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[006] - Ciudadano Colmillo

Anna estaba agachada junto a la carretera con Emily, ambas jugando con un perro que estaba atado esperando a su dueño. Con Sam viéndolas desde el impala, una sonrisa de adoración en su rostro hasta que recibió la mala noticia. Martin Creaser había llamado para decirle que Benny cayó y mató a alguien.

Con un suspiro, miró por la ventana hacia donde la pelirroja mayor estaba riendo porque el perro lamía su cara. No fue hasta que Dean volvió a entrar al coche con una bandeja llena de comida, preguntando quién estaba en el teléfono, que Sam volvió su atención a un delirante Martin.

—Sólo escucha —Sam lo cortó bruscamente—. Simplemente, tienes que esperar hasta que oigas de mí, ¿de acuerdo? —él colgó antes de que Martin pudiera contestar y miró a Dean—. Tenemos que irnos.

Dean le dio una mirada incrédula y señaló su comida. —¿Puedo al menos acabarme la hamburguesa?

—Tenemos un vampiro asesino, Dean... Carencro, Lousiana.

Dean miró por la ventana hacia donde estaban las chicas y sonrió. —Ha pasado mucho tiempo desde que tomé caramelo. ¿Quién es la fuente?

—Martin Creaser.

Dean hizo una pausa mientras compartía una mirada con su hermano. —Perdón... por un momento, pensé que habías dicho Martin Creaser  —Sam no dijo nada—. ¿El loco Martin desde el manicomio?

—Glendale Springs lo soltó el mes pasado —le contestó Sam.

Dean se burló. —¿Y? ¿No debería estar montando juguetes en una habitación acolchada? ¿Qué está haciendo de nuevo en el trabajo?

—Se lo pedí.

—¿Tú qué?

—Mira —dijo Sam—. Él me llamó cuando salió, bien, preguntó si tenía algo para él que pudiera ayudarlo a volver de nuevo al juego. Parecía estar bien... en general... así que dije que sí —Sam hizo una pausa antes de continuar—. Lo he tenido siguiendo a Benny durante la última semana.

Dean sacudió la cabeza y pasó una lengua por su labio inferior mientras miraba por la ventanilla hacia Anna. —¿Pones "en general bien" Martin sobre Benny? ¿Qué hace "en general bien" cazando para empezar?

—No cazando, Dean... rastreando. Solo observar e informar. Fui muy claro con esto.

—Wow —Dean se burló—. No puedo creerlo.

—¿De verdad, Dean? ¿No te lo crees? Porque Benny es un vampiro. Y cualquier cazador que se precie no va a dejar a uno pasearse libremente. Así que tenía a Martin siguiéndole el rastro. Y ahora, parece que tomé la decisión correcta.

Dean abrió la boca para seguir discutiendo, pero se detuvo cuando oyó la risa fuerte de las hermanas. Emily estaba tirada en el piso y el perro prácticamente encima de ella jugando. 

Pensó en lo que la nueva situación haría, lo molesta que Anna se pondría y se dio cuenta de que pelear con su hermano era lo peor que podía estar haciendo ahora mismo. Tenía que estar allí para ella y eso significaba renunciar a su enojo por unos días. Además, la pelirroja ya iba a estar lo suficientemente enojada por los dos.

—¿Y Martin dice que Benny hizo esto? —preguntó Dean suavemente.

—Sí —dijo Sam.

Dean asintió con la cabeza. —Bueno.

—¿Bueno?

—Si Benny está en Louisiana drenando gente... deberíamos investigarlo —Sam alzó las cejas ante la aprobación de su hermano—. Pero tienes que ser el que se lo digas a Anna, porque yo no le voy a dar esa noticia —Sam se burló—. Lo digo en serio, Sam. No lo entiendes. Él la trata como a la hermanita que siempre quiso. Benny está más cerca de ella que de mi y ella siente lo mismo por él. Incluso si lo atrapamos en el acto, no estará de nuestro lado. Es su familia, Sam.

—¿Y qué hay de nosotros, Dean? ¿No somos su familia también? ¿No debería estar de nuestro lado también?

Dean miró tristemente a su hermano. —¿Quieres que te recuerde lo que hiciste mientras ella estaba en el purgatorio?

—No.

—Ahí tienes tu respuesta.

****

Anna prácticamente podía sentir su sangre hirviendo mientras caminaba por el pasillo de motel Beaudelaire hacia la habitación en la que Martin debía estar alojandose. Todavía estaba tratando de superar el hecho de que Sam no había confiado en ella cuando le había dicho Benny estaba y siempre estaría limpio. 

A eso se le sumaba que había elegido al "loco Martin" para vigilarlo. Y la gota que rebalsaba el vaso, era que Dean no parecía tener ningún problema en absoluto. Tenía miradas de simpatía y sonrisas, como si realmente creyera que Benny estaba detrás del cadáver.

Ella no creía eso. Ni por un segundo.

Antes de que pudiera levantar el puño para golpear la puerta número dos, esta se abrió para revelar a un hombre delgado y calvo. Sus ojos aterrizaron de inmediato en Sam.

—Dijiste "busca una erupción" —dijo—. Pues encontré un volcán.

Abrió la puerta de par en par para dejar entrar a los cuatro, pero puso una mano en el hombro de Anna para detenerla cuando de repente la vio de pie allí. —¿Quiénes diablos son estas dos? —preguntó a los hermanos.

Anna gruñó y le sacudió la mano. —Ponme una mano otra vez y no vivirás lo suficiente para averiguarlo.

Pasó junto a él, apenas escuchando cuando Sam le dijo su nombre y que también era cazadora. Martin asintió y cerró la puerta detrás de él, Dean y Emily cuando entraron.

—Llevo en la ciudad desde hace más o menos una semana —explicó Martin—. Hasta anoche, nada. Ha estado limpio.

—¿Haciendo qué? —preguntó Anna.

—Ocupándose de su propio negocio. Trabajando en la choza de la sopa de marisco.

—¿Benny está trabajando en la choza de la sopa de marisco?

—Sí. Preparando guisos, sirviendo café... de todo un poco. Y para ti puede ser Benny. La gente de por aquí le llama Roy.

—Martin —habló Dean— ¿Estás seguro de que estás funcionando a pleno rendimiento?

Martin le dirigió una sonrisa tímida. —Sí. Un poco de terapia de choque por la mañana, y estoy listo —él chasqueó los dedos y la pelirroja rodó sus ojos.

—Cuéntanos qué pasó anoche —dijo Sam suavemente y Anna no pudo evitar preguntarse por qué ambos hermanos parecían tan tranquilos como si esto fuera sólo otro caso normal.

—Pues, lo seguí a casa —explicó Martin—. Como cada noche. Avanzó por un camino. Escucho un grito. Lo alcanzo. Y allí está. El tipo con el que Roy estuvo hablando... muerto.

—Espera —la pelirroja lo interrumpió mientras daba un paso hacia él—. ¿En realidad viste a Benny matar al tipo o no?

—Vi lo suficiente.

Anna apretó los dientes y flexionó las manos para evitar hacer algo estúpido, sintió que Dean se paraba detrás de ella y le ponía una mano en el hombro. Supo que era más para la protección de Martin que para su comodidad.

—Bueno, entonces, ¿cómo puedes estar seguro de que era Benny si en realidad no lo viste hacerlo? —preguntó Anna.

Él frunció el ceño. —Porque vi a Benny subir el camino y entonces dos segundos después, me tropecé con un cuerpo con la garganta desgarrada. Mira, cariño ¿alguna vez has oído sobre la navaja de Occam? ¿"No te compliques, estúpido"? Esto no es complicado.

Anna hizo una mueca en señal de desprecio. —No vuelvas a llamarme cariño de nuevo.

Martin se burló pero Dean levantó la otra mano hacia su otro hombro y la apretó para que no se saliera de su agarre demasiado rápido. Anna no sabía si el loco era valiente o estúpido. No podría haber hecho que su rabia asesina fuera más fuerte.

Tal vez simplemente no pensaba que ella podría estar a la altura de sus amenazas. Anna sabía que al lado de los hermanos no parecía tan amenazante, pero también sabía que lo suyo no eran solo palabras. Ella haría cualquier cosa por sus seres queridos. Y Benny era un vampiro pero también era su familia.

—Hay un montón de agujeros, Martin —dijo Dean.

La pelirroja intuía que estaba tratando de hacerla sentir mejor sobre la situación, estaba tratando de encontrar razones sobre por qué no era Benny. Pero también estaba tratando de convencerse a sí mismo y no a ella. Anna no necesitaba que nadie la convenza.

—¡¿Agujeros?! —preguntó Martin con una risa incrédula—. Los únicos agujeros que deberíamos estar mirando están en el cuello de la víctima.

—¿Esto suena como al Benny que conoces?

—No —respondió firmemente Anna.

—No conozco a Benny —dijo Sam al mismo tiempo. Evitando mirarla.

—¿El Benny que conoces? —exclamó Martin. Se giró hacia Sam—. ¿Qué dices? ¿Por qué estoy teniendo la clara impresión de que tu hermano y tu amiga estan poniendo las manos en el fuego por una vampiro?

—Chicos, no discutamos —pidió Sam.

—Sí. Puedo pensar en cosas mucho más divertidas que podría estar haciendo ahora mismo —Anna se burló mirando fijamente a Martin.

—Nadie está discutiendo —gruñó Dean cuando la atrajo hacia su pecho—. Pero si es Benny y es un gran "si"...

—Es él —aseguró Martin.

—Yo y Anna, tenemos historia con el tipo, ¿de acuerdo? No vamos a inscribirnos para una caza de brujas —miró a Sam—. Le debemos más que eso.

Martin miró a Dean en estado de shock por un momento antes de dar un paso más cerca de él, un paso más cerca de ella. —¿En qué gran creación de Dios podría un Winchester quizá deberle a un vampiro? ¿Estoy oyendo bien?

—Mira —dijo de repente Dean, con los dedos aflojándose sobre sus hombros hasta que simplemente frotaba los pulgares contra su piel—. Hasta que tengamos los hechos, guardamos la sed de sangre y trabajamos en este caso correctamente o trabajamos por separado.

—Hacer lo correcto sería separarle la cabeza de los hombros.

Anna se soltó de agarre de Dean y tomó a Martin de su remera, empujándolo hacía abajo contra una mesa que estaba contra la pared y apoyando el cuchillo que tenía contra su cuello.

—Ahora me escucharas —dijo suavemente—. Si le tocas un solo pelo a Benny, desearás no haber salido del loquero. No estás tomando ninguna decisión en este caso. De hecho, cuando todo esto termine, tomaras tu coche y conducirás miles de kilómetros en dirección opuesta a Benny. No hablaras de él, no lo verás de nuevo, ni siquiera pensaras en él.

Apretó un poco más el cuchillo contra su cuello, lo suficiente como para herirlo pero no matarlo. —Porque si me entero que has hecho algo que no debes, yo no soy un vampiro pero te aseguro que te arrancaré la yugular con mis propios dientes ¿entendido?

La pelirroja estaba segura que lo que Martin vio es su rostro hizo cambiar lo que pensaba de ella. Fuera lo que fuera, el hombre asintió con la cabeza vigorosamente y cerró la boca.

Ella lo soltó y se giró hacia Sam. —Sólo necesito un poco de tiempo.

Él intercambió una mirada asombrada entre Martin y ella, tomó una respiración profunda y asintió. De cualquier forma, sabía que no le estaba preguntando, estaba afirmando que necesitaba más tiempo.

—¿Cuánto tiempo necesitas?

—Un par de horas, máximo.

El asintió. —¿Y qué pasa si resulta ser Benny?

Anna apretó los dientes. —Entonces es Benny, ¡y me encargaré de ello! —la pelirroja no espero respuesta de nadie y con una media vuelta abandonó la habitación, seguida por su hermana.

Martin se frotó la garganta y miró hacia la puerta que se cerraba detrás de ambas pelirrojas. —Jesús —gruñó—. ¿Dónde la encontraron? ¿Y cuál demonios es su problema?

Dean le dio una sonrisa irónica. —La encontramos en un manicomio como tú, Martin. ¿Y su problema? —hizo un gesto hacia él y Sam—. Ella está saliendo con los dos. Sus mejores amigos son un ángel con gabardina y un vampiro que puede o no ser un asesino. El Rey del Infierno, cree ser su figura paterna. Y... Bobby la entrenó.

Martin tragó saliva y se frotó el cuello de nuevo. —¿Grave?

—Como un ataque al corazón.

—Tal vez el vampiro no es la única cosa en esta ciudad que necesita ser cazado.

El rostro de Dean se endureció y Sam se enderezó contra la pared que estaba apoyado. —Mira, Martin —habló el menor de los hermanos—. Hay una razón por la que nadie ha intentado meterse con ella. Y tú no serás la excepción. No si estamos nosotros.

****

Guidry's Cajun Café. Una imagen de Benny apareció en su cabeza mientras leía el letrero de neón junto al dibujo de un cocodrilo y la hizo sonreír. Anna pensó que tal vez le habría gustado el lugar. Entonces se prometió que ambos compartirían un desayuno allí, una vez que todo hubiera terminado. Incluso si él no comía, al menos los dos podían pasar más tiempo juntos.

Ella le dijo que tenían que separarse cuando salieron del purgatorio, pero después de cazar un nido con él, los dos habían tratado de hablar por teléfono al menos una vez al día. Era algo que había mantenido oculto de los hermanos, pero estaba segura de que Dean tenía una corazonada.

—¿Es aquí?

La voz de su hermana la sacó de sus pensamientos. Se regaño mentalmente por haberla dejado venir con ella, era peligroso. Y no era que los Winchesters eran muy confiables como niñeros, pero tal vez, estaría mejor con ellos. En caso que le pasara algo. Asintió con la cabeza y ambas se bajaron del auto robado.

Entraron a la cafetería y se sentaron en el mostrador, ambas le sonrieron amablemente a la morena detrás de la barra que les entregó el menú.

—Yo solo tomare un café.

La mujer asintió sonriendo y miró a Emily esperando para tomar su pedido. —En realidad, ya sé lo que quiero —dijo la más joven.

Ella sonrió. —¿Déjame adivinar... sopa de marisco?

Ambas hermanas sonrieron entre dientes. —Iba a ser la sopa de marisco hasta que ví... —señaló su dedo al final del mostrador donde había un pastel apoyado—. Tarta.

—Bueno, la especial es de nuez pecán.

Emily le devolvió la sonrisa y asintió. —Claro que lo es. Vamos a hacerlo.

La muchacha asintió y las dejó para conseguir su orden. No sin guiñarle un ojo a Anna antes de irse.

—Wow, ella acaba de... ¿en serio? —Emily sonrió mirando a su hermana.

—Cierra la boca —sus mejillas eran de color fuego—. Y ni una palabra a los muchachos.

La pelirroja mayor notó un puñado de fotos fijadas en la máquina de cobrar, que había estado tapando la chica, segundos antes. Por supuesto, ella era afortunada, había una imagen de Benny con un delantal y su brazo envuelto alrededor de los hombros de la morena que las atendió, con una sonrisa gigante en su cara.

Antes de que tuviera la oportunidad de procesarla, la muchacha volvió con una mirada de simpatía. —Malas noticias —suspiró.

Bueno, ni Anna, ni Emily, eran tan afortunadas como pensaba. —No tienes nuez pecán. La historia de mi vida —suspiró Emily, dramáticamente.

La chica sonrió apenada, mirándolas. Antes de que pudiera decir algo, Anna intervino. —Está bien. Quizá puedas compensarnos. En realidad estoy buscando a un viejo amigo mío. He oído que está pateando por estos lugares. Se llama Roy.

Sus cejas se fruncieron levemente mientras pensaba. —Bueno, Roy trabaja aquí en el turno de noche. Si estamos hablando del mismo Roy.

—Sí, él, patea los alrededores en una furgoneta destartalada. Parece como una trampa mortal rodante —ella se rió por un breve instante. 

—Sí, pensaba que era la única que le daba la lata sobre ese trozo de chatarra.

Anna rió junto a ella, con los ojos fijos en los suyos mientras respondía. —Por casualidad no sabrías dónde aparca esa cosa en estos días, ¿verdad?

—Bueno, estaba aparcado detrás, pero me llamó para decirme que se iba carretera arriba al arroyo Mill durante unos días.

—Bueno. ¿Dijo por qué?

—Oh... —se encogió de hombros—. A pescar, creo. De verdad que merece un descanso. Ha estado trabajando turnos dobles las últimas dos semanas seguidas.

La pelirroja asintió y sacó una pluma del bolsillo antes de agarrar una servilleta y anotar su nombre y número. Mientras lo hacía, ella habló. —Escucha, te diré qué. Si aparece antes de que lo encuentre, hazme un favor y haz que me llame —deslizó la servilleta hacia ella con una sonrisa encantadora y un guiño de vuelta.

Ahora el rubor apareció en las mejillas de la muchacha mientras le devolvía la sonrisa. —Es una lástima que no pueda llamarte por algo más que Roy... —miró hacia abajo en la servilleta—. Anna.

La cazadora sonrió y se levantó del mostrador. —Sí, es una pena. En un pasado te hubiera dicho que podrías, pero ahora estoy como... ¿doblemente comprometida? —se rió—. De cualquier forma, ¿tú nombre es?

—Elizabeth.

—Elizabeth. Muy bien. Con mi hermana tomaremos la revancha con esa tarta.

—Seguro.

Anna golpeó sus nudillos contra el mostrador con otra sonrisa antes de salir de la cafetería.

—¿Sabes? No sabía que jugabas para ambos bandos.

—Emily, cállate y sube al auto.

La pelirroja más joven gruño enojada, acelerando el paso. —Desde que estás con los Winchesters te has vuelto más amargada.

Anna no pudo evitar reírse ante el comentario de su hermana. Una vez que ella estuvo adentro del auto, la sonrisa cayó de su rostro mientras el peso de la situación caía sobre sus hombros. Sacó el teléfono del bolsillo y marcó el número de Benny. Fue atendida por el correo de voz.

—Benny —dijo una vez que oyó el pitido—. Tengo un cuerpo con dos agujeros en Carencro y he descubierto que te fuiste a pescar. ¿Tengo que decirte lo que parece esto?

****



Lo siento por no haber subido el lunes, tuve algunos problemas y se me complicó 😔

Espero que les guste el nuevo capítulo y agarrense porque después de éste se viene el drama. De nuevo.

Besos y gracias por todos lo comentarios y votos 😙

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