-Muchas gracias.- Le sonreí a la chica que me había ayudado a meter las cajas al auto.

Decidí ir al Lux que a esta hora estaba cerrado para el público, al llegar saludé a las chicas que limpiaban y fui directo a la oficina de Star mientras me quitaba la chaqueta.

-Hola, Honey, estoy corta de tiempo sabes que Kattia cumple hoy y tengo que encargarme de los últimos detalles.- Exclamé tirando la prenda de ropa sobre un sillón vacío.

-No estoy sola, Storm.- Me giré rápidamente y me quedé pasmada al ver la compañía.

-Storm.- Susurro por lo bajo el ruso haciendo que mi corazón empezara a bombear más rápido, sentí como el alma se me caía al piso.

-Aleksey llegó hoy a la ciudad y vino a hacer negocios conmigo.- La miré con pánico y ella me sonrío con pena.

Si bien había dejado de trabajar en el club cuándo empecé a salir con Aleksey, de cierto modo mi trabajo actual depende de Star ya que su esposo es el dueño de la empresa en la que trabajo.

-Entonces yo no debería estar aquí.- Dije entredientes acercandome a la puerta.

-De hecho sí, con tu nuevo ascenso pasaste a ser la jefa del departamento humano, Aleksey quiere hacer un análisis y depuración de los trabajadores actuales de la empresa.- Fruncí el ceño con incredulidad.

-Esa orden sólo puede darla el CEO de la empresa, y aunque en verdad te quiero y respeto ese es Adam.- La miré fijamente tratando de ignorar la insistente mirada del ruso sobre mí.

-La empresa tuvo un mal contrato, perdimos millones de dólares y minutos antes de que llegaras Aleksey firmó la compra del cincuenta y un porciento de la compañía.- Sentí el aire salir de mi en un golpe.- Debes entender que tendríamos que despedir a cientos de personas de no haber aceptado.- Entendí el mensaje oculto, Rosalie mejor conocida como Star era lo más cercano a una mejor amiga que tenía, ella sabía mejor que nadie todo lo que había pasado entre el ruso y yo.

-Okey, el lunes empezaré las entrevistas a los empleados y para el viernes tendré el informe completo.- Miré fijamente la pared detrás del escritorio ignorando las miradas sobre mí.

-Hasta donde sé hoy es viernes y te toca trabajar.- Giré mi rostro y fije mis ojos en los de él, error, había olvidado que ese par de orbes fueron mi perdición la primera vez.

-Pedí permiso desde la semana pasada.- Me crucé de brazos y lo miré con un sonrisa retadora.- Rosalie, ¿irás conmigo o te espero allá?- Me giré dándole toda la atención a mi amiga.

-Esperame allá, debo buscar el regalo de Ekaterina.- Me mordí la le lengua con fuerza cuando oí el jadeo de Aleksey.- ¿Puedes buscar a Maddison y Addison?, están en la guardería - Asentí rápidamente.

-Claro, yo iré por Amara y luego las busco, te espero allá.- Tomé mi chaqueta y salí sin mirar atrás, dejando adentro al hombre que podía tenerme solo con un par de palabras correctas.

-Kattia, deja de moverte.- La regañe antes de terminar de ponerle unas lindas zapatillas rosas.

-Ma-ma-má.- Sonreí con ternura ya casi lo decía correctamente.

-Tía Addy, ¿podemos ir a jugar al patio?.- Miré a Addison y asentí.

-Pero con cuidado, no se vayan a ensuciar.- Ambas niñas casi idénticas salieron corriendo de la habitación luego de darme un abrazo.

Metí a Ekaterina en su corral con varios peluches antes de irme a bañar.

Al terminar de arreglarme me senté en la cama analizando el hecho de que el papá de mi hija se encuentra en la ciudad, que lo vi sin estar lista y que ahora es el mayor accionistas de la empresa donde trabajo es mi nuevo jefe.

-Calmate Adara, él no sabe que tienes una hija.- Susurre para mi misma, pasé una mano por mi cabello y miré a Kattia jugar por unos minutos.

Aleksey no puede enterarse de que ella es su hija, prometí que la protegería de todo y su padre es un peligro inminente, no dejaré que mi hija crezca en ese mundo.

Me paré y tomé a la bebé en brazos antes de salir y encaminarme al patio trasero.

Todo estaba decorado, habían luces, globos y bambalinas, estaba un lugar especial con dos mesas, una con los dulces y el pastel y otra con los regalos. Ekaterina estaba escrito con letras de madera color blanco frente a las mesas.

Deje a la cumpleañera ir a jugar con las gemelas y otros niños que ya habían llegado.

-Esto está precioso, Addy.- Sonreí volteando hacia Rosalie.

-Soy buena decorando.- Me encogí de hombros.

-Addy, sobre Aleks...-La corté abtes de que siguiera hablando.

-Está bien, conseguiré la manera de que no lo sepa.- Hice una mueca.

-Si bueno, él está aquí.- Amplié mis ojos sintiendo que me costaba respirar.

-¿Está aquí?, ¿en la casa de Nick?, ¿durante el cumpleaños de mi hija?.- Ella asintió mordiendose el labio con nerviosismo.

-Lo siento, él dijo que quería hablar contigo y es un terco, le dije que podían hacerlo en la empresa pero se negó y me siguió hasta aquí.- Miré a mi bebé jugar con sus amigos, su sonrisa inocente me encogió el corazón.

-Si él lo sabe querrá llevársela, ¿entiendes eso?.- Mi voz se levantó dos tonos llamando la atención del ruso que empezó a acercarse.- No respondas.- Dije tratando de sonreír.

-Hola de nuevo, Strong.- Miré al imponente hombre y tragué saliva.

-¿Qué mierda haces aquí?.- El sonrió burlón mientras yo me tragaba las ganas de golpearlo.

-Hay niños aquí, darágaya.- La ira empezó a crecer por segundo luego de oír ese apodo.

-No vuelvas a llamarme así y vete de aquí.- Lo empujé y sólo se movió un poco.

-Ma-ma-má.- Miré al pequeño honguito correr hacia mí y la tomé en brazos.

-Así que tienes una hija.- Lo miré tratando de disimular los nervios que sentía, no podía negarlo luego de que la pequeña prácticamente lo gritara.

-Sí, y tu debes largarte.- Le señalé la salida.

-¿Quién es el padre?.- Fruncí el ceño.

-Eso no te interesa, largo.- Alcé la voz comenzando a ponerme ansiosa.

-Claro que me interesa, tiene un año, ¿no?.- Asentí mirando hacia otro lado.- Estábamos juntos hace un año y nueve meses.- Negué rápidamente.

-No es tú hija, conocí a alguien cuando te fuiste y sólo pasó.- Respondí sin pensarlo al ver a Sergey llegar.- Oh, mira, ahí está.- Y como si fuera un golpe de gracia, Kattiase removió en mis brazos y la dejé sobre el pasto, ella empezó a "correr" hacia su "papá"  quien la tomó en brazos y la llenó de besos.

Él me miró sin creérselo, frunció el ceño y negó levemente.

-Ya te respondí, te puedes largar de aquí.- Hablé antes de que pudiera decir algo.

Lo acompañé a la salida y luego de asegurarme que se fuera me recosté contra la puerta y respire profundo tratando de relajarme.

Fueron dos encuentros inesperados con mi ex que a su vez es el padre de mi hija y todo en menos de doce horas.

Tendría un paro cardíaco si seguía así, pero sería peor si dejara que el se enterara de que es su hija y me la quitara.

Le hice una promesa a Ekaterina y la cumpliré así tenga que dar mi vida.

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Buenas amores, aquí está el nuevo capítulo, espero que les guste.

Podemos ver que ya apareció Aleksey y todo empieza a complicarse para Adara, sobre todo con esa mentira que dijo.

Pero bueno, no diré más y dejaré que esperen por el próximo capítulo.

Nos leemos pronto.

xx