CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 47
Alejé el móvil de mi oído luego de la notable sorpresa de mis padres.
—Dejen de gritar, sólo es una invitación para tocar en la ciudad. No es un concierto, por favor... —me froté la frente.
—¡¿Que?! —escuché a mi amiga a mis espaldas.
—¡Demonios! —me asusté. —Min-seo estoy hablando con mis padres.
—¿Pero es cierto? —preguntó en tono bajo.
—Si, si lo es... —respondí del mismo modo cubriendo el móvil.
—Genial, te dejaré ahora —sonrió saliendo de la habitación.
—Lo siento, es mi compañera de habitación —me dirigí a ellos.
“Está bien, pero dime ¿quieres hacerlo?”
Preguntó mi madre y quedé en silencio.
“Hija”
Escuché a mi padre.
—No lo sé, ustedes saben cuanto me gusta pero tocar en público es demasiado. Ya lo hice aquí pero no es lo mismo, nunca es lo mismo. —me senté en mi cama.
“Solo que sea lo que tu quieras, no sientas presión y tampoco creas que al no hacerlo nos decepcionarás. Al contrario, tomas tus decisiones con responsabilidad. Piensalo, si quieres hacerlo está bien y si no, también ”
Dijo mi padre con tranquilidad haciendo que sonriera levemente.
—Gracias papá... Los extraño demasiado —confesé sin querer.
“Podriamos visitarte en cualquier momento”
—Me gustaría, o será mejor esperar. Estoy mucho mejor y puedo reconocer a las personas con razgos distintivos, ya no es tan difícil —expresé con tranquilidad.
“Nos alegra mucho escuchar eso, demostraste ser una persona totalmente responsable Amy ”
—Gracias mamá, ahora debo colgar es la hora de la cena.
Luego de una despedida colgué para encontrarme con mi amiga sentada en su cama, estaba tan concentrada en la conversación que no noté en que momento había entrado nuevamente.
—Eres como un fantasma, apareces y desapareces —sonreí.
—Lo sé, soy muy sigilosa —rió un poco. —vamos a cenar mientras me hablas de ese concierto —me tomó del brazo para llevarme con ella.
—No soy cantante así que no es un concierto... —reí. —solo me invitaron a tocar con la orquesta de la ciudad y creeme qué aunque aún no he aceptado, siento nervisismo pero a la vez la palabra “orquesta”... —dije lo último con desdén.
—Suena anticuado y un poco aburrido —completó para que pudiera asentir. —estoy totalmente de acuerdo contigo. Y es una invitación, no estas obligada a aceptar.
—Marcus me dijo lo mismo —fruncí levemente el ceño.
—¿Marcus? —se detuvo para mirarme. —desde cuando es, ¿Marcus? —sonrió.
—Desde hoy, dijo que no había necesidad de tanta formalidad ya que somos “casi colegas” por que estoy ayudando a los demás —continué caminando.
—Claro... —dijo en un tono alto y un poco irónico. —¿El chico sabe que “Marcus” es extremadamente joven y guapo?
—¿Que chico? —pregunté simulando distracción.
—El chico, tu chico...
Sonreí por aquello, sonaba bien escucharlo de ese modo.
—Él... —negué. —no hay necesidad de saberlo porque para mi no es “extremadamente guapo” como lo dices.
—Por favor, todas se mueren por él —continuó.
Era cierto que no veía de otro modo a Marcus y aunque fuese muy atractivo no me producía esa clase de sentimientos. Sin embargo, también era cierto que me sentía bien con su compañía.
Luego de tocar la melodía diaria me dirigí al despacho de la directora para darle mi respuesta con respecto a la invitación.
—Señorita Rogers... —me recibió. —¿que la trae por aquí?
—Es sobre la invitación —tomé asiento. —no la aceptaré.
—Pero... —se sorprendió. —¿porque?
—No me sentiré cómoda, no quiero presiones y que eso desencadene un episodio —intenté explicarme.
—Lamento escuchar eso, y lamento decirle que me tomé la libertad de aceptar la invitación por usted...
—¿Que? —fruncí el ceño.
—Se lo explicaré... —levantó una mano para que mantuviera la calma. —escuche, hasta ahora no hubo algo parecido. Los pacientes llegaban, se recuperaban y regresaban a su vida normal y aunque somos reconocidos es por recomendación directa de los especialistas. No somos un centro que hace impacto por su nombre pero con el nuevo método muchos hablan de nosotros, al punto de que la invitaron a participar del evento de la ciudad y no podemos rechazarlo.
—Entiendo su punto pero creí que la decisión sería mía y...
—Además... —me interrumpió. —no tendrá un episodio como lo cree, recibo sus informes a diario y sé perfectamente que está lo suficientemente estable para salir de aquí y comenzar a tener contacto con el mundo... —me señaló. —porque llegó ese momento, luego de meses, está lista para dar ese paso.
—Pero, más que un paso lo siento como un peso ¿porque? Claro que quiero regresar a mi vida pero también temo fallar y regresar al principio —bajé la mirada.
—No es un peso, el peso lo sientes tú al pensar así y... —cambió su tono a uno más sereno y familiar. —creo que se debe a qué dependes emocionalmente de alguien cuando en realidad solo debes depender de ti misma, si tu estas bien todo estará bien... —no respondí. —o puedes llamar a esa persona para que te haga compañía en estos momentos, falta muy poco para que regreses a tu vida
—Claro... —no supe que más decir. —se lo agradezco.
Salí de allí pensando en lo que dijo, quizá tenía razón pero igualmente no estaba segura. Lo público jamás fue lo mío, incluso pertenecer a mi familia y llevar el apellido Rogers, siempre fue la que tenía el perfil más bajo y me gustaba ser así.
Tomé el móvil para marcar a la persona de la cual tenía algún tipo de dependencia emocional como lo dijo la doctora Morgan y esperé su respuesta.
“Diga, la personita más molesta pero a la que más quiero ”
Parecía de buen humor.
—Hola Jeremy, creo que me confundes con alguien más —reí levemente.
“No, claro que no. Eres mi persona especial Amy Rogers”
—Oh vaya, hoy estás romántico —negué para mi misma. —te llamé por algo importante.
“Dime”
—¿Cuando podrás venir?
“Justamente estoy de buen humor por eso, estaré ahí en cinco días”
—¿Cinco días? —pensé que el evento sería al día siguiente. —¿no puedes antes?
“No, mañana y el día siguiente tendré dos exámenes. Es lo más pronto que puedo ir, ¿sucede algo?”
—No, sólo quería verte. Es todo, pero pronto estarás aquí y eso me hace feliz. Por favor estudia mucho y aprueba esos exámenes —intenté sonar normal.
“No te preocupes, lo haré. Me siento motivado porque iré a verte ”
—Muy bien joven Walker, lo dejaré en este momento. Te llamaré luego
“Está bien, te quiero Amy ”
Inevitablemente sonreí ante aquello liberando un suspiro involuntario.
—Sabes que yo también...
Al colgar busqué a alguien más para poder llamar.
“¿Amy?”
Parecía sorprendida por mi llamada.
—Hola Eve, ¿como estás?
“Estoy bien, y muy ocupada. Estoy con tío Daniel en New York, vine como su asistente pero dime tú, ¿como estás?”
Me sorprendí por lo dicho, al parecer le iba muy bien.
—Estoy bien, todo está resultando y me siento muy bien... —hice una breve pausa. —no te quitaré mucho tiempo, ¿estas muy ocupada?
“Me alegra saber que todo va bien, pronto regresarás. Todos te extrañamos... Y respondiendo tu pregunta, si estamos ocupados, Anderson firmará una inversión con Cooper ¿lo recuerdas?”
—Eso creo... —froté mi cuello. —espero que todo salga bien, suerte en el trabajo.
“Espera, ¿necesitas algo? Solo dime”
—No,solo quería hablar contigo. Eres mi hermana Eve... Cuidate —colgué dirigiéndome a la habitación de la cual no pretendía salir el resto del dia.
—¿Que haces? Pareces un cadáver tirado ahí —dijo Min-seo entrando después de unos minutos.
—Solo quiero descansar y estar bien para mañana —murmuré con el rostro pegado a la almohada.
—¿Aceptaste?
—No, aceptaron por mi. Prácticamente estoy obligada a hacerlo porque también es "un paso" para reinsertarme al mundo —me coloqué de espalda.
—Ya veo, ¿se lo dijiste a alguien de tu familia? —se sentó a mi lado.
—Llamé a mi hermana y a Jeremy, pero ambos estarán ocupados... —le expliqué un poco la sitúacion.
—Pero no les dijiste la verdadera razón por la cual los llamaste... —suspiró
—¿Porque hacerlo? Sus queheceres son más importantes, Jeremy con los exámenes. Y mi hermana con trabajo, ayudando a mi tío. Lo prefiero así...
—No es cierto, pero ¿sabes algo? —sonrió. —yo estaré contigo, claramente Steve también.
—¿Irán conmigo? —me senté de golpe.
—¿Crees que nos lo perderíamos? —abrió sus brazos.
—Eres la mejor —la abracé con fuerza.
El día siguiente llegó y con él los inevitables nervios que sentía, más aún sin las personas que quería que estuvieran ahí. Aún así tenía a Min-seo y Steve que estaban conmigo en todo momento, al igual que Marcus con Amelia e incluso la directora del centro, la doctora Morgan.
Aquel lugar no estaba lejos del centro pero al no salir en ningún momento no lo había notado, sólo eran unos cinco minutos en los cuales me mantuve tranquila hasta que llegó mi momento para interpretar y agradecía al cielo por ser acompañada por otras personas con las cuales tocaríamos en conjunto.
—Eso estuvo maravilloso... —Marcus se acercó a mi al terminar.
—Gracias —sonreí levemente para luego abrazar a mis amigos.
—Amy, salgamos de aquí. Cerca hay un puente que estoy segura de que te encantará —dijo mi amiga en tono bajo y nos fuimos con Steve.
Ellos comenzaron a platicar mientras me perdía en mis pensamientos, mis nervios habían desaparecido y mi atención se desvió al puente que tenía delante. No era lujoso, era sencillo pero moderno y con el espacio necesario para hacer una caminata. Era muy bonito y definitivamente me encantaba.
Los dejé atrás platicando de sus cosas para acercarme y observar el lugar, por debajo pasaba un pequeño caudal de agua que brindaba un sonido tan tranquilizador haciendo que cerrara los ojos levemente y suspirara levemente.
—Tan pacifico, me encanta... —susurré para mi misma mientras mis amigos llegaban a mi lado con una sonrisa.
Y utilizando las propias palabras de la doctora Morgan, pedimos permiso para pasear todos los días por una hora y así comenzar a tener un contacto natural, además de que continuaba con la orquesta cada dos días.
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