Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Final

—¡Eso es!—exclamó frente a mí. Esa emoción que expresaba su rostro siendo parte de un macabro juego del Alfa Park—¡Jiminie por favor no reprimas a tu lobo! Mira el color de tus ojos, ¡Está cambiando!

Cerré mis ojos en un arrebató.
Mi cabeza agitándose en negación a las palabras que él decía. Estaba en una muy complicada lucha contra mis propios instintos animales, luchando en contra de la voz dominante del Alfa que se empeña en que saque a relucir a mi Omega. Me sentía débil y un miserable, incapaz de proteger la vida que llevaba en mi vientre.

—¡Vamos Jimin! ¡Enséñame que tan feroz puedes llegar a ser convirtiéndote en un lobo! ¡No reprimas la verdadera naturaleza de nuestra alma!—quería llorar en ese instante, perdí las fuerzas en mis brazos y mi hermano tomó ventaja de ello. Cambio las posiciones y esta vez yo era el que se encontraba de espaldas en el sillón.

Cada segundo que pasaba evitaba en el Alfa tocará mis dedos, dolía ante el más mínimo de sus toques. Podía ver como un hilo de sangre recorría mi brazo, brotando desde aquella uña maltratada. De pronto aquella sed animal por defenderme hacía aquel Alfa que trataba de dañarme siendo más fuerte que la poca racionalidad que me estaba quedando desde hace minutos.

—¡Cállate! ¡Eres un hijo de puta! ¡Yo hubiera dado mi vida por ti Chanyeol! ¡Me fui siempre en contra de todos porque nunca acepté que te llamarán monstruo ni tampoco creí nunca en esos rumores!—dije luchando contra su fuerza—¡Ahora puedo ver que todo de lo que alguna vez se te acusó, es verdad! ¡Cada palabra la creó en estos momentos Park Chanyeol!

Mi cabeza cayó hacia atrás, las lágrimas comenzaban a descender por mi rostro, mi lobo aullaba de dolor dentro de mi, incapaz de creer en lo que veía, en que su hermano había sido siempre un monstruo.

—¡Ahora quieres arrebatarme a mi familia! ¡Quieres quitarme a mi cachorro! Todo para satisfacer tus deseos de venganza, arrastrándome a mí con ellos..—solloce—Todo porque quieres que sea infeliz al igual que tú, quieres que sienta el dolor de no tener el cariño de nadie, ese vacío que por tanto tiempo lleno tu corazón por tus propias acciones..—el Alfa había dejado de ejercer fuerza contra mi débil cuerpo.

Me alejé de su agarré y comencé a subir por el respaldo del sofá. Aprovechando la distracción del Alfa sumido en su mente.
Eventualmente aquella adrenalina que se había esparcido en mi cuerpo disipándose levemente ante la calma que nos rodeaba, mi Omega escondiéndose a medida que iba creyendo que todo podría estar bien.
Pero me equivoqué, había sido un iluso al creer que ese momento podría ser el final de aquella pesadilla que estaba viviendo.

Intenté correr a la puerta, justo en el momento en que los ojos del Alfa brillaban en un resplandeciente rojo, el mismísimo fuego del infierno prendiendo en aquellos orbes tan hipnotizantes.

Uno de mis tobillos fue jalado hacia atrás, cayendo de frente hasta el suelo. Solté un alarido de dolor, mi pecho chocando con algo duro que se encontraba en el solar, no había tenido tiempo de asimilar lo que estaba sucediendo, rápidamente había sido girado para quedar de espaldas en la madera deteriorada y húmeda del lugar.

Todo el peso de su cuerpo quedó sobre mi vientre, que trataba de proteger con mis delgados brazos a toda costa.

—Creíste..—jadeo de cansancio—Que diciendo todas esas cosas ¿Lograrías algo para salvarte a ti y a tu cachorro? No intentes más cosas porque todo será en vano hermanito, sabes que no puedes hacer nada porque soy más fuerte que tú—me sentía humillado en ese momento—Ya no tenemos más tiempo, en unas horas comenzará la luna de sangre y debemos prepararnos, todo mundo pagará ahora..

—B-basta.. déjalo ya, detén este infierno..—musite agotado físicamente.

—Nada a comenzado aún, hermano..—susurró cuando se inclinó hacia abajo y habló cerca de mi oído—Debemos probar una última cosa y estarías preparado..

Temblé en ese momento.
El Alfa había tomado mi mano dañada y alzándola por encima de mi cabeza dejó a la vista aquella uña de plata incrustada en uno de mis dedos. De su bolsillo sacó la última garra de plata y la acercó hasta mí dedo anular, me resistí lo que más pude, mis últimas fuerzas impuestas en ese impulso de evitar aquella desgracia.

—¡No!—fue mi grito desgarrador. Sentía como cada músculo de mi garganta era cortado lentamente—¡Argh!—lloré cuando sentí la afilada uña incorporarse por sobre a mi uña natural. Una ola de emociones de pronto inundándome el alma, cegándome por completo, tan solo logrando ubicarme gracias a mis sentidos agudizándose.

El Alfa se había separado de mí.
Poniéndose de pie y siendo testigo de aquello que él mismo había provocado. Su creación en su máximo esplendor.

—¡Eso es! ¡Lo estás logrando! ¡Tus garras están cobrando el color que corresponde! ¡Tu Omega está tomando posesión de ti!

Me puse de pie y miré mis garras.
Las cuales antes eran de plata, ahora siendo de un color dorado brillante.

—¡Que me hiciste!—exclame con dolor. Mis manos se fueron hasta mis cabellos, tirando de ellos con desesperación. Aquél dolor que comenzaba a dispersarse por mi cuerpo siendo totalmente exasperante—¡Duele por favor detén esto!—suplique.

—¡No lo haré cuando la mutación está tan cerca de completarse!—y se oía tan felíz. Tan emocionado, regocijándose en la victoria de que sus planes tenían éxito. A costa de todo el dolor que estaba en mí—No luches más Jimin, todo será en vano..

—¡Argh! ¡Duele!—exclamaba llorando. El dolor era ya insoportable, mis garganta y ojos ardían. Tenía sed, pero no una sed que cualquier humano común tendría. Mis piernas temblaban, sentía como mi ropa se pegaba a mi cuerpo debido al sudor y no podía ver nada realmente con claridad.

Todo mi mundo estaba girando.
Estaba hiperventilando. Llevé mi única mano sana hasta mi vientre, aferrándome a él, cuidando de él, evitando que otra vez el Alfa amagara hacerle daño, aunque en estos momentos debía protegerlo de su propio padre más que del Alfa presente.

—¡Bebé!—hipé del llanto—¡No morirás!

—¡Vamos Jimin! ¡Deja que tu naturaleza animal fluya por las células de tu sangre!—alentaba el mayor desde un rincón del pequeño espacio en la cabaña—¡Hazlo!

Aquella palabra hizo eco en mi cabeza. Hazlo. ¿Qué tanto poder tenía esa palabra sobre mi en ese momento?. No debería hacerlo si era lo suficientemente fuerte para evitar que esto suceda, pero en estos momentos era una tarea complicada de lograr, no sabía cuánto tiempo era el que una persona tardaba en mutar totalmente. Mis piernas temblaron en ese instante, cayendo de manera brusca al piso, otro alarido salió de mis labios, mis manos se fueron hacía mi rostro, arañándolo, quizá buscando de esa manera desesperada que todo el dolor que esas garras de color dorado se disipará y me dejará en paz.

Aún cuando me provocaba más dolor.

—¡Sácamelas!—esta vez aquel grito salió camuflado por un gruñido potente. Mi rostro se alzó hacia él, sentía como la sangre brotaba de las heridas frescas que yo mismo había provocado—¡Argh duele! ¡Duele! ¡Por favor! ¡Yoongi!—aclame.

—¡No lo llames! ¡Ese hijo de puta no podrá oírte a esta distancia!—lloré aún más. No tenía la certeza de si el lazo que ambos compartíamos podía servir de algo. Sabía que ambos sentíamos las emociones del otro, pero nunca tuve la oportunidad de probarlo de manera segura y verídica.

Mi hermano se acercó hasta mí y me tomo de mis brazos, acercándome a su rostro.

—Recuerda lo que te dije ayer..—dijo casi en un susurro—No lucharás, no servirá de nada porqué se cuando un humano está a prontas de mutar, y tú estás en la fase 2..—un puchero se formó en mis labios al escuchar aquello—Y debes recordar que también dije que ese desgraciado pagaría por haber intentando alejarte de mi lado, y que ese cachorro que llevas en tu vientre lamentablemente se llevaría la peor parte.

Lloré.

—¡No lo permitiré! ¡No matarás a mi bebé!—le gruñí. Mi Omega nuevamente sacando los colmillos por su cachorro. El asombro de mi hermano fue evidente.

—Magnífico..—murmuró—Serás igual a mí—llevó una de sus manos hasta mi boca, rozando con sus dedos la punta de aquellos colmillos que nacían por primera vez—Serás un lobo excelente hermano, ya quiero ver la reacción del imbécil de tu Alfa cuando vea en lo que eres ahora y que su preciado cachorro se irá cuando tú termines de convertirte en un lobo..

Yoongi.

—Ya casi esta anocheciendo, deberíamos ir a buscar hacia el lado oeste del pueblo—comentó Bursin—Ya sabemos que este lado del bosque no hay nada más que simples árboles y áreas verdes..—dijo.

—Bursin tiene razón—añadió Namjoon—Lo mejor en este caso, ya qué no hemos conseguido nada buscando en manada, es ir cada uno por su lado, seremos más rápidos de esa manera.. ¿Tú que dices Yoongi? ¿Estas de acuerdo que sea así?.

—Yo.. cualquier manera esta bien para mí, solamente quiero encontrar a mí Jimin sea cual sea la manera, yo estaré de acuerdo—contesté con sinceridad, de pronto sintiéndome abrumado, mis pensamientos estaban dispersos—Deténganse..—dije en medio de nuestra conversación. Tae y los demás pararon.

Todos me quedaron viendo extrañados.

—¿Sucede algo Yoongi?—preguntó Taehyung pero le hice callar.

—Escuché algo.. lejano..—dije con una pizca de esperanza—Deben estar cerca..—intenté movilizarme por la zona, intentando escuchar nuevamente aquél ruido sin explicación, necesitaba algo más para así poder hacer trabajar a mi sentido.

—¿Qué fue lo que exactamente escuchaste?—indagó el cortejo de Tae, aquel Omega de nombre Jung Hoseok.

No fueron necesarias las palabras en ese instante, un alarido llegó hasta nuestros oídos. No tenía la certeza desde que lado venía, mis sentidos estaban confundidos. Eventualmente el crujido de unas ramas nos puso a todos en alerta, estaba cerca. Podía oler el aroma de otro Alfa entre los que ya estábamos presentes, era más fuerte que los que ya había olfateado.

—Estén alerta—fue lo único que logré pronunciar. Todos sujetamos con fuerza cada una de nuestras armas de defensa.

Entre ellas lanzas, garrotes y arcos.
En este pueblo era lo único que teníamos como defensa a nuestro alcance.

—El lobo está aquí..—dijo Seokjin, podía sentir como cada uno comenzaba a asustarse—Puedo sentirlo, su aroma llega hasta mi olfato..

—¿Es momento de correr?—pronunció Jungkook tomando instintivamente la mano libre de mi hermano mayor. Sabía que podía contar con ese Alfa ahora. Un gruñido más fuerte se escuchó a nuestro alrededor, me giré hacia todas partes, buscando con la mirada y la poca luz del día que nos iba quedando, eso me decía que debíamos actuar rápido, antes de que quedáramos completamente a oscuras y a merced de aquel animal sediento de venganza y sangre humana—Lo huelo..

—N-no puedo verlo..—comenté con desesperación—¡Muéstrate bestia!

Y entonces fue cuándo todos lo vimos.
Aquél pelaje más negro y majestuoso de lo habitual, esos ojos hipnóticos brillando entre las sombras, el rojo aturdiéndote por completo, bajando tus defensas. Miré al costado, en donde se encontraba Nam, Jungkook y Taehyung en cada esquina, era momento de atacar con todo al lobo.

—Nam, Jungkook..Tae..—les llamé—Ahora.

Ellos asintieron y alzaron la punta de las lanzas en dirección al gigantesco lobo. Un gruñido más faltó para que atacaramos.

—¡Ahora!—gritó Taehyung y dio el primer golpe, dándole justo en la zona delantera, a la altura de lo que debería ser el tórax. En un movimiento brusco, Taehyung fue arrojado hacia un lado, impactando contra un tronco viejo—¡Mierda! ¡Hoseok detrás de ti!—me giré de manera eficaz, enviando una de las lanzas que teníamos hacia la inmensa bestia que nos daba pelea.

Taehyung ya se había puesto de pie, y el resto protegía a sus parejas. Alejándose cada vez más del lobo. Mi corazón latía rápidamente dentro de mí pecho, tragué saliva una o dos veces antes de mirar a mis amigos y hacerles una señal con la cabeza para salir lo antes posible de allí.

—¡Ustedes vayan al pueblo, iré por Jimin!—les grité y seguí la línea que habíamos estado caminando tranquilamente hace un rato—¡Asegúrense de avisarle a las personas lo que está pasando!

Y corrí.
Siguiendo la intuición de mi corazón, la voz de mi Alfa siendo mi guía.

—¡Corran!—escuché a mis espaldas. Me atreví a mirar atrás mientras corría, el lobo no había seguido a ninguno de nosotros.

Y no sabía si debía preocuparme por eso, o sentirme aliviado. Estaba nervioso, me sentía angustiado y necesitaba otra vez esas fuerzas para poder seguir adelante. Otra vez aquél alarido de dolor llegó hasta mis oídos, alertando a mi lobo, aquél más que un grito de agonía, era un llamado de auxilio de parte de nuestro Omega.

—¡Jimin! ¡Jimin, cariño! ¡Dime dónde estás!—exclamaba mientras corría entre las arboledas tan inmensas—¡Jimin!

Mis vellos se erizaron al oír un fuerte y potente gruñido. Había venido de cerca.
¿Acaso..? No, no podía ser posible.

—¡Jimin! ¡Háblame mi amor!—gritaba a los cuatro vientos—Diosa Luna..guíame..

Me detuve en ese mismo instante en que noté algo fuera de lugar en medio de un simple bosque. Había una gran cascada de hojas y flores sosteniéndose de unas rocas. Caminé rápidamente hasta esas hojas descendiendo y pase al otro lado.

Demonios.
Era una cabaña, había otra cabaña y nunca lo supe hasta ahora. Se oían cosas caer en el interior de la cabaña, sin pensarlo más corrí hasta la puerta y la abrí sin más.
Mi pecho se comprimió cuando vi en las condiciones en la que se encontraba el amor de mi vida. Me quedé helado al ver sangre esparcida por la madera del suelo.

—Jimin..—intenté acercarme a él, pero rápidamente se alejó de mi lado.

—¡No te acerques! ¡Soy un monstruo ahora! ¡Chanyeol consiguió lo que quería!—lloré. Mi corazón dolió al ver como mi dulce Omega me alejaba de su lado. Sus ojos eran dorados ahora, tan brillantes—¡Él me orilló a ser este animal desalmado!

Aquellos colmillos en su boca captaron mi atención. Pero eso no fue impedimento a que dijera lo que estaba por decirle.

—Jimin por favor no digas eso..—dije con la voz entrecortada—Para mi no eres un monstruo, siempre serás el Omega dulce del cual estuve toda la vida enamorado, tan solo déjame ayudarte a salir de aquí..

—¡Ah!—lloró desconsoladamente—¡No quiero hacerle daño a nuestro bebé! ¡No quiero que se muera por mi culpa! ¡No!—sus manos se aferraban a su vientre, y fue entonces que reparé que la sangre venía de su entrepierna, él mismo había dejado aquel camino en todo el lugar—¡Sácame estas garras ya no lo soporto más tiempo!

Sus dedos sangraban.

—Mi amor debemos sacarte de aquí, estas sangrando.. viene de tu entrepierna—y me castigue mentalmente al haber sido tan sincero con él en ese momento—Por favor no sigas llorando, no gastes tus energías en esto, te salvare Jimin y a nuestro hijo, ambos vivirán, lo prometo—dije firmemente, aún cuando mi cuerpo entero temblaba. Me acerqué finalmente a él, reparando en que su ropa estaba muy empapada de sudor, estaba agotado—Te arrancare esas garras Jimin, lo haré..

—¡Me esta quemando! ¡Duele! ¡Por favor Yoongi hazlo!—acercó sus manos y las depósito en mis mejillas, le mire a los ojos—No permitas que nuestro hijo muera por esto—me dolió el corazón—Tiene que vivir Yoongi, por favor te lo ruego..—lloró.

—Tengo que sacarte de aquí—fue lo último que dije antes que pasará mis brazos por debajo de sus muslos y lo cargará entre mis brazos—Te llevaré a casa y Seokjin te examinará inmediatamente, no permitiré que nuestro bebé muera, ninguno de los dos lo hará, no mientras esté a su lado..

Bursin.

Y reinaba el caos y la desesperación entre los habitantes del pueblo de Yang-dong. Me entristeció ver el pueblo en donde nací y crecí durante mis dieciocho años en una situación como esta, nunca vista antes.

La luna se había teñido de rojo, un cielo nublado nos cubría, y una ventisca corría entre nosotros. Todo se había convertido en un mismísimo infierno, cuerpos caían sin vida al suelo, mientras que otros se dedicaban a correr a lugares más seguros y apartados de ese gran tormento. Aquella bestia de gran tamaño asesinaba a quién tuviera en su camino, fuera inocente o un culpable en su vida, en la historia que compartía con este pueblo, daba igual.

Todos morían sin tener una última palabra que decir. Un último deseó que cumplir.

—Mi amor muévete..—habló Namjoon tirando de mi mano. Le miré con mis ojos llorosos, incapaz de creer en lo que veía, él me veía de la misma manera—Tenemos  que ir a un lugar seguro, y esperar a que Yoongi llegué junto a Jimin dentro de un rato, no deben estar muy lejos y si corren con suerte podrán encontrarnos a todos..

Mi rostro se volvió hacía el campo sangriento.

—Llegamos tardé..—musite—No pudimos avisarle a nadie y ahora todos están muriendo..—mi corazón dolió en ese instante—Gente inocente esta muriendo Nam—le dije queriendo intentar algo más.

Él se acercó después de mirar a cada lado y cerciorarse de que los demás estaban en perfectas condiciones, dentro de lo que cabía estarlo en realidad. Sus manos se posaron a cada lado de mi rostro.

—Sabes que lo que más quisiera en este momento es ayudar a las personas que mueren injustamente frente a nuestros ojos, pero todo se fue lejos de nuestro alcance mi amor—lloré un poco, estaba débil—Chanyeol nos asesinara a todos y yo puedo optar solamente a protegerte a tí y a nuestros amigos ¿Lo entiendes? No sé puede hacer nada más que protegerse uno mismo..y puede que suene egoísta Bursin pero las circunstancias nos obligan a tener que actuar de ese modo ¿Bien?..

—Y-yo..

—Iremos a casa de los Min.. allí nos refugiaremos en lo que Yoongi llega con su Omega—habló finalmente y volvió a tirar de mi mano para caminar hasta detrás de unos matorrales. Juntándonos todos en ese mismo punto—¿Y ahora?.

—No podemos llegar y correr en medio de todo ese movimiento—comentó Taehyung viendo la escena principal—Es peligroso..

—Tae tiene razón—comentó Jungkook—Ese lobo nos vería inmediatamente y no dudaría en atacarnos y esta vez a muerte, si no nos mató a todos hace un rato fue porque simplemente no era el momento y sé que no soy el único que piensa igual..

El Alfa tenía razón.

—¿Entonces qué?—agregó Seokjin—¿Nos vamos a quedar aquí expuestos a que ese animal despiadado nos ataque a todos?.

—Yo creo qu-

Iba a comentar Hoseok pero se vio interrumpido drásticamente por otra voz.

—¡Auxilio, chicos! ¡Por favor!—todos nos giramos. Y entonces fue que vimos a ese Alfa cargando a Jimin medio inconsciente y sangrando por doquier. Me alarme.

—¡Yoongi!—exclame y acudí a ayudarle. Me quedé perpleja mirando el cuerpo de mi amigo. Jimin lucia su peor faceta, sus labios entreabiertos y secos pidiendo un poco de líquido y oxígeno—Diosa Luna..

—C-creo.. que esta teniendo un ataque de asma..no estoy seguro, desde hace varios minutos que no pronuncia palabra alguna—murmuró apenas—Hyung haz algo..—pidió con la voz temblorosa.

—No puede ser verdad..—habló Seokjin tapando sus labios con sus manos, sus ojos no tardando en llenarse de lágrimas—Yoongi esta sangrando demasiado.. debe tener atención médica cuanto antes, el bebé..-—Yoongi alzó su rostro, mostrando cuán destrozado se encontraba por esto.

Él está ahí..—fue lo único que dijo.

Todos vimos aquella dura escena.
Resignándonos a la dura realidad de que posiblemente allí, ya no había nada. Aunque aún no teníamos la certeza.

—Dámelo—pronunció Jungkook—Seokjin y yo nos encargaremos de ganar tiempo y llevarlo a casa de tus padres para que sea atendido por él..—señaló a mi hermano—Ustedes cuídennos las espaldas, si ese lobo nos ve llevándonos a Jimin, será cuestión de minutos para que lo vuelva a tener bajo su protección, y no queremos que eso suceda otra vez..—Yoongi negó.

Leí la duda en sus ojos.
Sabía que en estos momentos era duro confiarle la seguridad de su Omega a cualquier persona, aún cuándo se trataba de alguien conocido, alguien de la familia.

—Hazlo llegar con bien a casa de mis padres, confió en ti, Jungkook—y pareciera que le entregaba el tesoro más preciado que guardaba. Una lágrima cayó lentamente por su mejilla. Yoongi pasó con cuidado a Jimin a brazos de Jungkook. Una tos ronca y seca salió de los labios del Omega, acompañados de un gruñido débil, pero profundo. Y fue entonces que caí en cuenta de esas garras de un brillante dorado en la mano derecha de mi amigo. Algo había pasado.

Pero me limité a guardar silencio.
Esto era más complicado de lo que pensábamos todos hace apenas unas horas. Todo se había ido más allá de nuestros propios conocimientos, había sido mucha información que procesar.

Jungkook agarró con firmeza el cuerpo de Jimin y le dio un asentamiento a Yoongi antes de partir rápidamente rumbo a la residencia de la familia Min. Me quedé viendo atentamente aquel camino por el que la pareja y el Omega se habían ido. Mi Omega tomó con delicadeza mi mano y me entregó una sonrisa, era el momento.

Yoongi.

—No se si deba decir esto..—habló Taehyung mientras acercaba a Hoseok a su lado—Pero no quiero arrepentirme después por ser demasiado tardé, y es que chicos.. ustedes han sido lo mejor que me ha pasado en mis dieciocho años..

Todos nos sonreímos.

—Que sea lo que la Diosa Luna quiera..—agregué sosteniendo con fuerza aquél arco entre mis manos—Debemos asesinar a esa bestia cueste lo que cueste—aquellas palabras no fueron dichas solo porque sí y tenían un trasfondo que por más que lo negará en mi cabeza, sabía que podía suceder. Cueste lo que cueste, aunque alguna vida entre nosotros se pierda en el camino para siempre. Sonaba injusto, pero daría cualquier cosa para que mi familia estuviera a salvo después de lo que sucediese en este maldito pueblo.

Aunque eso quisiese decir que yo tenga que morir para conseguirlo.

Taehyung nos había dado un señal mientras avanzábamos lentamente entre los árboles y arbustos, escondidos para no ser vistos inmediatamente por aquél gigantesco lobo de pelaje oscuro negro azabache. El silencio de pronto reinaba en los parajes una multitud de cuerpos sin vida se encontraban por todas partes, los prados y aquel hermoso césped teñidos de rojo, la luna sobre nosotros dando un escenario bastante tétrico y escalofriante.

El lobo se paseaba de un lado a otro.
Observando como sus víctimas agonizan y piden misericordia con su último aliento.  Siendo completamente ignorados por el lobo, muriendo a los pocos segundos.

—¿Deberíamos hacer un ataque sorpresa?—comentó Hoseok. Lo pensé.

—Tae y tú atacarán por detrás..Bursin y Namjoon irán por los laterales y yo iré al frente ya que tengo el arco—suspire, no me encontraba listo, pero en estos momentos no podía flaquear—Puedo dar el primer ataque a distancia mientras que ustedes lo hacen eventualmente..

—¿Estas seguro?—preguntó Namjoon.

—No.. pero no tenemos otro plan..—y quizá no era la mejor respuesta confortable para dar en momentos como éstos, pero debía decir la verdad antes que todo. Nadie se encontraría totalmente seguro del hacerlo—Debemos confiar en que todo saldrá bien, y que este plan funcionará.

Todos asintieron.
Aún con la duda bañando sus ojos, cada acción que ellos daban. No hubo necesidad de palabras para que cada uno se dirigiera a su lugar. Dejándome solo en ese momento, sentía miedo. No era como si nuestros padres nos prepararan para un ataque como éste ni algo parecido. Cada familia criaba a sus hijos con el único fin de que en un par de años más estos sigan sus mismos pasos, trabajar con ellos. Sin un futuro más próspero ya que no podían hacer más, Yang.dong no te ofrecía más.

Eran muy pocos los que lograban salir de este pueblo. Alcé una de mis manos y tomé una de las flechas que se guardaban en el cartucho que colgaba en mi hombro. La encaje perfectamente en el arco y fue cuando cerré mis ojos, suspirando ante la presión que sentía en ese instante, la incertidumbre bañándome por completo.

—Tranquilízate Yoongi—me dije a mi mismo. Los nervios no podían traicionarme justo ahora que daría el primer paso—Vamos.. por nuestra família..

Nuestra familia.
Mí familia. Levanté la mirada y ubique al resto de mis amigos, cada uno en su lugar y escondidos de aquél monstruo. Conecté miradas con Taehyung y me asintió.

Era el momento.

—¡Hey! ¡Hijo de puta!—le llamé, el animal rápidamente girándose en mi dirección. Un gruñido profundo lleno de mis oídos. 

Era ahora.
Tenía que atacar antes de que aquél animal se lanzará a mi y me devorara antes que pudiera hacer algo por todos.

Seokjin.

—¡Abre la puerta y déjalo sobre la cama! ¡Yo iré a mi habitación y buscaré todo lo necesario para ver como está!—le grité a Jungkook. Él rápidamente acatando mi urgente orden, estaba nervioso, asustado.

Lo ideal hubiera sido llevarlo al hospital del pueblo, allí tenía todos mis materiales que podrían darme un análisis final en un par de minutos, ahora solo tenía escasos materiales para ello. Aunque no me iba a  rendir, pondría todos mis conocimientos en esto para sacar al bebé y a Jimin adelante. No permitiría que algo más les sucediera a ambos, si es que después de revisarlo, siguiera siendo.. un ambos.

Corrí de vuelta a la habitación de Jimin.
Jungkook ya se había adelantado y había quitado sus zapatos dejándolos a un lado de la cama. Mis padres habrían llegado al tiempo después, detrás de mí, demasiado preocupados por el menor, sin entender porque Jimin se encontraba en fatales condiciones, pero guardaron silencio. La tos seca incesante aún permanecía allí en Jimin, sus muecas de dolor diciendo más de lo que se podía ver a simple vista.

Él sufría.
Y mucho.

—Jimin—le llamé, no sabía si él me seguía escuchando o no—Estarás bien.. haré que el dolor se vaya, por favor aguanta más..

—Hyung..D-duele mucho—musito apenas y es que no sabia a que dolor se refería específicamente, eran muchas cosas las que le estaban afectando en este momento, pero sea cual sea, haría que todas ellas desaparezcan de una vez.

Rodee la cama y me puse de lado izquierdo. Tome unos guantes y unas pinzas que yacían sobre el velador. Tragué saliva al ver aquellas garras en dos de las uñas de Jimin, recién había prestado un poco de atención a lo que el portaba. Viendo cómo su tos había cesado un poco preferí acudir a lo que me parecía más grave e importante ahora, esas garras.

—Jungkook toma su mano..—le pedí. Sus ojos titubearon, con cuidado tomo la mano dañada del Omega, dando una perspectiva completa de las garras, sus dedos sangraban, levemente—Bueno..—suspire y me incliné para ver mejor, tomé las pinzas correctamente y las acerqué a la primera garra. Un movimiento brusco me sacó de mi concentración—Lo siento Jimin, pero debemos sacarte esto..si no el dolor no se irá jamás ¿De acuerdo?..

—M-mi..be..bé—le mire nervioso, alejé mi mirada por un momento, Jungkook y mis padres me veían igual—No.. ¿M-morirá?..

Sus labios entreabiertos balbucearon, estaban secos y de un leve tono morado.

—Tú cachorro está bien..—me regañe por decirle aquello. Aún no tenía la certeza de que su cachorro aún siguiera en su vientre—Todo estará bien..—me dije a mi mismo.

Di un suspiro. Mis dos manos se encontraban alzadas al frente, las mangas de mi chaleco arremangadas. Toqué la primera garra y fue cuando Jimin dio un movimiento más brusco pero no me detuve, la garra dorada se encontraba muy incrustada sobre la uña real. Me puse un tanto nervioso cuando Jimin jadeo entre lágrimas, pero ya había avanzado mucho como para pensar siquiera en parar todo.

—¡H-hyung..du..duele! ¡V-ve a mi bebé!—tocio mientras murmuraba todo eso—¡Él es m..más importante!—mi corazón dolió.

Claro que era importante, pero primero debía velar por la salud del padre. Aún cuando doliese horriblemente hacerlo de esta manera.

—No puedo ver esto..—murmuró con pena mi madre y salió de la habitación, siendo seguida por mi padre. La primera garra había sido retirada, me sorprendí al ver que la garra tenía una extensión de cinco centímetros, todo era horroroso. La dejé sobre una bandeja de plata y proseguí a retirar la segunda y última garra. Esta fue menos complicada de sacar, no demoré ni la cuarta parte de sacarla de la cutícula.

Y después de un buen rato sentí alivio.
Noté como aquellos colmillos se iban de la dentadura de Jimin y con ello toda esa adrenalina que las garras había provocado en él y por supuesto, en su Omega. Jimin por fin respiraba con calma, sus ojos se cerraron inmediatamente ante esa paz.

Jimin estaba bien.

Dirigí mi mirada hacía mi novio y me desconcertó bastante ver su semblante.

—¿Sucede algo Jungkook?..—me miró nervioso. Recién había notado lo inclinado que estaba hacia el vientre de mi amigo.

—N-no siento el aroma del bebé—fueron sus palabras.. Le miré asustado. Miré a Jimin quién aún permanecía cansado y fuera de órbita, tomé a Jungkook de su brazo y lo tiré hasta llegar a la puerta.

—No puedes estar tan seguro.. hay muchos olores mezclados en el cuarto—le dije alejando todo pensamiento fatalista. No podíamos adelantarnos a los hechos, ninguno de nosotros sabía en verdad—Iré por mi estetoscopio a mi habitación, haré lo mejor posible para poder escuchar los latidos del corazón de ese bebé solo con ese aparato—dije con un horrible nudo en la garganta, incapaz de pronunciar otra palabra. Dejé a Jungkook parado en el umbral de la puerta y fui por ese objeto.

No tardé mucho en encontrarlo.
Eventualmente regresé rápidamente a la habitación en donde descansaba Jimin. No dije nada más y me abalance sobre la cama, quedando a la altura del vientre del Omega. Levanté su camiseta, dejando a la vista ese vientre levemente abultado.

Cerré mis ojos para poder concentrarme mejor, alejando todo el ruido que podía llegar hasta mí, buscando escuchar solo esos latidos de corazón. Pero no podía..

No escuchaba nada.

—¿Seokjin..?—miró preocupado mi novio.

Yoongi.

Jadee de dolor ante el ardor que sentía en la zona de mis costillas, la sangre salía de allí sin parar, pero no le presté la atención debida en ese momento. Aquél lobo había resultado ser más fuerte e invencible de lo que nos habíamos llegado a imaginar. Levanté mi mirada y vi la escena que se creaba frente a mí, las palabras de la madre de Taehyung llegando a mi cabeza.

Un mundo en donde todos pereceríamos, el pueblo cayendo a las brasas del calor del infierno por el hijo mayor de los Park.

Mis amigos caminaron lastimados hasta donde me encontraba. Gotas de sangre manchando la piel de sus manos y brazos, me puse de pie con dificultad, esperando a estar todos nuevamente reunidos.

—Es..imposible—suspiro Taehyung. Todos formamos una línea recta, mirando hacia al frente en donde la bestia se paseaba de manera tranquila y desinteresada—A este jodido paso seremos nosotros los que terminaremos muertos en este pueblo...

—¿Qué debemos hacer entonces?—habló Namjoon pasando sus brazos por su abdomen—Esa cosa asesinara a todos en este pueblo y luego seremos nosotros..

—Hagamos lo que hagamos, siendo al principio o al final..—comentó Hoseok con cansancio—Ese animal nos asesinara al igual que al resto, no quedará nadie aquí para que pueda ayudarnos y detenerlo..

Hubo silencio..
Todos seguíamos de pie a distancia del lobo. Siendo camuflado por el humo que se esparcía por los aires, de pie en sus cuatro patas nos observaba, pero no nos atacaba ni hacia amague de hacerlo. Eso me inquietaba enormemente, sabía que todo lo que nos haría, lo pensaba en este momento, sus ojos rojos como el infierno calando por cada parte de nuestro cuerpo.

Era algo terrible.

—Tenemos que irnos..—dije jadeante—No podemos detenerlo, no tenemos las herramientas para hacerlo, somos unos simples adolescentes—de pronto una lágrima cayó por mi mejilla—No estamos preparados para enfrentar algo así..lo que hicimos aquí fue todo lo que podemos dar físicamente, debemos sentirnos más que  orgullosos por lo que logramos, aunque la muerte de esa bestia no esté dentro de esos pocos logros—todos asintieron.

—Yoongi tiene razón..—comentó Bursin, me gire a verla. Un hilo de sangre caía desde su frente, perdiéndose entre su cuello y ropa—Debemos regresar a cas-

Un disparo resonó en el lugar.

—¡Chanyeol!—me quedé helado ante tal exclamación. La reconocía fácilmente. Todos nos habíamos girado para ver quién había sido el causante de ese grito.

Ésa Omega.

—¡Ya basta Chanyeol! ¡Por amor a la Diosa Luna!—¿Que? ¿Esa mujer siempre supo que quién se escondía bajo el lobo, era su propio hijo? No podía ser cierto..—No lo hagas, detente. Así no solucionaras nada..

La mujer poco a poco se iba acercando al lado del lobo. Cargando un arma entre sus manos, alzándola hacia al frente.

—Esa no es..—murmuró Bursin pasmada.

—La madre de Jimin—conteste.

El lobo retrocedió.
Todos tomamos esa oportunidad para poder alejarnos aún más y escondernos.

—Chanyeol se que me estas oyendo, que estas poniendo atención a todo lo que te estoy diciendo, no sigas escondiéndote bajo ese animal—no entendía como podía estar tan calmada ante esa bestia—Habla con mamá Chanyeol, has las cosas bien..

Y fue que pasó.
Todos nosotros presenciamos por primera vez como ese animal regresaba a ser un humano en cuestión de segundos.
Chanyeol renacía una vez más de ese oscuro pelaje, erguido frente a su madre.

—¿Cómo es que tienes el coraje de decir que hablé contigo ahora, Jinri?—preguntó con firmeza—¿Qué pasó cuando en verdad quería hablarte de niño? Te atreviste a darme la espalda, me ignoraste cuando solo quería que me dieras contención, y no me criticaras como lo hacía el resto de este mugroso pueblo..—cada palabra iba con una pizca de odio, rencor y veneno—¿¡Por qué tendría que hablar contigo ahora Park Jinri!? ¡Dame razones para hacerlo!

Jinri había bajado el arma.
Acercándose en son de paz al Alfa.

—Lo sé..—comenzó diciendo—Sé que he cometido muchos errores en el pasado, pero puedo darte una explicación..

—¡Acaso puede tener explicación que una madre rechace a su primogénito por el que dirán!—exclamó con dolor. Por un solo momento me preocupe de la seguridad de la Omega—¡Me tiraste a las brasas del infierno porque la gente decía que era un niño diferente! ¡Un monstruo con el cual las madres asustaban a sus niños!

—Chanyeol..—intentó acercarse más—Hijo..—pero el Alfa se alejó—Se que con una disculpa no borrare todos esos feos recuerdos que has tenido, todo el dolor, pero por favor te pido que me perdones..—se le veía realmente apenada—Y-yo..fui siempre una cobarde, una madre que no fue capaz de defender a sus hijos y en cambio les dio la espalda porque fue incapaz de afrontar la realidad, la verdad..

—¿La verdad de qué?—escupió con odio.

—La verdad de que siempre busqué mi seguridad por sobre la de ustedes, temía en ese entonces, cuando tu padre falleció, que los demás se enterarán de lo que tú habías hecho Chanyeol, no quería que la gente hablara de mí y me criticara por haber criado a un niño así..—podía notar cuánto le ha costado decir aquellas palabras—Por eso hui, por eso llegamos a este pueblo hace tantos años, pero no valió la pena ya que seguí cometiendo el mismo error una vez más, la gente decía cosas sobre mi hijo mayor otra vez, ellos nunca entenderían lo que sucede en la mente de un niño, y tú siempre fuiste uno muy excepcional Chanyeol..—las lágrimas caían por el rostro del Alfa—Uno diferente.

—Puras excusas..—gruño el Alfa.

—No son excusas..—habló la madre—Te estoy diciendo la verdad. A mi nunca me  avergonzó lo que tú eras, como eras.. pero temía de la opinión pública, siempre quise ser una mujer perfecta, fuerte ante todos los demás, inquebrantable..—titubeó—Fue lo que siempre traté de ser, y seguí el camino incorrecto para honrar eso, alejé a mis propios hijos con tal de mantener ese estatus en mi vida, en la familia que había construido al lado de Siwoon..los crie a ustedes de la misma manera que me criaron a mí, duramente y sin arrepentirse, quería que fueran iguales a mí, pero tal parece que ambos, Jimin y tú son iguales, tan excepcionales y únicos en el mundo..y eso de alguna manera iba en contra de lo que la gente de este pueblo pensaba, eran personas carentes de mente.. reacios a lograr entender algo que estuviera fuera de su conocimiento habitual—dijo ella.

—¡Nosotros nunca te importamos! ¡No sigas excusándote detrás de tu malas decisiones en el pasado!—en ese instante sentí la necesidad de ir en ayuda para la señora Park, pero Bursin me detuvo, tan consternada como todos nosotros ante lo que estábamos presenciando—¿Acaso piensas que diciéndome todo esto ahora cambiarás algo en todo lo que quiero hacer? Yo lo único que quise de niño fue que me dieras apoyo.. que me defendieras de los ataques de estas personas, las que ahora están muertas.. ya es tarde madre, nada va a cambiar, ¡Nada será diferente!

—Chanyeol por favor..—sollozo la madre.

—Crecí con el deseo incesante de algún día hacer pagar a todas estas personas por lo que me hicieron—se iba acercando a la Omega—Y lo conseguí, pero nunca llegué a imaginar que también tendría que hacer lo mismo contigo, cuando supe todo lo que habías hecho con mi hermano..algo en mí creció, cada día con más fuerza..—sonrió tétricamente entre lágrimas—Con el tiempo me convencí que no importaba lo que me habías hecho tú como madre, yo no importaba en verdad, porque para mí, Jimin siempre estuvo por sobre mí propia estabilidad, Jimin lo es todo para mí, y por eso fuiste una más de mi lista, porque no soportaría que le hicieras el mismo daño que me hiciste a mí de niño, Jimin en un ser puro e inocente madre..¡Él no tenía porqué pagar por tus malditos ideales! ¡No tenías porque hacerle daño!

Tuve miedo de lo que podría pasar ahora.

—Yoongi..—llamó Taehyung—Tenemos que hacer algo antes que ese malnacido le haga algo a su propia madre.. Pese a todo lo que ha pasado, sabemos que Jimin no soportaría perder a su madre de esta manera, no lo haría..—tenía razón.

—Lo sé..—mordí mi labio inferior con nerviosismo.

—Chanyeol..por favor no lo hagas..—levantó nuevamente su arma, esta vez con sus manos temblando—No me obligues a cargar esta arma y darte en el pecho..

—No me importa..ya nada importa ahora que por fin logre mi venganza..Jiminie..sé que él estará orgulloso de mí—sentí lástima al ver el estado de Chanyeol—Pero me falta la guinda del pastel para que todo mi infierno acabe de una vez, y ese detalle eres tú, madre..—lloró—Has causado dolor y sufrimiento en cada vida que has tocado, has roto las ilusiones de todo aquél que te ha confiado sueños..has roto el alma de la gente que alguna vez te amó más que a nada en el mundo..y nada de eso fue suficiente para que te dieras cuenta de lo mal que estabas obrando, ¿Teníamos que llegar a este momento para que por fin aceptaras tus errores?...

—Perdóname..—lloró la madre.

Tenía que hacer algo..

—Si vas a matarme, tú te iras conmigo porque ambos merecemos pagar por todo el daño que hemos causado..¿Y sabes porque llegué a esa conclusión?—en un movimiento rápido Chanyeol tomo a su madre con los hombros y le dio un giro hasta quedar su pecho contra la espalda de su madre—Porque al fin y al cabo, lograste que yo fuera parecido a ti..un Alfa egoísta, malvado y que solo pensó en sus propias necesidades..—sonrió, susurrando a su oído. Entonces fue cuando actué y salí de mi escondite—¿Estas feliz ahora?.

—¡Chanyeol no lo hagas!

Pero nuevamente una voz me detuvo.
Giré y caí en cuenta de quién era. Su rostro adormilado y decaído, ojeras yacían bajo sus luceros. Sus labios entreabiertos y resecos, sostenía su vientre con dolor y agotamiento, sentí pánico al verlo aquí.

Detrás venían Jungkook y Seokjin. Acompañados del padre de mi Omega.

De sus ojos salían incontables lágrimas.
Él no debería estar aquí..debería estar en casa, bajo el cuidado de mi hermano.

—Hermano..por favor no cometas una locura—musito apenas. No pude evitar correr hasta él, quería sostenerlo yo mismo, pero algo en mi no lo permitió, aquél dolor que había estado ignorando todo este tiempo, aquella herida en mis costillas, aquella que me rehusaba a creer que estaba ahí, pero lo estaba—Piensa un poco en lo que estás haciendo a nuestra madre..ella no merece un castigo así..

—¡Tú deberías entenderlo mejor que nadie Jiminie! ¡Tú sabes mejor que nadie lo que es que está mujer te haga sufrir!—gritaba con la agonía en cada palabra—¡Ella nos destruyó a ambos hermano! ¡Nos alejó por que se avergonzaba de nosotros..!

—Lo sé, sé por cuánto hemos tenido que pasar los dos hermano..pero he aprendido que estas formas nunca serán las correctas para juzgar a una persona..de eso siempre se encarga la Diosa Luna..—hipo del llanto—Nosotros no podemos, nuestra madre merece una oportunidad..

—¡No la merece! ¡Ella nunca va a cambiar!—tomo el arma y la puso en su cien. Alertándonos a todos los presentes—¡No puedo vivir sabiendo que una mujer como ella sigue existiendo entre nosotros! Aún cuando trataba de disculparse, cargaba un arma con ella porque siempre nos temió, ¿Crees que alguien sincero haría eso?..

—Chanyeol piensa por favor.. recapacita—le pedía entre sollozos mi amado Omega—¡Es nuestra madre por amor a la Diosa Luna! ¡Estas a punto de hacer algo que nos dañará más que cualquier otra cosa!

—Ella nunca nos amó..—murmuró, con su vista perdida—Y nunca se disculpó de verdad..—afirmó el arma entre sus manos.

La señora Park lloraba desconsoladamente. Entonces miro a su hijo menor, sentía esa hermosa conexión.

—Perdóname Jimin..siempre te amé..—Chanyeol había cargado el arma, mi corazón latía desembocado en mí pecho—A los dos los amé con todo mi corazón, me equivoqué por favor perdónenme..—decía con nerviosismo y rápidamente—Busca siempre tu felicidad, hijo mío. 

Jimin corrió hasta donde estaba su madre pero antes que pudiera hacer algo, aquél gatillo se había soltado e impactando la bala en ambos cráneos, su sonido retumbando hasta el mas recóndito de los lugares del pueblo, pero no siendo más fuerte que el llanto de mi amado, cayendo destrozado al suelo.

—¡Madre!—lloró. Y entonces no pude seguir de pie mirando todo y corrí hasta él, abrazándolo al instante—¡No, madre!..

—Llora mi amor, llora todo lo que quieras—murmure con lagrimas en mis ojos—No hay mejor paz para estas situaciones que drenar todas tus emociones.. llora mi vida..—le abracé más fuerte. Jimin literalmente se deshacía en un mar de llanto, su rostro escondido en mi pecho, empapando mi camiseta, agarrándose a ella con sus manos hechas puños—Ten en cuenta que tu madre se fue en paz mi cielo.. ella pudo decirles toda la verdad, siempre te amó..

—Yo..la a-amo..—sollozo—Siempre lo hice, nunca pude odiarla o guardarle rencor..

—Ella lo supo cariño, ella siempre supo cuánto la amaste..—susurre dulcemente. Como pude lo tomé y lo subí a mi regazo, todos se encontraban estupefactos ante la sensación que nos dejó todo esto. Nadie se hubiera imaginado que las cosas hubieran terminado de esta manera, nadie esperaba que el destino para ellos fuera una muerte rápida e incluso injusta.

Pero el destino para ellos estaba escrito.
Nada podíamos hacer nosotros contra eso, la Diosa Luna era misteriosa, sabia. Era un dolor inmenso, deseaba con todas mis fuerzas que este infierno acabará, que aquél lobo se fuera y por fin nos dejará en paz a todos nosotros, pero si me hubiera enterado antes que para eso, las muertes de las personas a las que más amo Jimin tendrían que llevarse a cabo, hubiera sido mejor buscar otra manera de detener esto.

Lo que menos quería en el mundo, era ver llorar desconsoladamente a mi Omega. Y menos ahora que se encontraba tan débil.
Ahora nos quedaba la opción de superar y avanzar, pero no olvidar. El recuerdo de este día siempre persistirá en nuestras memorias, cada día recordaremos lo que sucedió en este pueblo y las vidas que se llevó este histórico ataque de una bestia.

Que nos había llevado a vivir en una total angustia.. días y noches sumidos en temores que no se irían con el viento. Todo cambiaría ahora, la manera en la que veíamos el mundo antes, era una manera completamente diferente actualmente, nos habíamos enterado de cosas que iban más allá de nuestros conocimientos, las historias que escuchábamos de pequeños se habían hecho realidad, las bestias si existían y cada palabra que leí alguna vez en un libro, eran reales ahora. El destino nos había enseñado lo que es vivir en un mundo de lobos, criaturas majestuosas y a la vez peligrosas, habíamos encontrado la manera de conocer a nuestro lobo y eso nunca lo supimos hasta hace unos meses.

Pero todo siempre venía con un costó, y quizá siempre fue la mejor opción mantener en el anonimato a estos seres y que nosotros poseíamos la capacidad de mutación. Nunca debimos enterarnos de que tal cosa podía hacerse realidad.


¿Fin?.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro