el destino era una perra.

— Puta madre... — Susurro suavemente, inaudible entre el griterío de los demás cuando la botella se dirigió hacia su persona. Levanto la mirada automáticamente mientras Sasaki se ponía de pie para cumplir con su reto, y Poseidón apenas podía pensar en levantarse para también llevarlo a cabo, pero Adamas se encargó de empujarlo para hacerle reaccionar.

El rubio boqueo ansioso y se levantó, desviando la mirada en cuando noto la sonrisa contenta de Kojiro, ¿Cómo podía estar emocionado mientras él estaba tan inquieto? Ambos fueron empujados (Poseidón más que Kojiro) hacia dentro del armario, y lo último que vio antes de que cerraran la puerta del armario fue a Shiva indicándoles que eran siete minutos al contado.

La tensión, al menos de su parte, era palpable y notoria, incluso con la oscuridad de ese armario. Su cabeza estaba girada hacia la puerta cerrada en vez de hacia el otro chico allí dentro con él. Las voces allí fuera parecían lejanas, mientras que la respiración de Kojiro se sentía muy cerca de su rostro, lo que le hacia sentir escalofríos.

— ¿Nos vamos a quedar así todo el tiempo? — Ante la pregunta de Kojiro, Poseidón giro a mirarlo, y solo entonces noto que en realidad estaban más cerca de lo que creía, al punto de sentir su pecho rozar contra el de Sasaki.

— ¿Quieres hacer algo más? — Pregunto él retóricamente, con sarcasmo, extrañandose ante la mirada confusa de Kojiro.

— Pensé que era una regla tener que besarte con quién te encerraras.

Poseidón se mordió la lengua en cuanto quizo responder que no era así, pensando mejor lo que pasaba. Shiva no había aclarado bien eso, por un lado, pero Poseidón suponía que no, no era una regla tener que besarse, lo divertido del juego era la tensión en esos siete minutos de cercanía, pero... Kojiro era tonto y no lo sabía, entonces... ¿Quién lo culparia por aprovecharse un poco de eso?

— Bueno, sí lo es... — Que lo perdonarán los dioses, pero llevaba queriendo hacer eso durante mucho tiempo y nadie iba a negarle que la situación se había presentado sola.

— Oh, genial, siempre quize hacer esto contigo.

— ... ¿Que tú querías q-?

Sus labios fueron rápidamente atrapados por los del azabache, sumergiendolo en un beso hambriento y caliente, al mismo tiempo que las manos de Kojiro subían por sus caderas hasta tomar al rubio por su espalda baja, empujandolo contra él. Poseidón podía sentir el sabor del alcoho, y nunca creyó que el licor podría saber tan bien en la boca de alguien más. Sus labios se separaban en busca de aire una y otra vez, antes de volver a presionarse uno contra otro, con la misma ansia que la primera vez. Las manos de ambos exploraban el cuerpo del adverso con desesperante lujuria, importado poco sí sus ropas de arrugaban o el aire se les acababa en los pulmones, estaban más centrados en devorar los labios del adverso antes de que el tiempo acabará.

Cuando escucharon a alguien tocar la puerta, indicando que los siete minutos acabaron, ambos se separaron inmediatamente y no tuvieron tiempo ni de observarse antes de que Shiva les apurada para salir. Poseidón trato de acomodar su ropa y cabello, cosa que podía hacer, pero no podía calmar la temperatura de su rostro ni su respiración agitada, así que debía dejar todo en manos de la suerte para que no fuera muy notorio, pero aparentemente a Sasaki eso le valió y salió de allí así como estaba, teniendo una sonrisa feliz en los labios y una mueca casi victoriosa. Poseidón salió tras él, y tuvo que cerrar los ojos y respirar hondo al escuchar los vitoreos de todos.

Al final sí había sido notorio lo que paso, y tuvo que aguantar las burlas de Adamas hasta llegar a su hogar, pero nadie le quitaría la satisfacción y felicidad que sintió cuando Sasaki, luego de toda la fiesta, le invito a salir otro día.

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