Solo cinco días en el que deberé hacer presencia en el gran autódromo para competir por el primer puesto.

Lo malo es que anteriormente intenté obtener permiso para practicar en el autódromo Autopolis, que es donde se realizará el Super GT Japonés. Sin embargo, me lo negaron ya que ningún competidor tiene permitido "probar" antes la pista porque sería un tipo de trampa, por lo que al no conocerla ni saber el estilo de pista que es, me dediqué a practicar en todos lados.

Este mes he puesto todo mi esfuerzo en las prácticas. Son cansadoras, ya que mamá me hace practicar en todo tipo de escenarios, como calles desoladas con curvas muy o menos cerradas, también por terrenos llenos de tierra o en otros autódromos; todo con el objetivo de mejorar mis estrategias a la hora de conducir y que no se me dificulte en el momento de la competencia.

- ¡Ve más rápido en la siguiente curva! –sonó la voz de mi madre por el audífono.

Y no solo entreno en las mañanas como lo hacía usualmente, sino que ahora también debo entrenar en las tardes por orden de mi madre.

Me concentré en el camino y acaté el mandato aumentando diez kilómetros por hora más.

Sentí miedo al momento en el que al doblar por la curva el lateral derecho de mi auto se elevó aproximadamente un metro, provocando que instintivamente frene ya que no fue tanta la elevación como para que se volqué el auto.

- ¿Por qué te detienes?

- El auto se levantó –respondí temblorosa.

- Pues yo no veo que estés herida –soltó- Deja los putos dramas y vuelve a comenzar.

No salía de mi estado, mi único miedo es que mi auto se volcara y hace menos de dos minutos estuve a punto de quedar cabeza abajo. Mis labios tiritaban y mi corazón latía rápidamente mientras mis ojos se cristalizaban.

- Ni se te ocurra llorar, Lexa –amenazó- Te quiero en la línea de meta en este maldito instante.

- S-si.

Solo obedecí su orden, no tenía de otra y prefería que no se enojara y que me fuese peor.

(...)

Estaba anocheciendo cuando por fin terminé esta "tortura". Solo me dediqué a ignorar a mamá y guardar mi auto en su lugar, para luego cambiar mi overol por un jean blanco ajustado, un top lila y mis zapatillas blancas.

Estaba saliendo del autódromo cuando recibí una llamada de mi persona más querida.

- Aquí, Lexa.

- ¿Estás ocupada? –preguntó directamente con un tono difícil de reconocer.

- ¿Ocurre algo? ¿Dónde está mi "Hola rulos"?

Suspiró- Necesito hablar contigo ¿podemos juntarnos ahora?

- Claro... ¿Dónde?

- ¿Puedes ir hacia el parque que está a unas tres calles de tu casa?

- Sip.

- Entonces te veo en la fuente –dicho esto, cortó.

Miré mi teléfono desconcertada, parecía apurado y su tono no era el mejor. Supongo que ha tenido un mal día y quiere despejarse. Sonreí por instinto ya que me hizo feliz el que recurriera a mí.

En unos veinte minutos llegué a mi destino, hubiese llegado más temprano pero me detuve en una cafetería para comprar dos malteadas, una de chocolate y otra de fresa.

- ¡Llegó por quien llorabas! –lo saludé apenas lo vi.

- Hola –me sonrió apenas.

- ¿Te encuentras bien? –le extendí el envase de chocolate.

- No gracias –lo rechazó- Iré directo al grano, Lele.

Tragué nerviosamente, jamás lo había visto de esta manera, tan serio.

- D-dime.

- Me iré –soltó al fin la bomba.

- ¿Qué? –pregunté atónita.

- Escucha, Lexa –se rascó la nuca desinteresadamente- Nuestra relación está avanzando demasiado y no quiero eso, quería un poco de diversión antes de mi viaje.

Solo escuchaba sus palabras atentamente, aquellas palabras que me estaban apuñalando cada vez que salían de boca.

- ¿Diversión? –murmuró dolida y con las lágrimas acumulándose en mis ojos.

- Creí que sería mejor decírtelo a que luego te enteraras por las malas.

- P-pero ¿por qué? ¿Acaso hice algo mal?

No respondió y solo me observó desde arriba mientras mis lágrimas fluían. Me dolía. Me dolía saber que se alejará de mi y ni siquiera se digna a decirme la razón, provocando que mi corazón se estrujara por la culpa de haber hecho algo incorrecto o que lo molestó.

- ¿Nos volveremos a ver?

- ¿Por qué deberíamos? –respondió tranquilo.

Eso solo causó más dolor y lágrimas.

- ¿Y te irás así nada más? –pregunté enojada apretando las dos malteadas.

- No tengo por qué darte explicaciones –se alejó dos pasos- No somos nada, no sé en qué te afecta.

- ¡Me afecta porque no quiero que te vayas! –le grité tirando al suelo las bebidas- ¡Me afecta porque estás despidiéndote! –reprocho golpeando su pecho- ¡No puedes irte y dejarme sola!

- Cálmate, ahora estás libre de ataduras –me tomó de las manos para alejarlas de su cuerpo.

- ¡No! ¡No quiero ser libre de ataduras! ¡Y más si esas "ataduras" eres tú! –le grito- ¡Eres un imbécil!

Lloro y solo veo su rostro que ha mantenido su rostro serio y neutro durante toda la conversación. Intenta irse dándome la espalda, se irá y me dejará para siempre, voy a perderlo.

Antes de que de otro paso, tomé su muñeca deteniéndolo.

- No seas problemática, Lexa –suspiró cansado de la situación.

- No puedes... -sollocé- No puedes marcharte luego de darle sentido a mi estúpida vida. No puedes irte con mi corazón en tus manos... Si te vas ahora, no habrá vuelta atrás... Ouji... por favor....

Luego de suplicarle, su única respuesta fue soltarse de mi agarre para alejarse de mí. Provocando que toda esperanza de que se quedara a mi lado se destrozara, al igual que mi corazón.

Y cuando lo vi dándome la espalda entendí todo.

Amaba a Shinichiro y tuve que perderlo para saberlo.

Reí sin gracia en medio de mis lágrimas, tomando asiento en el borde la fuente.

- Todavía me acuerdo de esa frase que leí en una revista de modas "las despedidas duelen porque debemos separar dos almas que se encuentran conectadas" –lloré aún más- Parece que solo fue la mía sujetándose de algo inexistente. Que idiota, Lexa, esto te ocurre por confiar en otros.

Nota: Buenas buenas ¿Cómo andan? Espero que bien <3

Aquí un dato: El Super GT Japón que se realizó en 2003 tuvo como lugar el Autódromo Autopolis (como lo nombré anteriormente) que se encuentra situado cerca de la localidad de Kamitsue en la prefectura de Ōita, región/isla de Kyūshū, Japón.

Esta imagen nos muestra la pista de carreras del autódromo donde competirá Lexa.

Y para que entiendan mejor sobre la geografía de Japón, aquí les subo un mapa y qué significa cada cosa:

JAPÓN: País.

KYUSHU y KANTO: Región.

OITA y TOKYO: Prefectura.

SHIBUYA y KAMITSUE: Localidad.

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