Prefacio
Desde pequeño que siempre hacía cosas diferentes a los demás, siempre me gustaba correr y correr entre los frondosos árboles del bosque vecino, nunca me gusto jugar con autitos ni mucho menos interactuar más de lo debido con gente que no conocía.
Podía estar escalando horas y horas en la gran arboleda sin saciarme de hacerlo. Con ello me sentía libre, libre de todas las reglas que me amarraban a llevar una vida correcta y a base de buenos principios como mí familia dictaba, y como hermano mayor y un Omega, debía ser buen ejemplo para mis dos hermanos menores que en un par de años más de seguro seguirían mis mismos pasos, siendo su mayor ejemplo a seguir.
—Jimin...—sonreí al haber sido descubierto por el imponente Alfa y también quien era mi mejor amigo. Había estado escondido detrás de un árbol viendo como él ayudaba a su padre con los troncos cortados—Te dije que me esperaras en la pileta del centro, sabes que no puedes..
—Andar por aquí, lo se Yoonie—le terminé diciendo, aunque si, era cierto, no podía por nada del mundo ser visto por alguien del pueblo en estos lugares.
Hubo silencio, uno con sonrisas de por medio.
Ambos nos miramos cómplices y en un primer paso él me tomó de la mano y ambos nos internamos en el frondoso bosque frente a nosotros. Corríamos como si nuestras vidas dependieran de ello, la brisa otoñal chocaba con nuestros rostros mientras se deslizaba por nuestras hebras de cabellos. Estos eran mis momentos más preciados, en donde podía desenvolverme sin el temor a ser juzgado o castigado por mi actuar.
Yoongi nunca me recriminó nada, el sólo me dejaba ser, y él se dejaba ser conmigo, por eso y muchas cosas más lo elegí como mí único mejor amigo. Nuestras respiraciones eran agitadas obligándonos a parar con nuestro paso y lanzarnos, literalmente, a la gran cantidad de hojas secas caídas en el suelo, riendo a carcajada limpia por el suceso tan infantil que nos montamos en plena floresta.
—Esto es increíble...—suspire pasando mis brazos por detrás de mi nuca para amortiguar un poco el frío del suelo.
—Eso es cierto, éste es uno de mis lugares favoritos y...hace días quería que vinieras para que pudieras admirar igual que yo de éste lugar Jiminie.
Ambos guardamos silencio y vimos el cielo sobre nosotros. Un cielo despejado, con un sin fin de nubes en toda su extensión, amaba los días así. En donde podía estar tranquilo, en donde podía encantarme con la compañía del bello Alfa a un lado de mí, quien ahora se encontraba con sus ojos cerrados, descansando de su agotadora vida como leñador, en paz y tranquilidad.
—¿Quieres decirme algo? Se que me has estado observando de hace un tiempo—me sobresalte al escuchar esa pregunta, me había visto observarlo como un completo bobo. Él volvió a incorporarse sobre el pasto y se sentó a un lado de mí, invitándome también a sentarme con él.
—Es solo que, ¿Cómo le haces para verte bien en todo— una sonrisa pequeña se bordo en sus labios delgados y un leve sonrojo hizo parte de todo ese bochornoso cuadro.
—Eres un idiotita Park Jimin—golpeo amistosamente mí hombro, ambos aun nos encontrábamos acostados sobre las hojas secas—Creó que ya es hora, debemos volver, ya deben haber notado nuestra ausencia en el pueblo, y más la tuya pequeño escurridizo, no se como tu madre no te vio salir, con lo cuidadosa que es, me sorprende bastante.
Suspire con una sonrisa de por medio.
Odiaba tener que volver a ese hogar, y tener que desprenderme de todo lo que me hacía feliz, y me ayudaba a olvidar un poco todo lo que me pasaba en la vida, día tras día. Yoongi me extendió su mano y me ayudó a ponerme de pie.
—No quiero volver..—dispute.
—Sabes que siempre estará en pie la propuesta de que escapemos juntos Jiminie, huye conmigo Park Jimin—al principio pensé que se trataba de una broma, pero por su tono de voz sabía que estaba hablando enserio, esta no era la primera vez que me proponía lo mismo.
—Yoongi...
—Lo sé—rio con amargura—Se que no quieres, por el temor a lo que digan tus padres y toda esta gente de mierda que vive en este pueblo—dijo con un tono de voz pesado, le reprendí.
—Yoongi...no hables así, entre la gente de mierda como dices, viven también tus padres y mí familia—dije en contra.
—¿Sabes que tus padres arreglaron tu boda con Bursin Acacias?—mí rostro decayó y un puchero adorno mi boca—Todo el pueblo lo esta comentando, hablaran de esto por semanas..
—Lo sé. Al final mí madre logró su cometido, conseguir casarme para tapar los rumores de que frecuentó a hombres cuando ella no me ve, lo cual no es así, sólo te veo a ti..
—Independientemente de lo que esta gente pueda hablar de ti, Jimin, Bursin te consiguió a ti—dijo sin más. Sabía que estaba molestó, lo conocía lo suficiente como para sospecharlo y asegurarme de ello—El sueño de tu madre y los padres de esa mujer se hizo realidad..
Me gire sobre mis talones y me atreví a tomar de sus pálidas y suaves manos.
—Sabes que ella no me interesa en lo absoluto, ni siquiera la conozco del todo..—iba a acercarme un poco más de lo debido a su rostro, de pronto el aroma de Yoongi se había intensificado en mis fosas nasales, interrumpiendo lo que estaba por decir, aturdiendo mis pensamientos, confundiendo a mi Omega en mi interior—Q-que.. ¿Qué fue lo que te echaste Yoongi? ¿Por qué mierda tu aroma se siente jodidamente fuerte?, dime que te echaste
Quise acercarme mas, pero me rehusé rotundamente. Cerré mis ojos.
—No me eche nada..¿Jimin que es lo que sucede?—poso sus manos en mi rostro, por inercia me refregué en su cálido tacto, me quemaba en la piel—¿No me digas que..? Mierda, estas entrando en un ciclo de calor Jimin, tenemos que irnos ahora, debo llevarte a tu casa.
Paso sus manos nuevamente por mi rostro, como intentando de despertarme. Me queje poquito, no quería estar acá. Necesitaba mis supresores inmediatamente.
—D-discúlpame, en verdad l-lo siento tanto Yoonie, y-yo estaba seguro de que no entraría en un ciclo de calor hasta la próxima semana..—suspire.
—No digas eso, no es tu culpa cachorro..—me agarre a su polera.
Sin decirnos nada más y sin mas preámbulos, Yoongi comenzó a caminar conmigo, sosteniéndome por la cintura, percatándose de que nadie, y en especial un Alfa estuviera rondando cerca. De pronto me sentí exhausto, acelerado, como si hubiera estado corriendo por horas, cuando ni siquiera me había movido antes. Me sentía avergonzado y verdaderamente apenado con todo esto. No esperaba que Yoongi me viera en este estado, era algo intimo, y por mas que el fuera mi mejor amigo, me apenaba mostrarme así frente a el, por lo que prefería guardármelo solamente para mi y nadie mas.
—No quiero que nadie se atreva ni a mirarte, no no no, simplemente no quiero que esos salvajes te miren como si de un pedazo de carne se tratará..
No había caído en cuenta de que ya habíamos llegado a la entrada del pueblo. Todo lucia muy calmado, ya casi nadie rondaba los parajes del poblado, cosa que hacía más fácil mi movilización hacía mí casa, pero no tomé en cuenta al grupo de vagos que estaban en una esquina, agradecía por lo menos que Yoongi se haya tomado el tiempo de acompañarme a casa.
—¿Has sentido el aroma de ese Omega?—murmuro uno de los chicos, al parecer Yoongi no había escuchado aquél comentario ya que aún seguía con su vista puesta en el camino a mí casa.
—Joder..—gimoteo otro de ellos—Es tan dulce y embriagador..
—Esperemos a que ese Alfa lo dejé sólo. Y..—Yoongi giró su cabeza, cerré los ojos y suspire, ambos chicos de quedaron expectantes a nuestra pausa.
—¿Esperar a que si se puede saber?..—escupió con recelo él Alfa junto a mí.
—No te metas paliducho, sólo queremos charlar con el bello Omega entre tus brazos..—hablo un chico, era castaño. Y podía jurar que detrás de esas palabras había una intención lujuriosa. Me abracé al torso de Yoongi, aquél muchacho se acercaba con la intención de llevarme con él y alejarme de la protección de mí mejor amigo, pero Yoongi bruscamente quitó las manos del desconocido y se alejó, sin mirar hacia atrás, ambos volvimos a encaminarnos a mi hogar, importándole poco los miles de garabatos que gritaba ese Alfa asqueroso en contra suya.
—¡Eres un jodido idiota!—gritó aquél hombre—¡Un bastardo!
Levanté levemente mi rostro sin aún soltarme de los brazos de mi Yoonie. Su semblante era neutro, era difícil deducir si él estaba bien o se había enfadado. De todas formas agradecía que haya estado presente en este momento, esos hombres no eran de fiar, sólo querían una cosa y no era específicamente hablar con un Omega entrando en su calor. Eso estaba más que claro.
Lo que necesitaba ahora era una buena siesta, quizás eso podría aminorar las ganas que tenía de lanzármele encima a quién era mi mejor amigo, su aroma se me hacía irresistible, cada segundo a su lado se me hacía eterno, interminable. Era una completa agonía para un Omega como yo.
Holaaa bellezas
Acá wxsabi con una nueva historia
Es mi primera vez escribiendo un fic omegaverse, espero que les guste y disfruten de la trama.
Denme una oportunidad 🥺💜
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