CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 20
Desperté por unos leves movimientos.
—Cariño se...
Escuché como un susurro entrecortado.
—Amy, la universidad.
Entonces recordé la presentación y me senté de golpe.
—Ay... —me quejé tomandome la cabeza.
—No hagas eso, es demasiado brusco. Si te sientes mal no irás.
Levanté la mirada para observarla, no la reconocía por lo que tomé su rostro entre mis manos.
—Mamá, ¿eres tu?
—Soy yo Amy. —me dedicó una sonrisa.
Devolví el gesto para no preocuparla pero por un momento me sentí muy confundida, haber dormido poco y el pulsátil dolor de cabeza no ayudaban en lo más mínimo.
Luego de que le asegurara que estaba bien y no debía faltar para la presentación, nos llevó junto a Eve. Al parecer le quitaron las llaves a mi hermana.
Nos dejó en las puertas y cada una fue a su salón, por mi lado no me sentía nada bien y lo que había estudiado se había esfumado completamente pero como “compensación” llevaba unas ojeras de agotamiento.
—Buenos días belleza zombie —pude reconocer el humor de Jackson pero no lo miré.
—No molestes —suspiré tomando mi asiento. —hola Milena.
—Hola, Jackson sugiere que seamos los primeros en presentar así evitar algo que los demás seguramente dirán...
La miré un momento y asentí.
—Me parece bien... —desvié la mirada.
Me sentía demasiado confundida por no reconocer en lo más mínimo sus rostros, confusión que pasó a frustración y en breve sentí humedecer mis ojos.
Observé a los demás que platicaban cada uno de sus cosas, cada grupo en sus cosas. Aquello provocaba murmuros poco entendibles en todo el salón y empeoraba mi estado.
—Buenos días alumnos, saben lo que haremos hoy ¿voluntarios? —escaneó con la mirada a todo el salón.
—Nosotros —levantó la mano Jackson.
Sentí una sensación fría recorrer mi cuerpo mientras mis manos comenzaban a sudar.
Nos levantamos los tres como equipo para exponer, Milena entregó el folio dejándolo en la mesa y así comenzaron con psicología general. Ellos tratarían ese tema y yo con psicología social.
—Ahora Amy expondrá la rama que decidimos incluir —reconocí la voz de mi compañera.
—La escucho...
Un temblor tomó mi cuerpo haciendo que llevara la mirada a los presentes, sus rostros se volvían difusión provocando aún más confusión de la que sentía. Algo oprimió mi pecho impidiendo que respirara bien y solo pude hacer una cosa: huir.
Así es, salí corriendo del salón mientras las lágrimas empapaban mis mejillas sin control, me sentía totalmente perdida.
Me encerré en el baño que se encontraba vacío debido al horario de clase. Coloqué el seguro a la puerta y evité mirarme al espejo, solo me deslicé por la puerta hasta quedar sentada en el piso.
Aún se me dificultaba respirar y mis manos temblaban sin control, me froté los ojos con enfado conmigo misma hasta que tomé el móvil para finalmente llamarlo.
—Jeremy... —dije entre llanto cuando respondió
“¿Amy, que sucede?”
—Ayudame por favor, te necesito conmigo. No puedo con esto sola, por favor ayudame. No quiero olvidarte —supliqué.
“¿De que hablas?”
—Tuve un accidente y...
“¡Jeremy!”
Escuché una voz femenina y posteriormente colgó la llamada.
—¿Jeremy? Tu no, por favor... —quise estampar el móvil contra la pared pero no lo hice, solo me abracé a mi misma.
No supe cuanto tiempo estuve así pero alguien tocó la puerta.
—¿Amy? —creí reconocer la voz de Milena. —¿estas ahí?
No respondí, todo me resultaba tan confuso y temeroso.
—Amy, abre por favor. Soy Selena...
Entonces me levanté, Selena era como una hermana mayor que me hacía sentir segura pero esperaba que fuese Eve quien me buscara.
Abrí con lentitud, denotando duda y temor para ver a quienes estaban ahí; no reconocí a ninguno.
—¿Selena?
—Si —me abrazó.
—No puedo con esto —confesé entre llanto. —quiero irme a casa...
—Te llevaré a casa. —intentó tranquilizarme.
—Iré por sus cosas —dijo una retirándose por lo que pensé que era Milena.
—Todo estará bien Amy, solo debes tranquilizarte.
—¿Jackson? —lo miré.
—Soy yo... —tomó mi mano. —no te preocupes por nada, ve a descansar —me sonrió levemente pero se notaba preocupado.
No pasó mucho cuando la chica regresó con mis cosas y Selena las tomó.
—Siento por la presentación... —me disculpé antes de irnos.
En ningún momento Selena soltó mi brazo hasta que llegamos a su automóvil.
—Intenta respirar, pronto estarás en casa —dijo con suavidad.
Con temblor me coloqué el cinturón de seguridad y a medida que nos alejábamos de la ciudad me sentía un poco más tranquila. Al llegar noté el automóvil de mi madre y suponía que ella esperando en la puerta con notable preocupación.
Selena bajó conmigo para entregar mis cosas.
—Gracias por todo Selena... —agradeció mientras me abrazaba.
—No es nada, sabes que la quiero como una hermana. Ahora debo irme, Amy descansa
Asentí sin mirarla, de nuevo me había invadido el temor.
Entramos con mi madre y ya dentro hizo que la mirara.
—¿Que sucedió? —preguntó en tono bajo, sus ojos reflejaban preocupación conteniendo algunas lágrimas.
—Tengo miedo, mamá por un momento me sentí perdida. No podía reconocer a nadie, ni sus voces... —nuevamente caí en el quebranto.
—Todo estará bien. —me abrazó. —sé perfectamente que piensas que nada está bien y tampoco lo estará. Y tienes razón, quizá no hoy, no mañana pero lo solucionaremos. Confía en mí.
Sentí consuelo en sus palabras, no eran las típicas palabras que podría decir una madre de: todo estará bien.
Mi madre siempre supo escucharnos y entendernos pero sentía una particular comprensión en ese momento, como si hubiese pasado por algo similar.
Me acompañó hasta mi habitación donde me recosté abrazando un oso de peluche que tenía desde niña.
—Intenta dormir y descansar...
—Temo dormir y que al despertar empeore.
Aquella idea se había formado repentinamente en mi mente.
—Estaré aquí para ti... —besó mi frente.
Luego de un momento salió y aproveché para llamar a Jeremy pero no respondió.
Desperté con pesadez, observé la hora que marcaba 1:55 am había dormido más de lo acostumbrado. Aún con los ojos cansados tomé el portarretrato que estaba al lado de mi cama sin poder reconocerme ni a mi misma en aquella fotografía.
Me levanté con lentitud para buscar un vaso con agua pero me detuve al escuchar las voces de mis padres en el estudio.
—No digas eso, no es tu culpa —me acerqué para escuchar a mi padre.
—Si lo es... —la voz de mi madre reflejaba que estaba llorando. —ayer me llamó el médico luego de analizar los estudios y los chequeos luego del nacimiento determinó que se produjo por haber tardado en nacer...
—¿Que?
—Sé que recuerdas perfectamente ese día, el médico dijo que debido a la tardanza tuvo problemas respiratorios y a su vez no llegó oxigeno al cerebro provocando algo leve en los conductos que procesan la información de su vista. Yo no sé de medicina, pero dijo fue tan leve que era difícil detectar incluso Amy misma. Hasta llegar a esta edad que ha crecido y podemos ver las consecuencias, no puedo evitar sentirme culpable Tom; si tan sólo hubiese sido más resistente para que naciera en perfecto estado...
—Sam, mirame... Ya superamos todo aquello, superamos muchas cosas y de nuevo nos toca afrontar las disficultades pero con la diferencia de que hoy somos una familia unida y completamente establecida. Luego de tantas cosas claro que podremos superar esto y lo más importante es que será por una de nuestras hijas.
Observé la escena por una pequeña abertura de la puerta, mi padre la abrazaba con tanta protección y seguridad que inclusive me lo había transmitido en sus palabras.
Aunque tuve deseos de entrar y consolar a ambos, no lo hice y regresé a mi habitación para pensar en la sitúacion.
Vieron eso? Alguien presionó el botón y ¡bom!
Ésta condición no es nada fácil y en algún momento colapsaría, en estos momentos me es muy difícil describir al personaje sin empatizar, en este caso con Amy.
¿Ustedes lo sintieron? ╥﹏╥
Bien hasta aquí ésta actualización, pronto vendrá mucho más. Por favor no olvides votar y comentar, se los agradecería muchísimo!
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