La noche es hermosa,
bella a tu vista,
pero para mí no es más que una tortura,
el peor momento del día,
el que desearía que nunca llegara,
es ahí cuando los monstruos se apoderan de mi,
es ahí cuando comienzo a torturarme,
las horas que se supone deba dormir
las paso clavando dardos en mi corazón,
provocando una muerte lenta y dolorosa.

¿Acaso nadie ve lo que siento?
¿O es que no les importa?

Tengo monstruos que laceran mis órganos,
pero lo hacen tan despacio,
que a veces parecería que intentan reparar todo el daño,
pero no,
¡a mi no me van engañar!
se que quieren matarme,
pero antes me harán sufrir,
es como un castigo por un crimen del que se me acusa,
pero jamás cometí.

A veces solo quisiera olvidar la poesía y enterrarla,
es que sólo escribo...
cuando me duele el alma.

¿Podré recitar algún día con los ojos llenos de lágrimas de felicidad y no cargados de dolor?

¿Podré llenar la tinta de mi pluma con otra cosa que no sea mi sangre?

¿Puede alguien aplicarme eutanasia y salvarme de mi misma?
¡Por favor!

Odio la noche,
porque se ha convertido en un cáncer,
y como todo buen cáncer,
ha comenzado a expandirse
la angustia ya me dura hasta las 2 de la tarde,
es sólo a esa hora cuando logro controlarme,
o fingir que lo hago.

Me siento como estúpida,
por creerme princesa,
y resulta que no soy más que una vil marioneta siguiendo un guión,
tratando de escapar de una habitación,
a la cual siempre regreso aunque siga muriendo al final,
¡encerrada en ese maldito bucle!

Marcada por cada parte del Alma,
con un corazón destrozado y sin reparación,
es la noche el peor momento de mi vida,
y lo peor del caso es que me estoy volviendo adicta a ella.

He desarrollado síndrome de Estocolmo,
me autolesiono pero siempre vuelvo a mi,
buscando el modo de sanarme,
buscando una salida de emergencia a mi cabeza,
¡soy tan tonta por aún pensar que existe!,
cuando llevo años buscándola,
y nunca he logrado hallar ni una pista de su existencia.

Estoy muriendo y nadie se da cuenta, estoy tan mal,
que ni yo se lo que me sucede.

No quiero ser un monstruo,
pero me siento como uno.

No estoy viva,
aunque mi corazón lata.

Yo estoy atrapada...
en la depresión.

(No logro escapar de ella,
y dudo algún día poder)

LeahCearo