Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 65

CAPÍTULO 65


Estaba en mi habitación cepillando mi cabello, en un par de horas más festejaríamos nuestro cumpleaños número 19 y a penas asimilaba que había pasado un año.





Antes de regresar a Londres debía ver a mis amigos para despedirme y que supieran el porqué me iba.

Fui acompañada por mi madre para que hablara con la directora del lugar y mientras lo hacía los busqué en un lugar específico donde siempre estábamos.

¡Hola! —exclamé desde atrás haciendo que dieran un salto pero de inmediato me abrazaron.

—Amy... —mi amiga estaba al borde de las lágrimas. —supimos lo que pasó, ¿como estás?

—Aquí no quisieron darnos información y fuimos a la estación de policía —agregó Steve.

—Estoy bien —sonreí. —mirense, están apunto de llorar, por favor —intenté estar tranquila.

—Es de felicidad, creímos que ya te habrías ido y no te volveríamos a ver —respondió Min-seo pasando una mano por sus ojos para limpiarlos.

—No, ¿como podría hacer eso? —nos sentamos en el banco.

—Luego de lo sucedido, no lo sé...

—¿Significa que regresarás?, ¿te quedarás? —preguntó Steve y no tuve otra opción que negar.

—No podía irme sin despedirme de ustedes, fueron de gran ayuda todo este tiempo y lo más importante, los amigos más valiosos que pude conocer... —intenté sonar normal.

Ninguno respondió.

—Mi madre está hablando con la directora, y el resto de mi familia está esta esperando para irnos al aeropuerto. Mi padre decidió que luego de lo sucedido no podía continuar aquí, además de que estoy mucho mejor.

—Está bien... —me detuvo Min-seo con lágrimas en sus ojos.

—No llores —intenté sonreír.

—Son lágrimas de felicidad, regresarás a tu vida Amy. Dejarás todo atrás para comenzar de nuevo, y más fuerte... —no pudo controlar su llanto.

—No dejaré esto atrás, porque gracias a ustedes soy lo soy ahora. Gracias a su compañía y apoyo, nos mantendremos en contacto y prometo visitarlos más adelante... —me detuve por el nudo en mi garganta. —lo prometo.

—Está bien, tu momento de regresar es ahora. Con tu familia, disfruta de la vida. Nosotros estaremos bien —agregó Steve con una sonrisa pero sus ojos reflejaban tristeza.

—Yo... Solo espero que ambos puedan avanzar con más seguridad y unidos, estoy segura de que con eso encontrarán su camino —dije para que comprendiera y asintió.

—Ya lo sabe, se lo dije días atrás —confesó. —y tenías razón, lo comprendió y juntos intentamos encontrar equidad en nuestras condiciones.

Me sorprendí un poco mirando a mi amiga.

—En caso de culparlo, ya no tendría porque vivir. Es el único que me da ánimos para continuar aquí —sonrió. —y tu, pero ya estarás en casa y eso me hace feliz.

—Amy... —escuché a mi madre acercarse.

Mis amigos se levantaron en cuanto la vieron para saludarla con educación.

—Mamá, ellos son Min-seo y Steve, mi amigos... —los señalé. —chicos, ella es mi madre Samantha.

—Mucho gusto.

—Es un placer conocerlos, sabía que Amy encontraría amigos valiosos pero no imaginé tanto. Gracias por avisarnos del evento —miró a mi amiga.

—No fue nada —sonrió.

—Continuaré en contacto con el centro, si necesitan cualquier cosa no duden en decirlo. También tienes mi número —sonrió con amplitud y ambos asintieron. —es hora de irnos. —me miró.

Asentí para mirarlos y abrazarlos con fuerza, cuando llegué no pensé que conocería a personas así, que me acompañarían y apoyarían sin pedir nada a cambio creando una conexión de amistad que creía tener solo con Jeremy. No pude evitar llorar al recordar nuestros momentos juntos, algunas locuras, y travesuras como si fuésemos niños cuando salíamos del centro. Jamás creí que la despedida sería tan difícil, aún teniendo la certeza que los volvería a ver pero tan solo separame de ellos era difícil.

—Todo está bien Amy, regresa a casa. —se separó Min-seo para mirarme. —y descuida porque nosotros estamos en casa. —sonrió.

—Estaremos bien —agregó Steve.

—De acuerdo... —asentí para volver abrazarlos.

—Te extrañaré —susurró mi amiga.

—Tambien yo. Steve... —lo abracé. —espero no tener que presentarnos la próxima vez.

Rió levemente.

—No prometo nada, Cuidate... —me abrazó con fuerza. —su apellido es Park —susurró.

—Me haré cargo —respondí del mismo modo.

Finalmente tuve que separarme de ellos para irnos al aeropuerto, no pude contener mi llanto, al llegar Jeremy me abrazó y contuvo hasta el momento de abordar el vuelo.





—¿En que piensas? —escuché a mi hermana sacándome de mis pensamientos.

—Recordaba a Min-seo con Steve, me hubiese gustado que hoy estén aquí —la miré.

—¿Los llamaste?

—Si, pero no respondieron. Quizá tuvieron un episodio, si eso  sucedió quizá no me recuerden... —de pronto me invadió la tristeza.

—No digas eso, ¿quien podría olvidarte? Con lo molesta que eres... —sonrió y le devolví el gesto.

—Veamos quien se ríe luego —murmuré.

Nos terminamos de alistar con vestidos que nos hicieran sentir cómodas, después de todo solo sería una celebración en la casa y según nuestros padres estarían solo las personas importantes y amigos. Eso me hacia sentir tranquila, entre esas personas esperaba que Lily también asistiera.

Al bajar recibimos a los invitados quienes nos deseaban feliz cumpleaños y sus obsequios.

—Abuelos —los señalé. —ya nos dieron automóviles el año pasado y no lo utilicé ni una sola vez, no sean tan ostentosos esta vez.

Ambos suspiraron un poco decepcionados mostrando sus manos vacías. Con Eve los miramos sin comprender a lo que señalaron a nuestras abuelas que nos extendían unas llaves.

—Ya tienen sus departamentos —dijeron al mismo tiempo.

—¿Es en serio? —cuestionó mi madre.

—Mamá... —se quejó mi padre y reí por ello.

Lo más probable era que ese departamento estuviera sin uso hasta mi próximo cumpleaños al igual que el automóvil.

—Nada es poco para nuestras niñas —escuché a las mujeres y me dediqué a saludar a los demás invitados.

—Aquí está la niña a la que extrañé tanto... —un chico me abrazó sin aviso haciendo que me tensara un poco.

—¿Porque lo haces? La incomodas, que idiota —lo regañó una chica y el chico frunció el ceño ofendido.

Los miré con atención un momento para sonreír.

—¿Chris y Sandra?, ¿realmente son ustedes? —me sorprendí.

—Los mismos —abrió los brazos.

—¡Que gusto me da! —lo abracé. —no tienes idea de cuanto te eché de menos. —me separé para mirarlo con atención.

—¿Si?

—La verdad no... —Sandrá rió fuerte y divertida. —no te ofendas, solo que estuve concentrada en mi recuperación y demás, la verdad no me acordé de ustedes.

—Está bien, te perdono muy en mi interior te perdono —se cruzó de brazos.

—Gracias —sonreí. —pero, realmente me da gusto verlos y que aún estén juntos, es un gran alivio —hice énfasis.

—Sé porqué lo dices —respondió Sandra. —espero que tú y Jeremy estén así muy pronto —tomó del brazo a Chris.

—Disfruten de la noche... —ignoré lo último para ir con Jeremy que estaba a una distancia con dos chicos parecidos que suponía eran mis primos, y alguien más con una chica.

—Aquí está una de las protagonistas de la noche... —me señaló pudiendo reconocer a Dylan.

—Y la más hermosa —agregó Jeremy provocando mi sonrojo.

—Felicidades. —mis primos me abrazaron. —y tú no te aproveches —Taylor miró a mi amigo.

—¿Y tú? —miré al otro chico.

—David Jones, para servirte —se presentó.

—Como no reconocer tu particular humor David... —nos abrazamos. —pero, ¿porque te ves tan bien? —lo analicé con la mirada.

—Puedo decir que el amor tocó a mi puerta —miró a la chica a su lado.

—¿Que?

Me sorprendí mucho, David siempre estuvo enamorado de mi hermana a pesar de su continuo rechazo y aunque en el pasado me hubiese gustado que tuvieran la oportunidad de dar ese paso, sabía que era mejor así ya que Eve había conocido ese sentimiento en otra persona y David merecía ser Feliz con alguien que realmente lo quisiera.

—Te presento a Irene, mi novia. Irene ella es Amy, una amiga de la infancia.

—Mucho gusto y felicidades —sonrió con timidez.

—Gracias, también es un gusto conocerte —devolví el gesto para mirar a Jeremy que me guiñó un ojo. —gracias por venir y disfruten de la noche, David sabes que estás en tu casa

—Gracias —amplió su sonrisa.

Tanto él y todos nuestros amigos, que sus padres eran amigos de los nuestros, siempre estuvieron en nuestra casa y viceversa. Así fue nuestra infancia, con unión aunque al crecer comenzamos a separarnos pero no del modo para olvidar todo aquello.

—Feliz cumpleaños mi mejor amiga —me abrazó, a lo cual correspondí con gusto. —te ves hermosa —susurró cerca de mi oído.

—Gracias, y tú muy guapo —dije del mismo modo. —¿llegó? —me separé.

—Si, estará aquí en un momento. —sonrió.

—Genial, espero que esto la haga feliz .

—Y a ti también

—¿A mi? —me confundí.

No respondió, solo señaló hacia la puerta y allí entraba una pareja con una gran sonrisa. Quise reconocerlos pero miré a Jeremy sin comprender.

—Que rápido nos olvidas, eso duele —escuché una voz femenina reconociéndola de inmediato.

—¿Min-seo?, ¿Steve? —me sorprendí. —¿son ustedes?

No esperé su respuesta y salté para abrazarlos a ambos.

—Los llamé muchas veces estos días, ¿como es que están aquí? —me separé.

—Bueno, eso fue idea de tu maravillosa madre y de tu novio. —respondió Steve señalando a mi amigo.

—Oh no, no es mi novio —reí.

—Si como digas —dijo para molestarme.

—No comiencen ustedes dos... —nos interrumpió mi amiga con una risa. —te extrañamos tanto, el centro no es lo mismo sin ti. De hecho, todos te extrañan, extrañan tus melodías y por la calle nos detienen para preguntar por ti —contó un poco eufórica.

—Oh vaya... —sonreí apenada.

—Te hiciste muy preciada en aquella ciudad —agregó Jeremy con una sonrisa. —disfruta de tu noche mi querida amiga, yo me iré con Lily, pero quiero bailar contigo luego —tomó mi mano para besarla como todo un caballero.

—Iré en un momento para saludar a Lily, también a tus padres... —desvié la mirada. —y por supuesto que bailaré contigo.

En cuanto se retiró liberé un suspiro totalmente incontrolable.

—Eso es de enamorados —escuché a Steve y reí por ello.

—Diganme algo... —me acerqué para hablar en tono bajo. —Marcus no se hará presente, ¿cierto?

—Definitivamente no —respondió mi amiga.

—Escuchamos el rumor de que un imponente hombre lo puso en su lugar tiempo atrás, creo que fue tu padre. Desde entonces ha cambiado y es un total profesional, dedicado a su trabajo. —contó Steve como todo un chismoso.

—Genial, ahora dejemos de susurrar... —reí. —vamos, los presentaré a mi familia.

Los presenté a todos mientras terminaba de saludar a otros y en ese lapso vi a mi hermana hablando con un chico, deduje que Kevin había llegado.

—Tio Adam, tía Olivia... —los saludé. —hola Lily —la abracé.

Los tres me saludaron gustosos, como siempre y pude notar la mejoría de la menor de los Walker. Agradecía que sus terapias estuviesen dando resultado o me sentiría muy mal al ver el temor en sus ojos.

Para mi tranquilidad todos recibieron muy bien a mis amigos y entre todos pareciamos una enorme familia, porque lo era, los amigos más valiosos también eran parte de la familia.

Con el pasar de la noche comenzó a sonar una bonita melodía, podía notar su sentimentalismo y lentitud haciendo que todas las parejas comenzaran a bailar a su ritmo un tanto romántico, entre ellos mi hermana.

Con expresión distraída me acerqué a alguien en particular para aclarar la garganta.

—¿Me concedes esta pieza? —pregunté evitando reír.

—Vaya, me tomas por sorpresa. No sé que decir —fingió estar sorprendido y sin palabras.

—Jeremy —reí.

—Claro que si, pequeña —tomó mi mano para dirigirme a un costado.

Coloqué mis brazos en su cuello e hizo lo mismo por la cintura para comenzar a bailar al compás de la melodía. En ningún momento dejó de mirarme a los ojos y eso provocaba que mi corazón latiera con fuerza y sin descanso.

—Deja de mirarme así... Creo que tengo taquicardia —sonreí bajando la mirada.

—Mientras sea el único que la provoque. —se acercó a mi oído. —tengo tantos deseos de besar tus labios. —suspiró.

—Mi padre está mirando. —reí al verlo a la distancia como todo un padre protector pero Jeremy no se alejó.

—Deberá aceptarlo, tarde o temprano —rió para dirigir la mirada hacia él y saludarlo con la mano. Para mi sorpresa respondió un poco extrañado. —bajó la guardia, es momento de escapar.

—Estaba pensado lo mismo. —golpeé levemente su brazo. —pero no me iré sin su permiso.

Fuimos hasta él interrumpiendo su plática con los mayores.

—Papá, saldré un momento. No puedes negarte, es mi cumpleaños —anticipé.

—¿Quieres retirarte de tu propia fiesta? —preguntó mi madre.

—Solo será un paseo, quiero probar el automóvil. Jamás lo utilicé, Jeremy conducirá —lo señalé.

—Si, no tienen porque preocuparse, solo será un paseo corto

—Te quiero aquí en menos de una hora —impuso mi padre.

—Claro, gracias. De todos modos está Eve, nos vemos.

Sin ser visto por los demás fuimos hasta el garage donde pude distinguir mi automóvil y tomar la llave que estaba dentro.

—Es mejor que el mio —dijo encendiéndolo.

—No te sientas mal —coloqué una mano en su hombro.

—Amy, esto no tiene combustible —frunció el ceño.

—Ya era rara la aceptación de mi padre —quedé con la mirada a la nada.

—¿Se estará riendo de nosotros? —señaló en dirección al salón.

—Posiblemente... —suspiré. —papá a veces eres como un niño, si fuese como Eve tomaría tu automóvil para irnos de aquí —me quejé.

—Tranquila, tranquila... —rió saliendo del carro.

—Vamos al jardín a caminar un poco —sugerí tomándolo del brazo.

—Claro

Por un momento caminamos en silencio hasta llegar al mismo lugar donde un año atrás me había besado.

—Tenías razón, muchas cosas pasaron en un año —lo miré al detenernos.

—Si, aunque no era anticipación. Sólo pasaron —frunció el ceño.  —en este momento solo puedo pensar en lo que sucedió aquí antes de irnos y solo me importa tu respuesta.

—Dilo —mi voz sonó con nervisismo.

—Amy... —me miró a los ojos haciendo que las mariposas revolotearan en mi estómago. —¿quieres ser mi novia?

—Dejame pensar... —fingí hacerlo. —¡si quiero! —exclame mientras saltaba para abrazarlo.

—Jamás creí que escuchar esa respuesta sería como un aliento de vida —susurró liberando un suspiro.

—No seas exagerado, no es un compromiso. Comenzamos con el noviazgo —nos separamos levemente.

—De ahora en adelante pueden suceder muchas cosas —sonrió tomando mi rostro y sin esperar me besó con suavidad.

Correspondí al instante, ambos queríamos aquel beso y sabía perfectamente que estaba lo estaba conteniendo. Envolví mis brazos en su cuello para acercarlo más y profundizar aquel contacto haciendo que ambos estuviéramos a gusto.

—Te quiero —expresé con un suspiro al separarnos.

—Tambien te quiero —acarició mi rostro y sonreí.

—Por cierto, hay algo que quiero que hagas por mi.

—Lo que sea.

Saqué la pulsera que me había regalado en mi cumpleaños anterior y jamás la había utilizado.

—La razón por la cual no la utilicé es porque quería que la colocaras tu —se la entregué y extendí mi brazo.

—Entiendo. —la ajustó a mi medida. —sabes que esto es como un anillo de compromiso, ¿cierto?

No respondí, solo reí mientras se acercaba para besarme una vez más y pasados unos 20 minutos regresamos a la fiesta donde miré a mi padre con los ojos achinados.

La fiesta pasó y todos se retiraban, solo Min-seo se quedó por mi insistente pedido y Selena que había bebido unas copas demás. Entre las tres colocamos cobijas en en estudio para tener una pijamada y dormir allí.

—¿Puedo unirme? —apareció Eve con sus cosas.

—Claro —sonreí y aproveché la oportunidad. —Eve, no te presenté pero ella es Min-seo. Min-seo ella es Eve, mi hermana melliza —la señalé.

—¿Mellizas? Podría jurar que son gemelas por lo idénticas... —nos miró varias veces.

—Muchos lo dicen —respondió mi hermana.

—Es un gusto Eve —asintió.

—Lo mismo digo y gracias por apoyar y cuidar de Amy todo este tiempo —amplió su sonrisa.

—Estoy tan feliz que hasta aceptaría a Sandra en esta pijama —expresé con un suspiro mientras me recostaba.

—¿Esa es la chica que te alejó de Jeremy? —preguntó Min-seo con interés.

—No, esa fui yo —respondió Eve sin remordimientos.

—¿Que? —se sorprendió mirandome. —¿tu propia hermana? —sonreí apenada. —tiempo atrás dije que las pagarías pero hoy te salvas solo por ser su hermana.

—Gracias, no quería ser golpeada en mi cumpleaños —ironizó.

—¡Esperen! —Selena se sentó repentinamente para girar su cuello y mirarme sin pestañear, como si estuviese poseída. —¿porqué estás tan feliz?

—Eso... —corrí para verificar que nuestros padres estuvieran durmiendo y cerrar bien la puerta. —sucede qué... —coloqué suspenso mientras volvía a mi lugar. —finalmente somos novios.

—¿Con Jeremy?

—¿Con quien más? —rodé los ojos y ambas gritaron euforicas. —shhhhh... —reí.

—¡Que felicidad! —dijeron al mismo tiempo.

—Amy... —Eve me abrazó. —así se hace hermana, sin importar lo que pasó... Finalmente ustedes —me sacudió por los hombros. —que felicidad, felicitaciones —me abrazo con una enorme sonrisa.

—Gracias, gracias. Pero papá no puede saberlo aún, ¿entendido?

Las tres asintieron comprendiendo y nos acomodamos para dormir, definitivamente estaba muy feliz por los buenos momentos que me estaban tocando y finalmente ser la novia de quien quería.










Mucho por aquí... Dolorosa despedida, cumpleaños, reencuentros, y noviazgo yeiiii

O(≧∇≦)O

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro