¡Aaaaah!

Estaba tan nervioso y gritaba internamente a medida que se acercaba a la escuela, por suerte, había llegado media hora antes, con tiempo suficiente como para ir y hacer una parada al baño para vomitar.

__Me duele el estómago__se quejó apretando con sus manos el área que le dolía__¡Diablos!

Corrió lo mas rápido que pudo al estacionar su carro y con los nervios jugando en contra, se tropezó y cayó al piso de cara. Si antes le dolía el estómago, estaba claro que fue reemplazado por el de su rostro,donde pudo sentir algo caliente bajar por su nariz, al tocar, confirmó que se trataba de un líquido rojizo. Se había hecho caca el rostro.

__¿Estas bien?__una ronca voz que desconocía por completo le habló y al levantar la cara vio una mano grande de piel blanca y venosa dispuesta a ayudarle a ponerse de pié__¡Dios! Estas sangrando__dijo el desconocido con un tono de voz preocupado, que a Harry le dio cierta ternura__Ven, te ayudaré a ponerte de pié.

Harry aceptó la mano cálida y al levantar el rostro por completo, unas gotas de sangre se deslizaron y calleron directamente en sus ojos, impidiéndole ver quien era ese que le estaba ayudando.

__Mierda__siseo irritado, mientras sus ojos ardían por la sangre__Gracias por ayudarme.

__No es nada__le dijo el hombre desconocido__te llevare a la enfermería para poder limpiar esa herida.

__Esta bien__aceptó.

Caminaron despacio y en silencio, la calma reinaba en la escuela, pero Harry no sentía calma para nada, seguía tan nervioso que podía jurar se haría pipi en cualquier momento.

__Llegamos__dijo el hombre y él se sintió un poco perdido, cuando dio clases en esa escuela no le había parecido tan grande como ahora.

__Gracias__dijo un poco avergonzado.

Sentía como el hombre con delicadeza lo llevaba a un lavabo y abría el chorro para dejar caer el agua, con sus grandes manos muy suavemente echaba el agua en sus ojos para que por fin pudiera ver bien. Luego, lo llevo a sentarse en una camilla y cuando por fin pudo ver a quien lo había y lo estaba ayudando aún, quedó sorprendido por lo que vio.

El hombre era muy guapo, un poco mas alto que él, no estaba completamente seguro, pero, el saco negro de su traje ocultaba un tatuaje porque solo podía ver el inicio de una letra en su hermosa piel blanca un poco menos pálida que la suya, sus ojos negros y rasgados le observaban justo en la frente en donde seguramente tendría una enorme rajadura, tan penetrantes que sintió podía ver su cerebro.

__Esto seguro dejara una cicatriz__dijo el desconocido con una mueca de dolor en su varonil rostro.

Harry no sabía que hacer o decir, extrañamente se sentía muy tímido, hacía mucho que no existía mas sentimiento en su sistema que solo la tristeza y la desolación que recordar lo que aquella marca que iba desapareciendo y sus ojos azules provocaban en él.

__Una cicatriz mas, no me afectara en nada__dijo con el dolor de si corazón y siseo de dolor cuando el hombre coloco un algodón remojado con alcohol en donde seguramente tendría la herida.

__Ups__el desconocido tenia una sonrisa avergonzada en su rostro__Lo siento, a veces cuesta ser delicado.

La risa ronca y graciosa del hombre frente a él inundó la enfermería y por primera vez en 7 años, sus carcajadas hicieron acto de presencia acompañando la del desconocido y eso se sintió muy bien.

__Mi nombre es Harry Styles __se presentó primero con una sonrisa.

__Mucho gusto, yo soy Willian O' brien, pero mis amigos me dicen Will__el ahora no desconocido apretó su mano y por fin pudo sentir calidez de alguien que no fuera su familia o amigos.

Harry estaba feliz, se sentía como un niño de primaria que hace su primer mejor amigo y no cabía en su puesto. Se dio cuenta entonces de que Will era el enfermero a cargo de la enfermería y que ambos tenían la misma edad, sus gustos eran increíblemente parecidos y eso aumentaba mucho mas la alegría que se estaba acumulando en su pecho y mas cuando se mostró comprensivo al explicarle que era su nuevo día de trabajo y con una sonrisa le animó a seguir adelante.

Hablaron por media hora, al llegar las 7 se presentó con el director y este le dio la bienvenida con una sonrisa un poco incomoda pero aun así amable en su actitud.

Cuando el timbre sonó, los estudiantes comenzaron a entrar a la escuela y cada uno de ellos se dirigían en pequeñas manadas hacía sus salones de clase a esperar a su respectivo profesor.

Harry caminó despacio, se sentía como cordero que va hacia el matadero, pero al pasar al lado de la enfermería, en la puerta de esta estaba su nuevo amigo, quien le sonrió y le saludó con la mano.

__Lo harás bien, Harry__le dijo Will con una sonrisa en la que no veía atisbo de duda, porque él en verdad creía que podría hacerlo bien.

__Gracias, Will__le sonrióde vuelta con sus ánimos que ahora volaban alto hacía el cielo y mas allá.

Al llegar a su salón de clases, todos los niños estaban en su lugar esperando por él, por conocerle y aprender mucho de los conocimientos que él tenía.

__Buenos días__dijo con una sonrisa y de inmediato fue correspondido por las tiernas vocesitas infantiles que contestaron en coro un solemne:

__¡Buenos días, profesor!

¡Dios!

Harry había extrañado tanto esta pequeña parte que le llenaba de felicidad cada que entraba a clases, que una deslumbrante sonrisa sobresalió en su rostro y sus pequeños alumnos quedaron tan asombrados por verle que intuyeron el nuevo profesor sería alguien diferente al anterior y que no los intimidaria como el otro.

__Vamos a iniciar nuestra clase con una dinámica para conocernos mejor.

Dicho y hecho, Harry hizo la dinámica de la papa caliente, cosa que hizo el aula se llenara de la pequeña adrenalina de los niños al no querer que les tocará  la bola y sus sonrisas.

Se sentía completo, no tanto, pero al menos habia recuperado un poco de la felicidad que tenia antes y eso lo hacia sentir satisfecho de todo lo que podía lograr.

En definitiva, este sería un buen comienzo para él, con un nuevo amigo y alumnos bien portados.