Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 64

CAPÍTULO 64:
AMY

Desde que regresamos mis días no eran exactamente tranquilos debido a alguien en particular que iba cada día a la casa y según mi padre “ya lo veía hasta en la sopa”.

—Hola —saludó en cuanto abrí la puerta.

—Hola, tienes suerte de que mi padre no esté aquí —reí dejándolo pasar y que me besara al paso. —y tampoco Ryan.

—Yo sé que muy en el fondo ellos me adoran —husmeó en dirección a la cocina.

—Claro que si... —reí observándolo. —mi madre está arriba con Eve —señalé.

—De acuerdo, sólo quería saludarla —sonrió.

—¿Saludarla? Eso significa que pedirás permiso para llevarme a algún lugar —señalé a cualquier lado.

—Nunca te niegas, solo pido permiso por ti ya que eres una bebé —se acercó a mí.

—No soy una bebé —hice una mueca.

—¿Harás un berrinche? —rió levemente inclinándose para besarme pero se detuvo al escuchar los pasos en la escalera.

—Hola Jeremy, ¿como estas hoy? —saludó mi madre con una sonrisa.

—Estoy muy bien, ¿y tú?, ¿hoy estás especialmente hermosa?

Lo miré sorprendida por aquello.

—Gracias... —rió. —pero lamento decirte que Amy no puede salir —mostró su móvil. —Tom acaba de llamarme y finalmente estaremos toda la familia reunida desde que llegamos.

—Es una lastima, pero soy de la familia, ¿no?

—Claro que si, pero nos referíamos a solo nosotros y los único de afuera serán Alexia con su familia —se dirigió hacia la cocina.

—Eso fue un no... —murmuró.

—Deja de ser dramático —reí tomando de su brazo. —creo que estabas a punto de darme algo

—Es cierto... —sonrió acercándose de nuevo pero otros pasos nos interrumpieron. —hola Eve

—Hola —frunció levemente el ceño. —si quieren algo de privacidad pueden irse a jardín —tambien se fue a la cocina.

—Tiene razón —sonreí dirigiéndome al extenso patio trasero y así poder caminar un poco.

—Eve ¿está bien? Siempre la veo con la misma expresión —dijo caminando a mi lado.

—Si, está en su proceso de recuperación y algunas sesiones de terapia la ha ayudado, mamá no la deja sola y creo que comienza a aferrarse a las personas. Cosa que no hacia desde que eramos niñas, por ejemplo días atrás se presentó en mi habitación para dormir conmigo tres noches seguidas —lo miré.

—¿La misma Eve que hizo todo lo posible para tener habitaciones individuales? —se sorprendió.

—La misma. —confirmé. —aunque creo que ya aceptó la realidad de su perdida y lo superó... —dudé. —supongo que ahora pesa la ausencia de Kevin.

—La perdida debía superarla y siendo sincero no llevaba mucho tiempo de embarazo para que se aferrara tanto... —asentí en concordancia. —y la ausencia de Kevin, ella misma lo echó de su vida.

—Vamos Jeremy, la haces ver mal con cada cosa que dices —negué con una leve sonrisa.

—No es mi intención, solo intento asimilar que Eve, la misma Eve Rogers, la que es fría e inexpresiva esté cambiando —intentó explicar.

—Pues así es, intenta ser más expresiva para no sufrir o solo pasará por la soledad. Yo lo experimenté y no era mi intención, y fue horrible —tomé su mano. —y realmente pienso que Kevin es su verdadera cura, ¿lo llamaste? —pregunté en tono bajo.

—Claro que lo hice y no lo puedo creer, con solo recordar nuestra niñez y el dolor de cabeza que eran... —llevó un mano a su frente con lamento.

—Basta —reí. —ya son unos adultos, entre comillas

—Espero que lo resuelvan como ”adultos”, así como lo hicimos nosotros —me haló un poco hacia él y miré en dirección a la casa.

—Aún hay cosas inconclusas —coloqué una mano en su pecho para detenerlo.

—¿Que más quieres de mi?, ¿que me coloque de rodillas a suplicar tu perdón?

—No es eso, tonto. Sé a lo que me refiero y no es algo dramático como lo imaginas —reí. —ahora me preocupa que mi padre haya llegado.

—Tienes razón... —con cuidado me tomó de los hombros para alejarme.

—Me recuerda cuando hiciste algo parecido, me sentí como un insecto —hice una mueca.

—Fue un momento difícil, tu padre estaba muy cerca. —se cruzó de brazos. —no podía arriesgarme sin haberte besado —negó con indignación.

—Vamos, vamos no seas cobarde. Es casi hora de almorzar, debes irte antes de que llegue o tendrá una indigestión —lo tomé de la mano para que ingresáramos de nuevo.

—¿No habrá beso? —cuestionó.

—¿Quien está haciendo un berrinche? El pequeño Jeremy —lo miré.

—No soy pequeño —se quejó mientras entrábamos y lo solté de inmediato al encontrarnos con mi padre.

—No estoy bebiendo sopa pero tengo la impresión de ver al mini Adam aquí —desvió la mirada un poco pensativo.

—Tom, ya deja eso... —dijo mi madre entregándole hielo.

—¿Que te sucedió? —me acerqué a él para observar que se colocaba el hielo en la pierna.

—Nada, no es nada —me sonrió y miré a mi madre.

—Tu padre no entiende que ya no está en edad de jugar fútbol pero aún así lo hace con Ryan —lo señaló

—Ay papá —me quejé.

—Aún soy joven —se defendió y reímos.

—Bueno, la próxima vez podemos unirnos para jugar —sugirió Jeremy.

—Eso es una buena idea, quiero patear tu trasero —respondió mi hermano de inmediato.

—Ryan —lo regañó nuestra madre.

—No es mala idea —agregó mi padre. —cuando quieras mini Adam

—Si gano podría permitirme una cita con su hija —murmuró pero llegó a oídos de mi padre.

—¿Que dijiste?

—Nada, solo que voy de salida —señaló la puerta.

—Ryan, dame tu calzado. Le daré una lección...

—Claro papá —comenzó a quitárselo

En ese momento halé a Jeremy hasta la puerta para evitar aquella escena, hasta parecía que mi padre perdía rápidamente la paciencia.

—Yo sé que muy en el fondo me adoran —insistió.

—Lo sé —reí. —y disculpa a mi padre.

—No pasa nada —besó mi majilla. —nos veremos en tu cumpleaños en dos días, haré algunas cosas hasta entonces.

—De acuerdo, pero escribeme —tambien besé su mejilla.

—Claro...

Lo quedé mirando mientras se retiraba para después regresar adentro y ver a mi padre bebiendo jugo.

—Papá, eres muy infantil cuando haces eso —llamé su atención para que detuviera su acción.

—Solo te protejo, eres mi hija —suspiró.

—Claro que lo soy, pero no puedes hacer eso toda la vida aunque sabemos que aprecias demasiado a Jeremy —lo abracé levemente.

—Si, aprecio mi pie —murmuró haciéndome reír.

—Thomas...

—¿Que? Tu lo dices y está bien, pero si yo lo digo es una abominación —frunció el ceño.

—No es eso, solo es mi frase característica. Busca la tuya —se ofendió.

—No es del todo cierto, Amy también la utiliza seguido —agregó mi hermano y lo miré con una expresión quejosa.

—Esa es mi niña —dijo mi padre besando mi frente.

—Mejor me iré arriba un momento —señalé las escaleras para subir.

En mi rostro llevaba una sonrisa divertida, había extrañado tanto aquellas escenas familiares aunque estaba segura de que mi padre le habría tirado con el calzado a Jeremy, pero sin que fuera algo grave. Me preguntaba si él había pasado por una sitúacion similar con mi abuelo en el pasado.

Negué abriendo la puerta de mi habitación y para mi sorpresa allí estaba mi hermana, observando algo en particular.

—¿Eve? —me acerqué.

—Lo siento... —se asustó un poco. —no quise tomar esto, solo estaba en la mesa y llamó mi atención —lo dejó en la mesa.

—Está bien —no supe que más decir.

—Tienes mucho talento en las cosas manuales, como la pintura y el piano. Deberías centrarte en ello y perfeccionarlo... —sonrió. —aunque viendo tus dibujos y escuchando tus melodías es imposible mejorar aún más.

Me sorprendió un poco haciendo que sonriera.

—Gracias, aunque en el piano ya obtuve mi propio estilo, no es lo mismo con los dibujos... Aún me falta mucho, deberías ver los que hace Min-seo y... —me detuve cerrando los ojos, sintiendo mi error.

—Está bien —me abrazó. —cuentame de ella, ¿como se llevaron todo este tiempo? —se sentó en mi cama esperando la historia.

Sus palabras y semblantes eran serenos, muy diferentes a la Eve de un año atrás que quizá hubiera salido azotando la puerta, y a juzgar por lo que me dijo en el hospital, también gritaría culpándome por nuestra lejanía. Pero notaba su cambio, un cambio para nada forzado, todo lo contrario, me transmitía aquella serenidad dándome la confianza necesaria para hablar con ella sin que sintiera culpa alguna.

Por la noche esperábamos a los invitados, que básicamente era la familia. En el pasado siempre me posicionaba delante para saludar a mis abuelos pero eso había cambiado un poco, quedándome atrás para tomarlo con calma, después de todo llevaba casi un año sin verlos.

—Bienvenidos —los recibió mi madre y mis heramanos se adelantaron para saludar.

—¡Mi adorada nieta! —exclamó una mujer con emoción.

—Mamá —la detuvo mi padre.

—Está bien papá, hola abuela —sonreí para abrazarla. —con calma —me separé para señalar a los mayores. —abuelo Jack, su estilo es inconfundible.

—Así es cariño —me abrazó.

—Sin dudas es mi abuelo Simón, es el único mayor —lo señaló.

—¿Como me ofendes así? —me abrazó para luego sonreír. 

—Ya sabes de donde tengo tanto drama —escuché murmurar a mi madre cerca de mi padre quien sonrió.

—Abuela Larisa —tambien me abrazó. —yo sé que estamos tardando demasiado pero tengan paciencia. —todos rieron.

—Ese hombre alto y guapo es mi tío favorito —señalé a tío Daniel.

—¿Ya oíste Austin? Luego se lo dices a Adam —se burló acercándose para abrazarme.

—Por favor —se quejó mi madre.

—Tía Natalie —la abracé con fuerza.

—Estoy tan orgullosa de ti, supe lo que hiciste con el gran talento que tienes —susurró.

—Gracias.

—Tio Austin... —lo señalé.

—Lo sé, yo resalto entre estos señores mayores —bromeó con su habitual actitud y reí. —bienvenida pequeña, todos estamos muy feliz por tenerte de regreso. —me abrazó.

—Gracias. Mi adorada madrina Alexia —abrí los brazos en señal de que no tenía miedo a la cercanía a pesar de mi condición y era una actitud que ella como profesional comprendía muy bien.

—Que gusto me da... —me abrazó con fuerza con algunas lágrimas. —que fuerte eres —sonrió.

—Selena y Benjamín ... —los señalé y ambos me abrazaron gustosos. En su mirada Selena decía que había mucho de qué hablar a lo cual asentí. —estamos todos, ahora a cenar —señalé con dirección al comedor.

—¿Que? —cuestionaron dos voces masculinas al mismo tiempo.

—Par de tontos —reí. —no cambiaron en nada, ¿quien es Taylor? —abrí los brazos para que me abrazara.

—Creí que serías un poco más inteligente —intentó molestarme.

—Reconozco esa voz y perfume, tu eres Dylan —lo halé del cabello y río abrazandome con fuerza levantándome un poco en él. —te extrañé.

—Tambien yo, molesta.

Entre mis dos primos era con Dylan con quien tenía más unidad, así como Eve con Taylor y eso se notaba a kilómetros pero no quería decir que nos lleváramos mal, todo lo contrario, era un equilibrio perfecto.

—Taylor —lo señalé.

—No puede ser... —dramatizó abrazandome con fuerza. —ahora te cuidaremos mucho más —susurró y reí.

Aquella noche fue perfecta entre toda la familia, aunque mis padres también consideraban familia a los amigos más cercanos pero era comprensible para los Walker y la sitúacion de Lily, como así también los Jones y seguramente Eve no querría ver a David. En cualquier caso igualmente la noche fue perfecta porque luego de mucho tiempo me sentí tan acompañada y el sentimiento era aún más gratificante al no sentir temor por no reconocer sus rostros porque sabía perfectamente que eran ellos, mi familia.



Momentos de calidad ಥ⌣ಥ

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro