–...es un Omega...como es posible? Aún es muy pequeño para presentarse.

–Puede ser por diferentes situaciones. Es muy pequeño y ya ha pasado por mucho, su lobo perdió a sus dos anclas y el nuevo alfa en su vida emana emociones negativas, su interior quería calmarte y estalló en presentarse.

–Sabes mucho sobre esto -dijo Harry-

–Bueno...-Louis soltó una risa nerviosa y se frotaba el cuello- yo fui uno. Cuando nací mí papá nos abandono cuando tenía un par de meses. Mamá estaba tan mal, casi cae en depresión y mí interior creo que no aguanto su angustia y me presenté en un alfa.

–Es impresionante -Harry estaba maravillado-

–Si...aunque a mí mamá no le hizo tanta gracia cada vez que quería tener una cita, jamás me oculto de nadie asique yo iba a todas sus citas, salían huyendo porque a mí mamá le importaba más mí felicidad que la suya.

–Y...jamás volvió a salir con nadie? -tanto Harry como Eddy estaban absortos en la historia del alfa, aunque el omeguita no entendiera nada-

–No fue hasta que tuve cuatro que mamá conoció a Owen, un alfa cirujano plástico, y ella era una enfermera que ayudo en una de sus operaciones. Era padre soltero de un Omega de mí edad. Fue a amor a primera cirugía decía mí mamá -Louis recordaba todo con una sonrisa en su rostro-

–Y tu como tomaste la nueva relación? Me imagino que lo mordiste -Harry río pero dejo de hacerlo cuando Louis no lo hizo y evitaba su mirada- de verdad lo mordiste?

–Estaba celoso, y su hijo, T.K, amaba olfatear a mí mamá, no lo soportaba. Hasta que Owen le pidió permiso a mí mamá y me llevo a pasar un "día de alfas". Y me prometió que no intentaba robar a mí mamá sino ser parte de nosotros, solo ser una manada más grande. Un año después se estaban casando y me adoptó y me dio su apellido.

–Suena hermoso. Se ollé como una linda familia -habia un toque de tristeza en su voz, el jamás tuvo eso-

–Lo es. T.K. se convirtió en mí mejor amigo y cuando teníamos diez años mamá quedó embarazada de mí hermana de 14 años y mí último hermanito de 5 años.

La conversación quedó ahí cuando el auto estaciono en el edificio del alfa mayor.
Los tres de dirigieron al penthouse y Harry cambió de ropa al pequeño que tenía un mini traje negro.
Habían ido antes del cepelio a la casa de Rose y sacaron lo necesario por ahora.
Luego enviaría a alguien para que cubra los muebles y ordene todo. No quería sacar nada de ahí. Cuando Eddy tenga la edad suficiente el decidirá que hacer con su casa. Solo trajo algunas fotos y cosas importantes del bebé.

–Bueno...creo que debería irme.

–No te quedas a desayunar? -Harry quería más de la presencia del alfa-

–Lo siento, le prometí a mí mamá desayunar con ella ya que mí jefe me dio el día libre -le dice con una sonrisa de complicidad-

–Oh, debes tener un jefe muy amable -la diversión de iluminaba en los ojos de Harry-

–Lo es.

Sus miradas quedaron fusionadas por unos largos segundos pero los balbuceos del pequeño Eddy los saco del trance.
Miraron con incomodidad hacia otro lado, cada uno disimulando que no vio el sonrojo del otro.

–Bueno, nos vemos el lunes.

Louis le dio un beso al Omega que parecía que quería llorar pero Louis no quería hacer sentir incómoda Harry. En varía ocasiones casi deja salir su aroma de atracción y no quería dejar salir su secreto, mucho menos delante de Harry.
Se despidió de su jefe y salió lo más rápido de ahí para poder llegar a su departamento y bañarse antes de ir a casa de su madre.

(...)

–Cariño! Cómo está mí bebé!? -su madre lo recibió con enormes besos en sus mejillas y lo lleno de su aroma-

–Mamá! -Louis podía fingir todo lo que quería, pero amaba el cariño que su mamá le brindaba.

–No engañas a nadie con esa sonrisa. Vamos que tengo todo listo en el jardín.

Ambos, madre e hijo, de dirigieron al enorme jardín de la casa donde había una espacio con una larga mesa con sillas, sillones, pufs y almohadas, rodeado de flores.
En la punta estaba Owen con el pequeño Dylan en sus piernas que intentaba darle una galleta en su boca a su papá.
Ambos giraron sus cabezas cuando oyeron murmullos encontrando al alfa y la omega caminando hacia ellos.

–Louis! -el pequeño se bajó de la falda de su padre y corrió hacia su hermano, quien lo levanto en el aire-

–Que hay campeón!? Hola papá!

–Buen día hijo, como has estado? -Louis toma asiento y Dylan en sus piernas está vez-

–Bien...más o menos...un poco agotado.

–Oh, quieres hablarlo?

Así es como Louis le cuenta todo a sus padres, éstos días donde ayudo a Harry con Edward.

–Pobrecito, y tu jefe no tiene familia?

–Es huérfano, ganó una beca a los 18 y salió adelante por su cuenta. Es una buena persona, pero no tiene idea de cómo lidiar con un bebé, y yo si, así que he estado con el los dos últimos días.

Pasaron el raro hablando de otras cosas, como que su hermana estaba en su primera cita y que T.K. y Carlos, el alfa de T.K., eran sus chaperones.

–Bueno, gracias por el desayuno pero debo irme. Tengo que ver con que nos atrasamos estos dos días y reprogramar algunas reuniones de Harry. Pero no veremos mañana.

Se despidió de su padre y hermano y su madre lo acompañó hacia la puerta.

–Sabes, deberías invitarlo mañana.

–A quien?

–No te hagas William, soy tu madre y reconozco a un alfa enamorado.

–Mamá! -se quejó con las mejillas rojas- de que hablas?

–Te conozco, asique mañana tráelo, además se ve que necesitará ayuda con el bebé y ahora que no trabajo puedo ayudarlo.

–Gracias mamá, te amo.

Se despidieron con un abrazo y Louis emprendió camino a su departamento.
Mientras iba en el auto decidió hacer caso a su mamá.

–Llama al Señor Styles

... llamando a Señor Styles

–Louis, ocurre algo?

–Harry, tienes planes para mañana?