Te vas a enamorar de nuevo,
aunque te hagas la difícil,
aunque rías de las citas y suenes como si quisieras treinta gatos en lugar de un hombre.

Te vas a enamorar de nuevo,
aunque digas que estás curtida,
que las palabras bonitas ya no te engañan,
y afirmes con arrogancia que ya no sientes nada.

Te vas a enamorar de nuevo,
aunque seas más cauta,
más reservada,
aunque afirmes que preferirías nadar en un río de lava que decir "buenos días" a otro ser humano.

Te vas a enamorar de nuevo, lo harás,
-sé de lo que hablo,
a pesar de conocer el dolor,
de llevar en el alma cicatrices pasadas,
y de tener miedo.

Te vas a enamorar de nuevo,
te cruzarás con alguien que hará que te tiemble el pulso,
vas a sentir mariposas en el estómago, sí, esas mismas que juraste no volver a dejar entrar,
y vas a pensar en él a cada hora del día,
aunque te empeñes en negarlo.

Te vas a enamorar de nuevo,
como quien se arroja al abismo,
sin red,
sin garantía,
solo con la esperanza de que esta vez sea diferente,
-y lo será (en el momento correcto)

Te vas a enamorar de nuevo,
porque el amor es un rebelde sin causa,
y cuando decida entrar,
lo hará sin pedirte permiso.