Capítulo 53
—En casa de mi padre no hallé nada más que simples garabatos y mapas de lo que para mi se trata del pueblo completo—me entregó todo lo que traía en sus manos—¿Cómo les fue a ustedes con la búsqueda en el bosque? ¿Encontraron alguna pista?.
—negué—Ninguna pista, las pisadas que habíamos encontrado cerca de la cabaña se fueron esfumando por el aire—dije con frustración—La tierra del suelo está muy suelta, no habían pasado ni cinco minutos cuando ya todas habían desaparecido...—lancé los papeles a la mesa con enfado—A-así nunca podré encontrarlo, he tardado demasiado, algo tengo que estar haciendo mal—dije con angustia, la poca paciencia que tenía esfumándose cada vez más—La luna de sangre es esta noche, tenemos el tiempo contado.. s-si no puedo llegar a tiempo..—suspire tembloroso—Nunca me lo voy a perdonar..
—Hey—mi hermano rápidamente llegó hasta mí—No vamos a llegar tarde. Deja por favor de ser tan pesimista hermano, nuestro Jiminie es inteligente, es valiente y sabrá hacer el tiempo para que nosotros lleguemos a tiempo a él. No desconfíes..
—No desconfío Seokjin Hyung, es solo que estoy demasiado aterrado por lo que ese desgraciado pueda llegar a hacerle a su propio hermano con tal de salirse con su cometido.. ya nos ha demostrado que es capaz de cualquier cosa por acatar cada uno de sus enfermos deseos de venganza—suspire agotado—Deberían regresar a descansar un poco, ninguno a parado en toda la noche y comienzos de este día, yo seguiré buscando donde más pueda..
—Es verdad, ninguno a parado, estamos agotados—comenzó hablando Namjoon—Pero no es motivo suficiente para detener esta búsqueda, no nos iremos a nuestras casas hasta que Jimin vuelva a nosotros, dejar de luchar, de buscar, es como dejarle el camino fácil, libre al desalmado de su hermano, sabemos de lo que es capaz de hacer con tal de que se salga con la suya, no debemos arriesgarnos a que pase algo de lo que después nos vamos a arrepentir.
Mis manos temblaron a cada lado de mi cuerpo. Mis ojos se llenaron de lágrimas, aquél nudo en mi garganta no dejando expresarme correctamente para decir lo muy agradecido que estaba con todos por no haberme abandonado en esta miseria.
—Te salvare Jiminie..—murmure para mí. Mis puños cerrándose a tal fuerza que mis nudillos blanquearon, ese dolor en mi pecho siendo más persistente que antes, las lágrimas se avecinaban—A ti y a nuestro hijo, aunque tenga que dar mi vida como pago para lograrlo, es una promesa.
Jimin.
El sentir ese leve dolor en el vientre me daba a entender que aún seguía con vida. Que aún me mantenía bajo el manto de la miseria, cada minuto que avanzaba mi vida siendo cada vez más asfixiantes, esa ansiedad corrompiendo en mi interior, ese deseo infinito de huir y buscar los brazos cálidos de mi Alfa, refugiarme en ellos y nunca más apartarme de su lado. Pensar en huir era sencillo, en mi mente lo hice una y mil veces, pero llevarlo a la práctica ya era complicado. No quería poner a prueba a mi hermano, de mala manera me había dado cuenta de lo que era capaz de hacer con tal de no acabar con todo esto.
De seguir con ese retorcido plan de venganza a las personas de este pueblo.
El silencio de la cabaña era escalofriante, la luz fría del exterior entraba levemente por la transparencia de las desgastadas cortinas blancas que colgaban de cada una de las ventanas que habían dentro. No sabía desde cuando existía este lugar a las afueras del pueblo, muchas veces de pequeño junto a Yoongi habíamos venido cerca de este lugar, justo en el límite del pueblo y nunca hallamos una cabaña aquí.
Arrugue mi entrecejo cuándo la garganta me dolió debido a lo seca que estaba, no había ingerido ningún tipo de líquido hace bastante, desde que me sacaron de los brazos cálidos de mi Alfa y la protección de mi nuevo hogar. De pronto una tristeza inmensa me inundó, mis ojos poco a poco se fueron llenando de gruesas lágrimas y ese nudo en el pecho se me apretó más.
Mi mano derecha se fue a mi vientre, mi dedo pulgar dando leves caricias sobre la delgada tela de la camiseta que llevaba. Mis ojos se habían ido hacia mi otra mano que descansaba sobre una pequeña y deteriorada mesa de madera, a la cual me encontraba atado, esa pequeña cadena arrebatándome la minúscula oportunidad que tenía para haber escapado de aquí. No sabía a ciencia cierta porque motivo u razón mi hermano me había metido en esto, quizá orillado por el rencor que había nacido en contra de mi madre, los malos comentarios escuchados en el pueblo sobre lo mal que me trataba, eran muchos los factores y ninguno me llevaba a una respuesta certera para mitigar mis dudas.
Yo no había pedido esto, yo nunca quise que las cosas se solucionaran de esta manera. Yo nunca me imaginé que las cosas serían de este modo, con mi propia seguridad y la de mí cachorro corriendo peligro. Mis sueños y anhelos siendo parte ahora de simples e inalcanzables sueños que sentía que no podría cumplir. Mis ojos se iban cerrando cada vez más, ese cansancio que sentía desde anoche manteniéndome bastante ansioso, no quería sentirme así, aunque, ¿Qué podía esperar? No había descansado correctamente hace varias horas atrás. Y fue tal el cansancio, que no caí en cuenta de la presencia que había llegado a la rústica cabaña en la frontera, sus manos siendo ocupadas por un cofre, no más grande que sus manos.
—Lo encontré Jiminie, los encontré.
Y se veía tan emocionado, sus ojos tan abiertos como estos mismos se lo permitían. Ese aroma que exudaba siendo evidencia de lo bien que se sentía el Alfa.
Tan rápido se había acercado a mi lado que no me dio el tiempo necesario para poder reaccionar a lo que me mostraba dentro de ese pequeño y elegante cofre.
—Encontré las garras de plata, las mismas que mamá me arrebató hace tanto años atrás..—y efectivamente. Dentro, sobre un bello acolchado color rojo vino, yacían dos garras de plata, tan brillantes y hermosas como la misma luna que sale cada noche.
Intenté tragar saliva, doliendo mi garganta en el proceso.
—¿De que.. estas hablando ahora? ¿Por qué mamá te arrebataría esas cosas? ¿Qué significado emocional tienen para que te muestres tan emocionado por esto Chanyeol?—indague demasiado intrigado.
—Mamá una vez me dijo que estas garras siempre me harían parecer un monstruo, que no debería tenerlas porque los demás siempre creerían y verían lo que a ellos le favorezca, nunca se darían el tiempo de escuchar y criticarán siempre todo lo que uno haga o no haga—le miré confundido—¿Sabes porque en realidad papá se fue de nuestras vidas cuando éramos cachorros?—de pronto sus ojos inyectados en sangre se volvieron hacia mí—¿Sabes porque en realidad nunca más lo volvimos a ver?.
—Se lo que tú también sabes Chanyeol, nuestro padre se fue de casa por nosotros, porque mamá le dio dos hijos los cuales él nunca quiso ni pidió en su vida—hablé bajito—Arruinamos su vida y es por eso que él se marchó de casa.
Una risa salió de los labios de Chanyeol.
—Sabes lo que mamá quiso que tu supieras, te convenció de que había sido culpa nuestra que papá se halla ido de casa, invento una historia completamente diferente a la original para convencerse de que lo que vio nunca sucedió y no tener que decir la horrible verdad de que su hijo mayor se había convertido en un maldito monstruo, en parte fue culpa de nosotros, pero más mía, tú en realidad poco tienes que ver con todo este problema Jimin—le mire confundido—Papá era un abusador Jimin, él siempre golpeaba y denigraba a mamá, muchas noches me escondía bajo la cama porque temía que esos golpes que iban a mi madre, también vinieran a mí, no era lo suficientemente valiente para poder confrontarlo y acabar con esas humillaciones, tenía cerca de seis años en ese entonces y no podría hacer mucho al respecto aunque deseara con todas mis fuerzas poder hacerlo..
—¿Por qué me estás contando esto? ¿Por qué mamá te vería como un monstruo?.
—Porque las acciones de nuestro padre, tienen demasiado que ver con este par de garras de plata, hermano—mis ojos habían vuelto a ese cofre, en donde yacían esas garras de plata reluciente—Todo cesó un poco cuando tú llegaste a nuestras vidas, papá había disminuido sus maltratos a mamá y podría decirse que éramos una familia relativamente normal y corriente, las cosas por fin iban marchando bien y estaba creyendo fielmente en que todo iría mejorando con el pasar del tiempo—río sin ganas—Pero desgraciadamente no todo sucedió como queríamos, las cosas ya se habían salido de nuestro alcance y papá había sobrepasado el límite de todo, solo fue una vez en tu vida que quedaste solamente con él en la casa, para cuando volvimos te encontramos inconsciente, de tu cabeza salía sangre y todo tu cuerpo se encontraba lleno de moretones Jimin, él bajo los efectos del alcohol, dejando en inconsciencia la presencia de su Alfa, te maltrató y descargó toda su rabia contra ti—un nudo se había formado en mi pecho—Y entonces fue cuando perdí los estribos..
—¿Qué hiciste Chanyeol?—pregunté con evidente preocupación. Mi corazón latía con desenfreno en mi pecho, las manos comenzaban a sudarme—¿Qué mierda fue lo que hiciste? ¿Tú lo alejaste verdad?.
—Tú te habías convertido en la persona más importante en mi vida Jiminie, incluso más que nuestra madre. Fuiste la luz de mi vida y el primer niño que robó mi corazón por completo hermano, te amé como nunca amé antes a alguien, y siempre juré protegerte con garras y dientes de todo aquel que se atreviera a tocar uno de tus cabellos, y lo prometí—mi labio inferior temblaba de sobremanera—Honre esa promesa y hice pagar a ese desgraciado por haberte tocado, por casi matarte en ese arrebato de enojo e ira, no medí en realidad todo el enfado que tenía recorriendo mi cuerpo en ese momento, no medí la forma en la que actué y solo me guie por ese deseo animal de cobrar lo que te hizo ese desalmado infeliz, en ese momento mamá cambió conmigo y siempre me vio como un monstruo por lo que hice frente a ella y a ti, con la diferencia de que tú no recuerdas nada y ella me guardó rencor toda la vida por ello—una sonrisa nostálgica se bordó en los labios de mi hermano—Cuando es primera vez que un Alfa macho muta, dos de sus garras son de plata, netamente para lograr la diferencia entre Alfas y Omegas, ya que los Betas nunca lograron mutar..—una lágrima gruesa resbaló por mi mejilla.
—D-dime que es me-mentira..—suplique.
—En esa mutación, fui yo quien lo asesino, hermano.
¿Y cómo podía decirlo sin titubear un poco?. No me cabía en la cabeza todo lo que se me había confesado en este lugar. Automáticamente me había sumergido en un mar de decepciones, el bote en el que estaba hundiéndose finalmente después de luchar por no hacerlo mucho tiempo.
—Mamá nos culpó a ambos por ese final tan doloroso para nuestro padre. Más a mi que a ti claramente..—suspiro—Pero decía que si tú no hubieras llorado demasiado, si te hubieras portado correctamente, quizá nuestro papá no hubiera recurrido a los golpes y entonces yo no me hubiera visto en la posición de tener que matarlo..
Solloce indignado.
—T-tú me lo arrebataste todo Chanyeol..—murmure—Cuando lo que yo hice siempre fue admirarte y desear ser como tú, me fui en contra de nuestro madre y de todos por defenderte de las calumnias del gentío, y-yo lo perdí todo por mantener siempre limpia tu imagen verdadera hermano, creí los últimos meses que todo había sido mi culpa, que papá se había ido por mi culpa y que había arruinado a la familia.. mamá nunca hubiera cambiado con nosotros si no hubieras hecho esa barbaridad Chan..
—Por eso debemos hacer esto esta noche.
—¡Cállate! ¡Cállate y deja de pensar por una vez en ti Park Chanyeol!—vocifere—Dime sinceramente Chanyeol, ¿Acaso te detuviste alguna vez a pensar en mí y las repercusiones de todos tus actos? Aquí el único que ha salido perjudicado he sido yo y todo por tu inconsciencia, hermano, mamá ha sido como es por tu culpa, ella me odia por tu culpa y me alejó de sus brazos cálidos y me excluyó de su cariño por tu culpa. ¡Nunca sentí el verdadero amor de mi propia madre por tu culpa Chanyeol!
—Todo lo que hice desde que te conocí por primera vez fue por tu bien Jiminie. Cada una de mis acciones fue por un solo motivo y era el mantenerte siempre a salvo—su voz sonaba dolida—No permití ni una sola vez que alguien te levantará la mano porque eras mi pequeño hermano..
—Un verdadero hermano no haría lo que tú has hecho por mí.
Le miré con una mueca en mis labios.
Una fuerte punzada había atacado la parte central de mi vientre plano, disimule lo mejor que mis capacidades lo permitían y me puse de pie, con la mirada fija de mi hermano sobre mí, observando cada uno de mis movimientos en silencio.
—Jimin. Sabes que no puedes irte.
—No puedes impedirme hacer esto, no puedes seguir decidiendo por mí Chan, ya no más por favor, déjame ir con mi familia—pedí suplicante, una ultima pizca de esperanza llenándome de valentía para poder insistirle con esto al Alfa frente a mí —Hazlo por el cariño que dices tenerme.
Aguarde quieto en donde estaba. Mi hermano se había puesto de pie, su rostro tan serio, sus facciones relajadas dando un aspecto inquietante a la situación. Me vi en la obligación de inclinar mi cabeza hacia arriba para poder mirarlo a los ojos. Su mano se acercó a mi rostro y acarició suave y lentamente mis mejillas rosadas.
—Sabes que no puedes irte de aquí, Jiminie—habló suavemente—Te dije que eres parte fundamental en mi plan, sin ti no puedo seguir adelante con todo esto..
Su mano descendió hasta mi mano derecha, acariciando uno de mis dedos.
—¿Q-que estas haciendo?—trate de alejar mi mano de su agarre pero era inútil. Su mano había ido al cofre y de allí tomó solo una de las garras de plata, la acercó hasta mi dedo índice, deteniéndose solo a pocos y escasos centímetros de él—N-no, no no no, no hagas esto Chanyeol, esto no por favor, mi bebé correrá peligro, piénsalo un poco.
—Tengo curiosidad—posicionó la garra sobre la uña de mi dedo, sin hacer más—Quiero ver que tan fértiles y optimas siguen siendo estas garras Jiminie, quiero presenciar como reacciona tu Omega cuando portes las garras de un Alfa sobre ti—le mire asustado completamente.
—Chany-—y entonces incrustó esa garra en mi dedo, traspasando el cuero de la cutícula—¡Agh, Chanyeol por favor!—lloré.
Y entonces todo el temor que sentía, fue reemplazado por una adrenalina inmensa.
Mis sentidos medio se agudizaron, los latidos de mi corazón eran desenfrenados y esa voz en mi cabeza habló.
Cuida al bebé.
Humano.
Cuida a nuestro cachorro.
Gruñí.
—¡No vas a arrebatarme a otra persona más Alfa!—y esta vez era mi Omega hablando.
Tenemos que luchar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro