CAPÍTULO 54
CAPÍTULO 54
Pasaron tres días desde que Jeremy estaba conmigo en aquella ciudad, y aunque no entró al centro ni una vez nos veíamos continuamente para pasear como así también cuando tocaba con la orquesta. Luego de la noche en que hablamos nuestra relación se convirtió en algo más fluido y llevadero, y por “fluido y llevadero” me refería a que nuestra amistad continuaba ahí, sin cambiar nuestro calificativo pero con un poco más de demostraciones afectivas.
No culpaba a Jeremy por no cambiar nuestra amistad a algo más ya que dependía de mi, él lo había preguntado y yo debía responder pero me sentía un poco insegura por eso y en parte por mi padecimiento.
Pero de pronto algo sucedió.
—¿Porque tienes esa expresión? —preguntó mi amiga sentándose a mi lado ya que estaba en el jardín trasero.
—Jeremy no me ha llamado y tampoco responde mis llamadas —la miré.
—¿Sucedió algo entre ustedes?
—No, estábamos bien. Incluso anoche me acompañó como siempre y él estaba bien, es muy raro que no responda cuando estos días me escribía diciendo buenos días —fruncí el ceño.
—Quizá esta ocupado con algo...
—¿Con qué? —interrumpí. —se supone que vino aquí solo por mi, ¿que más podría hacer?
—Calma, ¿porque te alteras?
—Porque me seleccionaron para presentarme en el evento anual y quiero su compañía —respondí de inmediato. —no quiero que se aleje de mi.
—Amy, ¿escuchas lo que dices? —no respondí. —todo este tiempo lo enfrentarte sola, sin problemas adaptandote a cualquier sitúacion y ahora comienzo a pensar que no fue buena idea que él viniera. Mira, incluso comienzas a tener nervios y ansiedad.
Fue en ese momento que miré mis manos y el temblor que representaba lo que dijo.
—No es eso, no lo entenderías. Él es más importante de lo que puedes imaginar —suspiré controlando mi ánimo.
—Eso lo notamos, creeme pero tampoco tires todo este tiempo de entrenamiento por el temor a que se aleje. Hasta parece que creaste un trauma, deberías hablar con Marcus. —tomó mi mano.
—No, con Marcus no. Solo espero encontrar a Jeremy esta noche, solo eso —tambien tomé sus manos.
Por la noche me dispuse a salir, aún sin haberme comunicado con él y fue más extraño cuando no lo encontré en las puertas del centro. Sin importante salí con la esperanza de encontrarlo en algún lado.
Caminé por las calles de los últimos días sin éxito y mi último destino era el puente, el cual se encontraba solo.
—¿Donde te metiste Jeremy Walker? —murmuré para mi misma mientras me recargaba en aquel lugar y perderme en el pasar de aquella agua que brillaba por la luz de la luna.
Estuve así unos minutos hasta que un mensaje llamó mi atención. Lo tomé de inmediato al creer que era de Jeremy pero me encontré con otra sorpresa.
Mensaje.
**********: Hola Amy, soy Susan. La novia de Jeremy quizá no tuvo el valor de decírtelo pero nuestra relación no es una farsa ☺
[imagen recibida]
En aquella imagen se veía una chica sobre el torso descubierto de un chico hasta que pude analizar su rostro y notar que era Jeremy.
—¿Que es esto? —intenté mantener la calma mientras llamaba a aquel número pero no respondió.
Hice lo mismo con Jeremy obteniendo el mismo resultado así que opté reenviarle la imagen junto a un mensaje de voz.
—Jeremy, ¿que demonios está sucediendo? Me dijiste que no pasó nada entre ustedes pero me envía esto y... —hice una pausa soportando las lágrimas. —¿donde estás?
Esperé unos diez minutos en los cuales no obtuve respuesta y mis lágrimas comenzaban a deslizarse por mi mejilla, giré para caminar de regreso pero el móvil cayó debido a la fragilidad que sentía. Intenté levantarlo pero alguien más se adelantó.
—Aquí tienes... —me lo devolvió. —¿que sucede? —me miró con preocupación.
—No es tu asunto y no quiero lidiar contigo Marcus —respondí intentando calmarme, obviamente era su voz.
—¿Es por ese chico?, ¿te hizo algo?, ¿donde está? —miró a los alrededores.
—Es lo mismo que me pregunto —limpié mis lágrimas. —ahora te agradecería que me dejaras sola.
—¿Como podría hacerlo en el estado que estás?
—No es tu horario de trabajo, no tiene que importarte. Solo dejame —intenté alejarme pero me tomó del brazo.
—Ya te dije que me importas más de lo que debería...
Una semana atrás estábamos en nuestra sesión y mi ánimo era el habitual en esos días en los que Jeremy no había llegado.
—Amy... —me detuvo antes de que saliera de mi sesión. No respondí, solo volteé para mirarlo. —¿quisieras pasear conmigo esta noche?
—Usualmente lo hago con Min-seo y Steve, puede unirse si quiere —respondí sin importancia.
—Me refería a solo nosotros...
Suspiré con paciencia.
—¿Porque? Ya nos vemos suficiente en el centro, por las noches es bueno descansar de algunas cosas. —intenté controlarme.
—¿Acaso es tan difícil notar mi interés por ti? Me importas más que una simple paciente —confesó pero no me importó en los más mínimo.
—Entonces es muy poco profesional —dije cortante para finalmente salir de ahí.
Los días siguientes no dijo nada al respecto pero la tensión era visible. Ya no era una cómoda sesión bajo confianza y me negaba a responder a algunas preguntas para el entrenamiento.
Pude haberlo solucionado hablando con la doctora Morgan pero no era tan grave como para hacerlo perder su trabajo o que lo enviaran a otro lado, ya que admitía que era un buen profesional pero no debía mezclar las cosas. Mucho menos conmigo.
—Y te dije que era muy poco profesional de tu parte... —me solté.
—Amy, yo no te haría llorar así. No te haría sufrir y lo sabes —respondió con suavidad.
—No, no lo sé porque no te conozco. No te reconozco en el día a día y tampoco quiero conocerte como otra cosa que no sea como especialista. Por favor, Muchas chicas del centro estan hipnotizandas contigo intenta con alguna, no conmigo. —intenté irme pero nuevamente tomó mi brazo. —ya basta...
Sus labios hicieron que me detuviera, me estaba besando con suavidad y sin prisa. No pude alejarlo ni reaccionar de inmediato pero cuando lo hice lo empujé un poco fuerte.
—¿Que demonios haces? —me alteré.
—Amy..
—Amy el demonio —lo interrumpí. —jamás hice nada contra nadie pero esto me supera, si mi padre supiera esto no tengas la menor duda que jamás en tu vida conseguirías trabajo. No me obligues a hacerlo, manten tu distancia Marcus.
Sin más me fui de allí con prisa, ya no volvería a ver aquel lugar del mismo modo y mi día iba de mal en peor.
Llegué al mismo lugar donde almorazaba con mis amigos, por las noches se convertía en un bar muy concurrido pera para nada estrepitoso, mantenía su tranquilidad.
—Hola —saludé en la barra, bajando la mirada para evitar que notaran mi estado.
—Buenas noches señorita, ¿que le sirvo? —me atendió un hombre mayor.
Pensé un momento, nunca había bebido y hacerlo por primera vez y en aquel estado no debía ser buena idea pero, algo debía matar las penas de aquel horrible día.
—Sirvame un trago que no sea fuerte —pedí haciendo que asintiera y no tardara en hacer su trabajo.
No pregunté que era, solo lo bebí, al principio con una mueca de desagrado pero rápidamente me acostumbré.
El primer trago lo tuve por varios minutos, hasta que pedí el segundo, el tercero, el cuarto y comenzaba a perder la noción del tiempo.
—¿Sabe qué? —resoplé un poco. —mejor deje la botella y traiga otra más, por favor.
—Señorita, ha bebido suficiente debería llamar a alguien para que la acompañe —intentó convencer.
—Al demonio con la com... compañía —dije lo último y reí por el efecto del alcohol.
—Pero señorita...
—Tuve un día horrible... —interrumpí. —el chico al que quiero desapareció para ir acostarse con otra mujer, y mi especialista, en quien debía confiar me besó antes de llegar aquí. Mi día fue horrible, solo quiero olvidar lo sucedido. Traiga otra botella —dije con rapidez.
No respondió y se retiró un poco mientras colocaba mis codos sobre la barra para pasarlas por mi cabello y sostener mi cabeza entre ellas. Acto seguido suspiré con pesadez exhalando el aroma al alcohol que había bebido.
Cerré un momento los ojos y para cuando los abrí alguien colocó una mano sobre mi hombro.
—¿Quien? —me asusté mirándolo.
—Amy... —Reconocí la voz de Steve.
—¿Porque bebiste de este modo? Estuvimos buscándote todo el tiempo —agregó Min-seo.
—Mis amigos —me emocioné un poco abrazandolos a ambos. —ya que están aquí tomen un trago con... —me detuve cuando las palabras se trabaron, entonces reí.
—Estas totalmente ebria, regresáremos para que descanses. Steve...
—La llevaré
—Puedo caminar —me levanté con mareo.
Steve me sostuvo para ayudarme a caminar y todo el camino dije cualquier tipo de tonterías.
—Somos jóvenes, debemos disfrutar más —levanté un poco la voz llegando al pasillo de los dormitorios.
—Es media noche, despertarás a todos —me regañó mi amiga en tono bajo.
—¿Porque duermen? Es muy temprano —reí.
—Ya... —escuché a Steve un poco cansado mientras me dejaba en la habitación. —ahora me voy, y espero que no bebas de nuevo niña
Lo miré y me señalaba con desaprobación. También lo señalé para imitarlo y luego reír tomando una almohada.
—Largo de aquí —le tiré para que se fuera.
—Se fue, ahora descansa y mañana lamentarás esto...
—Espera, hoy fue un mal día. Antes de dormir debería desechar algunas cosas —con dificultad abrí la cómoda que estaba al lado de mi cama. —dibujé a mi familia, mi hermano hizo estas fotografías con nombres para mi...
Intenté explicar mientras buscaba un dibujo en especial.
—Aquí esta, ya no sirve —lo tiré sin remordimiento y guardé el resto.
—Amy, dibujaste a Jeremy —lo tomó. —dibujas magnífico.
Asentí con humildad mientras me acomodaba para dormir cosa que no me costaría ni un minuto.
—Estos detalles, no es el mismo de la fotografía... —la escuché decir un poco lejana.
—No lo es... —respondí en tono bajo. —ese retrato es de la noche en que me dió mi primer beso, aún esta grabado en mi mente —intenté señalar mi cabeza pero mi brazo no hacía caso.
—Creí que no reconocías a nadie.
—Jamás olvidé a Jeremy —dije aquello casi en automático mientras quedaba profundamente dormida.
¡Confesión al final! ¿lo suponían?
(●__●)
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