Estamos en medio de una pandemia mundial,actualmente no se ha encontrado cura viable para contrarestarla,la vacuna más próxima estará  dentro de un año y no sabemos si se llegará vivo hasta allá.

La población tiene miedo,yo lo tengo,por mi madre,abuelos,vecinos amigos etc..

¿Quién diría que millones de personas morirían por algo que en un principio personas como yo no le dio importancia?

"La peste"

"La gripe española"

Fueron pandemia mundiales que han ocurrido cada uno de los siglos pasados,exactamente por el mismo tiempo,exactamente por los años veinte cada uno de ellos.

Es jodidamente aterrador,pero me tocó vivir el período en que se viene abajo todo.

Los ancianos predicen el fin del mundo,los cristianos un castigo divino,los científicos tratan de darle una lógica o lo que al parecer no la tiene.

Me alejo del ordenador al palpitarme la cabeza por tanta información ya no quiero saber nada,no quiero atormentarme y ser pesimista.

Opto por asomarme a la ventana.

"Mala idea"

Las mascarillas de diferentes tonos,colores texturas y formas,adornan cada uno de los rostros que pisan la acera,ya no podemos saber quienes somos,no podemos tocarnos.

"Cero abrazos"

"Cero  besos"

"Cero actos de cariño"

"Y a dos metros de distancia"

Nos ha robado eso,la forma de ser,salir,relacionarse o simplemente estar de fiesta.

No se puede,no se puede estar en espacios cerrados.

Cerradas las discotecas,cines,teatros,playas.

Nuestro hogar se convirtió en una cárcel.

Otra punzada ataca mi cerebro,como una varilla caliente por estar expuesta en las brasas ardiendo.

Me alejo de la ventana y tomo mi celular adornado con una funda rosa,a mis dieciocho años,aún no puedo sacarme de los colores que reflejan la niñez.

Marco el número de Daniel,últimamente sólo me atiende cuando se le antoja.

Me siento un poco sola por esa parte y eso conlleva a sentirme mal conmigo misma y con él.

—¿Alo?—pregunta medio adormilado.

Son las seis de la tarde.

¿Qué hace durmiendo?

Últimamente se la pasa así desde que cerraron la escuela,otra de las tantas cosas que nos arrebataron.

"Extraño quejarme de que estoy en la escuela"

—Te extraño—digo con la voz un poco rota por el sentimiento que se acumula en mi pecho.

—¿Estas con el período?

—No ¿Por qué?

—Llevas semanas comportandote extraña,me llamas cada nada,me envías mensajes,quieres que vaya a verte...—enumera.

—Te siento lejos—confieso.

—Sigo estando aquí,soy el mismo,no sé de que hablas.

—¿Vienes?—pregunto con una chispa de esperanza.

—Mis padres están paranoicos con la enfermedad y el posible riesgo al contagio,pero si ello ayudará a que estés más tranquila,iré.

Sonrió y me despido rápido para que marche hacia aquí lo más rápido posible.

Media hora después tocan a la puerta,me paseo por la casa vacía,mamá aún trabaja.

Abro la puerta y lo encuentro frente a mí,con un gorro que le cubre su cabello de un color violeta particular,algunos mechones se le aplastan en la frente.

Mi corazón late rápido y mi rostro amenaza con partirse en dos,con la gran sonrisa que adorna mi cara.

Sus ojos marrones adornado por largas pestañas se encuentran con los míos de un color negro como la noche.

—¿Estas depresiva de nuevo cariño?—me acaricia la mejilla haciendo un puchero.

—Eso parece—me hago a un lado,dejando que pase.

Se quita la mascarilla guardandola en el bolsillo de sus vaqueros.

Nuestro noviazgo a durado unos seis meses hasta ahora,pero siento que amo a este chico demasiado y mi miedo a perderlo está latente en mi pecho.

Las entrañas se me comprimen al imaginarme sin él,ser adicto a una persona no es bueno.

Subimos a mi cuarto.

—¿Qué quieres hacer?—pregunta.

—¿Vemos una peli?—digo dudosa.

Él pasea su mirada por mis piernas desnudas,que no inspira nada inocente.

Se acerca a mí y comienza a besarme justo detrás de mi oreja,ladeo la cabeza.

—Daniel...

—Tengo en mente algo más divertido.

Roza las puntas de sus dedos hasta llegar a mis muslos

—Mamá estará a punto de llegar.

Mis manos empiezan a temblar,ante lo que está sucediendo.

No estoy preparada para hacer esto,no hoy,no ahora.

—Te gustará—promete,mientras posa sus manos en mis glúteos y se acerca más a mí,siento su erección contra mi estómago.

—No puedo—arranco sus manos de mi culo y me alejo a una distancia prudente.

Gruñe y se deshace del gorro,enredando sus dedos en su cabello.

—Han pasado seis meses,te he esperado,pero también tengo mis necesidades ¿sabes?

Me siento mal,es verdad, ha esperado pacientemente todo este tiempo que hemos estados juntos.

Lo amo y quiero entregarle la virginidad,pero algo muy dentro de mí me lo impide,empieza temblar y a hiperventilar,por más que quiero no puedo hacerlo.

—Yo...solo no puedo hacerlo,dame un poco de tiempo.

—¿Cuánto? ¿seis meses más?—dice con enfado.

Me encojo en mi sitio,cada vez que tocamos el tema es la misma discusión.

Me quedo callada,no lo sé,así que no puedo darle una respuesta concreta a su pregunta.

—Contesta—exige—en una relación no sólo basta quererse mucho Kamila,también tienes que follar.

—Mañana...lo haré mañana—contesto con voz baja.

—¿Y por qué no hoy? El tiempo es relativo,confía en mí.

—Hoy no puedo,lo siento—le doy la espalda.

—Pues no se para qué me llamas diciendo que me extrañas,si la que construye un muro entre nosotros constantemente  eres tú.

Dice antes de irse,cerrando fuerte la puerta.

Mi garganta deja escapar un sollozo involuntario,mientras una lágrima tibia recorre mi mejilla.

"Yo lo estoy alejando"

Su acusación se rememora en mi mente una y otra vez.

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—No sé que hacer ¿cómo puedo dejar de estar nerviosa y detener el NO que prunucia mi boca cada vez que me toca?—le pregunto a mi mejor amiga.

—Si un chico no es capaz de esperarte el tiempo necesario para que puedas hacerlo,no es el indicado,déjalo ir,no vale la pena—me dice acercándose a la pantalla de su tablet—no tengo que darte ninguna consejo para que reprimas lo que sientes.

Estoy segura que si estuviera en persona y no estuviéramos hablando por videollama,me tomaría de los hombros y me haría recapacitar.

Ella nunca estuvo contenta con Daniel,nunca me dio un motivo de ello,y a mi me gustaba demasiado como para dejarlo,pero nunca ha desistido de la tarea.

—No lo quiero perder.

—Joder Kamila,que abras los ojos ya,ese tío sólo quiere acostarse contigo.

—Kanya no digas eso él sólo...

—Es la verdad y si no lo quieres ver,tampoco quiero saber cuando te rompan el corazón.

Me cuelga,ella no tiene razón,él sólo quiere concretar la relación que tiene conmigo,me convemzo.

Tomo mi celular y marco su número pero no me contesta,ha hecho lo mismo con las cuatro llamadas anteriores y llego a la conclusión de que está haciendo lo que dijo:

"Se está alejando"