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CAPÍTULO 23

CAPÍTULO 23:
EVE

Haberme declarado en rebeldía no se sentía mal, sino que era un sentimiento liberador. Si, la rebeldía me hacia sentir libre de algún modo, así no estaría compartiendo sombra con mi hermana.

Era cierto que habíamos compartido muchos momentos, después de todo ambas teníamos algo de la otra y aunque le dije algunas verdades no lo era todo. Aún tenía algunas cosas que tenía guardadas.

Un día cualquiera estábamos en clases, unas aburridas clases contables cuando recibí un mensaje.



Amy: iré a ultimar el trabajo. Me buscas más tarde ✔✔



No respondí y me pregunté, ¿porque debía tolerar esto?

Días antes nuestra madre no me había permitido salir con mis amigos, “tu hermana está enferma ¿y tú, quieres salir?” si, esas fueron sus palabras.

—Tanta preocupación por Amy, deberían contratar un chofer ¿no? —habló Sarah leyendo el mensaje.

Pensé un momento y aunque no haya respondido estaba de acuerdo con ella. Íbamos a la misma universidad pero algunas veces los horarios no eran los mismos por algunas cuestiones como la de nuestros trabajos.

—Mientras la buscas podemos ir a un bar, ¿que dices? —continuó mi amiga.

—Estaría bien, no me agrada ir a casa y regresar al rato —suspiré.

En cuanto terminamos nuestras clases salimos, el trabajo grupal había finalizado el día anterior.

—Eve, ¿a donde vas? —llamó mi atención Taylor acompañado por David que no se atrevía a mirarme.



Luego de aquella noche donde la botella giró y aproveché para matar sus esperanzas, David no se quedó con eso. Mientras mi hermana buscaba el baño, yo me fui a la cocina por un vaso con agua para quitar el mal sabor de mi primera bebida con alcohol.

—Eve... —su voz me fastidio.

—¿Que demonios quieres? —fruncí el ceño para mirarlo.

—¿Realmente no tengo ninguna oportunidad contigo? —parecía decaído.

—No me hagas repetirlo —dejé el vaso en su lugar.

—¿Puedes decir la razón? —no respondí. —¿porque no?, ¿soy tan feo?

—No eres feo David, mirate puedes conseguir a cualquier chica pero ¿porque yo? No lo comprendo —intenté no levantar la voz.

—¿Entonces qué?

—No me agradas, no eres mi tipo y tampoco te veo como un amigo. Las amistades de infancia se las dejo a Amy que se le dan muy bien —señalé a cualquier lado.

—¿Solo así?

—Si, solo así. Comprende de una vez, no tienes y tampoco tendrás una oportunidad conmigo...

Continuaría de no ser porque me besó sin anticipación, no me mentía al decir que no era feo pero tampoco mentí al decir que no era mi tipo. Como pude lo alejé para abofetearlo con fuerza.

—Te acercas de nuevo y juro que se lo diré a mi padre, sabes que te hará pagar caro —lo señalé totalmente furiosa.

—Eve, lo siento...

Sin escucharlo regresé con los demás para que no sospecharan absolutamente nada.





—Iré a casa, ¿porqué? —fruncí el ceño.

—Dicelo... —codeó a David.

—Amy dijo que la buscaras luego —continuó evitándome.

—Lo sé, maldición.

Sin decir más Sarah subió conmigo a mi automóvil y en lugar de ir a casa fuimos a otro sitio concurrido por diversos jóvenes que esperaban la noche para divertirse al compás de la música.

—¿Como conoces éste lugar? —sonreí.

—Cuando no te dieron permiso me escapé de casa, así llegué aquí... —hizó una seña a unos chicos con bebidas. —yo invito

—No puedo, mis padres lo notarán. No...

—Eve, eres universitaria. Eres mayor de edad, no puedes pasar la vida reprimida —rió.

Pensé un momento, aquello lo había sentido como un pequeño detonante para estar de acuerdo con mi amiga. Tomé la copa y la bebí sin pena, con ella me tragué un poco las frustraciones que cargaba  hace tiempo y hablando de tiempo no lo había notado hasta que alguien me tomó del brazo.

—Sarah con Eve no. —dijo con seriedad Selena para sacarme de allí. —y tu estarás en grave problemas, tía Sam llamó muy preocupada y tuve que mentir diciendo que estabas conmigo

—Amy está enferma y puede hacer lo que quiere, ¿porque yo no? —cuestioné molesta.

—¿De que hablas? Ella estudia y hace lo mejor que puede, ¿porque últimamente te comparas así? Cuando fuiste tu misma quien quiso marcar la diferencia entre ustedes —respondió de inmediato igual de molesta.

No dije más porque tenía razón al decir que yo misma había marcado la diferencia entre ambas pero eso no era excusa para tratarnos diferente.

Vamos Eve, ¿que demonios dices?

Aquello me había dicho mentalmente, con razonamiento para tranquilizarme hasta llegar a casa.

—Gracias por traerme y...

—No agradezcas, mereces que mis tíos te regañen y reacciones un poco. Me encargaré de traer tu automóvil, dame las llaves

Sin oponerme se las cedí, Selena estaba muy molesta y su rostro inexpresivo lo comprobaba,

Entré a la casa encontrándome con mi madre con los brazos cruzados y su rostro un poco rojizo por lo molesta que estaba.

—¿De donde vienes?, ¿donde estabas? —preguntó con calma.

—Yo... —no supe que responder, por un momento me sentí con temor. Temor a que se enfadara más.

—¿Donde ésta tu hermana? Eve, ¿que estas haciendo? —se acercó rápidamente.

—Mamá... —me cubrí.

—¿Cuando te golpeé para reacciones así? —preguntó en tono bajo.

Ni yo sabía porqué lo hacía, o porque temía. Nuestros padres jamás nos habían levantado la mano ni en nuestras peores travesuras, en su lugar nos daban castigos productivos.

—Mamá, lo siento... —bajé la mirada.

—Tu padre no está en este momento pero sé consciente de que lo que haces no es correcto, ésta no es Eve Rogers.

En esa última frase algo en mi se molestó acompañada por el alcohol.

—¿Entonces quien es?, ¿porque siempre hay lugar de duda cuando se trata de mi?

No tenía control de mis palabras.

—Lamento no ser perfecta como Amy o ser perfecta como tú en tu juventud o como papá, como hijos únicos no sabrán como me siento y...

—¡Silencio! —levantó la voz. —no hables de cosas que no sabes,  nada es fácil para nadie aunque se tenga dinero o quizá no. La vida no es como la ves Eve, pero agradece que nos tienes. Tienes a tus padres para apoyarte en todo momento... —sus palabras eran fluidas pero su rostro demostraba enfado hacia mi.

—¿No es como la veo? Entonces... —fruncí el ceño. —¿que? Dejame vivir mi vida, ya soy adulta.

—No, puedes ser mayor de edad pero adulta no eres. Un adulto no actúa así, actúa con responsabilidad así que puedes olvidarte de tu licencia de conducir, de salir y de tener un departamento en la ciudad. Estas llevando mi paciencia al límite Eve Rogers —caminó en sentido contrario para calmarse.

En ese momento se escuchó la puerta dejando ver a mi hermana.

—Mira Amy acaba de llegar y no le dices nada ¿porque? Claro, está enferma y no puedes regañaría pero ¿yo? —intenté decir.

—¡Eve basta! Agradece que tu padre no está en este momento o estaría muy decepcionado

—¿Y porque debo cargar con el peso de no decepcionarlo? Sé perfectamente que fue una decepción que Amy escogiera psicología aún así no dijeron nada...

—¿Que sucede? —preguntar Amy molestandome aún más.

—Sucede que tú le dijiste que había salido, tengo 18 años maldición tengo derecho de salir con mis amigas... —respondí sin pensar.

—No he dicho absolutamente nada, porque tampoco sabía donde estabas —frunció el ceño.

—¿Entonces quien? —me molesté.

—Fui yo... —respondió Ryan —porque dejaste sola a Amy cuando sabes lo que le sucede.

—Es increíble, todos están a tu favor y...

—¡Eve basta! —me detuvo nuestra madre. —a tu habitación, ¡ahora!

Guardé silencio para subir y azotar la puerta, en mi arranque de frustración e ira recibí una llamada de Jeremy en la cual dije cosas que no debía pero sentía que Amy tenía toda la culpa y yo no debía cargar con eso. No todo podría salirle bien, ¿es malvado de mi parte? En ese momento no lo era, todos pensamos algo parecido en algún momento de nuestras vidas.

Al día siguiente no entré a clases aunque esperaba una importante respuesta de parte de la universidad. Sarah me acompañaba pero en ningún momento cruzamos palabras, sólo se dedicó a seguirme hasta que Selena apareció totalmente furiosa diciendo que Amy había tenido una crisis. No tenía idea de cuan grave era hasta que por el chat de la universidad muchos comentaban lo mismo.

—Esto es otro nivel —dijo a mis espaldas.

—¿Que dijiste? —fruncí el ceño para mirarla.

—Nuevamente Amy tiene toda la atención —sonrió levemente.

—Que idiota, ¿como demonios dejé que influyeras tanto en mi vida? —tomé mis cosas para regresar a mi casa.

Lo primero que noté fue el automóvil de mis padres.

—Jamás creí que podría ver a mi hija en este estado... —escuché a mi madre. —ella no merece conocer esa oscuridad de la ansiedad.

—No lo hará, la apoyaremos como una familia —escuché a mi padre.

Fue en ese entonces que me dejé ver.

—Mamá, papá... —bajé la mirada. —lo siento

—Eve —mi padre hizo una señal para que me sentara en medio. —tu hermana te necesita —dijo con suavidad.

—No tenemos preferencia con ustedes, ambas son iguales para nosotros pero por favor Eve, tu hermana te necesita. Es una situación muy delicada, no se trata de decepción hacia nosotros. —siguió mi madre. —no la decepciones como hermana.

Sus palabras quedaron en mi mente, me había dejado llevar por celos innecesarios por un par de años pero sabía que de ser al revés Amy no me habría abandonado.







¿Que opinan?

Me gusta la parte de contar partes de los recuerdos para no dejar cabos sueltos ヽ(*⌒∇⌒*)ノ

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