Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 79

CAPÍTULO 79

Cinco años después.




Estaba en mi consultorio con una paciente muy particular de 10 años.

—Hoy me siento mejor, estoy tranquila. Usted es la primera que me hace sentir segura —expresó recostada mirando hacia el techo.

—Pero aún así temes al mundo, ese vaivén en tu mirada es la prueba —sonreí en cuanto me miró. —no hay que temer, el mundo siempre ha sido enorme más aún cuando somos niños pero viniste conmigo. Te ayudaré en todo lo que esté en mis manos.

—Gracias, usted sabe comprender a las personas —se inclinó para sentarse.

—En parte es comprensión pero también el don que desarrollamos los que padecemos ésta condición, sabemos escuchar con atención...

—¿Usted padece la misma enfermedad? —se sorprendió.

—Así es, puedes tomarme como prueba de que se puede salir adelante y sobrellevar una vida normal —sonreí por la ilusión que iluminaba sus ojos.

—¡Muchas gracias doctora!

Para mi sorpresa saltó para abrazarme, a lo que correspondí.

Luego de que se fuera acomodé algunos expedientes mientras leía un mensaje de mi hermana.

Eve: nos reuniremos en casa de nuestros padres mañana, creo que todos tendremos novedades 😉

Yo: habla por ti y por Ryan 😒 estoy segura que ese mocoso dirá que se casará

Eve: dejalo vivir 😣

Yo: como te ha cambiado el amor 😣 mejor dicho, como te ha cambiado Kevin 😌

Eve: debo hacer unas cosas, adiós!!!!! 😅. ✔✔

Reí imaginando que realmente huyó de la conversación totalmente ruborizada pero lo que dije no era secreto, Kevin era el único que había despertado la chispa del amor en mi hermana y la había cambiado completamente, haciéndola reaccionar e iluminar de tal manera.

Los golpes en la puerta hicieron que dejara el móvil para continuar con lo mío.

—Adelante —dije, recuperando la postura.

—¿Tiene tiempo para un paciente más? —mostró su amplia sonrisa que estaba grabada en mi mente más que ninguna.

—¿Que le sucede joven Walker? —me levanté de mi asiento.

—Le explicaré un poco... —me tomó de la cintura para acercarme —he sufrido de insomnio los últimos cinco años...

—Cinco años es mucho tiempo —intenté no sonreír.

—Mi pecho se oprime, y mi corazón late sin control cuando veo a alguien en particular. Me he ido a un cardiólogo y dijo que sufría de amor incontrolable por ese alguien...

—Digame más

—Y me ha recetado sus besos, sus caricias y todo su amor —rió levemente uniendo su frente con la mía —¿podría ayudarme?

—Veré que puedo hacer —reí acercándome a sus labios.

Nuestros besos siempre comenzaban lentos y suaves sin importar el lugar donde estuviésemos, para luego pasar a uno expresivo, demandante y apasionado.

Se preguntaran porqué no nos habíamos casado, porque no,  no estabamos casados. Vivíamos juntos pero no estabamos casados ni comprometidos, muy diferente a los demás que ya lo estaban y otros esperando hijos.

Llegué a pensar que a Jeremy no le agradaba el compromiso y que no pasaba por su mente. Por mi lado no lo haría por temor, aunque ese sentimiento ya había quedado de lado hace mucho tiempo.

“Hazlo tú ”

Recordé la frase de Min-seo, hace tiempo me había visitado y hablamos del tema. La echaba tanto de menos.

—¿En que piensas? —me sacó de mis pensamientos haciendo que notara que habíamos llegado al edificio.

Todo el camino me había sumido tanto en mi misma que lo único que recordaba era su beso en el consultorio.

—Recordé a Min-seo, la extraño. Nunca pensé que tendría una amiga tan preciada a tanta distancia —suspiré quitándome el centurión de seguridad para abrir la puerta y bajarme.

—Admiro su amistad, se conocieron en el extremo del mundo... —subimos al elevador y marcó nuestro piso. —la ayudaste a reunirse con su familia, y ahora está en el otro extremo del mundo

—Si, nuestra amistad fue, es y será una locura hasta el último día pero no me arrepiento de nada. Después de todo su condición no es reversible, solo espero que pueda crear buenos momentos la quiero demasiado —expresé abriendo la puerta. —al igual que Steve, cada vez que los recuerdo me siento feliz por su matrimonio, son un ejemplo.

—Me siento celoso de ambos, sabes que soy tu mejor amigo —se escuchó ofendido, por lo que giré para mirarlo. —nuestra amistad es mucho mejor.

—No Jeremy, no te compares con Min-seo. Ella es superior por muchas razones —reí por su expresión.

—Ahora entiendo a tu padre cuando se ofende cuando Sam dice que papá es su mejor amigo —cruzó sus brazos y reí de manera ruidosa.

—Por favor, ya superalo Jeremy —me quité la chaqueta. —iré a tomar una ducha, pide algo mientras tanto.

Antes de que respondiera entré a la habitación para quitarme la ropa y tomar una relajante ducha tibia pero para mi sorpresa ingresó por detrás. Aquello no terminó en una simple ducha pero si con “una dosis de felicidad extra” como solía decir mi pareja.

Luego de cambiarme me tumbé en la cama para suspirar y disfrutar de mi visible y palpable bienestar después de tanto, aunque mi condición continuaba ahí no podía dejarme superar por ella. Sin notarlo me había quedado dormida y para cuando desperté Jeremy estaba sentado a mi lado.

—Rayos, quedé dormida —bostecé sentándome y frotando mis ojos para no caer en el mundo de los sueños nuevamente.

—Estabas agotada, está bien. Eso me dió tiempo de preparar una buena cena para ti —vi su sonrisa tan característica y única e hice lo mismo pero de un modo burlesco.

—Cariño, tú no sabes cocinar. Siempre queda mal, no te ofendas —reí.

—¿Apostamos? —sonrió con malicia.

—Apuesto que se lo pediste a alguien, Sandra o Chris, quizá —lo señalé. —tambien pudiste tomar clases sin que lo supiera —fruncí el ceño.

—¿En que momento Amy? —rió divertido. —cuando no trabajo estoy solo contigo

—Esto es muy sospechoso Jeremy Walker —me levanté para salir pero me detuve al ver que había quedado mirándome de una forma diferente. —¿estas bien? —moví una mano para que la siguiera.

—Si, solo que... —se levantó para quedar a mi lado. —me gusta como suena mi nombre de tus labios, ¿pensaste en Amy Walker? Amaría que llevarás mi apellido.

Mi corazón se aceleró ese mismo momento debido a la impresión de sus palabras, más aún cuando noté el brillo de la esperanza en sus ojos.

—¿Que dices? —reí un poco nerviosa. —mi padre se molestaría si escuchara esto, vamos a cenar y te diré que tal te quedó la comida...

Lo halé para que no dijera más, de cierto modo me sentí abrumada y presionada por esas palabras aún sin haber sido una propuesta formal.

—Mira esto... —me sorprendí como estaba preparado el lugar, las luces eran tenues con algunas velas haciéndolo especial y mágico.

Mi ojos se dilataron un poco evitando mirarlo, ¿aquella sería la noche en que me propondría matrimonio? En ese caso, ¿que debía responder? Me sentía presionada. Quizá se arrepintió debido a mi respuesta.

Mi corazón era un tambor incesante que acompañaba mis manos sudorosas por el repentino nerviosismo debido a mis pensamientos que no ayudaban en lo absoluto.

—Solo no pienses en nada Amy... —susurró muy cerca de oído para depositar un tierno beso en mi mejilla. —disfrutemos de la comida.

Señaló la silla a la cual me condujo y me senté mientras él se portaba entre caballero, mozo, chef y novio.

“Amaría que fuese mi esposo”

Fue un pensamiento automático e incontrolable que se había formulado y hablado por si solo. Lo tomé como "incontrolable" pero no me molestaba sino qué lo confirmaba, amaría que fuese mi esposo.

Lo seguí con la mirada en cada cosa que hacia por mi, cuando me sirvió un plato, cuando se sentó y quedé hipnotizada cuando su mirada se encontró con la mía.

—Puedes comer y decirme que te parece —señaló el plato con una sonrisa, entonces reaccioné.

—Claro. —volví en sí para observar mi plato, el aroma no era nada desagradable. Todo lo contrario, era totalmente apetitoso incluso en aspecto.

Tomé el tenedor para poder acercar un poco a mis labios pero antes de hacerlo recordé la última vez que lo intentó y casi me provocó una intoxicación.

—Sé lo que piensas, pero confía en mi ésta vez —me animó.

—Siempre confío en ti —reí para finalmente probar en bocado.

Lo degusté con lentitud para sorprenderme por la exquisitez que estaba comiendo.

—Magnifico... —apludí provocando su vergüenza. —¿como?

—Lily —también hizo un bocado. —sabes que su novio es chef, aprendió de él y pedí que me ayudara. Es todo —continuó con su comida.

—¡Agradezco al cielo por esto! Y obviamente agradezco tener a Lily como cuñada. A veces pensaba que terminaría quejándome como lo hace Alexia de tío Austin... —ambos reímos.

El ambiente se tornó bastante íntimo, solo para nosotros platicando de diferentes cosas que vivimos desde pequeños y algunos planes a futuro pero en ningún momento tocamos el tema del matrimonio hasta la hora del postre que estuvo igual de delicioso que la comida.

—Amy, cariño. Amor de mi vida... —dijo de una manera tal dulce que mis mejillas se colorearon y lo sabía.

—Dime —aclaré un poco la garganta bebiendo de mi jugo de naranja.

—Mañana es un gran dia para tus padres —colocó los codos sobre la mesa para que le prestara total atención.

—Lo sé, es su aniversario de bodas —sonreí con cierta ilusión.

—Puede ser un gran día para todos... —suspiró levemente llevando una mano a su bolsillo y sacar una pequeña caja.

Mi corazón se convirtió en un tambor nuevamente al ver que la deslizaba por sobre la mesa hacia mi dirección.

—Jeremy... —intenté no emocionarme tan rápido.

—Abrelo —pidió con suavidad.

Asentí con una sonrisa nerviosa para tomar la caja y abrirla con lentitud mientras mi corazón parecía que explotaría en cualquier momento.  La abrí completamente para encontrarme con algo impensado y la decepción reflejada en mi rostro al mirarlo.

—Es un broche... —recobré la compostura —¿porque me das un broche? Es lindo pero no es mi estilo —cerré la caja.

—No es para ti, es para tu madre por su aniversario ¿crees que le gustará? —sonrió de lado.

—Si, es lindo. Seguramente le gustará —desvié la mirada —compraré algo para mi padre así lo obsequiamos juntos.

Mi tono se había convertido en uno rígido pero apagado.

—Te haría la misma sugerencia, tu sabes más de los gustos de tu padre pero...

Sentí que se levantó y evité mirarlo hasta tenerlo cerca de mi, muy cerca.

—¿Porque tan decepcionada? —preguntó en tono bajo. —¿pensaste que era un anillo de compromiso?

Entonces lo miré, sabía perfectamente que mi decepción era totalmente visible acompañada de una molestia interna.

—No. Verás, estuvo deliciosa la cena —sonreí. —limpiemos mañana, ahora quiero dormir.

Evité completamente su pregunta para dirigirme a la habitación y colocarme mi ropa de dormir evitando llorar por mi tonta ilusión. Claro que estaba decepcionada pero no era con Jeremy, era conmigo misma ya que en el pasado ya había rechazado esa simple idea.

Luego de la boda de Eve, en la cual estuvimos absolutamente todos en tan especial día, Jeremy estuvo más cariñoso y motivado de lo normal. Susurrándome cosas al oído mientras bailábamos en la pista y cuando regresábamos al departamento.

—Eve dió el gran paso, ¿que hay de usted señorita Rogers? —sonrió de lado.

—Eve dió el gran paso pero aún falta algo para complementar, y es formar su familia. Curiosamente desea hacerlo, jamás creí que mi hermana tuviera ese lado maternal —pensé un momento.

—Lo sabemos, pero no respondes mi pregunta —bajamos.

—Eso... —sonreí. —Jeremy...

—Hoy vi algunos anillos que quedarían perfectamente en ti —me acercó a él mientras llegábamos a nuestro piso.

—Por favor, aún somos muy jóvenes. Debemos disfrutar más de nuestra vida tal y como está —lo miré. —no hay que apresurarnos con el matrimonio, además no lo había pensado.

Entré al departamento y el por detrás, sin decir otra palabra y podría considerar que fue un persuasivo rechazo.




Lo sentí recostarse a mi lado, con lentitud y sin que viera mi rostro giré para recostarme sobre su pecho e intentar dormir de aquel modo. Me sentía mal por aquello y temía que aquello fuera a afectar nuestra relación más temprano que tarde.





Fue gracioso pero cruel, bueno, ambos lo fueron ಠ_ಠ

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro