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Sus dobles

Con Milo.

Hora y lugar, desconocidos por el momento.

Milo: a caray... - eso fue lo que dijo sorprendido mientras veía hacia abajo, y es que aunque no sufría de miedo a las alturas, sabía que estaban en un árbol muy alto y si caían pues podrían lastimarse.

Kiki: eh... esto será un problema - aseguró el - pero no es eso a lo que me refiero, si no que a lo otro - dijo mientras le señalaba su cuerpo. Entonces fue ahí cuando Milo se dio cuenta del otro detalle.

Milo: definitivamente esto es nuevo - se dijo mientras se veía - ¿como crees que me veo? - pregunto mientras veía al más pequeño.

Kiki: bueno, como tú. Pero sin ser tú, realmente te haz vuelto pequeña - dijo mientras Milo asintió.

Milo: debe haber sido para no causar problemas con nuestros dobles aquí, y así poder pasar desapercibidos, siendo hombre llamaría mucho la atención por mi parecido físico con el Milo de este lugar - indico - tal vez, tú doble este en Jamir con Mü y por eso tú no tienes cambios.

Kiki: puede que tengas razón pero... ¿en donde estamos? - pregunto preocupado.

Milo: no lo se, este lugar se me hace muy distinto a cualquier otra parte que haya visitado del santuario - respondio mientras se ponía de pie en la rama en donde estaban - pero parece ser que estamos en los límites del santuario.

Kiki: Oye ten cuidado no te vayas a caer - pidió mientras Milo caminaba un poco por la rama.

Milo: vamos no pasa nada... - le aseguraba mientras se paro en una parte de la extensa y gruesa rama para después verlo - vez, estoy bien además que tengo un gran equilibrio así que no me voy a caer y no hay nada que pueda hacerme caer de este árbol - explicó, pero como si de una burla del destino se tratará, un movimiento brusco que tubo la tierra provocó que Milo resbalara y cayera.

Kiki: ¡Milo! - grito preocupado.

Para su sorpresa cuando se asomó para ver, se dio cuenta de que Milo había caído encima de alguien, que le había servido de amortiguador para la caída, por lo cual y usando sus poderes se teletransporto hacia abajo.

Kiki: ¿estas bien? - preguntó, mientras veía como Milo, asustado veía a la persona, debajo suyo, cuando Kiki presto más atención. Se dio cuenta del problema - oh. Oh... - susurro nervioso.

Pero no hubo tiempo para impresiones, la tierra volvía a temblar y a lo lejos vieron como una enorme roca se aproximaba a ellos peligrosamente, por lo cual el chico reaccionando rápidamente, quito tanto a Milo y a Kiki del lugar, que momentos después dejo caer el gran árbol, que había sido derribado por aquella roca.

Milo: ¿Camus? - preguntó sorprendida.

Camus: dime algo que conozco, te pareces a alguien - fue lo que le dijo para después voltear a ver la zona donde estaban antes - después me lo explicas, ahora tengo un asunto importante del que debo encargarme, espérame aquí - le pidió mientras que se acercaba a la zona de impacto, donde una criatura hecha de roca se acercaba velozmente.

Kiki: ¿ese es Camus? - preguntó sorprendido.

Milo: así parece - respondió sorprendida.

Kiki: pero es muy diferente a nuestro Camus ¿no? - preguntó mientras veía a aquel chico, cabello rojo, ojos del mismo color, piel blanca e incluso se atrevía a suponer que más frío que el que conocía.

Milo: ¿en serio lo crees? - le pregunto mientras veían que en solo cuestión de segundos, aquel ser hecho de piedra caía con un montón de astillas de hielo perforando su cuerpo.

Kiki: Wow... así que a esto se referían Hyoga e Isaac con, "realmente duele mucho más que las agujas escarlatas de Milo" - aseguró mientras Milo lo vio confundido.

Camus: bueno, creo que este era el último - dijo viendo a su enemigo, después de eso se acerco a los otros dos y ayudó a Milo a ponerse de pie - ¿estas bien? - preguntó.

Milo: eh, si gracias.

Camus: en fin, ¿que estaban haciendo ustedes dos ahí arriba? - preguntó mientras señalaba al árbol.

Kiki: em... ¿buscando ardillas?

Milo: - asintió rápidamente -

Camus: ¿buscando ardillas? - preguntó con una ceja alzada, para momentos después comenzar a acercarse a Milo, que retrocedía a casa pasó con el hombre frente suyo daba, hasta que la acorralo en medio de una roca - no se porque pero tú me llamas poderosamente la atención - le susurró.

Milo: esta muy cerca. ¿Que clase de Camus atrevido es este? - fue lo que nerviosa pensó Milo, Kiki al ver el ambiente incómodo se apresuró a decir, lo que sería la mayor estupidez que pudo haber dicho dadas las circunstancias.

Kiki: ¡Vinimos a ver a la señorita Athena! - grito haciendo que el joven lo volteara a ver. Milo por su parte lo vio con cara de ¿que hiciste?

Camus: ¿a la señorita Athena dices? - preguntó sarcásticamente.

Momentos después...

Después del tremendo grito que el pequeño había dado, y que el guardián del onceavo templo los pusiera a los dos "bajo control" soldados del santuario aparecieron, y como si de unos viles ladrones se tratarán. Los llevaban esposados hacia el templo del patriarca.

Milo: ¿sabes cuales son las leyes del santuario? Nadie que no sea un caballero dorado puede ver a la señorita Athena, sabiendo esto, ¿por qué gritas a los cuatro vientos que es a ella a quien andamos buscando? Ahora piensa que matarla queremos - regaño molesta.

Kiki: Perdón... pero fue lo único que se me ocurrió, además ese helado de fresa amarga te estaba intimidando ¿no? Solo te ayude - le dijo, para después ambos ver como el caballero antes mencionado los veía de forma molesta, asustados por aquello, dieron un paso atrás, golpeándose con los soldados que a su vez los empujaron bruscamente haciéndolos caer al suelo.

Milo: auch... - susurro mientras se sentaba en el suelo.

Kiki: ¡oye! ¡ten más cuidado con ella bestia! - grito molesto. Los soldados se pusieron a reír y uno de ellos respondió.

Soldados: hay que miedo... vamos levántense - ordenó mientras tomo de forma brusca el brazo de Milo.

Milo: auh... duele, sueltame ¿quieres? - preguntó mientras le quitaban su brazo, el soldado al escuchar esto levantó su mano, con intenciones de golpearlos, pero un aire frío lo hizo volar lejos de ahí, todos los demás asustados por esto después de ver donde había caído su compañero voltearon a ver hacia donde se encontraban los otros dos. Dándose cuenta que el caballero de acuario estaba ayudando a la chica a levantarse, para después verlos a ellos de forma molesta.

Soldados: ¡Ah! ¡Retirada! - ordenó uno y después todos abandonaron el área, dejando a los otros tres solos.

Camus: imbéciles cobardes - susurró - ustedes dos caminen, el patriarca los esta esperando - ordenó mientras comenzaba a caminar, Milo y Kiki voltearon a ver a donde había caído el soldado y después de verse entre sí por unos minutos, decidieron comenzar a caminar detrás del caballero que los "escoltaba" .

Continuará...

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