En la dimensión de Milo.

8:00 PM.

El caballero de acuario había corrido templos hacia abajo, y cuando llegó al templo de aries y vio al santo que custodiaba dicho templo corrió a esconderse detrás de él.

Mü: ¿Qué ocurre Camus? - preguntó confundido mientras lo veía.

Camus: Shion lo sabe todo Mü - respondió a lo que el caballero de aries solo lo vio preocupado, para momentos después ver entrar al patriarca a su templo.

Shion: quítate de ahí Mü - ordenó.

Mü: patriarca, ¿no le parece mejor sentarse y hablar sobre esto? - preguntó nervioso.

Shion: ¿así que tú también lo sabías? - preguntó molesto.

Camus: creo que el fue el primero en saberlo - susurro a lo que el santo de aries lo vio molesto.

Aunque ambos se asustaron al ver como Shion, molesto por todo eso uso su extensión estelar sobre ellos, los cuales lo único que pudieron hacer fue abrazarse mutuamente, lo único que logro ver Aldebarán fue una enorme luz salir de aries y cuando esta se disipó vio al gran patriarca salir molesto del templo.

Aldebarán: ¿Pero que paso aquí? - se preguntó sorprendido.

Con Milo.

En la otra dimensión.

Milo por su parte después de recibir ciertas indicaciones de Athena de ese lugar, decidió salir del templo del patriarca para observar y así poder investigar un poco el nuevo entorno y así averiguar si le podían dar alguna idea.

Milo: estoy confundido...

Kiki: querrás decir confundida

Milo: si, eso, estoy confundida. Todo se ve tan igual, pero es tan diferente a como yo recuerdo.

Kiki: lo mismo me pasa a mi, me pareciera todo igual pero después veo que es muy diferente - comentó mientras ambos paraban de caminar frente al coliseo, donde algunos aprendices a caballeros estaban entrenando.

Milo: parece que no hay nada anormal aquí - susurro con sus manos en su cintura.

Kiki: así parece...

Milo: hm... ¿que tal si vamos por allá? - dijo señalando otra parte del santuario.

Kiki: okey...

Con Athena.

La diosa por su parte suspiró un poco más aliviada, mientras que el patriarca hacia acto de presencia en el templo, para después preguntarle.

Shion: ¿Que ocurrió con la chica y el niño? - fue lo que pregunto al tenerla cerca.

Athena: ¿recuerdas que te comente que habia solicitado la ayuda por el problema con Eris? - preguntó mientras lo veía.

Shion: ¿si por? - preguntó confundido.

Athena: esa chica vino en nuestra ayuda, Shion no te había comentado esto pero... encontré una realidad en la que esos dos estaban juntos y vivían en armonía, por lo cual... decidí pedir la ayuda de mi otra yo en esa dimensión para poder lograr derrotar este problema - explicó.

Shion: ¿y usted cree que podrán ayudarnos? - preguntó muy preocupado.

Athena: no tenemos otra opción más que confiar en ellos - dijo ella mientras el patriarca, solo la vio preocupado.

Volviendo con Milo.

En una parte muy alejada del santuario, Milo y Kiki encontraron una cueva, o más bien una caverna subterránea que estaba al lado izquierdo del río que corría en los alrededores del santuario.

Milo: wow... - dijo mientras la veía.

Kiki: ¿esto no estaba en nuestro hogar cierto? - preguntó un poco asustado el pequeño.

Milo: claro que no, yo frecuentaba bastante este lugar con Camus así que si estuviera, ya lo habríamos notado - explicó mientras que despacio descendió de donde estaba, y cuidando no caer al río se acerco a la entrada.

Kiki: con cuidado no te vayas a caer - pidió el, para después de la misma forma seguir a Milo. Al llegar a la entrada asomó su cabeza para ver si podía ver algo inusual, pero todo estaba muy oscuro.

Milo: pues no se ve nada a simple vista Kiki, creo que tendremos que entrar para ver que hay - sugirió mientras volteaba a ver al más pequeño.

Kiki: ¿crees que sea prudente? - preguntó.

Milo: ¿me vas a cuestionar por lo prudente y lo imprudente ahora, después de haber saltado aun portal junto conmigo sin ser orden de tú maestro? - preguntó.

Kiki: eso fue porque estaba aburrido y quería salir del santuario, jamás pensé que la señorita Athena te enviaría aquí - se apresuró a decir rápidamente.

Milo: Mü te va a matar cuando regresamos - se burlo mientras el pequeño niño solo agachó la cabeza - pero me alegra que me hayas seguido, gracias a ti no me encuentro sola aqui así que por eso, cuando regresemos no voy a dejar que te mate - le dijo mientras el pelinaranja se puso feliz por escuchar eso, e iban a entrar, hasta que ambos escucharon una voz familiar.

Xx: Milo...

Xx: Milo, Kiki, ¿me escuchan? ¿Ambos están bien? - preguntó la voz, la cuál ambos reconocieron al instante.

Milo: señorita Athena, es un gusto escucharla y si ambos estamos bien, ahora mismo encontramos algo sospechoso e íbamos a ir a investigar - explicó ella mientras veía la cueva.

Athena: bien hecho Milo, no podía esperar menos de ti. Pero solo te pido que esperes unos segundos más, encontré a dos personas que van a ayudarte para que no te metas en problemas o en situaciones peligrosas - dijo mientras Milo escuchó esto super curioso.

Milo: ¿dos personas que van a ayudarme? - preguntó confundido mientras inconsciente se volteó, encontrándose con dos personas del otro lado del río, una era Hyoga y la otra era Isaac, los cuales la veían con una cara poco amistosa - ¿señorita Athena? ¿Está segura que vienen para ayudarnos? - preguntó por vía cosmos mientras se volteaba hacia la caverna - más bien pareciera que vienen a matarnos - explicó nerviosa, pero la voz de su diosa no se escuchó más - ¿señorita Athena? - preguntó pero al no recibir respuesta volteó a ver a los otros dos que saltaron hacia donde ellos se encontraban.

Hyoga: quiero que sepas que aunque todo esto me suena a locura, voy a creerle a la señorita Athena de ese mundo por el único motivo que te pareces mucho al Milo que tenemos aquí - explicó. Mientras Milo lo vio con una sonrisa burlona.

Milo: ¿estas seguro que es por eso? - preguntó mientras los otros dos la voltearon a ver - ¿estas seguro que lo haces por la señorita Kido y no por el interés romántico de su maestro? - preguntó con burla mientras vio la molestia con la que Isaac volteó a ver a Hyoga.

Realmente ya se lo esperaba, se esperaba ese truco de que el otro Camus estuviera enamorado de su yo de esa dimensión, es que realmente es tan obvio, y ahora que se ponía a pensar bien las cosas, se sentía hasta cierto punto estúpido por que ni el ni su versión de este mundo lo notó por bastante tiempo, o por lo menos el no lo notó hasta que su Camus se confesó. Y al parecer la misma historia se estaba repitiendo en esta realidad.

Milo: ay... realmente soy un idiota - fue lo que pensó triste mientras se metía a la caverna y los otros tres le siguieron el paso.

Continuará...