Capítulo 9
Con el ánimo por los suelos salí de casa, y caminé había el bosque, lo único que quería era despejar mi mente, ahuyentar todos esos pensamientos que me hacían salir de quicio. Estaba tan agotado, tan frustrado, que ni siquiera necesitaba la compañía de nadie, me sentía tan bien, de esta manera ayudaría a aclarar mi mente.
Con algo de dificultad, trepe uno de los árboles más fuertes del sector, llegando así a la cima de éste para poder observar el bello lago que tenía enfrente.
Aún estába algo claro, por lo que tendría tiempo suficiente para calmarme.
Podría jurar que eran más de las 8:30pm. El cielo se había teñido de un azul despejado, lleno de estrellas por doquier, era una bella noche. Aún no tenía ánimos ni ganas de volver, no quería tener que darles explicaciones a mis padres por mi ausencia toda la tardé, según yo, creo llevar más de 3 horas arriba de este frondoso árbol. Todo se encontraba tan en paz, que no quería tener que dejarlo, todo se pondría feo una vez que pusiera un pie dentro de la casa. Mamá de seguro dio la alerta de que me había salido de casa y aún no regresaba, era de esperarse de ella.
Cerré mis ojos, y deje que la brisa acariciara mi tersa piel, aún podía recordar los días así en mi infancia, con la diferencia de que ahora estaba sólo y antes tenía la compañía de mi Alfa. Me sentí extraño, no me había acordado en todo el tiempo que llevaba aquí arriba de mi alfa Yoonie, ni tampoco sentí la necesidad de correr a sus brazos, por alguna razón me sentí extraño por eso.
—Aquí estás Omega escurridizo.
Me sobresalte, quise reclamar por la inoportuna presencia del alfa que tenía como chicle pegado al zapato. Sin preguntar o algo así, llegó y se subió rápidamente al gran árbol y sentarse a un lado de mi, dándome mi espacio.
—Casi me matas de un susto idiota, ¿Qué haces aquí?—pregunté fastidiado.
—Tus padres están vueltos locos buscándote, creo que ya todo el mundo sabe que el hijo mayor de los Park se ha salido de casa sin el consentimiento de sus mayores..ts ts eso no esta bien Jiminie—insinuó con burla. Gruñí y le di un leve codazo en su brazo.
—Cállate idiota.
—Es la verdad, tus padres te privan de muchas cosas Jimin y la libertad es algo que simplemente no te pueden arrebatar, todos debemos vivir con ella.
Odiaba admitir que el Alfa fastidioso tuviera razón. La libertad era un tema bastante profundo, y yo estaba permitiendo que me la estén quitando.
—Quizás tengas razón—murmure.
—Vamos, que tengo la razón y estás odiando admitir porque le di justo en el clavo, a que sí..—ambos reímos. Por primera vez que no me sentía tan disgustado con la presencia del mayor.
—¿Por qué viniste?—volví a preguntar—¿Acaso esta pasando algo más aparte del escándalo de mis padres?—el río, pero finalmente negó a mi pregunta.
—Sólo me preocupe. Por un momento pensé que en verdad era algo grave y quise venir a buscarte por mi cuenta, pero no pensé que sería tan fácil. Y eso.
Terminó por decir y sólo me límite a asentir. Ambos guardamos silencio, disfrutando de la tranquilidad del lugar, ya casi no se podía disfrutar de la vista del hermoso lago, por la escasa luz que había, los focos sólo llegaban hasta el límite del pueblo quedando lo demás a oscuras en las tinieblas del Bosque.
—¿Escuchas eso?—preguntó Taehyung susurrando a mi oído, le mire extrañado. No había oído nada, en absoluto.
—No hay nada Taehyung.
—Shh cállate bombón, presta atención—puso su dedo en mis labios señalándome a que guardará silencio. Para no seguir llevándole la contra, me calle y me concentre en el silencio.
Quería volver a reclamarle que estaba siendo paranoico y que tal vez sólo era algún pajarito por ahí en el bosque. Pero no sucedió, ahora si había logrado escuchar algo, y podía jurar que esas pisadas no eran de un tierno pajarito, esas caminatas eran de un cosa más grande, no quería pensar que era esa criatura otra vez, no ahora por favor.
—T-Taehyung...—susurre con pavor. Las pisadas eran cada vez más sólidas concorde se iba acercando. El pelirrojo me miro, y me pidió que guardará silencio, él estaba tan asustado como yo, podía ver el terror en ese par de ojos.
Mí corazón latía desembocado dentro de mi, estaba estático, ese animal estaba ahí, bajo nosotros, un movimiento en falso y estaríamos perdidos. Taehyung había tomado con cautela mi mano a su lado tratando de apaciguar mis temblores.
Maldigo el minuto en que decidí salir de casa, ahora estaría tranquilamente disfrutando de alguna película en vez de encontrarme aquí al borde del colapsó.
—D-deja de temblar Jimin, nos caeremos..—susurró Taehyung a mi oído, de verdad qué estaba tratando de calmarme pero era casi imposible.
—S-sácame de aquí...—un crujido se escuchó bajo nosotros. Esa cosa seguía allí, bajo nuestras narices. Tarde o temprano debíamos salir de este árbol, como también esa cosa tendría que irse y salir de allí abajo.
Yoongi te necesitó.
Yoongi.
En cualquier momento colapsaría, nadie había querido darme noticias de mi cachorro, hace una hora más o menos los padres del chico habían venido a preguntar si por alguna casualidad el se encontraba conmigo pero mis padres negaron ante la pregunta de los Park.
—Me estas mareando Yoongi, siéntate y cálmate porque así no estas consiguiendo nada...—insinuó Seokjin viendo de un lado a otro, siguiéndome con los ojos. Había estado paseándome desde entonces, estaba preocupado.
—Jimin salió hace más de una hora Hyung, ya es de noche y es muy peligroso que éste merodeando por ahí sólo, necesito ir a la casa de los Park..—estaba a punto de tomar mi chaqueta, pero mí hermano mayor me detuvo de un jalón.
—Tu mismo me dijiste que esa señora no puede ni verte, no creo que sea oportuno que te presentes en estos momentos Yoongi, esperemos un tiempo minutos más y yo mismo te acompaño a ver a nuestro Jimin, ¿Ok?.
—Esta bien Hyung, tú ganas.
Nada lograría apaciguar mis nervios, Jimin no tenía porque haber ido al bosque y menos sabiendo la criatura que estaba viviendo ahí, tenía miedo.
Si algo le pasará a Jimin, si alguien o algo se atrevía a ponerle sólo un dedo encima no me limitaría y no pensaría dos veces para matarlo con mis propias manos, Jimin era un Ángel, mi Ángel. Y sin él en mi día a día, mi vida sería negra, sólo con días lluviosos y nublados.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro