CAPÍTULO 25

Faltaba un día para que Alexia viajara a Canadá para el conversatorio al cual asistiría y mis padres aún no habían tomado la decisión con respecto a mí.

—Te apoyaremos en cada cosa para que mejores... —dijo mi padre terminando de cenar. —debemos decidir. Teniendo en cuenta todo lo necesario sería bueno que lo intentemos, aunque sería en otro país pero luego de investigar más sobre éste centro estamos confiados para ir.

Liberé un suspiro casi inaudible, por lo bajo para que no notaran mi inseguridad.

—Es lo mejor para ti, pero también escucharemos si tienes algo que decir... —agregó mi madre —en caso de que no quieras...

—Quiero —interrumpí —claro que quiero y luego de mucho pensar también quiero otra cosa.

—¿Que es? —preguntó mi padre

—Quiero ver a Jeremy, por favor papá... —dije casi en suplicio

Ambos se miraron un momento.

—Luego de hablar con él iré al centro, por favor es lo único que pido. No es una condición solo quiero ver a mi mejor amigo, no tengo idea de cuanto tiempo me llevará estar en ese lugar...

Mi padre frunció levemente el ceño pensando sobre lo dicho.

—Es cierto que Jeremy no me agradaba... —llamó la atención Ryan. —y era porque me molestaba pero creo que es lo mejor para Amy

—Lo ven hasta Ryan lo dice

—Calma, no dijimos que no —sonrió mi madre. —tu padre te lo dirá.

—Sabíamos que lo pedirías por eso iremos tres días a New York y luego a Canadá —informó mi padre con una sonrisa.

—Espera, ¿que intentas decir? —desvié la mirada. —¿tambien vendrán?

—No podemos dejarte sola, iremos una semana contigo. Incluido Ryan, luego tu madre se quedará en Canadá para apoyarte —ambos asintieron.

Los miré un momento y me alegraba aquello pero no quería que ellos se separaran por mi causa, eso jamás.

—¿Y la empresa? —pregunté después de un momento.

—Daniel se quedará a cargo, solo será una semana y también estaremos en contacto —respondió bebiendo su jugo.

—¡Nos vamos mañana! —dijo Ryan con emoción.

Para él era emocionante viajar a otro país, en ese caso a otro continente siempre quiso hacerlo y a pesar de que eramos una familia adinerada no habíamos salido de Europa. Las vacaciones siempre la pasamos en lugares tranquilos como en cabañas, o playas pero alejados de la ciudad y eso no quería decir fuera del país.

Comencé a preparar mis maletas con un leve temblor en mis manos por el nervisismo. Jeremy no había respondido absolutamente nada haciéndome sentir triste pero que días atrás se había convertido en preocupación.

—Adelante —dije, luego de que alguien tocara la puerta.

—Amy... —escuché la voz de Ryan y posteriormente sus pasos acercándose.

—¿Que sucede? —lo miré.

—¿Estas feliz por ver a Jeremy? —sus ojitos se veían un poco dilatados y preocupados.

—Si, es mi mejor amigo. Quiero verlo, es muy importante —suspiré.

—De acuerdo

Sin más se dirigió a la puerta para salir.

—¿Que sabes que yo no? —lo detuve antes de que se fuera.

—Nada, solo me preocupa que algo haya cambiado

Se fue dejándome confundida y dolida, definitivamente sabía algo que yo no. Tomé el móvil para observar el contacto de mi hermana pero no la llamé, posiblemente estaba muy ocupada y a la vez debía saber algo de Jeremy.

—Calma, muy pronto lo verás. Todo estará bien, así es —me animé a mi misma

Aquella noche no dormí bien esperando que amaneciera para poder ir a New York y mi familia sería un gran apoyo emocional.

—¿Emocionada? —me preguntó Alexia luego de que la encontráramos en el aeropuerto aunque tomaríamos diferentes vuelos.

—No, en realidad estoy nerviosa ¿es posible que algo no salga bien? —la miré esperanzada por su respuesta.

—No pienses en eso, independientemente de lo que suceda con Jeremy la prioridad de éste viaje eres tú y tu recuperación ¿si?

Asentí con la cabeza para que no se preocupara pero sus palabras solo me generaban más dudas e inseguridades.

“Vuelo 432 con destino a New York...”

Dieron el aviso por lo que fuimos al lugar de abordaje y con cada paso que daba mi corazón se aceleraba con preocupación.

¿Porque?, ¿Que significaba?

No lo sabía con exactitud pero posiblemente respondería esas preguntas muy pronto.

Tomamos nuestros asientos, Ryan con nuestro padre y yo con nuestra madre. Ella tomó mi mano al momento de alzar vuelo para tranquilizarme y en cuanto se estabilizó pude liberar un suspiró pesado.

—Aún recuerdo la primera vez que tomé un vuelo y también fue con destino a América —sonrió

—¿Viaje de estudios? —pregunté con interés.

—No exactamente pero luego decidí quedarme —se acomodó en su asiento.

—Mamá, ¿que ocurrió en tu juventud? Siempre preguntamos sobre su historia con papá pero hablan muy poco sobre su vida y no hemos visto fotografías de tío Daniel contigo en su niñez.

—Esa parte te la contaré muy pronto cariño, solo diré que no pienses en mi pasado pero si en tu presente y futuro. Tú eres la que importa en este momento, ¿de acuerdo?

La miré un momento, jamás nos hablaba de su juventud o más de lo que “debiamos saber” y siempre me pregunté ¿que había ocurrido?
Sabía que mi abuela Evelin había fallecido y luego mi madre había viajado a América pero no más de eso, luego parte de su historia con mi padre y que era "un cuento de hadas".

Tras muchas horas de viaje aterrizamos en aquella ciudad norteamericana donde al parecer todo estaba arreglado porque nos esperaba un automóvil. Por su lado Alexia había ido directamente a Canadá.

—¿Arreglaron todo esto? —miré a mi padre con tranquilidad.

—No del todo, la CI Anderson tiene una cede en este país ¿lo olvidaste? —preguntó mi madre con una leve sonrisa.

—Es cierto —reaccioné chasqueando los dedos.

La CI Anderson, fundada por mi abuelo Simón Anderson y en su momento controlada por mi tío Daniel. Con el pasar de los años no había decaído ni un poco, por el contrario habían ejercido más impacto en asociación con Rogers Empire que pertenecía a mi padre.
Ponerme a pensar en el poder que tenía nuestra familia a nivel social y económico era extraño que no fuésemos ostentosos o que mi madre perteneciera a una fundación, y con eso no quería decir que estaba mal, no. Estaba totalmente orgullosa de ella pero en otros casos las familias adineradas disfrutaban de lujos y riquezas.

Perdida en mis pensamientos no noté en que momento llegamos a un edificio, subimos en el elevador y mi padre abrió una puerta dejando ver un grandioso departamento.

—Mi departamento es mucho más grande —miró a mi madre con una sonrisa a lo que ella negó.

A veces parecían que competían de algún modo, y eso era un poco gracioso.

—Las habitaciones están en ese pasillo —señaló y Ryan se perdió en dicha dirección.

Mientras lo seguía mi móvil sonó en señal de una llamada. El móvil estaba en mi bolsillo y hasta que pude tomarlo colgaron.

—Jeremy... —murmuré leyendo la pantalla.

Inmediatamente devolví la llamada donde el tono marcó hasta dar el contestador.

—¿Porqué? —dije, con frustración tensionando la mandíbula. —responde...

—¿Todo bien? —mi hermano regresó.

—Si —sonreí levemente para que no se preocupara.

¿Que sucedía con Jeremy para que me hiciera tal cosa? La respuesta me preocupaba y me asustaba aún más.

Ese día quedamos en el departamento para descansar del viaje y al día siguiente iríamos a ver a Eve porque sí, en realidad estaba en la misma universidad que Jeremy.

Hola, hola... Comenzando a actilizar!

Como han estado?

Sienten eso? Creo que se abre paso la tensión del momento ¿que sucederá cuando encuentre a Jeremy?  (●__●)

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