CAPÍTULO 74:
AMY
Luego de dos días conducía hacia el edificio, la noche comenzaba a caer y pronto cubriría toda la ciudad. No podía aceptar lo que Jeremy había dicho, así sin más y con apoyo de Eve decidí buscarlo.
Estaba en mi habitación luego de tomar una ducha y calmar mis ánimos luego de lo sucedido con Jeremy, el reloj marcaría las 8 pm y la noche estaba presente.
Bajé por un poco de agua ya que no tenía apetito pero el llamado a la puerta me sorprendió, también era extraño, nadie llamaba a esa hora al menos a nuestra puerta. Luego de dudar un momento decidí abrir, me sorprendí al encontrarme con Jeremy, más aún cuando pasó sin decir nada.
—¿Estás sola? —evitó mirarme.
—Si, mis padres fueron a una cena de negocios. —cerré la puerta para mirarlo. —¿que haces aquí? Creí que... —no supe como decirlo.
—Lo siento, siento lo de hoy. No volverá a suceder. —me miró.
Quise sonreír por aquello, pero al no ver una de su parte significaba que había algo más que decir
—No mereces esto, no mereces nada de lo que sucedió y no mereces a alguien como yo en tu vida... —desvió la mirada.
—¿Que intentas decir? —cuestioné de inmediato.
—No puedo seguir con esto Amy, ya no puedo ser tu novio, ya no puedo estar para ti o te lastimaré. —no respondí. —terminamos.
Aquello resonó en mis oídos, ¿había escuchado bien? Jeremy estaba delante de mi, terminando la relacion por la que esperamos mucho tener. No parecía ser cierto.
—No puedes hablar en serio... —sonreí acercándome. —deja de bromear, ¿porque terminaríamos? Es absurdo —evité mirarlo para que no cayeran las lágrimas que tanto me costaba contener
—No es una broma, ya no creo poder... No quiero dañarte o que te sientas despreciada por mi, es lo mejor para ambos —susurró tomando mi mano para besarla. —es lo mejor para ambos. —repitió.
Sin más se retiró sin que pudiera decir algo, no tuve tiempo para procesar mentalmente lo que mis sentimientos si y comenzaba a doler de una manera horrible. Tanto que comencé a llorar sin notarlo.
Estaba en mi habitación sin poder controlar mi llanto cuando mi hermana llegó y no dudó en consolarme, con ella pude desahogarme sin pena mientras le contaba un poco lo sucedido.
—¿Quieres mi opinión? —me miró y asentí levemente. —si lo amas no lo dejarás ir fácilmente, mereces una explicacion mejor y luego de lo que sucedió es claro que oculta algo, así no es el Jeremy que conocemos.
—Apenas y estoy comprendiendo que terminó conmigo, terminó conmigo... —evité llorar de nuevo. —quizá necesite tiempo debido al shock que tuvo aunque no lo hable con nadie.
—¿Crees que lo hablará con alguien? No lo hizo contigo, no lo hará con nadie. Creo comprender lo que está pasando y está cometiendo el mismo error que yo, alejando a las personas, alejando a la única que puede ayudarlo pero tú no lo hagas, no lo escuches. Tú debes estar ahí. —me animó. —vamos Amy, somos Rogers-Anderson, demostremos que nuestra imponencia no es solo en los negocios.
—No sé como hacerlo. —suspiré con tristeza, lo que sentía me hacía totalmente vulnerable.
—Es fácil, están en la misma ciudad. Solo irás a buscarlo lo antes posible y arreglarás el desastre en el que se convirtió por un error que nadie lo culpa. Lo buscarás sin miedo y le mostrarás esto... —dijo sacando mi dibujo en medio de algunas cosas. —jamás lo olvidaste, ¿cierto?
Me sorprendí por aquello, nadie lo sabía a excepción de Min-seo pero dudaba que había hablado con Eve.
—Lo noté hace mucho tiempo Amy, antes de que fueras a Canadá. —la miré con atención. —comenzaste a dibujarlo con facciones que no estaban en las fotografías, solo estaban en tu mente aún así temías olvidarlo.
—Es mi mayor temor, que desaparezca de mi mente y de mi vida. —confesé.
—Luego de todo lo que pasaste, pasamos y pasó él... —pensó un momento. —ese temor se hará realidad si tu lo permites. En ningún lado está escrito que nosotras no podemos dar ese paso de ir a bascarlos, ¿porqué siempre debemos esperar ese paso por parte de ellos? después de meses tomé mi decisión. Ahora es tu turno hermana. —sonrió.
Pensé mucho en lo que dijo, en todo tenía razón, por primera vez Eve me había empujado hacer algo que no me animaba pero debía hacerlo.
Llegué al edificio con decisión, tomando algo importante que llevaba en mi bolso y subí.
Toqué varias veces sin descanso hasta que abrió y se sorprendió por verme, imité su acción y entré antes de que dijera algo. Tiré mi bolso en el sillón para cruzarme de brazos.
—Me niego a terminar contigo, y me niego a aceptar esa explicacion sin sentido que me diste.
Él frunció el ceño sin comprender, aún así no mostró ninguna emoción y eso era doloroso como así también molesto.
—Tampoco me iré de aquí sin que me digas que sucedió esa noche.
—No quiero decir algo que te lastime, por favor vete —señaló la puerta.
Asentí acercándome para cerrarla, colocar la llave y guardarla en mi bolsillo.
—Repito, no me iré de aquí hasta que me digas todo lo que sucedió y la verdadera razón por la que terminaste conmigo. —me alejé.
—¡No puedo continuar!, ¡¿Porqué no lo comprendes?! —levantó la voz.
—¡Porque por más que lo piense no consigo comprender! —respondí del mismo modo —solo dime que sucedió —intenté calmarme.
—Solo vete —suspiró con paciencia.
—No lo haré, ni de aquí ni de tu vida, ¿crees que es así de fácil lastimar a alguien y no darle una explicación coherente? —no respondió. —quiero verla feliz, que sonría y que jamás olvidé la niña dulce que es por dentro. —mencioné recordando lo que le dijo a mi padre. —jamás creí que escuchar esa respuesta sería como un aliento de vida.
Entonces me miró.
—Eso dijiste cuando acepté ser tú novia, ¿no era verdad? Porque muy rápido dejaste ir tu aliento de vida, al parecer no era tan importante e impredecible para ti. —por su expresión parecía controlar sus palabras. —ahora solo puedo sentir lastima de mi misma al ver que no eras quien creí, que sólo estuviste conmigo por la pregunta de un año atrás, como si fuese un compromiso a cumplir.
—No es así —sus ojos se cristalizaron. —eres lo más importante para mi.
—¡Entonces dime que es!
—¡Ella se suicidó delante de mi luego de culparme por todo lo que sucedió! —confesó frotándose en cabello, dejándome sin palabras.
Lentamente se acercó al sillón para sentarse mientras se frotaba los ojos con fuerza. Reaccioné luego de unos segundos para sentarme a su lado.
—¿Que dijiste? —pregunté en tono bajo.
—Susan fue quien me llamó, no fue un secuestro, fui por voluntad esperando que pudiéramos hablar pero no pensé que haría lo demás, como amarrarme a una silla luego de inyectarmr algo para torturarme psicológicamente. —comenzó a contar en tono bajo. —dijo que todo fue mi culpa y tenía razón, de no haberla rechazado no las habrían secuestrado, Lily no tendría traumas, Eve no hubiese perdido a su hijo y tú estarías mejor sin mi. —me miró y negué.
—No. —tomé su mano. —no fue tu culpa.
—Las cosas serían diferentes ahora, nadie hubiese sufrido, ella estaría viva y tú podrías comenzar una nueva vida lejos, porque tienes la capacidad de olvidarme fácilmente —me miró derramando lágrimas. —aunque me duela, pero es la verdad y el único que debía sacrificarse sería yo.
—No digas eso, jamás lo hubiese aceptado... —me dolía verlo así. —la culpa duele, pero también me dolió no saber de ti, me dolió la incertidumbre al saber que estabas secuestrado. Recuerda que también pasé por eso, ¿crees que sufrí menos? Más aún al escuchar el disparo, tu lejanía, tu desprecio y la ruptura. No importa lo que habría pasado, siempre me dolería estar lejos de ti porque eres mi aliento de vida y es la verdad.
—Lo único que quiero es que no sufras, no quise lastimarte, por eso decidí alejarme de ti... —tomó mi mejilla para limpiar mis lágrimas con el pulgar. —puedes aprovechar tu condición para comenzar una nueva vida, Amy lo digo porque te amo demasiado como para lastimarte.
—Ya lo hiciste pero puedo soportarlo porque estoy contigo.
—No creo poder tener una vida normal luego de esa noche, me siento tan culpable por todas las consecuencias. Lo siento —me soltó.
—No fue tu culpa, mi padre contó todo lo relacionado y porqué sucedió. —no respondió. —basta... No te culpes por algo que no sabías —repetí sus palabras tomando mi bolso para sacar algo que debí mostrar hace mucho tiempo.
Se lo entregué sin decir nada, lo tomó para observarlo un momento y luego a mi.
—¿Que es esto?
—Es el primer dibujo que hice, lo terminé antes de viajar y estos... —le mostré los demás. —los hice en el centro, siempre estuviste en mi mente y quizá debía decírtelo antes...
Me miró frunciendo el ceño, esperando que completara la oración.
—Jamás te olvidé. —abrió los ojos por la sorpresa. —siempre estuviste en mi mente, al único que reconocía era a ti pero temía que eso desapareciera en algún momento, así que dibujé y dibujé tu retrato.
—Amy... —dejó las hojas en la mesa para halarme con fuerza y abrazarme del mismo modo. —lo siento.
—Soy quien lo siente. —susurré. —lo superáremos juntos, dejame estar a tu lado. Por favor, deja que te ayude. —pedí en suplicio.
No respondió y no dije más, en pocos minutos sentí humedad en mi cuello en señal de que estaba llorando.
—Jamás te vayas —susurró entre llanto.
—Jamas. —respondí. —sea lo que sea lo resolveremos, o tendrás que enfrentarte a mi padre por hacerme sufrir.
Rió levemente separándose.
—Lo había olvidado.
Sus ojos ya no divagaban sin expresión pero estaban notablemente rojizos y cansados.
—¿Hace cuanto que no duermes bien? —acaricié su mejilla.
—No lo hacia bien desde esa noche, y desde que fui a tu casa no pude dormir absolutamente nada —confesó mientras sus ojos parecían querer cerrarse.
—Vamos. —me levanté. —debes dormir —lo llevé de la mano hasta la habitación.
—No tengo derecho de pedirte nada, pero...
—Claro que me quedaré. —interrumpí. —desde ahora lo haremos todo juntos
Finalmente las cosas comenzarían a fluir y haría todo para que funcionaramos como una relación normal a pesar de las cosas que nos tocaron vivir y que cada uno se sintió culpable por ello, pero nadie lo era, sólo había causantes y por fortuna ninguno estaba cerca aunque hayan tenido destinos lamentables. Jamás creí que esa chica hiciera algo de tal modo para dejar a Jeremy de ese estado, al punto de ir ambos a terapia para reforzar la estabilidad psicológica. Sin embargo, el especialista dijo que estaba bien, suponía que se había liberado al hablar conmigo esa noche y eso me tranquilizaba.
Todos se sintieron culpables a su manera ╥﹏╥
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