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No me cree

Con Milo.

Milo: créeme, estoy completamente segura de que no me creerás diga lo que te diga.

Camus: eso, tendré que decidirlo yo, vamos habla ya - pidió a lo que Milo suspiró.

Milo: bien entonces te lo diré todo así que presta mucha atención - pidió a lo que el pelirrojo solo asintió mientras cruzaba sus brazos por debajo de su pecho - bien, Kiki y yo venimos de otra dimensión, estamos aquí porque la Athena de esta dimensión pidió la ayuda de mi diosa, y al saber que se trataba de nuestras versiones alternas la señorita Athena decidió enviarme a mi para ayudar, ya que la diosa Eris es la responsable de todo esto, y si no la detenemos ustedes morirán y muy probablemente Eris quiera alterar otras líneas temporales del tiempo, por lo cual tanto mi Camus como yo estamos en peligro - explicó mientras el otro mantuvo los ojos cerrados por un momento, para después hablar.

Camus: comprendo...

Milo: ¿en serio? - preguntó sorprendida.

Camus: estas queriendo tomarme el pelo - dijo molesto mientras se volteaba para irse, pero Milo se puso de pie, para seguidamente tomar su brazo y evitar que se fuera.

Milo: vez lo que te dije, eres igual de idiota que el Camus que yo conozco, así que creo saber como hacer que me creas - dijo mientras el otro se volteo - ¡Kiki! - grito haciendo que el pelinaranja detuviera su juego con los mayores, para después asentir y alzar sus brazos mientras encendía su cosmos.

Camus al sentir aquel cosmos vio sorprendido al pequeño, el también tenía el mismo nivel de cosmos que mantenía el discípulo de Mü, no pasó mucho cuando vieron que algo se aproximaba desde el santuario, para después frente a ellos aparecer la armadura de escorpio en su forma de escorpión.

Milo: ya que no me crees y nada más hará que lo hagas la armadura será la mejor solución supongo, no se si aquí en este mundo funcionen igual que en el mío, ya que ahí la armadura no responde más que a su portador así que no cualquiera puede vestir la - explicó.

Camus: ¿Cómo sabes tú eso? - preguntó confundido.

Milo: ya te lo explique - dijo mientras se acerco a la armadura, donde coloco su mano sobre ella, después de eso la armadura brillo para después vestir a Milo la cuál sonriendo vio al acuariano - ¿ahora si me crees? No creo que aquí ya haya un digno portador de esta armadura para que ella sin la autorización de su actual portador responda a otra persona ¿o me equivoco? - preguntó mientras Camus la veía sorprendido.

Kiki: Milo, lo mejor será que te retires la armadura ahora, recuerda que tú cuerpo sufrió cambios y no creo que sea bueno para tú bebé estar expuesto a tanto gasto de energía en tú cuerpo - dijo mientras la otra lo vio mal - hay perdón yo y mi bocota - dijo mientras se iba a esconder detrás de Isaac que confundido vio a Hyoga.

Milo: ¿y a todo esto como es que tú sabes de él? ¿Acaso Mü lo a estado chismoseando en el santuario?

Kiki: no mi maestro no a dicho nada, el que se anda burlando y contándolo a todo el mundo es Aioria - explicó.

Milo: maldito gato... - susurro.

Camus: ¿bebé? - preguntó sorprendido mientras la otra lo pasó a ver - ¿sabes que es lo que te pasara cuando el patriarca se entere de esto? - preguntó mientras la otra sonrió de forma nerviosa - ¿quien es el indecente? - preguntó.

Milo: pues tú... - respondió dejando más pálido de lo que ya era al pobre chico.

Camus: ¡y-yo!... ¡¿como es eso posible?! ¡¿acaso tú y yo allá?! - preguntó sorprendido.

Milo: si... allá ambos somos pareja, se suponía que tiene que ser igual en otras dimensiones, a la diosa Afrodita le encanta emparejarnos desde la era del mito. Pero ustedes no lo están porque Eris a interferido en los planes de la diosa del amor, todos sus intentos por unirlos se an vuelto en vano, gracias a la semilla que estaba aquí plantada, a sido destruida pero eso no quita el hecho de que el daño ya esta hecho, pero creo que con esto tendremos un poco de ayuda ahora que le quitamos el escudo que evitaba que se acercará a ustedes - comentó mientras se quito la armadura, dejándola en su forma de escorpión otra vez.

Camus: ¿no lo sabes verdad? - preguntó preocupado.

Milo: ¿de que hablas? Es obvio que no lo se, yo no vivo aquí - dijo mientras el otro suspiro pesadamente.

Camus: la diosa Afrodita esta desaparecida desde hace un siglo - le dijo mientras Milo lo vio preocupada.

Milo: ¿Que?

Camus: es por eso que él dios Ares a intentado a nuestra diosa durante la guerra pasada, nos comentaron que Eris le había dicho que Athena la había sellado en alguna parte del mundo al igual como lo hizo con Poseidon. Pero era obvio que nuestra diosa no lo hizo, la diosa Afrodita jamás se metió con ella así que no tendría sentido sellarla sin ningún motivo sabiendo que el mundo la necesita ¿no crees?

Milo: ¿desaparecida eh? - preguntó mientras veía hacia el horizonte.

Camus: ¿que piensas hacer?

Milo: creo saber quien podría darme respuestas, una de las personas que vigilan cada uno de los pasos de los humanos, aunque no creo que quiera ayudarme debe estar molesto conmigo ahora, Kiki, vámonos - ordenó.

Kiki: bien... - dijo mientras se iba al lado de la chica, para después comenzar a caminar.

Camus: ¿a dónde van? - preguntó

Milo: al castillo de Hades... donde permanecen tanto los jueces como la comandante del ejército de Hades - dijo mientras Kiki la vio preocupado.

Kiki: ¿estas loco? Esas personas tampoco deben conocerte.

Milo: nosotros podremos tener nuestras versiones alternas al ser humanos, pero solo existe un cielo y un infierno, así que ellos son los mismos al igual que los dioses que permanecen en el olimpo - explicó entonces Kiki asintió.

Kiki: ahora comprendo... pero, ¿Quién en el ejército de Hades tendría que ayudarte Milo?

Milo: la persona que comparte varios lazos de sangre conmigo en el ejército de Hades, la señorita Athena me lo dijo todo en cuanto regresamos a la vida, así que él tendrá que darme una respuesta.

Kiki: ¿tienes familiares en el ejército de Hades? - preguntó sorprendido.

Milo: así es... un hermano mayor que murió cuando era un bebé, y que tiempo después pasó a ser uno de los tres jueces del infierno - comentó mientras empezaba a caminar Kiki vio esto sorprendido, realmente era una gran sorpresa, nunca antes había escuchado de algún caballero dorado que tuviera algún lazo de unión con otro ejército enemigo.

Camus: Oye espera... - pidió mientras los otros pararon de caminar - voy a ir con ustedes.

Milo: ¿en serio? Saldrás del santuario sin la autorización del patriarca, eso es nuevo.

Camus: me intriga mucho todo lo que dices, además... vas sin ningún tipo de arma con que defenderte y me preocupa un poco el bebé. Para llegar con un juez del infierno primero hay que matar aun montón de espectro de menor rango, van a estar en constante peligro ahí.

Milo: realmente tú no cambias ¿verzad? - preguntó sonriendo mientras el otro lo vio confundido - mi Camus después de enterarse de lo del bebé comenzó a estar constantemente detrás de mí, cuidando que no cometiera ningún tipo de estupidez que pudiera lastimarnos - explicó mientras veía al cielo - ahora debe de estar entretenido con algún tipo de trabajo que le habrá puesto el patriarca para calmar su ansiedad.

Camus: ¿son realmente unidos no? - preguntó.

Milo: si... es exactamente igual a ti ahora, que estas preocupado por nosotros.

Camus: no digas tonterías, lo estoy por el bebé más no por ti, además que la señorita Athena me pidió que te cuidará.

Milo; ¿por qué siempre te cuesta decirme tus verdaderas preocupaciones? - preguntó molesta mientras tomaba la mano del niño y comenzaba a caminar.

Camus: claro que no, para tú información yo siempre soy claro con lo que quiero.

Milo: ¡aja! ¡eres claro con lo que quieres ¿enserió? ¡Entonces porque no le dices a mi otro yo que quieres estar toda tu vida con el! - grito desde la distancia.

Camus; ¡¿Qué dijiste? Claro que no es así tonta! ¡para que sepas tú ni siquiera me gustas! - grito.

Milo: ¡esas mentiras ni siquiera el maestro Dohko te las cree! - grito para después echarse a correr con Kiki cargado en su espalda.

Camus: ¡¿Cómo dices?! - grito molesto para después dirigirse a sus alumnos z ¡ustedes dos vayan a dejar esa armadura a Escorpio y nos alcanzan después?! - ordenó para después irse corriendo detrás de los otros dos. Mientras ambos adolescentes vieron esto confundido.

Continuará...

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