Único
¡Ugh! de verdad la vida no era nada fácil para él, ¿por qué tardaba tanto para que el señor sol saliera y alumbrara su habitación?
NamJoon hace un pequeño y lindo mohín y lloriquea, sintiendo como su nariz pica y sus ojos inician a llenarse de lágrimas, sorbe su nariz mientras niega con la cabecita, él ya era un niño grande y no iba a llorar.
Retira la sábana de su cuerpo y se sienta en su cama, cruzando sus brazos a la altura de su pecho, frunce su ceño e intenta que sus ojos puedan acostumbrarse a la oscuridad.
¡Ser un niño no era nada fácil y nadie entendía eso! sus padres no comprendían lo horroroso que era no poder dormir por culpa de los mounstros que habitaban debajo de su cama, de verdad temía todas las noches por su vida.
- Debo hacerlo... - susurra el pequeño.
Gatea en la cama y al estar al borde de esta se sienta y deja por unos minutos que sus pies cuelguen en la orilla, mientras piensa seriamente si salir de su cama o no.
- Vamos Nam... - se anima.
Busca con sus pies sus diminutas pantuflas de perrito y gruñe molesto al no encontrarlas rápidamente; sin embargo, al sentir algo suavecito tocar su pie derecho se alegra y se pone las pantuflas de una vez por todas. Camina rápidamente hacia la puerta de su habitación y la abre con cuidado, saliendo y encontrándose con el gran y aterrador pasillo de su casa, corre hacia su izquierda, buscando la habitación donde dormía su amigo SeokJin que ese día se había quedado a dormir en su casa porque los padres del niño habían salido de viaje.
Abre la puerta con lentitud, esperando no despertar de manera brusca a su amigo y sonríe al ver a Jin igual o más asustado que él. Sostiene entre sus brazitos a un oso de peluche y llora por lo bajo. Se levanta y acomoda su enterito de ovejita, riendo tiernamente al ver que Namjoon hace lo mismo con su enterito de koala.
- Jinie...
El menor observa donde proviene el ruido, saltando un poco por el susto y sonríe al ver a NamJoon frente a sí, sintiéndose protegido de pronto.
- ¡Namie!- susurra con una linda sonrisa adornando sus labios - Veniste..
El mayor asiente lentamente y camina en puntillas hasta la cama de su amigo, subiéndose en ésta y tapándose con las sabanas hasta el cuello, Jin hace lo mismo, girándose y dándole la espalda al mayor.
- Buenas noches... - musita y siente como el sueño inicia a apoderarse de su cuerpo.
Y así era... simplemente eran unos niños que disfrutaban la compañía de su amigo para poder evitar a los "mounstros" que habitaban debajo de sus camas, eso los hacia niños, en algún momento de su vida, cuando ya fueran adultos, se reirían de haber temido de simplemente de la oscuridad.
Espero que les haya gustado este OS chiquito del Namjin.
Me gustó mucho escribirlo y compartirlo con ustedes. Denle mucho amor si les gustó ❤️
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