Tiene mi corazón un llanto de princesa olvidada en el fondo de un palacio desierto.
Tiene mi alma una queja triste, muda y abandonada en un rincón olvidado.
Tiene mi vida una mentira colgada en el escaparate y una mueca rota guardada en el desván.
Tiene mi ser una tristeza profunda, invisible a los ojos ajenos.

Me estoy apagando, pero nadie se ha dado cuenta, y es que...

¿Como lo van a notar? Si sonrío mucho y siempre de la misma manera.Si sigo dando abrazos sin importar las fronteras.
¿Cómo van a darse cuenta que estoy rota? Si cada día me planto fuerte y camino con firmeza, aunque mis piernas a cada paso flaquean.
Hace meses que no como lo que quiero pero nadie lo nota, "está haciendo dieta", piensan... La gente va y viene, pasa a mi lado y se para en frente y siguen sin saber que estoy perdida, y que mi mundo se detiene, ¡y me miran y se ríen y me abrazan y fingen quererme! y me apuñalan sin dejar cicatrices externas, da igual de espalda o de frente, eso no te hace menos impune.

Hace mucho que solo quiero soñar en la cama, pero ni eso puedo, mis sueños se llenan de todos los problemas que tengo y no logro resolver.Hace tiempo que brotan lágrimas y más que llanto, parece que se derrama un océano y me estoy ahogando dentro de el.
Y nadie sabe o quizás si lo hacen y piensen que se me quitará tarde o temprano o simplemente, les da igual.
A fin de cuentas, no todos tenemos suficiente corazón para cargar con monstruos ajenos, y yo no pienso pedir ayuda a quien se niega a ofrecerla.

Estoy llorando sin lágrimas en los ojos, porque nadie las ve.
Estoy gritando con la boca cerrada, porque es mi alma la que está a punta de pistola.
Estoy cometiendo el peor de los homicidios, me estoy asesinando a mi.
Estoy cayéndome al precipicio con anhelo de poder ser salvada, y estando consciente de que nadie se quemará en el fuego por mi.
Estoy ayudando a los demás, aunque yo esté destrozada.
Hace mucho que me estoy apagando y nadie se da cuenta.

Intento buscar un respiro, un aire, algo que me quite el cuchillo de la mano antes que termine cortando lo que no debo.

Estoy lanzando un grito de auxilio a través de la poesía, lo triste es que todos me aplauden, sin saber que en verdad, me estoy apagando.