Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 61

CAPÍTULO 61:
AMY

Desperté con dificultad, mi cuerpo dolía debido a la caída que aún la sentía latente como así también el corte en mi frente, el cual froté levemente hasta que sentí que alguien tomaba mi mano por lo que me solté de inmediato.

—Amy... —levantó la mirada, al parecer dormía recargado en la cama. —está bien.

—¿Jeremy? —tomé su rostro. —Jeremy... —lo abracé para calmar mi aflicción.

—Soy yo, todo estará bien —correspondió con un poco de fuerza.

—¿Donde estabas? —susurré. —estoy un poco confundida, ¿donde están los demás?

—Pasaron cosas, cosas de las que hablaremos luego cuando estés mejor. Me desesperé tanto por esto —se separó para mirarme.

—Pude escapar... —mis ojos se cristalizaron. —es confuso pero pude escapar.

—¿Como pudiste hacerlo? —acarició mi rostro.

—Alguien me ayudó a escapar, necesito analizar mis recuerdos... ¿Donde están Eve y Lily?

—Lily está bien, no está herida pero recibirá tratamiento psicológico... —bajó la mirada. —y Eve...

—¿Que sucedió con Eve? —cuestioné.

—Eve...

—Jeremy —lo apresuré.

—Recibió un disparo en el abdomen... —me sorprendí notablemente. —la llevaron a cirugía y ahora está bien.

—¿Que? —intenté levantarme.

—Espera —me detuvo.

—Iré a verla, es mi hermana... —mis piernas aún dolían pero no me importaba.

—Hay algo más... —me ayudó a levantarme para tomarme como si supiera que mis piernas fallarían.

—¿De qué hablas? —tomé su camiseta con fuerza esperando a que hablara.

—Eve estaba embarazada y lo perdió...

Aquello hizo eco en mis oídos, ¿Eve estaba embarazada?

Mis piernas temblaron por la impresión haciendo que me sentara de nuevo.

—¿Como? —fue lo único que pude decir.

—Será mejor que lo hables con ella luego, ahora respira un poco —se sentó a mi lado para abrazarme.

—¿Fue mi culpa? —intenté no llorar.

—No...

—Si no hubiese huido...

—Amy, basta... No te culpes por algo que no sabías —hizo que lo mirara. —esto será una etapa que todos superáremos, ¿de acuerdo?

—Pero... —comencé a sentirme muy mal.

—No digas más —me abrazó para brindarme protección. —muchas veces no tenemos control de las cosas que nos suceden, fueron días tensos y desesperantes para todos y del mismo modo lo superáremos.

—Fue muy difícil, tanto que olvidé porque estaba molesta contigo. Ahora, por favor llevame a ver a mi hermana. —pedí casi en suplicio.

—Está bien, dejame ayudarte.

Así lo hizo, me ayudó a caminar con lentitud por el pasillo debido al dolor y debilidad que sentía pero nada grave a mi parecer.

Varias personas estaban cerca de una habitación mientras un chico salía totalmente frustrado y al parecer furioso.

—¿Quien es? —susurré.

—Es Kevin Cooper, novio de Eve... —suspiró mirando al chico.

—Imagino porque está así, Eve no debió controlar sus palabras —murmuré.

—Posiblemente.

—¿Amy? —un chico se acercó para abrazarme y pude deducir que era Ryan. —al fin despierta, pero ¿que haces de pie? Debes descansar. —llamó la atención de los demás provocando que me abrazaran.

Los dejé que lo hicieran pero me era difícil identificarlos así, repentinamente.

—Cariño... —mi madre estaba llorando.

—Mamá, papá, Ryan... —divagué con la mirada. —¿tió Daniel y...? —miré a otro hombre.

—Está bien. No te esfuerces demasiado —me detuvo mi padre.

—Quiero ver a Eve —dije directamente.

—No creo que sea un buen momento... —intentó decir mi madre. —está muy tensa y no quiero que ninguna de las dos empeore sus estados.

—¿Recuerdas que una vez dijiste que debíamos arreglar nuestras diferencias como hermanas? —no respondió. —este es el momento, caso contrario jamás lo haremos. Será lo mejor para ella, por favor.

—Sam, deja que pase. Nosotros sabemos lo que significa eso —me apoyo tío Daniel. —dejala pasar, sabes que tiene razón.

Mi madre no dijo nada, solo asintió con lágrimas deslizándose por su mejilla como si recordara algo o supiera lo que pasaría.

—Pasa Amy... —mi tío abrió la puerta para que pasara y luego cerrarla.

Allí pude ver a mi hermana, levemente sentada en su cama.

—¿Eve? —me acerqué a ella  para llamar su atención.

Sus ojos cristalinos reflejaban su dolor y vacío por lo sucedido. Su mirada se encontraba perdida en dirección a la ventana de la habitación y me dolía verla así.

—Eve... —le tomé la mano para que reaccionara y me mirara.

—Amy, ¿que haces aquí? —recuperó su postura.

—Vine a ver como te sientes, no comiences a responder a la defensiva. Te lo pido por favor —me senté en una silla a su lado.

—¿Como puedo sentirme? Acabo de perder a mi bebé, ¿como demonios debería sentirme? Todo lo que pasamos en menos de una semana, todo esto es una maldita mierda —comenzó a quebrarse. —de haberlo sabido jamás me habría arriesgado a amar ni nada de esto... O quizá, de haberte quedado. De no haber huido aún lo tendría —se frotó el vientre.

—En el pasado te hubiese dicho "tienes razón" pero comencé a ser justa conmigo misma y decir, no merezco esto. Aún así dejaré que quites todo tu dolor, puedo soportarlo como todo lo demás Eve. Vamos, di todo lo que debas. —intenté parecer fuerte ante su mirada para que tuviera la seguridad suficiente para que finalmente expresara todo aquello que la hacia sufrir y que tantos choques nos había producido. —no tengo idea de lo que se siente perder un hijo pero si perder una hermana, porque ambas lo hiciemos. Ambas nos perdimos.

—Hubiese dolido menos perderte que perder mi bebé... —soltó de inmediato.

—¿Realmente piensas eso? —fruncí el ceño soltando su mano.

—Claro que si —me miró con rabia en sus ojos.

—Entonces, ¿realmente eras conciente de lo que era tener un hijo?, ¿realmente lo querías o solo te estas aferrando a esto como excusa?

—¡Como puedes decirme eso! —exclamó totalmente furiosa.

—¡Tu, como puedes culparme siempre por todo! —respondí del mismo modo. —Eve, ¿en que momento comenzaste a odiarme y porqué? Jamás lo entenderé.

—Desde que escogiste a los demás antes que a mí Amy, ¡yo era tu hermana!

—Aún lo somos... —intenté mantener la calma.

—¡No! —interrumpió. —no nos perdimos, tú me dejaste de lado. Lo hiciste desde que elegiste a Jeremy por encima de mí cuando lo compartíamos todo Amy... —comenzó a llorar. —mientras ustedes se unían más y más, yo me aferré a Kevin aún sabiendo que él debía regresar a América y a la vez no quería verme como ustedes por eso no me aferré a David.

Se frotó los ojos intentando detener sus lágrimas.

—Luego crecimos, ustedes no cambiaban, incluso tenías tus sentimientos claros por él al igual que yo, pero nunca lo supiste... —me sorprendí por ello. —comencé con mis propios conflictos al ver la orientación de Selena, al menos ustedes sabían quienes eran pero yo no sabía nada, hasta me sentí bisexual. —negó. —una vez me dijiste que era quien tenía los logros pero ¿sabes? Tú siempre tuviste seguridad, incluso con tu padecimiento aprendiste a ser segura de ti misma mientras yo tuve que sentirme querida por alguien para sentir esa seguridad...

No supe que decir, solo tragué con dificultad al escuchar todo aquello que oprimía en su interior.

—Amy, yo no te abandoné. Eso lo hiciste tú, primero por Jeremy, luego por tu padecimiento... —negó —por esa chica que ahora llamas tu mejor amiga y hermana. Porque fui a verte y solo vi la escena que yo queria compartir contigo... —me sorprendí ante eso. —y finalmente en aquel lugar. Y no digas que sirvió para pedir ayuda porque tu ayuda jamás llegó, ellos lo hicieron por su cuenta... —señaló a cualquier lado. —para mi eras mi hermana, mi confidente y mi mejor amiga Amy, jamás te hubiese abandonado ¡jamas!

Asentí ante su quebranto sin poder detener mis lágrimas.

—Tienes razón... —volvió a mirarme. —pero, ¿sabes cual es nuestra diferencia? Que yo jamás te culpé por nada, aún cuando hiciste algunas cosas para lastimarme porque siempre serás mi hermana.

Me levanté dispuesta a retirarme del lugar cuando su llanto se volvió más audible.

—Perdoname... —dijo entre llanto, con dolor.

—No hay nada que perdonar —respondí desde mi lugar, sin mirarla.

—Amy, no te vayas —pidió. —quedate conmigo hermana... —giré para mirarla. —por favor.

Liberé un suspiro inaudible para acercarme a ella y abrazarla. Eve se aferró a mí como si hubiese esperado mucho tiempo por ese abrazo al igual que yo.

—Perdoname, por favor perdoname... —pidió.

—Está bien, te perdono Eve... —susurré.

Quedó allí por varios minutos hasta calmarse por completo. En cuanto tomó aire para recuperarse noté que se frotó el vientre.

—En cuanto supe que estaba embarazada tuve miedo... —confesó. —no sabía que hacer, quería  que no fuese verdad hasta que hablé con Kevin y aunque dijo que lo haríamos juntos y me alivié, sentía inseguridad y temor... —se separó para mirarme. —pero luego pensé que llevaba otra vida conmigo, que daría vida a algo tan bonito y mis pensamientos comenzaron a cambiar. Sentí ansiedad por sentirlo e imaginé tenerlo en mis brazos aún sin que nadie lo supiera. Realmente quería tenerlo.

—Eve, dejalo ir... —limpié su rostro. —no conozco ese sentimiento pero aún eres muy joven, y si tu deseo es ser madre lo serás en su momento. No te tortures, aún era muy pequeño.

—Lo sé... —asintió.

Ambas quedamos allí, en compañía mutua y aunque no dijimos más ambas sabíamos que estábamos en la compañía que jamás debimos dejar. Solo los hermanos saben de ese sentimiento y nuestra conexión era más especial, quizá no habíamos arreglado todo lo que debíamos pero Eve finalmente había expresado sus sentimientos y pude ver que teníamos el mismo miedo. Miedo a perder a las personas que más apreciábamos, miedo a quedarnos solas, miedo a ser lastimadas y miedo a perdernos a nosotras mismas pero ese miedo no debía existir mientras nos tengamos la una a la otra.

Para cuando lo noté se había quedado dormida, pude levantarme con cuidado y dificultad por mis dolores debido a la caída.

Al salir todos esperaban con preocupación reflejada en su rostro y el chico que Jeremy dijo que era novio de Eve, ya no estaba.

—Amy Rogers —un policía se acercó a mi. —debemos tomar su declaración.

—¿Que? —miré a mi padre.

—Es importante para la investigación. —respondió y mi padre se acercó a mi. —debido a lo acontecido se tomará la declaración en su habitación, por favor.

—Vamos, te acompañaré —dijo mi padre en tono bajo.

Asentí para seguirlos  hasta mi habitación y allí dar mi declaración correspondiente.



Recordaba cuando un automóvil frenó repentinamente muy cerca de mi y dos personas mayores salieron totalmente preocupadas.

—Niña, ¿estas bien?, ¿que haces sola en la carretera? —preguntó el hombre.

—Yo... —intenté mantener la conciencia.  —debo llegar a la ciudad, debo pedir ayuda —lo tomé del brazo con desesperación.

—Tu eres una de las niña que  están buscando —me señaló la mujer. —vamos, no te ves bien.

Me ayudaron a subir al automóvil cuando todo comenzaba a dar vueltas y los sonidos hacían eco en mis oídos.

—Por favor, hay que pedir ayuda por favor... —pedí presintiendo que perdería la conciencia. —en la carretera, entrando al bosque hay un lugar abandonado, allí tienen a Eve y Lily. Por favor, por favor... —pedí quedando inconsciente.





—Por último, ¿reconocería a los secuestradores?

Pensé un momento repasando los sucesos en mi mente con un leve dolor de cabeza.

—Mi hija tiene una condición que le impide reconocer los rostros —respondió mi padre.

—Quizá no pueda con sus rostros porque tampoco los vi, pero estoy segura de reconocer sus voces

—Puede ser de ayuda, si mañana está mejor será llevada para reconocer a los detenidos —se encaminó hacia la puerta.

—Espere, allí había un chico llamado Jackson, estoy segura de que era el único joven ¿tambien está detenido?

—¿Como conoces a ese chico? —preguntó mi padre.

—Fue mi compañero en la universidad y me ayudó a escapar, papá no creo que lo haya querido hacer. Me pidió disculpas... —lo miré y luego al oficial. —digame, ¿está bien?

—Según lo que dice, el chico perdió la vida. Lo siento.

Aquello me estremeció.

—Agradezco lo que hizo por ti y lamento su final —dijo mi padre abrazandome y solo pude llorar.

—Él fue bueno conmigo en la universidad —confesé. —quizá se equivocó en muchas cosas pero no debía terminar así.

—Sh... —frotó mi espalda. —jamas quiero escuchar la palabra culpa de ti, jamás Amy —se separó para besar mi frente. —son cosas que suceden y sucederán mil veces en todos lados pero no es culpa de la víctima. Jamás te culpes de nada porque tu jamás hiciste nada malo, ¿entendiste? —secó mis lágrimas.

Asentí levemente calmando mi ánimo.

—Solo quiero regresar a casa y a mi vida —pedí.

—Lo haremos. Te lo prometo.






Hay mucho que analizar en esta parte, ¿que creen? ಠ_ಠ

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro